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Objetivos - Un Anticipo del Futuro - La Partida Precipitada - Tishá BeAv

 

 

 

 

                                      

 

 

 

 

 

 

 

 

No. 267

Devarim

Horario de velas de shabat en Montevideo 

Viernes  9 de agosto 17.52

                                                                                        

OBJETIVOS

Por Tali Loewenthal

Uno puede vivir el día a día, o tener un objetivo claro en la vida. Para este último, cada decisión importante se hace en términos de ese objetivo. Algunas personas están tan completamente enfocadas en su objetivo, que aún decisiones aparentemente pequeñas y actividades comunes de todos los días están firmemente dirigidas hacia su meta y esperanza en la vida.

Lo mismo se puede aplicar a un pueblo entero. A través de su historia, el pueblo judío ha tenido una serie de objetivos que se interconectan unos con otros. En este Shabat encontramos dos objetivos centrales vinculados. El primero tiene que ver con la lectura semanal de la Torá.

Comienza el quinto libro de la Torá. Devarim (Deuteronomio) se diferencia claramente de los otros cuatro libros. Los anteriores se enfocan en el relato de los eventos como sucedieron: la creación del mundo, el diluvio, la vida de Abraham, sus descendientes esclavizados en Egipto liberados en el Éxodo, la recepción de la Torá en el Sinaí, la construcción del Santuario y varios eventos específicos durante los cuarenta años en el desierto.

En cambio, el quinto libro consiste de las palabras de Moshé al pueblo judío en el último año de su vida, preparándolos para entrar a la Tierra de Israel. El quinto libro fija su atención en el futuro, consciente del pasado, pero preparando al pueblo judío para lo que va a suceder.

El pueblo judío ya ha pasado por muchas experiencias, incluyendo la amarga esclavitud y el paso por el desierto por cuarenta años. Ahora están prontos para entrar a la Tierra Prometida, y junto con su líder Moshé, pueden mirar confiadamente hacia el futuro.

Esta es una forma en que este Shabat expresa el alcance de un objetivo: el pueblo judío está a punto de entrar a la Tierra Santa.

Ahora llegamos a un segundo objetivo complementario. La parashá de esta semana siempre se lee en el Shabat anterior al ayuno del 9 de Av. Este ayuno recuerda la destrucción del primer y segundo Templo y muchas otras tragedias. Pero el Ayuno de Av es más que un triste lamento del pasado. En su esencia íntima, también genera una mirada audaz y expectante hacia el futuro.

¿Por qué? Porque somos capaces de mirar hacia atrás a dos milenios de sufrimiento, y en particular los horrores de medio siglo atrás. Hemos viajado a través de nuestro desierto en la historia. Ahora somos capaces de mirar hacia adelante, con la perspectiva de la enseñanza judía, hacia la venida del Mashíaj y la reconstrucción de nuestro Templo en Jerusalem.

Es cierto que hemos visto muchas veces lágrimas en nuestro largo pasado. En siglos recientes, y en décadas recientes, también hemos visto mucha confusión. Uno puede preguntarse, leyendo los periódicos, ¿qué nos depara el futuro? Pero nuestros sabios están claros en su visión: el futuro está lleno de alegría.

El mensaje central de cómo debemos encarar este futuro radiante, prepararnos para ello y hacerlo suceder está expresado en los versículos finales de la haftará de esta semana: “Sión será redimida a través de la justicia [Torá], y los que retornen a ella, a través de la rectitud [caridad]” (Isaías 1:27). A través del estudio de la Torá, enseñando justicia en todos los aspectos de la vida, y buenos actos como la caridad, podemos hacer que el glorioso futuro, el objetivo del judaísmo para nosotros y el resto de la humanidad, suceda ahora.

UN ANTICIPO DEL FUTURO

[Ordenó D-os a Moshé] “Ten mucho cudado de no provocar [a Edom], porque no os daré nada de su tierra.” (Devarim 2:4-5)

Espiritualmente, las siete naciones cananeas se corresponden con las siete emociones, mientras que las naciones de Edom, Amón y Moab —adyacentes a la Tierra de Canaán pero exteriores a ella— se corresponden con las tres facetas del intelecto. El hecho de que D-os nos ordenara conquistar las siete naciones cananeas pero nos prohibiera conquistar las otras tres antes del Futuro Mesiánico significa que hasta entonces podemos depurar por completo solamente nuestras emociones, no así nuestro intelecto.

