Con la periodista israelí Roxana Levinson
Acaban de cumplirse 30 años del atentado terrorista contra la AMIA y por ende nos resulta ineludible conversar con la periodista israelí originaria de Argentina Roxana Levinson, que perdió a tíos muy cercanos en los dos atentados terroristas cometidos en Buenos Aires: Graciela Susevich de Levinson, hermana de su madre, muerta en el atentado a la Embajada de Israel en Argentina en 1992 y Jaime Plaksin, en el atentado a la AMIA, en 1994.
Conversamos hace pocos días con Roxana y quedó claro no sólo que el recuerdo que no se borra nunca, sino que los desafíos con los que lidia Israel y el mundo judío, se acrecientan.
P: Roxana, ya hemos hablado años atrás del hecho que vos perdiste familiares en los dos atentados en Buenos Aires, tanto contra la Embajada de Israel en 1992 como contra la AMIA en 1994. ¿Cómo evoluciona el recuerdo?
R: El tiempo no borra los recuerdos, ni mucho menos el dolor. Están allí, siempre presentes y surgen con más fuerza en algunas situaciones o fechas. Forman parte de quien soy, especialmente porque mis tíos Graciela y Jaime (Graciela Levinson y Jaime Plaksin) tuvieron una influencia y un impacto muy fuerte en esos años de mi vida, sobre todo de mi infancia y adolescencia. Y porque se fueron de nuestras vidas de una manera tan brutal y antinatural, tan inesperada, injusta y cruel, que uno nunca termina de procesar y acostumbrarse a la idea. Ese sufrimiento tuvo un efecto tremendo en toda la familia, ya nunca fuimos los mismos ni pudimos recuperarnos del todo. Sobre todo porque, personalmente, siento que ellos no podrán descansar en paz hasta que se haga justicia.
P: ¿Cómo vivís el hecho que Israel continúa luchando contra el terrorismo, cuando a nivel personal lo sufriste?
R: A veces me encuentro pensando que no puedo creer que éste sea el mismo fenómeno que nos alcanzó a tantísimos kilómetros de distancia, y que nos siga persiguiendo, allí donde estemos. Por supuesto que luchamos contra el terrorismo, y no debemos dejar de hacerlo, a pesar de todas las dificultades y el altísimo precio que estamos pagando. Resulta difícil de procesar, cuesta creer…
P: Los atentados en Buenos Aires fueron responsabilidad de Irán y Hezbolá. Desde entonces, no han hecho más que fortalecerse. ¿Qué mensaje te parece que hay que transmitir al mundo?
R: Esta pregunta que me hacés se relaciona, a mi entender, en forma directa con la anterior. Creo que ha quedado clarísimo, para todo aquel que quiera verlo, hasta dónde llegan los tentáculos de Irán, qué es y quién es Hezbolá, hasta dónde son capaces de llegar en virtud de una ideología fanática, extremista, sanguinaria y asesina, pero al mismo fría, calculada y que se despliega por el mundo en base a una estrategia bien planificada. Hace unos meses participé en forma virtual en una conferencia de prensa que se realizó en Washington, junto con sobrevivientes y familiares de víctimas de atentados cometidos por Irán y sus proxys en distintos lugares del mundo. La mayoría de ellos eran iraníes exiliados… Creo que el mensaje al mundo debe ser el de aferrarse a la cordura, que debemos luchar abiertamente y por todos los medios contra el terrorismo, más allá de cómo se disfrace y cuánto se infiltre y extienda. Y apoyar a quien – como nosotros en Israel – está enfrascado en esa lucha y paga por ella el precio más alto.
P: No se puede hablar de terrorismo sin recordar el 7 de octubre, la máxima expresión del horror. Además, no fuiste mera espectadora ya que viviendo en Ashdod, has estado a menudo bajo las alarmas por el disparo de cohetes desde Gaza. ¿Cómo explicarías al mundo, yo hasta diría no necesariamente a quienes condenan a Israel sino en general, a quienes no entienden lo que pasa aquí, cómo es vivir así?
R: Es muy duro y es, por supuesto, una de esas situaciones que mencionaba, en las que el dolor y los recuerdos (los malos recuerdos) surgen y te invaden. Nada nos podía preparar para lo que nos tocó vivir, en Ashdod y en tantos otros lugares de Israel. Es difícil explicar cómo es vivir bajo amenaza, entre sirenas, explosiones y todo el tiempo calculando dónde está el refugio más cercano, cuánto tiempo y distancia tengo hasta el lugar seguro, cómo está la familia en los lugares donde hay alarmas. El 7 de octubre me sorprendió conduciendo, en la ruta, y los momentos que viví en ese camino todavía protagonizan mis pesadillas. El edificio donde vivo fue alcanzado por esquirlas de misiles de Hamás, que impactaron en forma directa en la plaza de juegos infantiles ubicada justo enfrente. El daño material fue arreglado, y tuvimos la suerte de salir ilesos, pero todas esas vivencias, sin duda, dejan huella en el alma… Las noticias sobre las personas masacradas el 7 de octubre, las que vinieron después y siguen llegando. Y los rehenes, los 120 secuestrados que todavía están en el infierno de la Franja de Gaza. Nada nos devolverá a nuestros muertos asesinados por el terrorismo en Argentina e Israel, pero los secuestrados deben volver a casa. Debemos seguir luchando para que eso ocurra, cuanto antes.
P: Que así sea Roxana. Realmente, es un tema que quita el sueño. Muchas gracias.
R: A vos.