Más allá de los análisis políticos y jurídicos respecto a la conveniencia o sabiduría de la eventual declaración de soberanía israelí en Judea y Samaria y el Valle del Jordán-tema sobre el que hay opiniones encontradas en Israel- vale la pena conocer los números en el terreno.
¿De qué estamos hablando? ¿Quiénes y cuántos viven en las zonas en cuestión? ¿Cuándo fueron determinados los parámetros que rigen la vida actual en esta zona? ¿Y cuáles son las opciones de lo que comúnmente se llama anexión, aunque formalmente se trata de declaración de soberanía israelí o sea la extensión de la legislación israelí en el terreno que se decida incluir en la medida?
Territorios en disputa
-Judea y Samaria (Cisjordania, o la Margen Occidental del Río Jordán), y el Valle del Jordán, fueron conquistados por Israel en junio de 1967 durante la Guerra de los Seis Días, al repeler el ataque lanzado entonces por el Rey Hussein de Jordania. Antes, no era territorio soberano de Jordania, que los había ocupado en la guerra de 1948 en la que atacó a Israel, violando la resolución 181 de las Naciones Unidas (del 29 de noviembre de 1947).
- El 28 de setiembre de 1995 se firmó el segundo acuerdo de Oslo, que determinó la división de Judea y Samaria (una totalidad de casi 5.800 kms2) en distintas zonas.
“A”, bajo control de seguridad y civil de la Autoridad Palestina
“B”, bajo control civil de la Autoridad Palestina, con competencias en todas las áreas de la vida diaria, y responsabilidad de seguridad de Israel
(Juntas, son más del 35% de Cisjordania)
“C”, zona bajo control exclusivo de Israel (asentamientos, bases y carreteras conducentes a ambos) (aproximadamente el 60% de Cisjordania)
Otro casi 3% del terreno, son reservas naturales
Según Oslo B, la división definitiva del terreno se fijaría en un acuerdo futuro entre las partes.
-Desde enero de 1996, al entrar en vigencia en el terreno la división antes mencionada, el 91% de la población palestina se halla bajo gobierno autónomo de la AP. Las ciudades palestinas (Belén, Ramallah, Tulkarem, Kalkilia, Jenin, Nablus y la parte árabe de Hebron) son zona “A”, bajo control exclusivo palestino, y 450 localidades palestinas fuera de las ciudades propiamente dichas, son zona “B”
La población
(Los datos sobre asentamientos y población, fueron tomados de la investigación realizada por Nadav Shragai, publicada por el Jerusalem Center for Contemporary Affairs)
- En Judea y Samaria viven casi 450.000 ciudadanos israelíes. Absolutamente todos se encuentran en la zona “C” que según los acuerdos de Oslo está bajo control de Israel. No hay residentes israelíes en las zonas “A” y “B” bajo control palestino.
-De esa población judía, el 77% vive en los “bloques de asentamientos”, cercanos a la así llamada “línea verde” (que separa entre el Israel soberano y Judea y Samaria). Desde hace años, la izquierda sionista avala de hecho que dichos bloques sean anexados a Israel en el marco de un acuerdo futuro con los palestinos, que incluya por otro lado la creación de un Estado palestino independiente. El restante 23% reside en asentamientos más “tierra adentro”, algunos de ellos aislados y rodeados de localidades palestinas.
- La población judía constituye entre el 15% y el 26.5% de la población general de Cisjordania. La diferencia en el porcentaje deriva de la falta de certeza acerca de los datos exactos de la población palestina en el terreno.
Según estima la Administración Civil israelí (un brazo de las Fuerzas de Defensa de Israel que se encarga del vínculo con la población civil palestina), hay en Judea y Samaria entre 2.5 y 2.7 millones de habitantes palestinos. Los palestinos agregan a ello la población árabe de Jerusalem oriental, pero Israel no la considera oficialmente parte de Cisjordania. Si este dato es exacto, pues los habitantes de los asentamientos son cerca del 15% de la población general de dicha zona.
Pero hay una versión alternativa que habla de no más de 1.7 millones de palestinos en el terreno. La defienden el demógrafo Yoram Ettinger y el equipo norteamericano-israelí de investigaciones demográficas, que aseguran que la Autoridad Palestina agranda artificialmente los números. Sostienen que cientos de miles de palestinos que aún están registrados como habitantes de Cisjordania, viven en el exterior, y agregan que también influye el índice de natalidad palestina que continúa bajando. Si este análisis es cierto, pues los habitantes de los asentamientos serían el 26.5% de la población.
La población judía de Judea y Samaria es, además, el 4% de la población del Estado de Israel.
Los asentamientos
Desde que Israel tomó control de Judea y Samaria, fueron erigidos 132 asentamientos con autorización oficial ordenada y otros 110 puestos no autorizados, aunque generalmente con apoyo de ministerios del gobierno.
Dos de esos puestos (Migron y Amona) fueron desalojados años atrás por el ejército. De los puestos construidos sin permiso. Una pequeña cantidad recibieron autorización posterior y fueron legalizados, algunos como asentamientos independientes y otros como barrios de asentamientos existentes. Varias decenas aún están en proceso.