La causa de esto es que el modo apropiado de rectificar algo es corrigiendo su fuente. Dado que nuestras emociones suelen ser gobernadas por nuestro intelecto, podemos hacer uso de este para “enseñarnos” a nosotros mismos qué amar y qué odiar.

Sin embargo, en la actualidad no existe un modo análogo de influir sobre nuestro intelecto. El intelecto está gobernado por aspectos profundamente ocultos de nuestras personalidades, más allá del alcance de la conciencia, y aún no disponemos por completo de las herramientas aptas para controlar este aspecto de nosotros.

Aun así, a medida que nos aproximamos a la Era Mesiánica y comienza a brillar la luz del futuro, podemos “degustar” el futuro a través del estudio en profundidad de las enseñanzas del jasidismo. Estas enseñanzas tocan los aspectos más elevados de nuestras almas; al estudiarlas, podemos comenzar a rectificar nuestro intelecto como también nuestras emociones.

Maamarei Admor HaEmtzai, Devarim vol.1, pág.1 y ss.; Séfer Hasijot 5750, vol.2, págs.547-548; Séfer HaMaamarim 5741, págs.86-90

Deuternomio (Devarim) 1:1 – 3:22

El Deuteronomio, quinto y último libro de la Torá, está dedicado principalmente a los discursos de despedida que dio Moshé al pueblo judío poco antes de su muerte y la entrada del pueblo a la Tierra de Israel. La primera sección del libro registra sus palabras (devarim, en hebreo) de crítica al pueblo por distintos episodios que tuvieron lugar durante sus cuarenta años en el desierto, y las lecciones que debían aprender de sus errores.

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jabad.org.uy/parasha

LA PARTIDA PRECEPITADA

Por Aharon Loschak

El Maguid de Mezritch viajaba con su círculo íntimo de discípulos, conocido como Chevraya Kadisha, “la Compañía Santa”, y se detuvo en una posada donde el anfitrión judío recibió al grupo con calidez y gran honor. Puso una abundante mesa y preparó cómodas camas para que todos pudieran dormir.

Antes de que el grupo se retirara a dormir, el posadero se acercó al Maguid y le dijo: “Rebe, hay un asunto urgente que deseo mucho discutir con usted. En realidad, estaba planeando viajar hasta usted para hablar sobre este asunto en persona, pero ahora que está aquí, le agradecería que me aconsejara”.

El Maguid se volvió hacia su discípulo, Rabí Shneur Zalman de Liadi, quien luego se convertiría en el famoso Alter Rebe, el Rebe fundador de Jabad, y le dijo al posadero: “¿Ve a ese hombre? Es un erudito sobresaliente que posee el alma del santo Najmánides. Un día él tendrá el mérito de tener un hijo como yo, y tú debes preguntarle. Cualquier cosa que él te diga que hagas, sigue sus instrucciones”.

Con eso, el Maguid se retiró a dormir.

El posadero se acercó a Rabí Shneur Zalman y le explicó su dilema. Durante muchos años, la posada le había proporcionado a su familia una vida decente, pero recientemente, el propietario había aumentado mucho el alquiler y eso estaba presionando sus ganancias . Estaba considerando renunciar a su contrato de alquiler y estaba buscando otra posada en el costado de la ciudad, al otro lado del río.

Rabí Shneur Zalman estuvo de acuerdo en que era una buena idea y le aconsejó que se mudara a la otra posada. “Que seas bendecido con la afirmación de nuestros sabios de que ‘Un cambio de lugar trae un cambio de fortuna’”, agregó el santo futuro Rebe. Con eso, él también se fue a dormir.

Cuando Rabí Shneur Zalman despertó, vio al posadero de pie junto a él, esperando. Miró a su alrededor y se sorprendió al ver que la posada estaba completamente vacía; no había nadie alrededor y no se podía encontrar ni una mesa ni una silla. Todo el edificio había sido vaciado.

