Esta entrevista ya tiene varias semanas pero hoy, al cumplirse medio año de la masacre, es oportuno volver a publicarla.
En la Plaza de los Secuestrados, en medio de los numerosos ciudadanos que se hacen presentes para solidarizarse con la lucha por la recuperación de las 133 personas aún en manos de los terroristas en Gaza, están también aquellos para quienes todo esto es tanto una crisis nacional como una tragedia personal, familiar. Como Aviv Havron, originalmente del kibutz Beeri, cuya hermana mayor Lilaj Kipnis y su esposo Eviatar fueron asesinados el día de la masacre, al igual que su otro cuñado, Avhsalom Haran, esposo de su hermana Shoshan.
Aviv nos cuenta que siete miembros de su familia fueron secuestrados: su hermana Shoshan Haran, su sobrina Adi Shoham (hija de Shoshan) y los hijos de la misma, Navé de 8 años y Yahel de 3, Sharon Avigdori (hermana de Avshalom) y su hija Noam de 12 años y Tal Shoham, esposo de Adi. Todos fueron liberados en noviembre, menos Tal (38), que sigue en Gaza.
P: Aviv,con todo este detalle, de los asesinados y secuestrados, no sé realmente qué preguntarle …
R: Lo primero que hay que pregunta es cómo devolver a Tal lo más rápido posible, tras toda la tragedia que hemos sufrido. Tal fue secuestrado junto a Adi, su esposa (la hija de mi hermana Shoshán). Es el padre de los 2 niños pequeños que ya regresaron y preguntan constantemente dónde está papá y por qué no está aquí con nosotros.
Todos estamos centrados en los esfuerzos para que Tal y el resto de los secuestrados regresen. No hemos tenido siquiera tiempo hasta ahora para dedicarnos al duelo por los asesinados, ya que quien no regrese ahora, ya no volverá. Primero que nada hay que traer de vuelta cuanto antes a aquellos que todavía pueden estar aquí con nosotros. Cada día que transcurre es un peligro de muerte inmediata.
P: Todos sabíamos desde un principio, sin duda también ustedes, en manos de quién están los secuestrados . Pero imagino que desde que volvieron en noviembre más de 100 secuestrados, y contaron parte de lo que vivieron, imagino que el temor por los que quedaron allí se habrá acrecentado.
R: Sin duda. Los temores son diarios. Cada uno contó lo que pasó en cautiverio. No quisiera, naturalmente, entrar en detalles, pero ellos saben qué es estar en el cautiverio de Hamás, ellos estuvieron 50 días y ahora ya pasaron muchos más. Este tiempo es una locura, insoportable. Hay que hacer todo, tanto a nivel del gobierno de Israel, el gabinete, como la comunidad internacional, para poner fin a esta pesadilla.
P:¿Recibieron alguna señal de vida de Tal?
R: Antes que fueran liberados los otros 6 miembros de la familia, recibieron cierto mensaje que estaba bien. Sin embargo, en primer lugar, no se puede saber si es cierto, y en segundo lugar, han transcurrido desde entonces más de 50 días, en los que no se puede saber cada día y cada minuto dónde estuvo y cuál era su situación.
P: ¿Tal es por lo general una persona sana?
R: No completamente, pero por motivos de derecho a la intimidad no quisiera entrar en detalles. En términos generales está bien, pero tiene cierta cuestión de salud que le dificulta.
P: ¿Quién lo espera de la familia aquí?
R:En primer lugar, su esposa y sus 2 hijos: uno de ocho años y la niña de 3 años. Cada cual, a su edad, regresó con su propio perjuicio psicológico…
P: Y lo sienten entiendo…¿Es algo notorio?
R: Claro, influye mucho en lo niños. Es notorio en Navé que tiene 8 años. Y también Yahél, de 3 años , sabe que su papá no está en casa y lo extraña , habla de eso. Claro que también Navé. Su mamá, Adí, tiene que ser fuerte después de haber estado ella misma en el cautiverio. Su padre fue asesinado, su marido todavía se encuentra en Gaza y tiene que ocuparse de los niños. Es increíble lo que ella tiene que pasar.
P: Y ustedes, la familia, junto al alivio por el hecho que fueron liberados, ¿ven en ellos las marcas del cautiverio?
