No te pierdas su historia
Con profundo pesar leímos la noticia sobre el fallecimiento este lunes 8 de febrero de Shlomo Hillel, ex Presidente de la Kneset, ex Ministro y Premio Israel por su aporte a la sociedad y el país. Es imposible resumir en pocos renglones su múltiple quehacer como político, diplomático y silencioso héroe que luchó por el país a distintos niveles. Tenía 97 años y creemos que debía ser el más longevo de los gigantes que participaron en la creación del Estado judío que aún estaba con vida.
Shlomo Hillel, nacido en Irak en 1923, uno de los fundadores del kibutz Maagan Mijael, simbolizaba varios de los desafíos y logros del Estado de Israel. Hasta los 97 años estaba absolutamente lúcido y sano, independiente y atento a todo como a los 20. Al menos hasta hace unos meses-lo último que supimos-seguía viviendo solo en su departamento en la ciudad de Raanana. Enviudó hace unos 15 años y jamás aceptó las exhortaciones de su hijo Avi a mudarse a un hogar para la Tercera Edad.Se sentía bien, cocinaba solo y no veía razones para dejar su casa.
Vivió y simbolizó varios capítulos en la historia de Israel.
Hillel organizó la inmigración secreta de los judíos de Irak y otros países árabes a la tierra de Israel, antes y después de la creación del Estado , fue diputado en la segunda Kneset, ministro en varias carteras y Presidente del Parlamento. Trabajó en pro de la inmigración de Etiopía y la ex URSS, en el marco del movimiento sionista.
Esta entrevista no es de los últimos días. La realizamos años atrás cuando tuvimos el privilegio de conocer a Shlomo Hillel personalmente y de entrevistarlo en su casa. Es un libro de historia abierto. La recomendamos de corazón.
Vaya su publicación reiterada, como homenaje a su digna memoria.
P: Sr. Hillel, los judíos de los países árabes constituyen una parte importante de la sociedad israelí. Y usted ayudó a que vengan y se sumen al pueblo en su tierra.
R: Así es. El Estado de Israel fue fundado porque ese era el sueño de los judíos en todas las diásporas, Oriente y Occidente, durante 2000 años. Desde el exilio,no se olvidaron de su tierra. Y había que traer a todos los que se podía. Antes de una de las misiones que debía emprender, hablé con Levi Eshkol, que estaba en la Agencia Judía, mucho antes de ser Primer Ministro. “Sé que estás por salir”- me dijo.”Ve y diles a esos judíos que queremos que vengan, pero no ahora. No hay casas, no hay trabajo, a veces ni siquiera hay suficiente comida. Los traeremos después”. Yo dije que así no viajo, que no voy a arriesgar mi vida para decirles que no los traigo, imposible. Fui de inmediato a hablar con David Ben Gurion. “Estuviste con Eshkol”, me dijo y yo por supuesto asentí. “Todo lo que dijo es verdad.Tiene razón.Pero tráelos igual, porque si no vienen ahora, quizás nunca puedan ya venir”.
P: Israel los trajo y los convirtió en sus ciudadanos, en parte del hogar nacional.
R: Por supuesto. Todos hablan hoy de los refugiados árabes que huyeron de la tierra de Israel debido a la guerra. La gran mayoría de los árabes de aquí se escaparon por la guerra, lo cual era lo más natural. Eso pasa en todos lados, la gente se va con sus hijos cuando hay guerra. Ya antes del 48 muchas familias salieron hacia Siria, Jordania, a muchos lados.
Pero los refugiados árabes que se fueron durante la guerra-algunos por temor, una pequeña parte porque fueron expulsados y una gran parte porque sus líderes les dijeron que se vayan por unos días y que luego volverían directo a Tel Aviv- eran aproximadamente 650.000 . El número de judíos que llegaron de todos los países árabes-algunos tenían miedo, otros fueron expulsados, otros oyeron- fue de 850.000.
P: Pero no se los trató igual.
R: Claro que no. La diferencia entre los dos grupos es que los judíos que llegaron-y todos arribaron en los primeros años del Estado, en épocas en las que la situación aquí era sumamente difícil y a veces no había qué comer-tanto de los países árabes como de Europa, fueron recibidos con nuestro esfuerzo por convertirlos en parte de la sociedad. Los refugiados árabes que llegaron a los países árabes, algunos de ellos ricos en petróleo, fueron mantenidos en campamentos de refugiados por siempre.
¿DEMASIADO DIFICIL?
