Por Yvette Alt Miller
Fuente: aishlatino.com
Y la historia de estos conocidos emblemas.
¿Acaso existe un símbolo judío universal? Alrededor del mundo, la gente asocia una plétora de signos con los judíos y el judaísmo, desde la estrella de David a la menorá o la hamsa (la mano). Aquí hay algunos símbolos que generalmente se identifican como judíos, junto con su historia y su simbolismo.
La estrella de David
La estrella de David, el Maguen David, es uno de los símbolos judíos más reconocibles. Lo encontramos en muchas tumbas judías y es el símbolo central de la bandera de Israel. Sorprendentemente, dada su amplia popularidad, la estrella de David es relativamente reciente y sólo fue asociada con los judíos unos pocos cientos de años.
Si bien la estrella de seis puntas puede ser más reciente, el término Maguen David es antiguo. El Talmud menciona el Maguen David (literalmente, el escudo del rey David), que protege al rey David y a su descendiente, el Mashíaj (Pesajim 117b). Esta bella imagen también se encuentra en la liturgia judía: cada Shabat después de escuchar la Haftará en la sinagoga, el lector se refiere al Maguen David Divino, el protector de David y del pueblo judío.
Existe una leyenda que dice que en verdad el Rey David llevaba como escudo una estrella de seis puntas, al igual que sus soldados. Esta estaba compuesta por dos triángulos, uno que apuntaba hacia arriba y otro hacia abajo, unidos en el medio, formando una estrella de seis puntas. Esta construcción hacía que el escudo del rey David fuera más fuerte que los de sus oponentes.
Algunas explicaciones simbólicas de la estrella de seis puntas incluyen explicaciones kabalísticas respecto a que representa dos flechas, una señalando hacia el cielo y la otra hacia la tierra. La estrella de David también tiene doce lados, correspondientes a las doce tribus de Israel. También se la puede ver como una correlación al Shabat, con un eje central (correspondiente al Shabat) rodeado de seis puntos, correspondientes a los otros seis días de la semana.
Las estrellas de seis puntas se encontraron en escenas judías durante cientos de años. Una tumba judía en el sur de Italia del siglo III EC está decorada con una estrella de seis puntas. En 1354, el rey Carlos IV de Bohemia les entregó a los judíos de Praga una bandera roja con una estrella de seis puntas, y la estrella fue adoptada por los judíos de Praga como su símbolo. Un libro de plegarias judías impreso en Praga en 1512 muestra en su portada una bella estrella de David con la cita: "Cada uno debajo de su bandera de acuerdo con la casa de sus padres… y él tendrá el mérito de brindar un regalo abundante a todo el que se aferre al escudo de David".
La estrella de David muy pronto comenzó a difundirse a otras comunidades judías, y encontramos sinagogas y tumbas judías decoradas con la estrella judía. Durante el Holocausto, los nazis obligaron a los judíos a usar parches amarillos con la forma de la estrella de seis puntas. El amarillo hacía mucho tiempo se consideraba un color distintivo y humillante que los judíos europeos eran obligados a usar en algunas comunidades europeas, y entonces la estrella de David fue considerada como el símbolo judío básico.
La menorá
El emblema oficial del estado de Israel, la menorá es uno de los más conocidos símbolos judíos. La Torá cuenta que en el monte Sinaí, Dios mismo le dio a Moshé las instrucciones para construir este sagrado candelabro de siete brazos: "Harás una menorá de oro puro…" (Éxodo 25:31-40).
La menorá de oro estaba en el Mishkán, la primera casa de culto judío. Cuando los judíos conquistaron Jerusalem y construyeron allí el Templo, llevaron la menorá al Templo, donde permanecía todo el tiempo encendida. La festividad de Janucá conmemora el momento en que se volvió a encender este candelabro después de que fuera profanado por los soldados griegos, cuando los judíos recapturaron y restauraron el Templo en el año 139 AEC.
Ciento once años más tarde, en el 70 EC, los soldados romanos, guiados por Tito, saquearon el Templo y se llevaron la bella menorá a Roma. Hasta la actualidad, se puede ver en el Arco de Tito en el centro de Roma, un grabado que representa ese día y muestra cómo se llevaron la menorá.
