Mundo Judío

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¿Moshé Reprendiendo? - Soñar los Sueños de D-os - Un Plato de Comida - Las Tres Semanas

 

 

 

 

                                      

 

 

 

 

 

 

 

 

No. 265

Balak

Horario de velas de shabat en Montevideo 

Viernes  12 de julio 17.37

                                                                                        

¿MOSHÉ REPRENDIENDO?

Por Naftali Silberberg

Este Shabat leemos de la Torá unas de las mas hermosas bendiciones y alabanzas alguna vez dadas a nuestro pueblo:

“Él no percibe transgresión en Iaacov, y no ve perversidad en Israel. D-os, su D-os, está con él, él tiene la amistad del Rey.” (Bamidbar 23:21)

“¡Que dignas son tus tiendas, Iaacov; tus moradas, Israel!” (Bamidbar 24:5)

Lo destacado de estas bendiciones es la única profecía escrita en la Torá con respecto a la venida del Mashíaj:

“Estoy viendo, pero no ahora; lo estoy mirando, pero no está cercano en el tiempo: Una estrella saldrá de Iaacov, un cetro surgirá en Israel...” (Bamidbar 24:17)

Lo que es sorprendente de estas bendiciones es su fuente: Bilam, el maligno antisemita que con entusiasmo aceptó la invitación de Balak para maldecir a los judíos. ¿Por qué estas profecías no se transmitieron a través de Moshé, el defensor de los judíos? En lugar de eso, encontramos que las profecías de Moshé están llenas de reprimendas y admoniciones, advertencias y desgracias que caerían sobre nuestro pueblo como consecuencia de desobedecer la palabra de D-os. ¿No será este un caso clásico de “inversión de papeles”? ¡Moshé nos tendría que haber colmado de bendiciones y honores, y Bilam debería haber sido el vocero de las reprimendas de D-os!

El Midrash contesta: “Sí, hubiera sido apropiado que las reprimendas salieran de la boca de Bilam y las bendiciones de la boca de Moshé. Sin embargo, si Bilam nos hubiera reprendido, los judíos hubieran desoído los reproches diciendo ‘nuestro enemigo nos está reprendiendo’. Y si Moshé nos hubiera bendecido, las naciones del mundo hubieran desdeñado las bendiciones diciendo ‘el que los ama los ha bendecido’. Por lo tanto, dijo D-os, ‘Hagamos que Moshé que los ama los reprenda, y que Bilam que los detesta los bendiga’”.

Frecuentemente estamos proclives a regañar a otros que se han equivocado en su camino. En esas situaciones, es vital tener en mente que la única admonición legítima es aquella que se deriva del amor y el cuidado. Si el receptor del reproche siente que el que lo reprende le habla con enojo o superioridad, el reproche es inútil y no logrará nada bueno. El versículo dice “No odies a tu hermano en tu corazón. Debes reprender a tu prójimo” (Vaikrá 19:17). Primero esté seguro de no guardar rencor en su corazón, sólo entonces puede reprender.

Esta lección es especialmente apropiada ahora, ante la llegada de las Tres Semanas de Duelo por la destrucción del Sagrado Templo de Jerusalén. Se nos dice que el Templo fue destruido por la falta de armonía entre los judíos; a través de incrementar nuestro amor, bendiciones y alabanzas para con el prójimo, tendremos el mérito de ver el Tercer Templo Sagrado, y las Tres Semanas se convertirán en un período de felicidad y alegría.

SOÑAR LOS SUEÑOS DE D-OS

[Dijo Balaam:] “Un gobernante saldrá de Iaacov.” (Bamidbar 24:19)

Nos podemos preguntar: “Una vez que sabemos qué es lo que D-os requiere de nosotros aquí y ahora, ¿para qué necesitamos saber cuáles son nuestro propósito y recompensa finales? ¿Por qué no confiar en que D-os nos otorgue la recompensa llegado el momento en vez de preocuparnos en estos momentos sobre el qué y cuándo?”