Al notar la sorpresa del Rabino Shneur Zalman, el posadero explicó: “Rebe, me enseñaron que cuando un hombre justo da un consejo, debe cumplirse sin demora. En el momento en que me aconsejó que me mudara a la otra posada, no perdí tiempo, reuní todas mis pertenencias y llevé todo a la nueva posada. Tu maestro y todos tus colegas ya se mudaron allí también, y ahora, lo único que queda atrás eres tú”.

El Rabino Shneur Zalman y el posadero abordaron el ferry que los llevaría a través del río hacia la nueva posada. De repente, se escuchó un fuerte estruendo y un tremendo rayo iluminó el cielo de la mañana, golpeando de frente a la vieja posada. El edificio se consumió instantáneamente en una bola de fuego.

Este posadero vivió muchos años y aún estaba vivo cuando falleció el Rabino Shneur Zalman y lo sucedió su hijo, el Rabino Dovber, conocido más tarde como el Mitteler Rebe.

Recordó las palabras del Maguid de que su discípulo tendría el mérito de tener “un hijo como yo”, y sintió una inmensa curiosidad por conocer al Rabino Dovber y comprobarlo por sí mismo. Cuando llegó a Lubavitch y se encontró con el Rabino Dovber (que llevaba el nombre del Maguid), el posadero se desmayó, ya que, de hecho, se veía exactamente como recordaba al santo Maguid.

TISHÁ BEAV

El día más triste del calendario judío es el 9 de Av, “Tishá BeAv”. Es la fecha en la que nuestros dos Templos Sagrados fueron destruidos y comenzó el exilio, la persecución y la oscuridad espiritual.

Tishá BeAv comienza al atardecer del 8 de Av y dura hasta el siguiente anochecer.

En Tishá BeAv nos abstenemos de:

• Comer y beber. Cualquier persona mayor de bat o bar mitzvá ayuna, incluyendo las mujeres embarazadas y que están amamantando. ¿Está enfermo? Consulte con un rabino.

• Bañarnos o lavarnos. Excepciones: manos sucias, al salir del baño, y el lavado ritual de manos de la mañana (solo los dedos).

• Aplicarnos lociones o cremas.

• Usar zapatos que contengan cuero.

• Relaciones maritales.

• Estudio regular de Torá. Estudiamos sólo sobre la destrucción de los Templos u otros temas tristes. (Esto comienza al mediodía de la víspera de Tishá BeAv).

No salude a un amigo con un “hola” o “buenos días”. No salga de caminata o paseo y, si es posible, tómese el día en el trabajo; nada debería distraerlo del duelo. Hasta mediodía nos sentamos solo en el piso o en un banco bajo.

Previo a Tisha BeAv

Coma la comida final poco antes de la puesta del sol. Una comida escasa que incluya un huevo duro, símbolo tradicional de duelo, y un pedazo de pan con cenizas. Coma esta comida sentado en el piso o en un banco bajo. (Consejo: Coma una comida completa más temprano en preparación para el ayuno).

La Noche de Tisha BeAv

Se deja de comer con la puesta del sol. Se disminuyen las luces en la sinagoga y se saca la cortina del Arca. Se lee el libro de Lamentaciones luego de las plegarias nocturnas.

El Día de Tisha BeAv

No se pone tallit ni tefilín en las plegarias de la mañana. Luego de las plegarias recitamos kinot (elegías). Nos ponemos tallit y tefilín para las plegarias de la tarde.

Al anochecer, antes de cortar el ayuno, nos lavamos ritualmente las manos.

De las cenizas del Templo destruido se levantará un edificio incomparablemente magnificente. El exilio dará a luz a la redención. Es una tradición que nuestro redentor nacerá en Tisha BeAv. Este es un día de expectativa y esperanza, porque “Aquel que hace duelo por Jerusalem, tendrá el mérito de ver su felicidad.”

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Guayaquí 3193
2709 0405 , CP1130, Montevideo.

Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
Para recibir MiSinaí por email o por whatsapp, contactar por teléfono al 2628 6770 o por mail: Info@jabad.org.uy.

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(Texto y fotos: Lily Dayton, cristiana israelí residente en Haifa)

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