R: Por supuesto. Nosotros como miembros de la familia nos sentimos muy alegres por su regreso, nos alegra sobremanera que seis de nuestros seres queridos hayan regresado, pero de inmediato continuamos la lucha para liberar a Tal, que es por supuesto lo que hacen también los demás. Mi hermana mayor estuvo ya 2 veces en el exterior: una vez en Europa y otra en Estados Unidos, para luchar por Tal y el resto de los secuestrados. A pesar de que ella misma todavía hace frente a todo lo que sufrió allí. Simplemente, se deja todo a un lado para ese objetivo.
P: Recuerdo cuando entrevistaron en su momento a Paul Hand de Beeri, cuya hija Emily de 8 años estaba secuestrada. En determinado momento le dijeron equivocadamente que estaba muerta y él expresó alivio, pensando que prefería eso que saberla en manos de los terroristas. Afortunadamente Emily volvió sana y salva en noviembre. Y hoy está con su padre. Lo menciono porque me pregunto si en algún momento se pierde la esperanza o se piensa que es mejor saber que la persona a la que uno espera ya no sufre.
R: No, la esperanza es constante, eso es lo que nos mantiene a todos. Se puede entender al padre de Emily, que estaba tan angustiado. Afortunadamente su caso terminó bien.
P- Su temor era cómo hacer frente al cautiverio. ¿Creen que Tal es lo suficientemente fuerte para hacer frente a estas circunstancias?
R: Tal es fuerte, por un lado, pero por otro, no hay manera que después de tanto tiempo s en cautiverio pueda volver como era antes. Nosotros le enviamos fuerzas desde aquí y no estaremos dispuestos a renunciar por un instante – ni a él ni a ningún otro.
P: Aviv, usted es periodista… Como ciudadanos y periodista, supongo que es consciente, por un lado, del simbolismo y el importante valor de la lucha para la liberación de los secuestrados pero también del aspecto problemático, del hecho que toda esta protesta endurece las posturas de Sinwar, el jefe de Hamas.
R: Lo sé. Escuchamos esas voces. Creemos que Hamás y Sinwar personalmente son suficientemente canallas y cínicos para seguir reteniendo a los secuestrados sin relación ninguna con lo que nosotros hagamos, si hablamos y protestamos o no. Es mucho más importante hacer oír nuestra voz aquí para el bien de ellos, para que nadie en Israel los olvide, sobre todo quienes toman las decisiones.
P: ¿Cree que se olvidan o el problema es que hay discrepancias acerca de lo que puede llegar a ayudar?
R: No se olvidan, pero no siempre lo ponen al frente de las prioridades. Y a veces sentimos que tenemos desacuerdos con ellos.
Estamos precisamente aquí para recordarles, todo el tiempo, que esto es lo más importante, incluso si ellos piensan en forma diferente.
P: Imagino que la vida de la familia se transformó por la lucha por Tal…
R: Sin duda. Nada será como era antes del 7 de octubre para nadie, para ningún israelí, pero toda familia que está personalmente involucrada en ello, es mucho más…
P: Haim Jelin, miembro de Beeri, ex alcalde de la zona de Eshkol, a quien tanto admiro, dijo en su momento que “ya no habrá Beeri”. Después habló, y sigue hablando, con tono mucho más optimista, afirmando que volverán, siempre y cuando haya desaparecido la amenaza terrorista del otro lado. ¿Cómo siente a la comunidad?
R: En términos generales creo y estoy convencido que Beeri debe volver a levantarse. Pero es una decisión personal de todo aquel que estuvo allí si volver o no. Si siente suficiente seguridad, es decir 100% de seguridad, ni un solo porciento menos, para regresar, podrán hacerlo. No hay que olvidar que para quien se salvó ese día, por milagro o de otro modo, el trauma es enorme. Hay que tener presente que 95 miembros del kibutz fueron asesinados. Por lo tanto, también quien regresa a casa, al volver a su hogar descubrirá que tal y tal vecino fue asesinado…
P: El paisaje de su infancia cambió…
R: El paisaje de su vida, cambió. Un porciento menos de 100%, no aceptarán.
P: ¿Algo más que agregar Aviv?
R: Solamente el principal mensaje: hay que hacer todo para que vuelvan.