La respuesta a esto es que contar con una clara visión del propósito de nuestro trabajo genera una diferencia sustancial en la calidad del mismo, como también en el esfuerzo que invertimos. D-os quiere que lo sirvamos imbuidos de inspiración; quiere que la visión nuestra sea la visión de Él, que los objetivos nuestros sean los objetivos de Él. Desde luego, nuestra relación con D-os debe basarse en la absoluta e incondicional devoción que toda criatura debe a su Creador, pero eso es solo la base, el comienzo. Idealmente, D-os quiere que soñemos lo que Él sueña; y es por ello que Él comparte con nosotros el sueño de un Futuro Mesiánico.

Por consiguiente, resulta vital estudiar las profecías y las afirmaciones de nuestros sabios sobre el Mesías y la inminente Redención, ya que nos permitirán llegar a una clara imagen mental de cómo debe ser el mundo efectivamente y de cómo podemos transformar este sueño en realidad.

Likutei Sijot, vol.21, pág.18; ibid. vol.22, pág.76; Séfer HaSijot 5751, vol.2, págs.497-498, 501-503, 747-749, etc.

Números (Bamidbar) 22:2 – 25:9

La séptima sección del libro Números describe el plan de Balak —rey de Moab— y su brujo Balaam para invocar la desgracia del pueblo judío y evitar así un eventual ataque de los judíos a Moab. D-os frustra el plan y fuerza a Balaam a conceder la bendición al pueblo judío.

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UN PLATO DE COMIDA

Por Yerachmiel Tilles

Los judíos de Vitebsk eran conocidos por no ser generosos con la caridad. Cuando era necesario recaudar dinero para una causa digna, no era sencillo extraerles dinero sin aplicar mucha presión. Sin embargo, hay que decir en su favor que siempre se podía contar con los Vitebsker para proporcionar comida a los hambrientos; de hecho, el Talmud afirma que dar alimentos listos para consumo es mejor que dar dinero a organizaciones benéficas porque proporciona un alivio inmediato, mientras que el beneficio del dinero es indirecto.

Un día, un jasid de Vitebsk vino a ver al Rabino Menajem Mendel de Lubavitch (el tercer Rebe de Jabad, 1789-1866). Le dijo al Rebe que su único hijo estaba a punto de ser reclutado por el ejército ruso. Anteriormente, los hijos únicos estaban exentos, pero este año hubo una política nueva y estricta y su precioso hijo estaba en peligro. “Por favor, Rebe”, suplicó, “ayúdenos, sálvenos”. El Rabino Menajem Mendel sacudió la cabeza con tristeza: "Lo siento, no puedo ayudarte en este asunto". El jasid suplicó y presionó de todas las formas que se le ocurrieron, pero la respuesta del Rebe siguió siendo la misma: “No puedo ayudarte”.

Este jasid resultó ser cercano al hijo menor del Rebe (y eventual sucesor), el Rabino Shmuel (1834-1882; conocido como el Maharash), el único de los siete hijos del Rebe que todavía vivía en Lubavitch. Cuando salió de la habitación del Rebe, se apresuró a visitarlo y le contó su problema. Le prometió que haría todo lo posible para influir en su padre, pero cuando fue al Rebe y habló en nombre del jasid, a él también le dijo: "No puedo ayudarlo en absoluto".

Dos días antes de que se llevara a cabo el reclutamiento, el jasid envió a un representante para defender su caso ante el Rebe una vez más, pero nuevamente el Rebe insistió en que no había absolutamente nada que él pudiera hacer.

Poco después, el Rabino Menajem Mendel llamó a su hijo a su estudio y le pidió que trajera un Midrash Tanjuma. El Rebe lo ojeó hasta la lectura de Mishpatim y le mostró la sección 15 allí, relacionada con el versículo “Si dinero prestas” (Éxodo 22:24): Dice el Santo, bendito sea: “Una persona pobre estaba luchando por su vida, para escapar del hambre, y tú le diste una moneda y le salvaste la vida. Te prometo que te devolveré 'vida por vida': si mañana tu hijo o hija enferma gravemente o se encuentra en alguna situación que ponga en peligro su vida, recordaré la buena acción que hiciste... y yo os pagaré ‘vida por vida’”. El Rabino Shmuel estaba perplejo. ¿Qué tenía en mente su padre al mostrarle este pasaje? 

