Una Revolución Exitosa - El Ambiente del Niño - ¿Dónde Estuvo el Hombre? - La Cuenta del Omer
No. 254
Ajarei Mot
Horario de velas de shabat en Montevideo
Viernes 3 de mayol 17.42
UNA REVOLUCIÓN EXITOSA
Por Tali Loewenthal
¿Cómo celebraremos Pesaj en la época mesiánica?
Esperemos que todos podamos entrar en la ciudad vieja de Jerusalem para la noche del Seder. El hecho de que un gran número de personas lo hayan hecho dos milenios atrás era considerado milagroso. Ahora somos bastante más numerosos y se requerirá un milagro más obvio. Se conducirá el Seder casi como está descripto en la Hagadá, con la crucial adición del Cordero Pascual en vez del hueso en el plato del Seder, y una Ofrenda Festiva en vez del huevo.
La venida del Mesías significará libertad real, para nosotros y para todo ser humano. Pero aún así el recuerdo y la celebración del éxodo de Egipto será aún significativo. Nuestra liberación de Egipto hace más de 3300 años, celebrado en nuestras noches del Seder y en la festividad de Pesaj, sienta las bases para el futuro: la capacidad de liberarnos de un estado de limitación y exilio, para alcanzar la libertad.
En términos históricos podemos ver varias instancias posteriores en las que el pueblo Judío estuvo en exilio, sufriendo alguna forma de subyugación, y luego pudo salir libre. No obstante hay también un proceso personal y psicológico constante y repetido. La palabra hebrea para Egipto, Mitzraim, tiene las mismas letras que la palabra metzarim que significa “limitaciones”. Cada día es potencialmente un Egipto del que podemos liberarnos en un Exodo completo y festivo, pero luego esa nueva libertad será nuevamente vista como limitada comparada con la posibilidad de una libertad más grande y profunda.
¿No suena esto un poco peligroso y caótico? Quizás podemos tomar un mensaje de la parashá que leemos este Shabat, que menciona la trágica muerte de dos hijos de Aharón, descrita antes en Vaikrá 10:1-7. Ellos también estaban buscando “libertad” de las limitaciones del mundo y del materialismo. Estaban buscando cercanía con lo Infinito, intentando entrar en el Santo de los Santos, pero de una forma peligrosa y descontrolada.
El Rebe de Lubavitch comenta que de hecho hay una exigencia paradójica para cada individuo. Cada uno de nosotros debe buscar el más alto nivel de libertad, incluyendo la máxima libertad espiritual y cercanía con lo Divino. Al mismo tiempo, debemos ser capaces de tener nuestros pies sobre la tierra y permanecer siendo parte de este mundo físico y normal.
Puede parecer que esta paradoja no es sustentable. Que el intento revolucionario de romper las limitaciones sin autodestruirnos está destinado a fracasar. Y consecuentemente, uno puede sentir, que no debe intentarlo, que es demasiado riesgoso. Solo mantén tu cabeza baja y ve a hacer ladrillos para el Faraón, es decir, el Faraón personal de uno en el Egipto personal de uno.
Sin embargo, comenta el Rebe, la enseñanza de nuestra parashá es que esto si es posible. Hay una forma para que Aharón pueda lograr lo que sus hijos no pudieron, como se describe en la parashá: en Iom Kipur él deja las limitaciones del mundo, entra al Santo de los Santos, y regresa a salvo.
El Rebe explica que cada uno de nosotros puede hacer esto también, en una forma apropiada, a través de la observancia de la ley Judía y la dedicación a los ideales judíos. Las enseñanzas de la Torá y la cadena de líderes y maestros de la Torá a través de las generaciones están allí precisamente para ayudar a cada persona a lograr esta revolución exitosa en su vida personal, dirigiéndose simultáneamente al infinito y manteniendo sus pies sobre la tierra. Con la venida del Mesías esto será logrado por todo el pueblo Judío, trayendo una libertad completa a toda la humanidad.