El Arco de Tito
Cuando se declaró el estado de Israel en 1948, el nuevo país pidió a los artistas que suministraran ideas para un símbolo nacional. Maxim y Gabriel Shamir eran conocidos diseñadores gráficos. Ellos habían nacido en Latvia y estudiaron arte en Alemania antes de irse a vivir a la Tierra de Israel en la década del 20, donde establecieron un famoso estudio de diseño gráfico en Tel Aviv. Ellos propusieron el emblema que hoy millones de israelíes conocen como el escudo nacional: una representación moderna de la antigua menorá.
Gabriel Shamir afirmó: "Después de decidir usar la menorá, buscamos otro elemento y concluimos que las ramas de olivo eran la más bella expresión del amor del pueblo judío por la paz". En su diseño, ellos rodearon la menorá con hojas de olivo, recordándole al mundo la antigua herencia del pueblo judío en la Tierra de Israel.
Las manos de la bendición sacerdotal
Este distintivo símbolo de las dos manos se encuentra a veces en las tumbas de los judíos que pertenecían al clan de los cohanim, los sacerdotes, descendientes de Aharón, el hermano de Moshé, quienes sirvieron en el antiguo Templo en Jerusalem. Este símbolo judío refleja la especial posición de las manos que los cohanim en la antigüedad y también hoy en día utilizan cuando recitan sus bellas bendiciones al pueblo judío.
Los cohanim continúan bendiciendo a la congregación en las sinagogas de todo el mundo, tal como lo hicieron sus antepasados hace miles de años en el sagrado Templo de Jerusalem. Ellos hacen este signo con sus manos y bendicen a la congregación usando las mismas palabras que Dios le dijo a Aharón que recitara poco después de que los judíos salieran de la esclavitud en Egipto: "Que Dios te bendiga y te proteja. Que Dios te ilumine con Su presencia y te agracie. Que Dios dirija Su presencia hacia ti y te conceda la paz" (Números 6:22-26).
Debido a que la costumbre es evitar hacer este símbolo con la mano a menos que uno sea un cohen que está dando la bendición de los cohanim, este antiguo símbolo judío no se usa mucho, y en general sólo se lo encuentra en tumbas judías o en libros.
Leonard Nimoy, quien interpretó a Spock en Viaje a las Estrellas, tomó este gesto y lo usó como el saludo vulcano.
Hamsa
Esta imagen de una mano tiene muchos nombres: Hamsa (de la palabra árabe "cinco"); iad (en hebreo "mano"); la mano de Miriam y la mano de Fátima. Las hamsas fueron populares en el mundo árabe desde la Edad Media. Aunque primordialmente se la considera un símbolo musulmán, las comunidades judías sefaraditas la adoptaron y hoy son un símbolo popular entre los judíos y en todo el mundo. Hoy en día, algunas hamsas contienen dibujos de ojos para proteger del "mal de ojo". Hay quienes dicen que las hamsas traen suerte o protegen del mal de ojo. Esta no es una perspectiva judía, ya que la Torá nos advierte que no debemos creer en talismanes para la suerte ni en presagios, sino sólo depositar nuestra fe en Dios.
Las uvas – el símbolo del ministerio de turismo de Israel
El símbolo del ministerio de turismo de Israel es una representación estilizada de dos hombres que cargan un racimo de uvas tan grande que deben transportarlo entre los dos con un palo.
La imagen representa la conocida historia bíblica de los diez espías. Después de sacar al pueblo judío de Egipto, Dios los llevó a la frontera de la Tierra de Israel. Entonces los judíos pidieron permiso para explorar el país. Doce hombres entraron a Israel y se sorprendieron por lo que vieron: en el área crecían granadas, higos, uvas y otros frutos deliciosos. Ellos regresaron con enormes racimos de uvas para mostrárselos al pueblo. Diez de los espías regresaron y dieron malos informes. Ellos mostraron las uvas como una prueba de los gigantes que vivían en la tierra. Pero Iehoshúa y Calev, los otros dos espías, dieron un informe positivo.
