Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

Israel y los antisemitas...también los uruguayos


Las críticas a Israel por la guerra en Gaza, que como ya tanto hemos dicho hacen caso omiso de la lucha contra el terrorismo y distorsionan la realidad, tienen un solo aspecto positivo: los antisemitas reconocen, aunque retorciendo la realidad, el vínculo existencial entre el pueblo judío y la tierra de Israel. Aquí, evidentemente, lo hacen con un fin negativo y basándose en mentiras respecto a la guerra que está librando Israel. Pero confirman que Israel es el estado del pueblo judío.

Pensando en las múltiples expresiones antisemitas que circulan por el mundo por las discrepancias con Israel, sentimos que de hecho esto  va de la mano de la propaganda palestina, que siempre fue profundamente antisemita.

Esto no empezó el 7 de octubre.

El histórico líder de los árabes de la Palestina del mandato británico, el Mufti de Jerusalem Hajj Amin el-Hussein, era filonazi a rabiar, admirador de Hitler, interlocutor de Himmler, dispuesto a enviar a  su gente a pelear con los nazis.

El discurso palestino no habla de discrepancias con Israel sino de odio a los judíos. La terminología es notoria, siempre lo fue, en el diario vivir. Está en los medios oficiales de la Autoridad Palestina y en los de Hamas, en los libros de estudio y en los sermones en las mezquitas. Está en la educación a los niños palestinos en programas “infantiles” llenos de odio, en los que morir como “shahíd” (mártir) para matar judíos, es una misión sagrada.

El tema no es tal o cual frontera sino la existencia misma del Estado judío en su tierra ancestral. Con eso debe lidiar Israel.

Y con esto está lidiando también el mundo judío, que ve las manifestaciones antisemitas multitudinarias en Europa y en campus universitarios norteamericanos, presentadas como apoyo a los palestinos aunque en realidad son apoyo a Hamas y oposición a los valores occidentales de libertad .

Y también en nuestro Uruguay hay elementos llenos de odio combinados con ignorancia, como aquel manifestante que se plantó con un cartel que decía “Israel, sos la mayor vergüenza de la humanidad”. Y uno se pregunta de qué planeta aterrizó… porque está claro que seguramente nunca hizo algo así contra las dictaduras árabes y de otros lares que han asesinado a multitudes de sus propios ciudadanos.

Ese manifestante “aterrizó” de Montevideo. Donde un profesor grado 5 de la Facultad de Artes insultó a la Directora de Cultura Mariana Wainstein cruzando su foto con la palabra “nazi” . Donde en una cantina capitalina escribieron ataques demonizadores a Israel en la pizarra. Donde las redes están repletas de odio e insultos a quien osa defender a Israel.

Hay que estar alertas. En cualquier lado. Lamentablemente, también en Uruguay.Y para combatir el fenómeno, es clave que la sociedad civil toda se ponga firme contra las expresiones de odio, porque no son problema de los judíos solamente sino del país.

Por eso está muy bien que el Ministro de Educación y Cultura Pablo da Silveira se haya  manifestado en contra y que el MEC se disponga a presentar una denuncia. Y que formadores de opinión no judíos escriban condenando, como lo hizo esta semana Álvaro Ahunchain en “El País” con altísimo nivel, y ha habido otros. El rechazo debe ser tajante y categórico. Por el bien de Uruguay, no sólo de sus ciudadanos judíos.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(30 de Mayo de 2024)

Editoriales anteriores Ver mas

Esta página fue generada en 0.1712260 segundos (8353)
2025-01-20T14:49:23-03:00