Fotos: CAM Latinoamérica
Enrique Antía participó hace algunas semanas en un grupo de Alcaldes de Latinoamérica invitados a visitar Israel por CAM, la división latinoamericana de la organización Combatiendo el Antisemitismo. Aceptó gustoso a compartir con nosotros sus impresiones generales.
P: Enrique, usted ya conocía Israel y ha vuelto hace muy poco de una nueva visita, esta vez en una delegación de alcaldes,en un momento muy duro para Israel por los cruentos sucesos del 7 de octubre. ¿Cuál es su resumen de esta experiencia?
R: Sin duda he quedado impactado con los acontecimientos del 7 de octubre. No sólo yo sino todo el grupo de alcaldes y gobernadores que integramos la visita pensamos lo mismo. Creo que esa fecha genera un punto de inflexión para Israel y su convivencia en la región
P. Al poder comparar con lo que ha visto en ocasiones anteriores. ¿Qué le impactó o sorprendió?
R: Este ha sido mi tercer viaje a Israel como gobernante. La primera vez fue en el año 2003 inmediatamente después de la Intifada, ahí vi un país militarizado, en paradas de ómnibus, rutas, supermercados, y preparándose con inversión en inteligencia para cierre de fronteras y controles de seguridad. Trece años después el avance tecnológico hizo que no viera presencia militar ni policial de control en las calles, todo era mediante tecnología. En esta oportunidad, a partir de los sucesos de octubre, que sorprendieron a todo Israel y al mundo, volví a ver un gran despliegue de fuerzas de defensa en todos lados.
P. ¿Qué es lo que más sorprende de Israel, no me refiero en comparación con visitas anteriores sino en general? ¿Es muy distinto de lo que puede imaginarse una persona promedio?
R: A pesar de esa situación de guerra percibí en las ciudades visitadas una gran dinámica de trabajo y progreso, importantes construcciones modernas, agricultura en desarrollo, obras públicas, y un gran despliegue de tránsito en las rutas. Un país en movimiento.
Una persona promedio no tiene esa visión de Israel, la comunicación de los medios internacionales no lo trasmite ya que la información está siempre enfocada a los aspectos vinculados a la violencia.
P. ¿Le parece que en el exterior se presenta una imagen distorsionada de Israel?
R: Sí, me parece, como recién me referí. En los medios internacionales percibo una tendencia hasta diría antisemita en los términos de la comunicación.
P. Usted llegó en un momento complejo y muy delicado, casi diría llegó a ver un país en trauma. ¿Cómo es el Israel posterior al 7 de octubre?
R: Le contesto con dos ejemplos. Más allá de los importantísimos gastos e inversión militar, en el hotel en el que nos hospedábamos vi varias familias trasladadas desde la zona de guerra de frontera, apartadas de sus trabajos y de sus estudios. Son numerosas familias cuyas vidas son protegidas por el gobierno, que se hace cargo de los gastos de reinserción. Es realmente una situación muy traumática. Como lo es también la convocatoria de más de doscientos mil reservistas para encarar la defensa.
P. ¿Qué es lo que más le estremeció de lo que le mostraron en relación a la masacre de hace medio año?
R: Me impactó la visita al campo de Nova, lugar de la convocatoria por la paz, a la ciudad de Sderot, y al kibutz Nir Oz cuya destrucción fue casi total. En todos ellos los testimonios de los familiares de las víctimas directos o indirectos sometidos a hechos de extrema crueldad han sido de mucha intensidad emocional que nos ha removido las fibras más angustiantes de piedad y solidaridad.
Pero me impactó también la fuerza para superar el trauma.En Nova han plantado un árbol por cada joven asesinado (404) y puesto su foto al pie, lo que ha transformado el lugar en un centro de peregrinación de cientos de jóvenes.
La visita guiada y explicativa por el vocero del ejército Roni Kaplan en el kibutz Nir Oz con detalles del asalto fue muy impactante.
También la visita al “Centro de Familias de Secuestrados, Plaza y Museo”, y el testimonio de Itzik Horn, un padre argentino con dos hijos secuestrados precisamente en ese kibutz.
Otras visitas y reuniones fueron muy esclarecedoras de la situación vivida el 7 de octubre: con el alcalde de Ofakim, con el General de las Fuerzas de Defensa de Israel Uri Salomon en Sderot, con el Vicealcalde de Tel Aviv, y con los responsables del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel para América Latina.
P. ¿Cómo notó a la gente?
R: Más allá de las diferencias políticas que existen, encontré a la gente unida entendiendo la gravedad de la situación para la supervivencia del país.
P. Antes ya mencionó que había estado en Israel anteriormente. ¿Me puede recordar cuáles fueron aquellos viajes?
R: La primera vez en el 2003 al Primer Encuentro de Alcaldes después de la Intifada, la segunda en el año 2016 cuando tomamos la decisión en Maldonado de instalar un Centro de Videovigilancia para todo el departamento. Y ahora con un grupo de gobernantes de Latinoamérica organizado por la CAM (Combate al antisemitismo) con la excelente coordinación de Shay Salamon.
P. ¿Hay un antes y después de visitar Israel?
R: En lo personal sí. Es un ejemplo de desarrollo con inteligencia, y calidad de vida para millones de personas en un país pequeño sin recursos naturales.
P. ¿Qué le pareció su dimensión religiosa? No sé si es una persona creyente pero el tema de la fe mueve a muchos aunque uno sea lejano.
R: Jerusalén sin duda remueve y tiene esa dimensión central de varias religiones que conviven. Encontramos judíos ortodoxos y laicos, cristianos, musulmanes, coptos. Es como el kilómetro cero de las religiones monoteístas.
Y en el plano interno
P: Ya mencionó antes el tema de las cámaras en Maldonado. ¿Cuál es su evaluación?
R: Ha sido exitosa, se trata de la instalación de un Centro de Videovigilancia y Prevención de alta tecnología para la seguridad pública en un convenio gobierno a gobierno, cuyo proyecto fue controlado en su instalación y en su ejecución por el Sibat. La empresa contratada para tales efectos fue Elbitt Sistems. Por su resultado está siendo reconocido nacional e internacionalmente, y ha sido premiado con un tercer puesto en un concurso internacional para América en Estados Unidos.
P. Usted se ha hecho presente en repetidas ocasiones en todo tipo de ceremonias, celebraciones y actos de CIPEMU. ¿Cómo es su relación con la comunidad? ¿Considera que es un aporte a la sociedad local de la que es parte?
R: La comunidad judía concentrada en CIPEMU está integrada a la comunidad de Maldonado, son nuestros amigos y compartimos las celebraciones y ceremonias con esa manera tan judía de agradecer la familia, la naturaleza, la alegría de la vida y la fe.
Es un aporte importante en Cámaras Comerciales, Cámaras Empresariales, Liga de Fomento, y actividades culturales y deportivas. Es a su vez punto de encuentro de la región con colectividades de Argentina y Brasil, y sin duda está relacionado con el desarrollo de nuestro departamento.
P. ¿Hay algo que quisiera agregar?
R: Nuestro gobierno está encarando una importante inversión en un espacio público, se trata de la remodelación coordinada con CIPEMU para jerarquizar la Plaza Estado de Israel que pretende ser un punto de encuentro. Precisamente en este año nos parece especialmente importante este respaldo. Y como símbolo destacamos la plantación de un olivo con tierra traída desde Israel y su primer riego lo hemos hecho con agua del Jordán.
P: Mucha simbología que transmite mensajes. Gracias Antía por su tiempo.
R: A usted.