Silvia Edelstein , fallecida prematuramente la semana pasada, trabajó en la Embajada de Israel durante 43 años. Cambiaron embajadores, cónsules y secretarios, y ella siempre estuvo allí, aportando, facilitando, acumulando cada vez más experiencia y conocimientos, que volcaba en las necesidades del trabajo en la embajada, siempre con gran dedicación.
Varios de quienes la conocieron y trabajaron con ella, compartieron con nosotros, para hacerlo público aquí, su tristeza por su partida física y sus recuerdos. También la Cancillería como tal.
De la Cancillería israelí
El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado de Israel se despide con profundo dolor y hondo pesar de su querida ex funcionaria y amiga Silvia Edelstein, quien durante décadas fuera un eje central e indispensable en la labor de la Embajada de Israel en Uruguay. Su dedicación total y su entrega incondicional, su vocación de servicio, su don de gentes, su perfecto dominio del hebreo, su profesionalismo a toda prueba, su rectitud ímproba y su foja intachable, todo eso y mucho más quedará grabado por siempre en los corazones de generaciones de diplomáticos y de compañeros de trabajo que vieron en Silvia una amiga más que colega, y con letras de oro en los anales de nuestra Embajada en Uruguay.
Mandamos un muy fuerte abrazo de consuelo a su esposo Héctor, su hijo Gabriel, su hermano Enrique y demás deudos, familiares y amigos y a la comunidad judía toda del Uruguay, y les desea que no sepan más de dolor.
Del Embajador actual de Israel en Uruguay Yoed Magen
Con el fallecimiento de nuestra queridísima Silvia Edelstein quiero decir algunas palabras de la Silvia que yo conocí durante poco más de un año.
Cuando llegué a Uruguay en agosto del 2019 con mi familia, Silvia nos recibió en el aeropuerto. Una de las primeras cosas que me dijo fue “llegaron a un buen lugar y están en buenas manos”. Y así fue. Cada consulta o duda que teníamos, Silvia fue la primera en guiarnos.
Ella fue sin duda un pilar fundamental de esta embajada. Era muy profesional y tenía un conocimiento impresionante no solo de la parte administrativa sino también del trabajo diplomático. Es decir, recibir delegaciones, organizar actividades y promover proyectos de diplomacia pública para el bien del Estado de Israel, al cual amaba con todo su corazón.
Silvia me decía que consideraba la embajada como un hogar y que haría todo por Israel. Conocía a los funcionarios diplomáticos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel y a veces nos explicaba a los shlijim-enviados de Israel- a quién había que llamar para consultar cierto tema.
Silvia fue sumamente dedicada y comprometida con su trabajo. Los funcionarios de esta embajada le tenían un respeto y aprecio especial. Sabían que podían contar con su apoyo para lo que fuera.
Su partida nos duele a todos.
Descansa en paz Silvia.
De Nina Ben-Ami, Embajadora de Israel en Uruguay 2014-2018
Silvia era la columna vertebral de la Embajada. Todos la conocían y respetaban. Trabajadora e inteligente, mujer de valores que trabajaba concienzudamente, en forma seria, a la que le importaban las cosas. Creativa. Sabía hallar soluciones también cuando las cosas parecían imposibles. Combinaba todas esas condiciones con sentido del humor, calidez humana y un profesionalismo al más alto nivel. Solíamos enviar a Silvia a capacitar a los nuevos miembros de los equipos de las embajadas en todo el continente.
Yo la recordaré siempre con su mirada cálida y su fuerte risa.
Estaré siempre agradecida por la forma en que nos recibió a mí y a mi familia en Montevideo, acompañándonos en el pasaje del edificio viejo al nuevo, jugando además un rol central en las celebraciones por los 70 años del Estado de Israel que llevamos a cabo cuando yo era la Embajadora.
Su muerte es motivo de un profundo dolor, una pérdida a nivel personal. Absolutamente inconcebible que ya no esté.
Desde Israel, mando un abrazo a su querida familia.
Bendita sea su memoria.
De Dori Goren, Embajador en Uruguay 2009-2014
Querida Silvia: Nos conocimos en 2009 cuando llegué a Uruguay para comenzar mi mandato como embajador de Israel. Trabajamos juntos durante cinco años. Te recuerdo siempre con tanto cariño. Enérgica, llena de vigor y vivacidad. Rápida y eficiente y siempre atenta y cordial con una sonrisa y buen humor. Fuiste el alma de la embajada. La piedra fundamental que sostenía siempre a todos durante toda tu vida de adulta con Israel y la embajada desde que comenzaste a trabajar con nosotros cuando eras una jovencita de 18 años hasta que te jubilaste más de cuarenta tres años después.
Los embajadores y los diplomaticos iban y venían pero tú siempre estuviste ahí, durante décadas, ayudando como administradora, como organizadora.