Unos días más tarde, llegó a Lubavitch la noticia de que el hijo del jasid había sido liberado, y sin razón aparente. El Rebe quedó visiblemente encantado con el informe. El hijo del Rebe tenía mucha curiosidad por saber lo que había ocurrido, especialmente porque su padre había dicho repetidamente que no podía hacer nada al respecto. La siguiente vez que tuvo que estar en Vitebsk, le dijo a su conductor que se desviara hacia la casa de ese jasid.

El jasid se sintió feliz y honrado de invitarlo a pasar. Rabí Shmuel le pidió que describiera lo que había sucedido el día en que se suponía que su hijo debía ser reclutado. “Nada especial”, respondió el jasid. Le pidió que le hiciera la misma pregunta a su esposa, y ella también dijo que no recordaba que hubiera ocurrido nada inusual.

"¡Espera un momento!" exclamó luego. “Recuerdo algo. Te diré. Ese mismo día vino a casa un pobre y nos pidió que le diéramos algo de comer. Al principio le dijimos que estábamos tan preocupados por nuestro hijo, que iba a ser reclutado ese día, que realmente no podíamos ocuparnos de él. Pero luego nos suplicó: hacía mucho tiempo que no había comido nada y estaba hambriento, ¡y cómo podía ser que un judío no tuviera tiempo ni comida para otro judío que tenía tanta hambre! Nos dimos cuenta de nuestro error y le servimos una gran comida, de lo que habíamos preparado para ser una comida especial de despedida para nuestro hijo. Ninguno de nosotros tenía ganas de comer de todos modos, porque estábamos muy molestos. Entonces...”

En ese momento, el Rabino Shmuel intervino: “Gracias, ya escuché suficiente. Todo está claro ahora."

LAS TRES SEMANAS

El periodo de 21 días entre el 17 de Tamuz y el 9 de Av es denominado Bein Hametzarim, “entre los estrechos", basado en el versículo (Eijah 1:3) que señala: "todos sus perseguidores la alcanzaron entre los estrechos". Los Sabios (Eijah Rabbah 1) explicaron que entre los estrechos se refiere a los días de aflicción que ocurrieron en este período. Muchas calamidades le sucedieron al Pueblo Judío a través de las generaciones en este período, entre otras tanto el Primer como el Segundo Templo fueron destruidos. Fue por consiguiente, establecido como un tiempo de luto por la destrucción de los Santuarios.

Durante éstos días, disminuimos nuestro regocijo. No se llevan a cabo matrimonios. Nos abstenemos de escuchar música, bailar, realizar viajes de placer, de cortarnos el pelo o afeitarse. De acuerdo a la costumbre Sefaradí los cortes de pelo son permitidos hasta la semana en la cual Tishá beAv acontece.

Es costumbre no recitar la bendición Shehejeianu. Por ende, no estrenamos ropa ni comemos frutas que no hayamos comido en la estación, para que no se requiera recitar Shejeianu. No obstante, si se da la oportunidad de cumplir una Mitzvá que tendrá lugar, como por ejemplo una circuncisión o un pidyon haben, entonces la bendición es recitada. Del mismo modo, si una nueva fruta está disponible durante éste período y quizás no lo vaya a estar posteriormente, se recita Shehejeianu. Como es una costumbre permitir recitar la bendición en Shabat, es preferible preservar la fruta hasta Shabat. Igualmente, una mujer embarazada que tiene el deseo de una nueva fruta, o una persona enferma que la necesita para su salud, puede decir Shejeianu durante las tres semanas.

Es una costumbre ser aún más cuidadoso de lo que uno es habitualmente en lo que respecta a evitar situaciones peligrosas. Las personas piadosas se alejan por un período de tiempo, para reflexionar y estar de duelo por la destrucción de ambos Templos. En algunas comunidades se acostumbra recitar Tikun Jatzot incluso al mediodía.

El Rebe de Lubavitch también impulsó que las Tres Semanas deben ser un tiempo de incrementar la caridad y el estudio de Torá en relación con el versículo (Isaías 1:27) “Sión será redimido mediante la ley, y sus retornantes por medio de la caridad”, particularmente el estudio de aquellas porciones de la Torá que tratan acerca de las leyes y el profundo significado del Sagrado Templo.

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Guayaquí 3193
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Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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(Texto y fotos: Lily Dayton, cristiana israelí residente en Haifa)

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