EL AMBIENTE DEL NIÑO
"Ningún hombre debe acercarse a sus parientes cercanos para descubrir su desnudez”. (Vaikrá 18:6)
Los patriarcas - Abraham, Isaac y Jacob - cumplieron con las leyes de la Torá antes de que fueran formalmente dadas en el Monte Sinaí. Sin embargo, hemos visto que los hijos de Jacob se casaron con sus hermanas. La razón es que, debido a que la sociedad estaba tan corrompida moralmente en los tiempos de los patriarcas, simplemente no había opciones apropiadas de parejas para matrimonio fuera del círculo familiar. En esa época, era crucial preservar la integridad espiritual y moral de la familia que se estaba formando para convertirse en el pueblo judío. Por lo tanto, para asegurar que sus hijos no heredasen características negativas de madres no apropiadas, o absorban actitudes negativas al ser criados por esas mujeres, los varones descendientes de Abraham se vieron forzados a no honrar esas prohibiciones, que de todas formas sólo se volverían legalmente obligatorias con la Entrega de la Torá en el Monte Sinaí.
Aprendemos de esto cuánto cuidado debemos tener para asegurar que la formación y el ambiente de nuestros niños apoyen y alienten su absorción de las enseñanzas y valores de la Torá.
Igrot Kódesh, vol. 30, págs. 262-263.
Levítico (Vaikrá) 16:1 – 18:30
La sexta sección del libro de Levítico abre con D-os dirigiéndose a Moisés luego de (Ajarei en Hebreo) la muerte de los dos hijos mayores de su hermano Aarón (lo cual fue relatado en la tercera sección, Sheminí). D-os le da a Moisés las leyes relativas al Dia de Expiación (Iom Kipur). Esto es seguido por una lista de varios tipos de comportamientos que D-os ha prohibido al pueblo judío como resultado de haberlos transformado en un “reino de sacerdotes y una nación santa” en el momento de la Entrega de la Torá.
¿DÓNDE ESTUVO EL HOMBRE?
Por Berel Lazar
Ningún mortal puede explicar los misteriosos caminos de Di-s en la vida. Como el profeta Isaías nos dice en nombre de Di-s: "Mis pensamientos son diferentes de vuestros pensamientos". Sin embargo, lo que podemos decir es que cuando los humanos sufren, Di-s también sufre, más que un padre por su hijo.
Di-s le dio al hombre libre albedrío para cambiar el mundo para bien. Pero debemos decir que esa independencia es tan vital que pesa más que el profundo dolor producido por el abuso del hombre de su libertad de elección para herir a su compañero. Está claro para mí que hace 60 años Di-s estaba mirando y esperando una respuesta a una pregunta más importante: ¿Dónde estaba el hombre? ¿Dónde estaba el hombre que puede diferenciar entre el bien y el mal, que tiene el poder para actuar y crear? ¿Dónde estaba el hombre que entiende la santidad de la vida humana, y por qué no está clamando por su profanación?
Sí, el mundo se unió de una manera sin precedentes, y tuvo éxito en detener la máquina de guerra Nazi.¿Pero por qué tomó tanto tiempo? ¿Por qué el mundo creyó de buena gana que el mal se apaciguaría? ¿Por qué los Aliados sólo reaccionaron ofensivamente cuándo los Nazis llegaron a sus puertas? ¿Por qué tantas personas inocentes tuvieron que ser brutalmente asesinadas antes de que la humanidad comprendiera el mal intrínseco del Nazismo?
Nosotros clamamos: nunca más.
Pero tristemente, hoy enfrentamos el Nazismo del siglo 21: el terrorismo. Una vez más, debemos preguntarnos, ¿dónde está el hombre ante esta nueva amenaza?
Los terroristas quieren lo mismo que los Nazis: conquistar el mundo. Como los Nazis, los terroristas no diferencian. Desprecian a todas las personas civilizadas, un ejecutivo comercial en Nueva York o un adolescente que come pizza en Jerusalén, un niño en el primer día de escuela en Beslán, un operario en Madrid o un turista en Bali. Para ellos, el mundo está dividido entre "creyentes" como ellos, la "raza suprema", y todos los otros, los "infieles".