Así te voy a recuerdar siempre,con una sonrisa, siempre encontrando una solución.
Tantas cosas hicimos juntos. La recepciones de "Iom Haatzmaut", los diversos proyectos de la embajada, así como la gestión del día a día .
Era imposible imaginar la embajada sin vos Los embajadores siempre supimos que si Silvia organizaba y ayudaba, todo saldría como debe.
Casi toda tu vida trabajaste en la vieja embajada en Bulevar Artigas. Toda la embajada estaba en el primer piso y solo tú en tu despacho en la planta baja . Ese era tu reino . Desde ahí manejaste todo hasta que compramos la embajada nueva . Otro projecto importante donde tú desplegaste un rol muy importante .
Hace aproximadamente tres años , durante una visita a Uruguay te vi por
última vez. La maldita enfermedad ya daba sus señales y te vi diferente de la enérgica Silvia que recordaba.
Al enterarme de tu fallecimiento yo estaba en Uruguay, por lo cual pude ir a despedirte a la funeraria. Miré el ataúd de madera y mis ojos se llenaron de lágrimas recordando a la Silvia que yo conocí y aprecié tanto.
Buen viaje Silvia, descansa en paz.
Joel Salpak, Embajador en Montevideo 2001-2005
Me cuesta mucho resumir el pesar que siento por la pérdida de Silvia . Pero no es difícil resumir el recuerdo que tenemos todos de ella. Se expresa en una palabra – rectitud.
Silvia fue una persona recta – derecha y firme –, confiable en la amistad y en el compromiso con las personas, los ideales y la tarea cotidiana. Pero, sobre todo, con la verdad y la sinceridad en cada uno de sus actos…
Silvia: tu perdida será imposible de reparar – ¡te extrañaremos mucho!
De Ariel Bercovich
Vice jefe de Misión en la Embajada en Montevideo, 2015-2018
Ya antes de llegar a Montevideo la conocía, porque cada persona con la que convers antes de salir a mi primera misioón como Diplomático, a la Embajada de Israel en Montevideo, me dijo lo mismo “No te preocupes, la tenés a Silvia”.
Silvia tenía todo: inteligente, profesional, divertida, abierta, comprometida, sabía resolver problemas, sabía evitarlos, sabía negociar, sabía aconsejar, conocía a todo el mundo, entendía todo antes que nadie, sabía cuándo hablar, cuándo no, era testaruda y a la vez sabía adaptarse a los cambios, era una líder natural, sabía cuándo enojarse, cuándo dejarla pasar, era precisa, era la definición exacta de una “cra”.
Me acuerdo como hoy el dia que me contó el diagnóstico. Pensé que la iba a ver desmoronarse, pero no pasó. Salió a lucharla con una valentía que daba vértigo. No sé qué más decir… a veces el destino es injusto. Tuve la suerte y el privilegio de conocerla y trabajar con ella. Una grande de verdad.
De Ron Gerstenfeld, Cónsul y Vice Embajador 2010-2015
Para mi y mi familia Silvia era mucho más que una compañera de trabajo . Era parte de nuestra familia en las buenas y en las malas. Quería muchísimo a mi esposa Yifat y a nuestros hijos, siempre actuando con gran cariño.
Además era una profesional del más alto nivel, un verdadero modelo en todo.
Le vamos a extranar para siempre.
Del Embajador Leo Vinovetzky
(ex Cónsul y vice-Embajador de Israel en Montevideo, 2003-2006)
¿Qué Naies?
Se nos ha ido una compañera de aquellas. Silvia Edelstein. Enorme tristeza si bien estábamos al tanto, en líneas generales. Aún así, cuesta creerlo. Hablar de Silvia en tiempo pasado. La esperanza duró lo que duró.
Todas las mañanas Silvia lanzaba alguna que otra palabra en Ydisch, muchas de las cuales aprendí de ella. ¿Qué naies ? Qué novedades ?
Montevideo, Junio del 2003. Llegamos a nuestra primera misión diplomática junto a mi esposa Mónica, una Bobe y dos gurises. Allí estaba ella, como siempre antes, durante y después. Firme, dando apoyo a todos y a todo. Liderando iniciativas por Israel con dedicación, garra y pasión. Para sumar. Siempre. No le esquivaba a ningún desafío.
Fuente de consulta permanente, aconsejándonos por dónde ir, que dirección tomar. Apegada a su familia y amigos, con fuertes recuerdos de sus grupos de juventud.
Son muchas las fotos que se me pasan por la cabeza, imágenes que retratan memorias que te marcan.
En rondas de colegas, hablábamos de ella con mucho orgullo.
Hasta siempre amiga.
Shai Cohen, Vice Embajador en Uruguay entre 1994 y 1998
Ya antes de llegar a mi misión a Uruguay, en el marco de la preparación intensiva de cara al cargo, me contaron de Silvia: una funcionaria abnegada, de una capacidad extraordinaria, la persona que de hecho lleva sobre sus hombros la administración de la Embajada.
