Los múltiples actos que se llevan a cabo en Israel en el marco de Iom Hazikaron, el Día Recordatorio de los caídos y las víctimas del terrorismo, son un cúmulo de momentos solemnes y plenos de emociones, en los que se combinan, al recordar, el dolor y el orgullo. Eso fue seguramente lo que muchos sintieron este martes por la noche en la base Tel Nof de la Fuerza Aérea de Israel, cuando Yael Schiffenbauer se dirigió a los presentes para honrar la memoria de su esposo, Coronel Dany Schiffenbauer, que murió en un accidente de helicoptero el 26 de julio del 2010, a la edad de 43 años.
Estas fueron sus palabras:
"...Dany dirigió decenas de operaciones especiales, algunas audaces, otras en lugares remotos que solo la imaginación puede intentar alcanzar... Sin embargo, hay una misión que Dany no llegó a llevar a cabo y siempre supe cuánto deseaba realizarla, en lo profundo de su corazón: traer de regreso a casa a Guilad Shalit (A.J: el soldado israelí secuestrado por Hamas en el 2006, que estuvo en manos de los terroristas en Gaza durante 5 años).
Aproximadamente un año después de su muerte, en octubre de 2011, mi corazón tembló al ver pasar en el horizonte de nuestro patio en el moshav Kidrón, al helicóptero “Yasur” que traía de regreso a Guilad para aterrizar en Tel Nof.
Mi corazón tembló al escuchar las palabras de Tzuk: "Traemos a Guilad de regreso a casa". Sentí un enorme orgullo y una leve y extraña punzada por Dany, porque no pudo ser parte de dicha operación. Pero sabía que, dondequiera que estuviese, estaba tranquilo y satisfecho de que esa importante misión se hubiera cumplido. Y hoy, 14 años después, el escuadrón tiene el honor, una y otra vez, de devolver a sus hijos e hijas a nuestras fronteras.
Me emocioné profundamente al oír hablar de S., quien trajo de regreso a casa a su hermana Romi del infierno del cautiverio, y de Yakir, futuro comandante de línea, quien trajo de regreso a Eli-ya, pariente suyo, del infierno de Hamás.
Tuvieron ustedes un gran privilegio: no hay misión más importante que esta: llevar a la práctica el valor de solidaridad y camaradería.
A partir de ese ethos fue precisamente establecido nuestro Estado, se trata de un valor supremo que nos distingue y en el que Dany tanto creía.
Hoy ya estamos en el día 571 de Octubre. Nunca saldremos del trauma ni volveremos a ser quienes éramos, si no realizamos y cumplimos ese principio.
¡Debemos, debemos, debemos traer a todos a casa! ¡Con vida! ¡¡Ahora!!
Que la memoria de nuestros queridos sea bendecida. Y que seamos dignos de ellos”.
Agreguemos: Amén
Si aprietas AQUÌ podrás leer una entrevista a Ruti, una de las dos hermanas de Dany, contando sobre su vida y la vida de toda la familia desde su partida fisica,