Ninguna nación, no importa cuán poderosa, puede darse el lujo de luchar esta guerra sola. El Mundo Libre entero debe unirse por la causa de la humanidad. El nuevo enemigo debe definirse claramente, debe formarse una nueva alianza, y el enemigo debe ser derrotado. Los eventos de hace 80 años, tanto nuestra trágica vacilación para enfrentar al enemigo y nuestra última alianza y victoria, nos enseñan la lección más crítica en la historia humana: El lecho de roca de un mundo civilizado es la creencia en el Creador Omnipotente que dotó a todos los seres humanos de derechos de igualdad.
Como mi gran Rebe, Rabí Menajem Mendel Schneerson, decía a menudo: "La llave a la moralidad y decencia, paz y coexistencia que es la más importante responsabilidad, es la fe y confianza en el Omnipotente ‘Ojo que ve y Oído que escucha’ todas nuestras acciones y conducta. La vida humana es un precioso regalo otorgado por el Creador y es deber de la humanidad guardarlo estrechamente."
No podemos esperar que el terrorismo nos golpee para comprender su peligro. Una fuerza que no tiene respeto por la vida humana y la libertad, no sólo es una amenaza para aquellos que están a su alcance, sino para todas las personas del mundo-a la esencia misma de la libertad y la vida. La Biblia en el Deuteronomio dice: "Fijarás jueces y policías en todas tus ciudades". La persuasión es el poder de la justicia, y las leyes son el fundamento de un mundo seguro. Una nueva alianza internacional, respaldada por la ley, será tan poderosa que protegerá al mundo con su sola presencia sin disparar un tiro.
Esta alianza depende de nosotros. Permitamos que hoy sea el día en que todas las naciones civilizadas abracen la Ley Divina Universal que respeta la santidad, dignidad y libertad de cada hombre, mujer y niño en este planeta.
¿Si varias naciones pudieron, hace 60 años, unirse por la supervivencia del hombre, cuánto más hoy, que nuestros sistemas de valores se han hecho mucho más cercanos?
LA CUENTA DEL OMER
Luego de dejar Egipto el primer día de Pésaj, contamos 49 días en ansiosa espera. Entonces, en el cincuentavo día, nos reunimos en el mismo lugar donde D-os habló por primera vez con Moshé y recibimos la Torá.
¿Por qué 49 días? La Cabalá describe 49 facetas que constituyen el carácter humano. Cada día que contamos, otra faceta de nuestra naturaleza fue elevada, llevándonos un paso más cerca para recibir la transmisión divina a la humanidad.
Cada año, volvemos a andar este viaje interno. Comenzando con la segunda noche de Pesaj, contamos los días y semanas hasta el día 50, la festividad de Shavuot, cuando recibimos la Torá una vez más. Lo llamamos la “Cuenta del Omer”.
Cómo:
Después de la puesta del sol, parece y diga:
Bendito eres Tu, Señor D-os nuestro, Rey del Universo, que nos ha santificado con Sus mandamientos y nos ordenó con respecto a la cuenta del Omer.
Luego cuente el día:
“Hoy es un día del Omer”; “Hoy son dos días del Omer”; “Hoy son siete días, que son una semana del Omer”; “Hoy son dieciocho días, que son dos semanas y cuatro días del Omer”; y así sucesivamente, hasta “Hoy son cuarenta y nueve días, que son siete semanas del Omer”.
Y concluya con:
Que el Misericordioso restaure para nosotros el servicio del Templo Sagrado en su lugar, rápidamente en nuestros días; Amen, Selah.
Detalles:
• La costumbre es contar durante la plegaria de la noche, pero se puede hacer durante toda la noche.
• ¿Se olvidó de contar el Omer? Cuente al día siguiente pero sin la bendición. En las siguientes noches continúe contando como siempre.
• ¿Se olvidó de contar de día también? Continúe contando el resto de las noches pero sin recitar la bendición.
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