En el día Internacional de la Mujer, excelente difundir la nueva exposición de Nora Kimelman.
Los artistas tienen la enorme virtud de sublimar su sentir por medio del arte y los consumdores de arte lo disfrutamos.
El nombre es Sombras Atavicas, y se inaugura el 15 de marzo a las 19 horas en el Museo Zorrilla. La muestra va a estar dos meses exhibida, así que su cierre va a ser el 15 de mayo.
Se realizarán varias actividades en torno a la muestra, como talleres de libre expresion plastica infantil, visitas guiadas para liceos, visitas para adultos y una mesa redonda donde participaran la curadora, Jacqueline Lacasa, un colectivo de mujeres artistas,
En la voz de Nora Kimelman:
Que sepa coser, que sepa bordar.
Reflexiones sobre mi obra
Durante la pandemia, como dentro de un ritual lúdico, estuve seleccionando fotos, documentos y objetos de mi infancia.
Comencé haciendo un pequeño archivo familiar, recordando mi pasado. Surgieron ausencias y presencias que marcaron mi vida y le dieron sentido. Aquellos tímidos dibujos bordados con los que comencé a cristalizar este proyecto se fueron convirtiendo en fuertes y desafiantes collages, y luego en grandes telas que expresaban mi sentir.
De la narrativa autorreferencial que relataba anécdotas vividas, fui migrando hacia temas vinculados a la desigualdad de género y al papel de la mujer como trasmisora de enseñanzas y valores en una sociedad patriarcal.
Durante mi generación (la de los 50) se naturalizaba la violencia de género, había una marcada desigualdad, pocas mujeres estudiaban o terminaban sus estudios, muchísimas luego de casarse dejaban de trabajar o de estudiar para dedicarse pura y exclusivamente a su hogar.
Había que casarse joven, ser ama de casa y ser madre. La sociedad discriminaba a quienes no cumplían con esos mandatos.
Los hombres que participaban en las tareas domésticas o en la educación de los hijos eran pocos. Ellos eran los proveedores y se enorgullecían de serlo.
El rol madre- esposa producía dependencia y cautiverio. La mujer estaba permanentemente buscando la aceptación en el otro y no en ella misma como individuo.
La discriminación, la violencia y el autoritarismo eran moneda corriente y no se denunciaban. Se nos denominaba “sexo débil” y no lo cuestionábamos, era lo aceptado en la época.
Actualmente, si bien tenemos igualdad normativa, existen jerarquías, donde la mujer queda en posición de subordinación y subsisten múltiples brechas. En algunos países, vinculadas a falta de derechos civiles, prohibición de estudiar, obligación de casarse de niñas, ser vírgenes al momento de casarse, mutilaciones genitales y castigos verbales y físicos.
Tampoco existe igualdad alguna a la hora de recibir salarios y de ocupar cargos que solo les son otorgados a los varones. Queda mucho por resolver.
En mi obra hablo fundamentalmente de las diferencias creadas por el patriarcado, y también de la repetición de conductas y valores que realizamos las mujeres a través de la educación que recibimos y trasmitimos. Las madres, abuelas, maestras y niñeras somos aún – a veces inconscientemente - reproductoras de legados culturales que llegan desde los primeros años de vida a los niños, momento en el que se genera la identidad y personalidad de los mismos.
Isabel Allende dice “el machismo tiene origen en las madres que crían a sus hijos para ser servidos y a las hijas para servirlos”.
Esa actitud replicadora de las mujeres es tratada con fuerza y aparece en mis trabajos como una sombra negra que invade mis telas y se convierte en atuendos, capas, chaquetas, gorros, hábitos o en burkas.
Pero que también aparece mutando en guantes o en bolsas de boxeo.
Tomo como símbolo el boxeo, porque en los años 50 era admirado por los hombres de mi generación.
De ahí que surgió la idea de crear bolsas de boxeo, guantes, y dibujos vinculados con ese deporte.
Al investigar este tema, me cuestiono como mujer varias cosas, entre ellas:
que cambio deberíamos realizar las mujeres en el rol de educadoras y trasmisoras para no reproducir modelos de antaño que nos hacen daño y nos subordinan.
Como deberíamos actuar para no continuar con el modelo patriarcal que nos fue impuesto.
Como podemos educar para trasmitir valores de equidad y justicia que nos acerquen a terminar con la gran sombra negra que nos acosa, manipula, condiciona e impide funcionar como deberíamos.
Frase de la Curadora ( Jacqueline Lacasa ) elegida para ploteo
La artista Nora Kimelman genera una dramaturgia visual íntima, donde partiendo de sombras atávicas nos lleva a un espacio luminoso de
la memoria activa, aquella memoria que se abre camino a lo que uno recuerda, haciendo un recorrido por miles de páginas, corriendo en silencio, entendiendo lo
esencial para seguir avanzando, acercándose a su propia historia de vida. Que luego se concreta en un universo posible, una narrativa sobre NOSOTRAS.
Frase de la Artista ( Nora Kimelman ) para ploteo
Relatos que hurgan en los rincones de la memoria para luego estallar en mensajes que, si bien constituyen una ficción, están muy vinculados a la lucha de las mujeres por obtener la equidad.