El cargo de vice Embajador en Montevideo combina lo político con lo consular y administrativo porque su responsabilidad es entre otras cosas por el manejo de la embajada a nivel presupuestario, de recursos humanos, lo relacionado a los bienes de la embajada y mucho más. Y cuando llegué a desempeñar mis funciones, por un lado con gran motivación y por otro con algunos temores acerca de si podré encargarme de tantos temas a la vez, encontré a la maravillosa Silvia, que fue mi ancla, columna vertebral, una persona con capacidad operativo y directriz poco común.
Sabía que Silvia siempre se encargaría de que las misiones del trabajo diario en el manejo de la embajada se cumplan debidamente, especialmente la contabilidad, pero también grandes proyectos que requerían la experiencia y la capacidad que ella tenía.
No tengo duda que numerosos logros alcanzados durante mis años de trabajo en Uruguay, desde la organización de visitas oficiales, ante todo la del entonces Ministro de RREE de Israel Shimon Peres (z”l), la del Presidente de la Agencia Judía, diputados y otras figuras, pasando por los eventos por el Día de la Independencia de Israel y hasta la coordinación del proyecto de la construcción del primer stand de Israel en la feria del Prado, no habrían resultado exitosos de no ser por la capacidad y la interminable dedicación de Silvia.
Silvia jamás se limitó a su cargo administrativo. Siempre buscaba en qué y cómo puede aportar y ayudar en otras áreas. Su entrega al trabajo en la Embajada era de hecho una manifestación de su amor por el Estado de Israel y sus valores.
Por sobre todo, Silvia era una buena amiga. Nuestro vínculo fue de amistad ya antes de tener que atender cosas laborales. Teníamos una relación de confianza y mutua solidaridad y al inicio de mis funciones, ella fue claramente mi respaldo, ayudándome a introducirme en la vivencia local. Esa relación de amistad se mantuvo durante muchos años después de haber finalizado yo mi cargo.
Lamento profundamente la prematura partida de Silvia. Mi esperanza es que su alma quede entrelazada en la fuerza de la vida y que su memoria y su aporte gigantesco al Estado de Israel se mantengan por siempre.
De Daniel Saban, Primer Secretario y Cónsul entre 1988 y 1992
La lamentable e impactante noticia sobre el fallecimiento de Silvia Edelstein (z”l) nos golpeó como un rayo. Silvia, querida amiga durante 35 años, “no está”. Es inconcebible. La recordaremos siempre con su calidez como judía y sionista que siempre nos parecía más israelí que muchos israelíes.
Silvia irradiaba alegría de vivir y una típica simpatía uruguaya condimentada con características propias de una “sabra de lo mejor” como si hubiera nacido en Israel. Era realmente una maravilla, un fenómeno etno-cultural judeo-israelí único.
Su falta se sentirá claramente en la maravillosa comunidad judía uruguaya y en la Embajada de Israel en Montevideo. Cabe que muchos se esfuercen por perpetuar su memoria como expresión de reconocimiento por su considerable aporte tan especial al éxito de las relaciones entre el Estado de Israel y Uruguay, el país en el que nació.
Así la despidió la Cancillería israelí cuando Silvia se retiró, tras más de 4 décadas de trabajo en la Embajada en Montevideo
Mayo 2021
Querida Silvia:
Al finalizar tu trabajo en la Embajada de Israel en Montevideo, deseamos agradecerte cálidamente por tu gran aporte al Estado de Israel, con una dedicación extraordinaria y un impresionante profesionalismo a lo largo de tus 43 años en tu cargo.
En esos años has jugado un papel central en los esfuerzos del servicio exterior de Israel por promover las relaciones con Uruguay y presentar el hermoso rostro de Israel al público local. Lo hiciste participando en el recibimiento a destacadas figuras y delegaciones de Israel en Montevideo y promoviendo numerosos proyectos en las variadas áreas de acción de la Embajada.
En tu calidad de funcionaria en la Embajada, has sido testigo de eventos históricos en la vida del servicio exterior de Israel y el pueblo de Israel, desde el acuerdo de paz con Egipto hasta el acuerdo de normalización con países del Golfo. Durante todos los años en los que has trabajado en la Embajada, mostraste un compromiso sin límites, sionismo y amor por Israel. Y ahora, al jubilarte e iniciar un nuevo capítulo en tu vida, nosotros en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel queremos manifestar nuestro gran aprecio y reconocer todo lo que has hecho y tu gran aporte al ministerio y al Estado de Israel.
Te deseamos mucho éxito y buena salud. Ojalá hubiera muchos como tú.
¡Bien hecho!
Modi Ephraim
Director General Adjunto para América Latina y el Caribe
Hagai Moshe Behar
Director General Adjunto de Recursos Humanos y Liderazgo