P: ¿Hubo momentos en los que usted dudó si este emprendimiento resultaría exitoso, momentos en los que pensó que quizás todo ésto es demasiado grande?
R: Los peligros de exterminio eran sin duda muy grandes. Los británicos aún controlaban el país y nos impedían inclusive formar una fuerza defensiva. Todo era con esfuerzo clandestino, lo cual complicaba y limitaba mucho las cosas, pero necesitábamos defendernos. Los países árabes, con ejércitos organizados, nos atacaron con aviones, tanques, blindados, mientras que nosotros no teníamos nada. Pudimos dar a algunos metralletas . Las municiones , las balas,las preparamos solos, en el “Majon Ayalon”, que construimos con nuestras propias manos.
P: Cerca de Rejovot, con entradas ocultas...llevan ahora a niños de escuela a ver el lugar y ellos sienten la aventura.
R: Así es. Se creó en 1945, cerca del fin de la guerra en Europa. Estábamos en los Tzofim (scouts). Ibamos a fundar un nuevo kibutz, pero nos dijeron que debíamos dejar esos planes de lado porque la guerra recién había terminado, quizás decidirían formar el Estado judío en la tierra de Israel y que todas las reglas del juego cambiarían. Hasta ese momento los ataques árabes eran contra blancos diversos, incidentes aislados, pero teníamos claro que si se decidía fundar el Estado, habría una invasión de los ejércitos árabes. Nos dijeron entonces que en esa situación, con todo lo que tenían los árabes, había que fabricar municiones. Los ingleses todavía estaban y también eran un peligro. Nos pusieron pues a nosotros a fabricar las balas en forma clandestina, aunque lo teníamos prohibido, Quien era capturado portando un arma, iba preso, pero si a alguien lo encontraban fabricando armas, había pena capital.
Construimos pues el “Majon Ayalon” y todo el grupo joven del que formábamos parte, era la forma de ocultarlo: jóvenes, niños, gallinas y vacas, para confundir. El peligro era grande, pero estábamos tan ocupados con las misiones que sentíamos que eran imprescindibles, que no teníamos ni tiempo de pensar en eso.
Recordemos que si bien la invasión árabe fue inmediatamente después de la declaración de independencia, entre el 14 y 15 de mayo de 1948, de hecho la guerra ya había empezado antes, el 30 de noviembre de 1947, un día después de la resolución de la Partición en la ONU. Yo dije una vez que fuimos el único caso de un país que es atacado antes de crearse.
Los británicos cerraban los ojos y no impedían que los árabes nos ataquen. Recuerdo que una vez, en marzo, tuve que viajar de Tel Aviv a Jerusalem y tuvimos que luchar en el camino, tuvimos muertos y heridos, para llegar a Jerusalem. Lo que se hace hoy en 50 minutos, nos llevó muchísimo más, deteniéndonos muchas veces en el camino por toda esa situación tan difícil.Y los británicos, lo único que hacían era revisar si portábamos armas, aunque sabían que los árabes, ubicados en las montañas alrededor del camino, disparaban desde allí y nos atacaban. El peligro era real.
P: Hubo muchos muertos en el camino a Jerusalem.
R: Fue terrible. Recuerdo el caso de la caravana del hospital Hadassah, en la que murieron unas 80 personas, entre gente de la universidad, médicos, enfermeras..Y los ingleses hacían como que no veían. El peligro era enorme, pero la convicción también.
JÓVENES Y DECIDIDOS
P: ¿Cómo se podía tener un romance con esa situación de fondo? Usted y Temima se conocieron en aquellos tiempos ¿verdad?
R: (risa) Así es.Nos conocimos en 1944, cuando Temima llegó a sumarse a nuestro kibutz, con la juventud de olim, de Europa.
P: ¿Cómo le llevó la corte?
R: Eramos jóvenes, salíamos de paseos...pero desde 1946 hasta 1951 yo iba y venía en misiones secretas a países árabes: Irak , Siria, Líbano, además de Persia (Irán). Luego, en 1952, cuando ya senté cabeza, ella estuvo dispuesta a casarse conmigo.
“ME DA VERGUENZA DECIRLO...”
P: ¿Dónde estaba usted el 14 de mayo de 1948?
