Imagino de antemano las críticas a estas líneas. Nos recordarán que condenaron el ataque terroristas de Hamas el 7 de octubre y que exigieron la liberación de todos los secuestrados aún en Gaza, aunque en ningún momento se dice siquiera en forma explícita que son israelíes. Pero digamos que se lo puede dar por sentado, que todo el mundo lo sabe.
Pero lamentablemente, aunque en efecto el comunicado del Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio emitido el 15 de mayo incluye esos puntos, logra dejarlos como tragados en un mar de acusaciones a Israel y de toma de posición que en nada ayuda a la lucha contra el terrorismo salvaje del que es víctima Israel.
Afirma ya en el primer paso que hay una “terrible agresión del Estado de Israel sobre la población civil de Gaza y Cisjordania”, señala que al principio podía verse la reacción israelí como autodefensa pero que luego se convirtió en una serie de acciones dirigidas especialmente contra la población civil que califica de “criminales” y hasta da a entender que la acusación de genocidio por parte de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya es comprensible o justificada.
Claro que también da como hecho confirmado las cifras difundidas por la organización terrorista Hamas acerca de los muertos palestinos y reitera lo que la propia ONU implícitamente ya desmintió hace pocos días al actualizar las cifras, que “la amplia mayoría” son civiles, cuando no es cierto. Durante meses y meses la ONU repitió las cifras salidas del “ministerio de Sanidad” en Gaza, que no es otra cosa que Hamas, y el 8 de mayo cambió las cifras. No el número total de muertos sino la cantidad de mujeres y niños entre ellos. Un portavoz del Secretario General no pudo menos que reconocer que la ONU no tiene herramientas para confirmar en forma indepdendiente lo que publica Hamas.
O sea, reiteró una y otra vez una diatriba contra Israel a pesar de la ridiculez que significaba creer que bombas pueden matar especiamente a mujeres y niños cuando se está atacando terroristas armados, y siete meses después, tras el enorme daño de la demonización de Israel que eso creó, de repente la ONU reconoce que se equivocó. Y el Frente Amplio repite la mentira.
El llamado a una solución pacífica es hermoso y como ideal de vida, estamos con el FA en eso. También en cuanto a la fórmula ideal, de dos Estados que vivan en paz y buena convivencia uno junto al otro. Es más: el liderazgo sionista, antes de la fundación de Israel , aceptó esa fórmula apenas la ONU la propuso. El “pequeño” problema es que los palestinos y los árabes en general la rechazaron y con tal de impedir que nazca un Estado judío, prefirieron perder el suyo propio y se lanzaron a la guerra para matar a los judíos. Como afortunadamente perdieron, ahora se presentan como las víctimas del hecho que no se creó ese estado árabe palestino propuesto por la ONU en 1947.
¿El FA no lo sabe?
Nos cuesta creerlo.
En estos momentos, centrar todo en el llamado a una solución pacífica, que por supuesto sería lo ideal, es o ingenuo o engañoso, ya que se sabe que si Hamas no hubiera atacado no habría habido guerra. Y se sabe que si Hamas anunció que habrá nuevas masacres, esa es su intención. Entonces ¿qué tenía que hacer Israel?
En la guerra en curso hay muchos muertos. Claro que sí. Los hay en todas las guerras. Y no puede ser menos una situación en la que terroristas emplazan toda su infraestructura armada en medio de su población, porque no les importa la vida de los suyos y su único motor es el deseo de eliminar la de los judíos. Dicho sea de paso, no sólo a los judíos sino todo al que hallaban a su paso en territorio israelí, también árabes musulmanes y también extranjeros que trabajaban en Israel.
Ningún país del mundo, ningún partido, tampoco el FA, tiene derecho de exigirle a Israel que se abstenga de tratar de destruir a su enemigo islamonazi de Hamas para no correr riesgos de que no mueran palestinos.
Preocuparse por la vida de los civiles palestinos es más que digno y legítimo. Pero entonces me pregunto dónde están los comunicados lamentando todos los palestinos asesinados por Assad en Siria. O en este último comunicado, algún párrafo condenando el uso de Hamas de los espacios civiles de la propia Gaza para usarlos como bases de atentados contra Israel, como depósitos de armas. ¿No será apropiado incluir aunque sea un pequeño párrafo condenando que haya tantos cohetes y armas en escuelas de la ONU, que hayan matado secuestrados en hospitales y tantas cosas más?
Y ni que hablar de la inexistencia de comunicados ni con la décima parte de la contundencia del aquí mencionado, en relación a otras guerras con cantidad muchísimo más grande de muertos civiles, no sólo en forma absoluta sino en proporción entre hombres armados y población. ¿No es extraño rasgarse las vestiduras sólo cuando la guerra la tuvo que librar Israel?
Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(18 de Mayo de 2024)
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