El eje chiita encabezado por Irán, en una encrucijada

Las eliminaciones en Teherán de Ismail Haniyeh, jefe del buró político de Hamas, y en Beirut de Fuad Shukur, miembro del Consejo de la Yihad de Hezbolá y asesor militar cercano a Hassan Nasrallah, representan un golpe significativo para el eje iraní-chiita en general y para Hezbolá en particular. El hecho que estos operativos ocurrieran en el corazón de Teherán y en el corazón de la Dahiya en Beirut, los bastiones de los dos actores principales del eje chiita, solo añade a la humillación y el daño al “honor nacional,” y será un factor significativo en la decisión sobre su respuesta.

Tras estos operativos, es probable que el Consejo Shura de Hezbolá liderado por Hassan Nasrallah, coordine su respuesta con el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, encabezado por el Líder Supremo Ali Khamenei.

Aunque es imposible predecir exactamente cómo responderá el eje chiita, existen varias posibilidades. Este artículo examinará algunos posibles escenarios de respuesta contra el territorio israelí,  dejando de lado otras posibles respuestas, como por ejemplo ataques a israelíes o sus representaciones en el extranjero, entre otros.

Un ataque combinado que consista en misiles de precisión, enjambres de UAV y cohetes estadísticos sobre objetivos sensibles y valiosos en Israel, como objetivos militares en el corazón de una ciudad central israelí o plataformas de gas en las aguas económicas del Mediterráneo, parece ser el escenario más probable (pero no el único).

Los ataques con enjambres de dispositivos aéreos no piloteados (que aquí llamaremos con el nombre general de drones) y cohetes imprecisos, están destinados a sobrecargar los sistemas de defensa aérea de Israel. 

Hezbolá tiene la capacidad de lanzar misiles de precisión desde todo el Líbano (por ejemplo, desde el este de Bekaa o el área de Beirut). Tal ataque podría combinarse con un ataque de Irán mismo, como sucedió el 14 de abril, o por fuerzas iraníes o aquellas operando bajo Irán desde otro escenario, especialmente Siria.

Evaluamos que Hezbolá actualmente posee miles de misiles y cohetes de precisión, incluidos misiles Fateh-110 con un alcance de 350 km y un radio de precisión de hasta 10 metros.

Estos misiles y cohetes permiten a Hezbolá intentar golpear objetivos críticos y valiosos en Israel, como instalaciones de infraestructura, bases militares y centros de población. El uso de armas de precisión, si logran superar la defensa aérea multicapa de Israel, podría causar daños significativos y crear una sensación grave de inseguridad entre el público israelí, afectando la moral y la resistencia nacional.

El proyecto de misiles guiados de precisión es un programa estratégico para Hezbolá. El proyecto no solo trató de la precisión de misiles como el Fateh-110 y otros, sino que también se expandió, en nuestra estimación, a cohetes como el Grad y el Falaq. El número de armas de precisión de Hezbolá ha crecido, y se estima, como se mencionó anteriormente, que Hezbolá tiene miles de misiles y cohetes guiados de precisión de un arsenal de unos 250,000 ojivas. El arsenal de armas de precisión de Hezbolá también incluye misiles de crucero.

El hecho de que Fuad Shukr fuera jefe de los arreglos estratégicos de Hezbolá y responsable del proyecto de precisión, puede proporcionar una base para la intención de Hezbolá de usar estas capacidades para restaurar el ‘honor perdido.’

El uso de enjambres de drones y una gran cantidad de cohetes no guiados puede servir como una distracción y sobrecargar los sistemas de defensa de Israel antes o durante el lanzamiento de misiles de precisión.

Un ataque coordinado por Irán y Hezbolá usando enjambres de drones, cohetes, misiles de crucero y misiles balísticos puede crear un impacto significativo y causar interrupciones sustanciales en la funcionalidad de Israel.

Irán puede lanzar misiles directamente desde Irán, como lo hizo el 14 de abril. Tal ataque también podría incluir misiles balísticos, misiles de crucero y drones operados por milicias chiitas desde Irak y Siria. 

Los hutíes también estarán probablemente involucrados. Armas iraníes (misiles balísticos y drones podrían lanzarse desde Yemen hacia Israel en un horario determinado por Irán. La combinación de ataques con misiles y drones desde múltiples frentes puede complicar los sistemas de defensa aérea de Israel y aumentar la presión sobre el frente interno israelí.

Tanto las capacidades de ataque de Hezbolá como las de Irán, esta última operada por las Guardias Revolucionarias, se basan en la tecnología militar avanzada iraní, incluidos los sistemas de propulsión de misiles, varios sistemas de guía y líneas de producción en Irán mismo. 

A pesar del nivel de amenaza, Israel destaca en sistemas avanzados de defensa aérea, incluidos la Cúpula de Hierro, la Honda de David, el Jetz (Flecha) 3, el Barak 8 y la Cúpula de Hierro Naval en los barcos Sa’ar 6 de la Marina. Estos sistemas están diseñados para proteger sitios sensibles y estratégicos y centros de población civil, proporcionando una respuesta amplia a varias amenazas.

Según varios informes, la coalición de defensa regional liderada por Estados Unidos, que operó la noche del 14 de abril, puede operar nuevamente.

El Eje Chiita en una Encrucijada 

El eje chiita liderado por Irán, particularmente Hezbolá, está en una encrucijada al tener que decidir. Por un lado, quiere herir a Israel y responder a la humillación física y simbólica de la que fue objeto. Para Hezbolá es necesario hacer cumplir la ‘ecuación Dahiya’ que declaró.

Por otro lado, el eje chiita, particularmente Hezbolá, puede querer retrasar una guerra a gran escala con Israel a un momento más conveniente para él.

Israel está actualmente en un pico de preparación en la frontera libanesa con divisiones de maniobra que han estado entrenando durante meses para una guerra con Hezbolá.

Esta preparación neutraliza principalmente la opción de una invasión terrestre amplia planeada por Hezbolá, pero no neutraliza el lanzamiento de misiles y drones descritos anteriormente (debe señalarse que no se puede descartar un intento de infiltración terrestre focalizado por Hezbolá, en un área definida con docenas de operativos, hasta unos pocos cientos, como un elemento adicional en su potencial respuesta).

El eje chiita liderado por Irán puede optar por un intento de respuesta significativa, pero puede dejar la puerta abierta para retroceder del borde de una guerra regional a gran escala por ahora.