R: En realidad, es más importante contar dónde estaba el 29 de noviembre d 1947, cuando la partición. Estaba en esos tiempos, durante unos meses, en una misión en Siria y Líbano. Por esos días había una cumbre árabe en Líbano, en la cual ya daban a entender que si creaban Israel, ellos atacarían.El ambiente era terrible .Los diarios publicaban todos los días advertencias duras sobre qué harían a los judíos, qué pasaría si se funda Israel.Yo estaba solo como emisario secreto y hasta algunos judíos con los que estaba en contacto temían hablarme. Todo era muy tenso.
P: Y usted allí en el medio...
R; Sin duda. En realidad ni siquiera tenía certeza de que la partición fuera algo bueno. Había muchas dudas. Esa noche me dormí en mi hotel , con la ropa puesta. A la mañana me desperté por los ruidos de los gritos en la calle. Vi que todos los diarios árabes salían con recuadros negros como señal de luto. Entendí enseguida que algo bueno nos había pasado..
P: Original conclusión.
R: De inmediato comenzaron las manifestaciones en Beirut. Decidí enseguida que el lugar más seguro en el que yo podría estar era justamente en medio de esas manifestaciones. Me metí entre los árabes, grité contra los judíos.
P: ¿Itbaj al yahud? (muerte a los judíos)
R: Grité , como todos, “Falestin biladna” y “Al Yahud kilabna”, o sea Palestina es nuestra tierra y los judíos son nuestros perros...Participé en todas las manifestaciones contra Israel. A comienzos de 1948 volví a Israel. El 14 de mayo mismo no había nada dramático. Yo estaba por salir de nuevo en camino a Irak. Hasta entonces, la así llamada “inmigración ilegal”, llegaba por barco, por tierra, pero yo traje el primer avión con olim de Irak. Eso fue en 1947 y la misión me fue encomendada a mí, por lo cual ya entonces había ido a Bagdad.Fue sin duda algo dramático.
P: Porque además del peligro, no era fácil subirlos a ese pájaro extraño...
R: Así es. Ya nos enterábamos de que los judíos estaban en pánico en 1948.Los caminos por tierra, que pasaban por Siria o Transjordania, estaban cerrados. El 14 de mayo yo estaba en Tel Aviv, cerca de donde Ben Gurion declaró la independencia.
P: ¿Lo fue a escuchar o al menos por la radio?
R: Me da verguenza, pero debo admitir que cuando mi comandante me dijo que vayamos a escucharlo, le dije que no es importante , que todavía tengo que llegar a Rejovot cuando había luz del día.Es que en ese momento ya nos sentíamos en medio de la guerra y eso me parecía sólo una declaración.¿Qué importa? –me preguntaba yo, si ya estábamos luchando.. peligros estaban por todos lados, en Tel Aviv podíamos recibr un balazo desde Jafo.En ese entonces, por la casa de los padres de Temima en Tel Aviv ni se podía pasar. Hoy me da verguenza pues decir que estuve tan cerca y no fui a escuchar a Ben Gurion. Me tomé el coche para ir a Rejovot, lo cual debía llevar 20 ó 30 minutos, pero me llevó tres horas porque había que parar, disparaban por todos lados, terrible...O sea que el 14 de mayo no hice nada especial.
RECUERDOS PARA SIEMPRE
P: De todos esos viajes por los países árabes ¿qué momentos especialmente difíciles recuerda?
R: Ser enviado secreto de ISrael en el mundo árabe, equivalía a estar en peligro constante.En Irak estaba como judío, pero si descubrían qué hacía y qué era realmente, no contaba el cuento. Con ese primer avión en el que debía traer 50 judíos que debían llegar a medianoche, tenía que lograr arribar sanos y salvos, sin que nos capturen y encima aterrizar sin que los británicos nos descubran. Si me hubieran encontrado, no estaría hoy aquí.
P: Usted, después de todas esas misiones secretas y arriesgadas, ocupó puestos oficiales importantes y llegó a ser Presidente de la Kneset, Parlamento de Israel. ¿Cree que logra disfrutar de la independencia de Israel en forma especial, por haber sido uno de los que luchó para garantizarla? Seguramente puede, al ir a dormir cada noche, poner su cabeza en la almohada y decir “ mi parte, la hice”.
R: La verdad es que traté de cumplir todo lo que me encomendaron de la mejor forma posible.Pero no fui el único. Los que se quedaron produciendo balas en el Majon Ayalon, para tener con qué defendernos, también arriesgaban sus vidas.Todos vivíamos en aquel entonces con la sensación de que corríamos peligro, de que había una lucha importante por librar.Y sí, es verdad, yo participé en la lucha por la independencia de Israel.