Pequeña biografía.
Montevideo, 1970. Desde la década de 1990 participó en talleres de literatura, teatro y escritura. Ha publicado varios cuentos en distintas antologías y es columnista del semanario hebreojai. Desde el año 2022 es Magíster en literatura por la Universidad de Valencia – España.
¿Cómo surge tu interés por la lectura? ¿Te leían mucho de chico?
En 1993 con unos amigos organizamos un concurso de cuentos, escribí uno desde mi punto de vista experimental: era una historia de desencuentros entre dos personas, pero nunca dije si eran de distintos géneros o dos mujeres o dos hombres. Fue un espanto, no se lograba entender el relato, no gané ese concurso. De allí en adelante intenté seguir escribiendo en una cuadernola amarilla, hasta que Aida Gelbtrunk me aconsejó participar en el taller literario de Rafael Gomensoro.
De chico no recuerdo que me leyeran, pero si recuerdo a mis padres verlos leer. Los libros fueron algo cotidiano en mi niñez y adolescencia.
¿Cuál es el primer texto que recuerdas que escribiste y te gustó?
En la época de mis primeros talleres, escribí una carta a mi asesino, donde le agradecía que me hubiera matado. Y otro texto llamado “Huellas en la nieve”. Son relatos cortos que al leerlos ahora no me reconozco en ellos.
¿Cuál es la relación entre la escritura y la lectura?
Para poder escribir hay que leer. Es fundamental desde mi punto de vista. Leer te hace bajar a tierra, saber que los otros escriben mil veces mejor que uno, te obliga a buscar otro punto de vista, otra forma de decir las cosas y así ir encontrando un estilo y una voz propia.
¿Por qué escribís? ¿Crees en la inspiración?
No sé si la palabra sería inspiración. Creo en la idea y en lo que te gustaría decir y lo que esperas que la persona que lea lo que escribiste, entienda.
¿Cuáles son las herramientas necesarias a la hora de escribir?
Antes de comenzar a escribir, por lo general me tomo un tiempo para pensar que decir; para que se me ocurra una idea e ir imaginando o suponiendo cómo escribirlo. Cuando se me ocurre cual va a ser el narrador y desde que punto de vista escribirlo, si en pasado o presente, cuando sabes o intuís más o menos por donde va a ir la historia, es solo sentarse y enfrentarse a la hoja en blanco.
¿Qué opinas de los talleres de escritura? ¿Ayudan o te parece que todos escriben de la misma forma?
Yo estoy seguro que ayudan y ayudan mucho! He participado de varios talleres y creo que fue donde más he aprendido a escribir. Tener a alguien que te guíe, te corrija y te aconseje es importante. Tener compañeros iguales a uno, que también opinan sobre tu trabajo, donde muchas veces son muy lapidarios y más severos que el propio profesor, también te ayudan a entender tu trabajo en comparación a los otros.
En un taller no solo se escribe, se habla de libros, películas, teatro y arte. Se comparten sensaciones e ideas entre gente que no son amigos, pero que los sentís muy cercanos.