Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

Oportuno recordarle a Netanyahu


 

La crisis de gobierno en Israel  por la cual el gobierno del Primer Ministro Naftali Bennett ha perdido su mayoría parlamentaria-aunque aún no ha caído- ha devuelto el color a las mejillas del ex Primer Ministro y hoy jefe de la oposición Biniamin Netanyahu y sus seguidores. Ya ven el fin de la coalición de Naftali Bennett y se aprontan a celebrar su regreso al poder. Son festejos prematuros por cierto, ya que aún si las elecciones se celebran hoy y los resultados reflejan lo que vaticinan los sondeos, que el partido Likud de Netanyahu se fortalece, seguiría igual el estancamiento político ya que no tendría mayoría para formar coalición. Y en el sistema parlamentario israelí, eso es lo que cuenta.

Es por cierto legítimo que la oposición quiera sustituir al gobierno al que , valga la redundancia, se opone. Pero eso no quiera decir que el discurso con el que analizan y explican la situación, sea el correcto o el más fiel a la verdad.

Y nos resulta ineludible hacer algunos recordatorios, porque el discurso de Netanyahu habla de un gobierno “flojo y débil”, que “no sabe” enfrentar a Irán ni al terrorismo palestino…y tanto más.

Y es tal la distorsión de los hechos en esta presentación, que no podemos no escribir al respecto.

Netanyahu, una persona especialmente capaz indudablemente, de gran inteligencia y capacidad de expresión, es probablemente uno de los mejores oradores del mundo. Pero eso no significa que sus palabras sean un monumento a la verdad.  Se presentó durante años como un líder fuerte que logra frenar a Irán, y he aquí que Irán casi ha llegado a la cantidad necesaria de uranio enriquecido para una bomba atómica. Esto no lo consiguió Irán por cierto en los 10 meses del gobierno de Bennett. Parte de la explicación radica en que Netanyahu logró convencer al Presidente Trump a abandonar el acuerdo nuclear, tras lo cual el gran deterioro avanzó a pasos agigantados.

Es muy fácil y efectista acusar al gobierno actual de ser flojo ante el terrorismo, cuando todos tienen presentes los 11 muertos cobrados por 3 terribles atentados de las últimas semanas.  Lo que Netanyahu no dice es que también durante sus años en el poder hubo atentados, muertos y heridos. Claro que hubo años mucho mejores que otros, pero está muy lejos de tener derecho de dar a entender o decir que por la línea del gobierno actual es que civiles israelíes fueron atacados.

Leímos tiempo atrás un reporte elaborado  en junio del 2018, titulado “¿Fue Netanyahu el Primer Ministro que dio a Israel mayor seguridad?”, publicado en la página “Natún Barosh”, cuyo objetivo principal es dar datos concretos sobre distintos temas, bajo el lema “menos palabras, más datos”. El trasfondo es por cierto la firmeza con la que Netanyahu vive afirmando que durante sus gobiernos, Israel gozó de una seguridad sin precedentes.

Pues el informe en cuestión analiza parte de los gobiernos de Netanyahu,ya que fue elaborado antes de junio del 2021 cuando pasó a la oposición. En los 9 años transcurridos desde que inició su segundo gobierno (el anterior había sido en 1996) , en el 2009, y hasta poco menos de mediados del 2018 , hubo en Israel 10.036 atentados de distinta índole, sin contar el disparo de 8.968 cohetes y morteros hacia Israel. Hubo 213 muertos y 1.444 heridos. Y faltarían tres años en la cuenta.

Así como el terrorismo era culpa de los terroristas, no de Netanyahu, lo mismo se debe decir sobre  los diez meses de Bennett. Hay que tener memoria muy corta o muy mala intención, para decir otra cosa.

En los 10 meses del gobierno de Bennett, que no estuvo por cierto exento de errores, se trabajó más que en muchos años para lidiar con diversos desafíos que el Estado debería haber atendido en la era Netanyahu. Se aprobó presupuesto tras varios años sin presentarlo siquiera-por consideraciones estrechas de Netanyahu, ajenas a las necesidades de la ciudadanía-, se comenzó a combatir con seriedad el preocupante fenómeno de la delincuencia en la sociedad árabe y mucho más.

La oposición al gobierno de Bennett tenía y tiene todo el derecho del mundo a considerar que esto no es lo que Israel precisa, y a combatirlo democráticamente. Pero no tuvo la suficiente responsabilidad ciudadana para darle siquiera un día de tregua y para votar a favor de propuestas de ley que el país necesitaba , dado que el único interés desde que se convirtió en oposición era derribar al nuevo gobierno, al que nunca reconoció como legítimo.  Concentrándose  en el  hecho que Bennett había asegurado ante cámaras que no iría nunca a un gobierno con su hoy socio el Canciller Yair Lapid- lo cual claramente no cumplió- la oposición olvidó con facilidad que Netanyahu (por dar uno de varios ejemplos) negoció la incorporación del partido árabe Ra´am a una coalición encabezada por él y luego acusó a Bennett de no combatir el terrorismo porque estar en un gobierno un Ra´am lo bloquea.

En los próximos días, cabe suponer, se aclarará el panorama y sabremos con algo mejor a qué conduce la actual crisis de gobierno. Mientras tanto, es recomendable tener las cosas claras respecto a la situación política actual.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(6 de Abril de 2022)

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