Los bloques de asentamientos
(Datos: Hatzad Hashení)
Los bloques de asentamientos es un término con el que se hace referencia a las zonas aledañas a la frontera con el Israel soberano (“la línea verde”), en las que se concentra el grueso de la población judía de Judea y Samaria-
En los bloques residen el 65% de los judíos de dicha zona, en el 5.7% de la superficie de Judea y Samaria.
Maale Adumim: 52 mil en 60 kms2
Guivat Zeev: 20 mil en 25 kms2
Gush Etzion: 48 mil en 72 kms 2 en 9 localidades
Modiin Ilit: 70 mil en 11 kms2
Ariel: 60 mil en 80 km2
Karnei Shomron: 20 mil en 78km2
Valle del Jordán
-Un elemento interesante de mencionar es que la mayoría de los expertos, analistas y políticos que se oponen a la declaración de soberanía israelí en cualquiera de sus opciones, no se desdice de lo que se considera desde hace tiempo un elemento básico en la geopolítica regional: el Valle del Jordán es debe ser la frontera oriental de Israel por razones de seguridad. En general, se alega que aún manteniendo la zona en la situación actual, bajo control de Israel aunque sin soberanía formal, se puede-y debe- velar desde allí por la seguridad de Israel.
- En toda esta zona viven cerca de 65.000 palestinos y 13.000 israelíes, estos últimos en 30 asentamientos y algunos puestos no autorizados formalmente. La mayoría de los palestinos son los habitantes de Jericó (zona “A”) y sus alrededores (zona “B”). El resto, es zona “C” bajo control de Israel.
Las diferentes opciones
(En base a un análisis del INSS, Instituto de Estudios de Seguridad Nacional)
- Cabe recordar que aunque críticos de Israel en la región y el mundo dan por hecho tal o cual alcance de anexión, en la práctica lo único que hay son los mapas del plan Trump, y no mapas confirmados por el gobierno de Israel. No hay aún decisión oficial acerca de si dar o no este paso, ni tampoco de su alcance.
- Las opciones que detallamos aquí abajo, son las centrales mencionadas en un estudio del citado INSS. No se trata de opciones que el gobierno haya publicado oficialmente. Además, cabe recordar que son tres opciones centrales que el INSS da, a las que pueden agregarse otras de mayor o menor magnitud.
1) Anexión del Valle del Jordán (y el norte del Mar Muerto), que constituye el 22% de Cisjordania. Aquí, la consideración principal sería de seguridad, por la importancia de preservar el control de la frontera oriental de Israel, el río Jordán.En esta zona hay 30 asentamientos y vive el 3% de la población judía de Cisjordania.
2) Anexión según el plan de Trump, que reconocería sumar la mitad de la zona “C” hoy bajo control israelí, al territorio soberano de Israel. Esto incluiría el Valle del Jordán y los bloques de asentamientos, así como 17 asentamientos aislados dentro del territorio bajo control palestino, conectados a carreteras en Israel. Esto equivale al 30% de Cisjordania.
Desde un punto de vista de seguridad, esta opción garantiza el control de la frontera oriental, considerado clave, y las colinas de Samaria que dominan el centro de Israel, el aeropuerto internacional Ben Gurion y el cinturón de poblados aledaños a Jerusalem.
Pero su gran desventaja es que crearía una frontera de 1600 kms de largo y dejaría varios asentamientos como enclaves aislados difíciles de proteger.
En esta opción, Israel debería entregar a los palestinos la mitad de la zona “C” que hoy controla, que se sumaría al 40% de Cisjordania que hoy controlan los palestinos (“A” y “B”). A ello se agregaría más adelante la entrega a los palestinos de territorio soberano de Israel equivalente a un 15% de Cisjordania.
3) Anexión de los asentamientos a fin de garantizar que no puedan ser evacuados en el futuro.
Con el área de jurisdicción de los asentamientos, esto ascendería a aproximadamente el 10% de Cisjordania, sin contar las rutas de acceso a los asentamientos. Esta opción no garantizar viabilidad de los asentamientos aislados ni ventajas estratégicas. Por otra parte, la ventaja sería que toda la población judía estaría bajo legislación israelí mientras que solamente el 1% de la población palestina de Cisjordania se vería afectada por la medida.
A modo de conclusión
Israel aún no ha decidido si concretar el plan de anexión/declaración de soberanía en las zonas en disputa o parte de ellas, y tampoco se sabe cuál sería el alcance de la medida si se aprueba.
La posición de la administración norteamericana es clave, ya que el Premier Netanyahu no avanzará al respecto sin el aval de Trump. Las consideraciones del Presidente, desde la presentación de su plan en enero 2020, no son hoy idénticas a aquel momento, y el consentimiento norteamericano no parece tan claro como lo fue meses atrás. El hecho es que aún no hay acuerdo al respecto.
También Israel está dividido.
La gran pregunta es qué argumentos tomará en cuenta Netanyahu al decidir. Por ahora, lo único claro es la gran incertidumbre en el horizonte.
Cabe recordar que los territorios en cuestión se hallan bajo control de Israel desde junio de 1967 y nunca fueron anexados al Estado judío, tampoco por gobiernos conservadores.