Por Leivik Grunblatt
Todavía no sé cómo me siento ante el primer ataque a mi persona en las calles de New York.
Me senté a tomar una birra post laburo en Times Square. Se me acercó uno hablando en árabe. Hablamos un rato. Él, primero Ibrahim luego Said, me dijo que era de Marruecos, de Marrakech. Dijo muchas cosas que no entendí. Me mostró heridas en su pecho. Escondió su cruz cuando Le pregunté si era musulmán o católico. Salieron rezos rápidos, allah hu akbar entre ellos. Cuando me terminé la birra y me levanté para irme, me siguió y se puso un tanto violento. Me decía cosas en árabe que lo único que entendí era el am’ak. Algo con mi vieja, supuse El nivel de gede ya era demasiado grande y me empezó a romper las pelotas. De pronto apareció un mexicano gritándole. What you doing men? Get out of here men!
Le pregunté al mexicano qué onda. Y mientras me empujaba a que me vaya a la mierda me explicó, te quiere robar, te quiere matar. Ah, mira. Le dije y me dije. Le agradecí al mexicano y me fui.
Di vuelta manzana y volví al lugar para avisarle al policía que andaba por ahí y este me acompañó hasta el subte desde donde escribo todo esto sin saber cómo me siento al respecto.
Puse shuffle.