Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

Hamas sale de las cloacas


La organización terrorista Hamas que gobierna la Franja de Gaza desde hace exactamente 13 años, encontró una ocasión singular para salir a hacer declaraciones. Al cumplirse un nuevo aniversario del secuestro en el 2006 del soldado israelí Guilad Shalit (al que llegaron por un túnel subterráneo que se adentró en territorio soberano de Israel), el portavoz del brazo armado Izz al-Din al-Qassam, encapuchado como siempre, salió a las cámaras a advertir que “la anexión será una declaración de guerra”.

No hace falta estar a favor de cualquier tipo de anexión-y no nos contamos entre quienes lo están- para pensar que el vocero, Abu Obaida, se ríe del mundo. O mejor dicho, confía en la corta memoria o indiferencia de la comunidad internacional. ¿Declaración de guerra? Como si Hamas precisara tal o cual actitud de Israel para estar en guerra. La situación está tranquila cuando Hamas considera que eso es lo que le conviene. Es solamente su agenda la que determina si de Gaza salen cohetes en camino a la población civil israelí o no, sean ellos los que disparan, el Jihad Islámico o algún otro grupo más pequeño.

Pero de fondo, están allí siempre preparándose para el nuevo ataque. Hace tan solo una semana la Marina israelí interceptó una embarcación que iba en camino a la Franja de Gaza con armas destinadas a Hamas.

 

Pero más allá de esta aclaración general, es interesante tomar conciencia de otra parte del discurso de Abu Obaida este jueves 25 de junio. “El objetivo de la resistencia palestina es expulsar a Israel de todos los territorios palestinos”, declaró después de haber dicho que la anexión “es una guerra declarada al pueblo palestino, un nuevo robo de tierras”. Pero la verdad, también si uno se opone al plan de anexión-aunque aún no está confirmado- es que Hamas no distingue entre el territorio soberano de Israel y la zona de Cisjordania. Para Hamas, la existencia misma de Israel es ilegítima y no la reconoce. Por más que prepare el terreno para que eventuales futuros ataques sean vistos como reacción natural a la anexión, la verdad es que para Hamas, Israel es territorio ocupado. No las zonas en disputa sino el Israel soberano, todo. Nunca lo ocultaron, nunca dijeron otra cosa.

 

Podemos sin duda entender críticas palestinas a la eventualidad de una anexión, aunque no se habría llegado a considerar siquiera esta opción, si los palestinos hubieran aceptado en algún momento algunas de las varias propuestas que recibieron a lo largo de los años. Pero esto no puede hacer olvidar que Hamas nunca estuvo del lado de ningún intento de diálogo o término medio que pudiera conducir a una solución. 

Su objetivo, sí, siempre fue expulsar a Israel, pero no sólo de territorios que el mundo todo considera en disputa sino de sus propias fronteras soberanas. Afortunadamente, no lo ha logrado, y no lo logrará. Será mejor que ni vuelva a intentar. 

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(25 de Junio de 2020)

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