Sobre el trigésimo primer aniversario de Hamas.
31 años. Este es el aniversario que cumplió la organización fundamentalista islámica palestina Hamas, celebrándolo primero con un desfile en la zona de Khan Yunes al sur de la Franja de Gaza, y luego, este domingo, con un acto multitudinario en la plaza central de la ciudad de Gaza. 31 años no es una fecha redonda por cierto como para que justifique una nota especial, pero consideramos que es sí una buena oportunidad para plantear algunas preguntas.
La central: ¿Qué tienen para festejar?
O sea…¿Qué ha aportado realmente Hamas a su pueblo como para considerar que tiene algo que celebrar? Nada absolutamente. Sólo muerte y desgracia. Una agenda terrorista que en nada mejora la situación de los palestinos, que merecerían vivir mejor. Una agenda que busca dañar lo más posible a Israel-su objetivo formal es destruirle, pero saben que no lo lograrán-y que ineludiblemente perjudica en el camino a los propios palestinos.
Nada le han aportado al pueblo en estos 31 años, ni antes de tomar el gobierno en la Franja de Gaza ni desde ese junio del 2007 en el que tiraron de los techos a los hombres de Al Fatah y se hicieron con el gobierno absoluto en la franja palestina. Los recursos que deberían destinar al pueblo, los dedican a su infrastructura armada, a cavar túneles, fabricar cohetes y conseguir armas. Ni una escuela han construido en estos 11 años de gobierno, ni una clínica, nada. Sus campamentos de verano para niños instruyen a niños en el terror. Sus programas televisivos difunden odio y ensalzan la “shahada”, o sea el martirologio, convenciendo a niños y jovencitos de que su sueño debe ser muriendo matando judíos.
Claro que parte de las respuestas están en el despliegue mismo de Hamas en estos actos: cohetes y lanzadores móviles para dispararlos, emplazados sobre un camión que recorría las calles, posters con las fotos de los principales jefes terroristas, armas y enmascarados. Y en la reafirmación de lo ya conocido por parte de sus jefes s declaraciones de sus jefes: “La resistencia es nuestra opción”.
Quienes tienden a ser comprensivos de más con las organizaciones terroristas, minimizarán la importancia de los cohetes sobre el camión y recordarán que Israel tiene aviones F-16. Pues sí…es indudable que Israel es muchísimo más poderoso militarmente que Hamas. El entorno en el que nació le obligó a convertirse en una potencia de gran fortaleza. Pero eso no lo convierte en el agresor, sino en quien ha sabido cómo defenderse. De lo contrario, no existiría.
Los 31 años de Hamas, no son realmente motivo ninguno de celebración. Ni para Israel ni para los palestinos. A Israel le deseamos mejores vecinos en esa frontera. A los palestinos de Gaza, gobernantes que velen por sus intereses y necesidades.
Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(17 de Diciembre de 2018)
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