Ex secuestradas que tienen seres queridos en Gaza exigen acuerdo global, no por etapas

Si bien no hay aún nada oficial confirmado, las informaciones de los últimos días y muy especialmente de este martes, dejaban bastante en claro que el acuerdo entre Israel y Hamas que se está negociando sería por etapas, o sea que no se pondría en libertad de una vez a los 100 secuestrados que aún se hallan en Gaza.

Con ese motivo, cinco mujeres que estuvieron secuestradas y fueron liberadas en noviembre del año pasado, pero aún tienen seres queridos en manos de los terroristas, se presentaron ante cámaras para pedir que el acuerdo que se pacte incluya a todos, y no solamente a las mujeres, ancianos y enfermos, que es lo que se está diciendo como fase “humanitaria”. 

Las cinco mujeres, además de compartir sus propias experiencias durante el cautiverio, destacaron la urgencia crítica de asegurar la liberación de los 100 rehenes restantes. Pidieron un acuerdo integral que garantice, desde el principio, el regreso de todos los rehenes.

Estos fueron los distintos testimonios:

Sharon Aloni Cunio, quien fue secuestrada con su esposo David y sus dos hijas pequeñas Emma y Yuli , además de su hermana y su sobrina, volvió hace algo más de un año a Israel pero su esposo David sigue en cautiverio: "El momento más duro de mi vida llegó el primer día del acuerdo de rehenes: nos separaron de David. Lo abrazamos y nuestras hijas lo sujetaron con sus pequeñas manos, sin entender lo que significaba esa despedida. Se quedó allí, solo, en los túneles oscuros. Los que toman las decisiones deben entender las cicatrices y enfermedades con las que regresamos después de sólo 52 días: neumonía, infecciones, pérdida de peso, miedos y pesadillas interminables. Ahora imaginen 438 días así: ¿qué está soportando David allí solo? ¿Un año sin nosotros?.

Estoy aquí representando a David, a mis hijas y a todas las familias cuyos mundos se han derrumbado. Exijo el regreso de los 100 rehenes. Ahora, antes de que llegue el invierno, los rehenes deben regresar de inmediato para recibir atención médica que les salve la vida. Su debilidad física y mental no les permitirá sobrevivir el invierno que se avecina. Por favor, no dejen a nadie atrás. No me conviertan en viuda y a nuestras hijas en huérfanas".

Ilana Gritzewsky, novia de Matan Zangauker, que permanece en cautiverio, relató:  "Durante cincuenta y cinco días viví en el infierno. Cincuenta y cinco días de hambre, impotencia, humillación y miedo. Me trasladaron de un apartamento a otro y de un túnel, luchando por respirar, sin un momento de esperanza. Cada segundo quedó grabado en mi cuerpo y en mi alma. Cada minuto fue una lucha por la supervivencia.

Estoy aquí como una mujer que regresó del cautiverio. Sé cómo se siente ese infierno. Sé por lo que están pasando ahora mismo: no pueden abandonarlos ni un día más. Hagan un trato. Ahora. Un trato integral. No dejen a nadie atrás. ¡Terminen esta guerra a cambio de un trato!”.

Ilana se dirigió también al Presidente electo de Estados Unidos. “Presidente Trump, usted es un líder que sabe cómo ganar, cómo cambiar el rumbo cuando toda esperanza parece perdida. Ahora es el momento de demostrarlo. 100 rehenes, hombres, mujeres y niños, siguen retenidos en las profundidades del infierno. Mi compañero, mis amigos e incontables vidas inocentes se están desperdiciando mientras el mundo permanece en silencio. Este es su "Tenemos la oportunidad de cambiar la histori”. Intervengan. Pongan fin a esta guerra. Traigan a los rehenes a casa. Sin palabras. Sin promesas. Sólo acciones."

Meirav Tal, novia del difunto Yair (Yaya) Yaakov, cuyo cuerpo permanece en cautiverio, declaró: "El pensamiento de que soy libre y que ya no me muevo entre oscuros escondites o túneles me lleva de vuelta a ese lugar, donde fui secuestrada junto con los hijos de mi amado Yaya Yaakov: Or y Yagil. Yaya fue asesinado y su cuerpo todavía está retenido en Gaza.

Estuve allí 53 días, durante los cuales los terroristas me arrebataron todo: el control de mi voluntad, lo que podía o no podía hacer, cuándo podía hablar, cuándo podía comer, beber, dormir y ducharme, cuándo podía sentarme, acostarme o estar de pie; sólo mis pensamientos permanecieron libres, lo único que no pudieron quitarme.

No debemos olvidarlos. Yo estuve allí, créanme. Olvidarlos es matarlos de nuevo cada día. Olvidarlos significa olvidar quiénes éramos, quiénes somos y quiénes queremos ser. Hasta que Yaya y el último rehén estén en casa, no podemos sanar sin ellos. Debemos traer de vuelta a Yaya y a todos los rehenes en un acuerdo integral que cierre este capítulo para todos nosotros y permita que comience la curación y la recuperación".

Raz Ben Ami, esposa de Ohad Ben-Ami:"Sabemos que la Cruz Roja no lo ha visto ni visitado, y al igual que yo no recibí medicación para mi condición, no tengo ninguna duda de que Ohad no está recibiendo lo que necesita. Probablemente, él sólo está recibiendo lo que yo recibí: gritos y amenazas. Yo pedía ayuda médica, que necesitaba desesperadamente; mi salud se deterioró gravemente allí y siguió deteriorándose después de mi regreso porque no recibí los medicamentos que debía tomar.

El invierno está aquí, hace frío, y allí hace aún más frío. Incluso cuando las condiciones en Gaza eran supuestamente tolerables, pasó mucho tiempo hasta que recibimos mantas y ropa de abrigo. El frío, combinado con más de un año de pesadilla en túneles bajo bombardeos, es insoportable. Las investigaciones médicas muestran que en este frío, sin capas protectoras, el cuerpo humano no puede sobrevivir. Debemos recordar a todos los involucrados en las negociaciones que no podemos demorarnos. Cada día hay un día de más: 438 días y noches son un infierno sin fin".

Lena Troupanov, madre de Sasha Troufanov: "Cuando estaba en cautiverio, nunca dudé de que saldría. Estaba segura de que el Estado de Israel haría todo lo posible para liberarnos. Para que este sentimiento de que nuestro país nos respalda y hará todo lo que sea por nosotros, sin importar el costo, siga vivo para nuestros hijos y nietos, debemos recuperar a todos. Lo que nos protegió fue este sentido de solidaridad, este sentimiento de unidad nacional y de que cada persona importa. Por favor, salven a todos, no dejen a nadie atrás; no abandonamos a nuestros heridos en el campo de batalla".