Una mezcla de horror por las imágenes captadas en los escenarios del atentado, de preocupación por el ya conocido fenómeno de los imitadores que pueden tratar de repetir el mismo tipo de ataque y de furia contra la Policía, embargan desde este martes de tarde a Israel.
A las 16.10 hora local comenzó la alocada carrera asesina del terrorista, que en 8 minutos logró matar a cuatro civiles y dejar a otros dos gravemente heridos. La Policía dijo que le llevó 4 minutos llegar, pero el hecho es que durante 8 minutos el terrorista hizo lo que quiso, hasta que fue neutralizado por civiles. Si hubiera tenido un arma de fuego, el resultado habría sido peor aún.
Primero embistió con su coche al Moshe Kravitzky(50) de Jabad, cuando iba en bicicleta, y lo mató al instante. Moshe dirigía un comedor público en el que distribuía alimentos a gente necesitada.
De allí se dirigió a la estación de nafta aledaña al centro comercial Big y divisó a Lora Itzjak, de 43 años, madre de tres hijas, sobre la que se abalanzó como poseído, apuñalándola más de 10 veces, también cuando ya yacía en el piso.
Difícil de ver: tras atropellar y matar a un hombre que iba en bicicleta, el terrorista Muhamad Abu al-Kyan entró a una estación de nafta y acuchilló repetidamente a una mujer joven. Cuesta entender qué tiene una persona en la mente para ser capaz de hacer algo así. pic.twitter.com/k2rx1YYy7K
— Jana Beris (@JanaBeris1) March 22, 2022
De allí siguió al centro comercial, apuñaló a otra mujer que logró huir hacia una de las tiendas, con el terrorista persiguiéndola y continuando con su ataque. Allí acuchilló a otras tres personas. Las otras dos víctimas mortales son Doris Yahbas (49) , también madre de 3 hijos, y Menajem Menuhin (67), al que asestó numerosas puñaladas.
Al salir nuevamente a la calle y dar vueltas con el cuchillo en la mano, filmaciones que circularon por las redes sociales muestran cómo ciudadanos le gritan en árabe que tire el cuchillo.
Increíble.... aquí se ve al terrorista en la calle,cuchillo en mano, buscando víctimas potenciales. pic.twitter.com/BmhxPmc4hX
— Jana Beris (@JanaBeris1) March 22, 2022
Artur Haimov, conductor de ómnibus que pasó por el lugar, se bajó y corrió hacia el terrorista, tratando de convencerle a tirar su arma blanca, lo cual él se negó insistentemente a hacer. Finalmente le disparó un balazo y por el costado llegó otro civil-ambos estaban armado legalmente-y le disparó 2 ó 3 tiros, tras lo cual quedó totalmente neutralizado.
El terrorista era Muhamad Abu el-Kayan, miembro de un gran clan beduino en la zona del Negev, ciudadano israelí residente en la aldea Hura, que años atrás había sido detenido por tratar de viajar a Siria para sumarse al ISIS. Tiempo después fue liberado, al dar crédito un tribunal sobre el arrepentimiento que había expresado. Pero evidentemente, su ideología fundamentalista seguía dominándolo y fue el motor del atentado que perpetró este martes.
Miembros de su clan –en los que hay también voluntarios a las Fuerzas de Defensa de Israel- y otras figuras árabes del Negev , así como los dos partidos árabes del parlamento israelí, condenaron el atentado. Especial atención se dio al hecho que la primera condena fue del partido Ra´am, miembro de la coalición de gobierno.
Dos horas después del atentado Ra´am publicó un comunicado en estos términos:” El partido Ra´am condena el atentado criminal en Beer Sheba, expresa sus condolencias a las familias de los asesinados y desea pronta y plena recuperación a los heridos. Los ciudadanos árabes del Estado son respetuosos de la ley y rechazan de su seno a todo elemento que recurra a la volencia contra otros ciudadaos. Ra´am exhorta a todos a preservar la delicada textura de vida en común , a actuar con responsabilidad y a promover un diálogo responsable en este difícil momento”.
También la Lista Conjunta condenó el atentado.
Cabe recordar que Ra´am suele considerarse un partido que representa en gran medida a los beduinos del sur de Israel.
El ataque fue un balde de agua fría para la Policía israelí, ocupada desde hace semanas con la escalada de ataques en la zona de Jerusalem y en Judea y Samaria- 7 en lo que va del mes- y sin ser consciente del octavo, cometido en Beer Sheba. Es que precisamente una iniciativa particular, que no se lleva a cabo como ejecución de un plan de una organización terrorista, es mucho más difícil de frustrar.
Hace semanas se habla del mes del Ramadan, que comienza dentro de dos semanas, como fecha que suele ser problemática ya que es aprovechada por terroristas para incitar a la violencia e intentar cometer atentados.
Pocas horas después del atentado, el escenario principal del mismo cerca del centro comercial, se convirtió por un lado en cuadro de duelo, con habitantes encendiendo velas de recuerdo, y por otro, en el marco de una manifestación de habitantes locales que gritaban “¡Muerte a los terroristas!”.
Otro punto de tensión fue junto a una estación de policía local, donde los dos civiles que habían disparado y matado al terrorista tuvieron que dar testimonio y entregar sus armas para la investigación balística. Si bien es parte de la rutina siempre que se abre fuego, y no se trató en absoluto de una acusación-al contrario, la Policía recalcó que la acción de los civiles había impedido una matanza aún mayor- el tema desató una protesta de varias personas. Esto ocurrió cuando dentro de la sucursal policial, el hombre que había disparado más de una vez rehusaba salir de la estación sin su arma alegando que como se había visto su rostro temía ir desprotegido. Finalmente, por la presión, el Inspector General de la Policía ordenó que se acelere la investigación balística y se devuelva a los civiles su arma esta misma noche.