El león de Iehudá – El logo de la ciudad de Jerusalem
El escudo oficial de Jerusalem es un león sobre el fondo de las piedras del Muro Occidental, rodeado de estilizadas ramas de olivo que representan la paz. Esto alude a la tribu de Iehudá, una de las doce tribus de Israel.
Cuando nuestro patriarca Iaakov estaba por morir, dio una bendición a cada uno de sus doce hijos, quienes fundaron las doce tribus de la nación de Israel. Cuando Iaakov bendijo a Iehudá, lo comparó con un león y dijo que un día sus descendientes estarían entre los judíos más prominentes: "Cachorro de león es Iehudá; de la presa, hijo mío, ascendiste. Se arrodilló, yació como un león, como un león viejo; ¿quién lo levantará? No se apartará el cetro de Iehudá, ni el legislador de entre sus descendientes" (Génesis 49:8-10).
Después del reinado del rey Salomón en el siglo X AEC, las diez tribus del norte se separaron y eventualmente se perdieron. Sólo quedaron las tribus de Iehudá y Biniamín, conocidos posteriormente como el reino de Judea. El área de la tribu de Iehudá abarcaba Jerusalem, que era su capital, lo que hace que la imagen del león de Iehudá sea un emblema particularmente adecuado para la ciudad de Jerusalem.
Jai
En hebreo, jai significa "vida". Esta inspiradora palabra a menudo se encuentra en joyas y otros objetos judaicos, afirmando uno de los valores más importantes en la religión judía; preservar y celebrar la vida. Una forma habitual de brindar en ocasiones festivas es decir Lejaim, lo que significa "por la vida".
La palabra jai se compone de las letras jet y iud, y su valor numérico es 18 (jet=8, iud=10). Por esta razón es habitual que los judíos den de regalo o donen para caridad sumas que son múltiplos de 18.
El árbol de la vida
La Torá y sus mandamientos son comparados con un "árbol de vida". El rey Salomón escribió: "Es un árbol de vida para quienes se aferran a él, y bienaventurados son quienes lo sustentan" (Proverbios 3:18). La expresión aparece por primera vez en Génesis, cuando Dios le dice a Adam y a Javá que pueden comer de cualquier fruto del Jardín del Edén, salvo del árbol de la vida y del árbol del conocimiento del bien y del mal. Seducidos por la malvada serpiente, Adam y Javá transgredieron este mandamiento y comieron del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. (Al árbol de la vida no lo tocaron).
En obras posteriores, el Árbol de la Vida se usa como una metáfora de la Torá. El famoso libro del siglo XVI del Rav Jaim ben Iosef Vital, Etz Jaim (el árbol de la vida), es una obra clásica del misticismo judío que expone las relaciones entre el mundo espiritual y el mundo material.
La paloma y la rama de olivo
En Génesis, la Torá describe un diluvio que cubrió toda la Tierra y puso fin a la vida. Las únicas personas y animales que sobrevivieron fueron los que salvó Noaj, quien construyó un arca y reunió allí a su esposa, sus hijos, sus nueras, y un par de cada especie animal. Durante cuarenta días y cuarenta noches, una espantosa tormenta asoló la tierra. Cuando terminó la tormenta, no quedaba a la vista ni una sola porción de tierra o de vegetación.
Podemos imaginar la desesperación que sintieron Nóaj y quienes lo acompañaban en el arca. Él trató de encontrar tierra, y envió a un cuervo para ver si el ave encontraba un lugar donde poder posarse para descansar. El cuervo voló en círculos alrededor del arca sin encontrar tierra. Nóaj esperó otra semana y entonces envió a una paloma para ver si encontraba un lugar donde descansar y algo para comer. La paloma no encontró nada y regresó al arca. Nóaj esperó una semana más y volvió a enviar a la paloma en busca de vegetación. Esta vez, la paloma regreso con una rama de olivo en su pico. Finalmente la tierra había vuelto a ser habitable. (Génesis 8).
La imagen de una paloma con una rama de olivo en el pico recuerda este momento de profunda esperanza y alegría, cuando Nóaj comprendió que habían llegado a su fin los largos meses que tuvieron que vivir en un arca oscura, y que la vida podía volver a comenzar.