Por Bryan Acuña- Analista internacional
En una primera alocución del líder de la organización chiita libanesa, Hassan Nasrrallah por medio de un vídeo presentado en el acto por el cuarto aniversario de la muerte del líder de la Guardia Revolucionaria de Irán, Qassem Suleimani, amenazó vengar la muerte de Saleh Al Arouri número dos de la organización islamista palestina Hamas, junto con otros miembros del Bureau y del brazo armado palestino asentados en el Líbano.
Sin hacer un llamado abierto a escalar la situación militar que se vive en estos momentos en la frontera israelí – libanesa, ha hecho una serie de aseveraciones que siguen siendo vistas por parte del liderazgo de esta organización que forma parte del denominado “eje de la resistencia”. Sin embargo, ha sido claro en señalar que, si sienten que Líbano es agredido, irán hasta el final con la respuesta, pronunciamiento que ya ha sido dicho con anterioridad desde que se desató el conflicto entre Israel y el Hamas en octubre anterior.
También, ha sido directo en señalar que, si bien cada grupo puede pertenecer al eje, cada uno actúa conforme a sus intereses y no están necesariamente supeditados a lo que dictamine Irán, cuestión que tiene como objetivo restar el papel determinante en los descontroles que el apoyo proveniente desde Teherán genera en los diferentes países y territorios bajo la esfera del liderazgo islamista chiita.
Ha sido enfático Nasrrallah en mencionar que la operación “Aluvión de Al Aqsa” no fue una operación coordinada con toda la resistencia sino una decisión palestina, con intenciones de revivir la causa palestina que ha venido a menos en los últimos años. También ha señalado que Israel está perdiendo contra la resistencia, así como en su imagen a nivel internacional y frente a la opinión pública, mientras la causa palestina gana adeptos en diferentes partes.
Además, señaló que lo que ha ocurrido los últimos tres meses cambiaron los procesos de normalización que se han llevado adelante, la idea de la persuasión israelí se está derrumbando y ya no genera mayores efectos en Yemen, Siria, Líbano, Irak y los territorios palestinos, por lo que han recurrido a la persuasión de los Estados Unidos y también ha quedado en evidencia la debilidad israelí en el campo de la inteligencia. Lo que ha ocurrido el 07 de octubre ha debilitado a Israel y ellos (Hezbollah) ha realizado cerca de 700 operaciones contra Israel desde el 8 de octubre.
Ha mencionado que en Gaza no habrá una victoria rápida ni clara, que nadie en Israel (entidad sionista) podrá decir que ganaron la guerra, lo cual quedará marcado para la opinión pública israelí, por lo cual los propios ciudadanos no confían ya ni en las fuerzas armadas ni en el liderazgo y se están yendo del país. Según él, esto demostraría que no existen vínculos reales de los judíos con la tierra que “pertenece a los palestinos” y solamente se han mantenido mientras han sentido el respaldo militar.
Señaló una frase que se dirigió al mundo árabe sin ninguna duda por su contenido “Si eres débil el mundo no va a llorarte”, un detalle que pocos conocen porque en el mundo árabe las muestras de debilidad son vistas de manera negativa, así como las deshonras.
El Sheij mencionó que mencionaría los siguientes pasos en su lucha el próximo viernes 05 de enero, es posible que en esta oportunidad no se haya dado una propuesta específica debido a que la fecha estaba más para la conmemoración de la muerte de Soleimani, en un día como hoy donde en las cercanías de la tumba del líder iraní explotó un artefacto y se produjo la muerte de más de doscientas personas. Debido a esto, el discurso del viernes podría ser un llamado a una escalada mayor o podría mantener la misma retórica evasiva que ha preservado hasta este momento el líder chiita.
Los riesgos de una escalada que abra un frente directo en el Líbano están entre los riesgos más importantes en este momento. Pese a que el líder libanés menciona que no todo gira en torno a Irán, lo cierto que esta parte del discurso no lo compra ningún liderazgo regional y si hay algo que ha contenido esta participación más frontal del grupo islamista que se viene rearmando desde la guerra de 2006 es que no existe una orden directa del gobierno de Teherán, pero el riesgo de que esta escalada que ya ha abierto frentes en Yemen y escaramuzas desde Siria e Irak eleve sus condiciones de violencia podría ser el siguiente paso en la estrategia planeada desde el 7 de octubre anterior para una crisis mayor en la región.