Al Dr. Pablo Boksenboim lo conocimos años atrás, en otra guerra. Lo entrevistamos en el hospital Barzilai de Ashkelon en el que trabajó durante décadas, combinando sus vivencias de la atención a los pacientes bajo alarmas, los cohetes lanzados hacia el hospital y la mirada al futuro---y teniendo clara la necesidad de combatir el terrorismo.
Desde entonces, fueron diversas las oportunidades en la que nos encontramos, con la amenaza del terrorismo siempre de fondo, aunque también en ocasiones más alegre, como por ejemplo en entrevistas sobre la especialización que hacían en su hospital médicos llegados de diferentes países de América Latina.
Esta semana fue ineludible volver a hablar con él. Ya no trabaja en el Barzilai sino en el hospital de rehabilitación Beit Hadar de Ashdod.
Este es un resumen del diálogo mantenido.
Pero antes, una actualización. Cuando conversamos hace pocos días, nos contó que sus hijos estaban en el exterior. El varón, estudiando medicina fuerade país. Ayer de mañana, al levantarnos, había un mensaje de Pablo en nuestro celular: “Mi hijo se enroló ahora en el ejército. Abandonó los estudios de medicina y vino a defender a su país”.
P: Pablo hay mucho por preguntar…¿Cómo estás viviendo esta situación?
R: En este momento lo que uno siente es una mezcla de frustración espantosa y de dolor horrible por lo que la gente está pasando y por todos los desastres espantosos, la aniquilación que hicieron en los Kibutzim del sur. Al principio estábamos horrorizados con el número, más de 1400 personas asesinadas pero después, con el pasar de los días, cada número empieza a tener cara y nombre, empezas a ver la gente: ancianos, mujeres, bebitos, inválidos. Es imposible poder comprender una cosa así. Es como dicen: Hamas es ISIS, el Estado Islámico. Es la misma cosa. Gente que salió a matar por matar… y no solo matar, en qué forma. Entrar a casas, prender fuego a las casas, y no quiero hacer muchas descripciones porque no es de lo más agradable, descuartizar bebitos, quemar bebitos vivos, es incomprensible. La maldad, la maldad espantosa que tuvo esa gente en ese ataque - y fue planificado específicamente para la población civil - a todos los muchachos que estaban en la fiesta Nova, ¿qué estaban haciendo ellos? Bailando, oyendo música…
P: ¿Conoces a alguien que lo pasó directamente? porque yo digo, ¿quién no conoce a alguien en la zona de alrededor de Gaza, el “Otef”?
R: Si, si, el marido de una ex compañera de trabajo de cuando yo estaba en el hospital Barzilai, la responsable de los técnicos de rayos, el marido fue uno de los que cayó. Él trabajaba en un tambo y lo mataron….. terrible, espantoso…y el efe de Medicina, el director médico del hospital donde estoy ahora en Beit Hadar, él vive en Ashkelón - él es un muchacho que árabe, cristiano, la esposa es judía…
P: Israelíes por supuesto.
R: Claro. Él era de Shfaram pero ahora viven en Ashkelon. Tienen cuatro hijos, una hija que está en Haifa y en su casa tiene una especie de unidad de apartamento pegada a la casa y ahí es donde vive la hija cuando viene de Haifa los fines de semana. En estos diez días, no fueron a ver nada a esa unidad, con lo que ha sufrido Ashkelón, terribles bombardeos todo el tiempo y no le dieron importancia… anteayer fueron a la casita de la hija para limpiar y ver cómo estaban todas las cosas, y cuando abren la puerta se les cayó el alma a los pies: estaba todo lleno de vidrios, las puertas voladas para adentro… o sea que con una de las ondas expansivas les voló media casa.
P: Vos y Gabriela, tu esposa, que también es médica, viven en Nes Tziona, pero cuando vas al trabajo, sea antes a Ashkelon o ahora a Ashdod, muchas veces tuviste que salir del coche y tirarte al piso al sonar las alarmas. En lo personal ¿qué han vivido ustedes estas semanas?
R: Mirá, como decís, es incontable la cantidad de veces que tuve que parar cuando voy para el trabajo- porque mi trabajo está en Ashdod que también es una ciudad a la que le tiraron no poco…y tenés que pararte y salir, alejarte lo más que puedas del auto…tirarte al piso con las manos en la cabeza. En Ashdod y Ashkelon hay medio minuto para resguardarse.
P: Es cuestión de distancias de Gaza.
R: Claro. En la ciudad donde yo vivo, Nes Tziona, tenemos un minuto y medio. Todo el tiempo estoy yendo al trabajo y ahí te lo encontrás… Cuando estoy en casa, tenemos la pieza de seguridad, suena la alarma nos metemos allí. Pero cuando estás en el camino al trabajo, que son las horas que ellos más tiran, a sabiendas, cuando la gente se está movilizando para llegar a sus lugares de trabajo, es otra cosa.
P: Aunque uno no viva en zona de guerra, sin duda el peligro está en todos lados, ¿cómo dirías que se siente la guerra en general? Y no puedo dejar de recordar que en el hospital Barzilai, donde trabajaste tanto tiempo, cayeron cohetes también en esta guerra.
R: Así es. Hubo dos impactos directos de cohetes dentro del hospital Barzilai, en la zona vieja que no está protegida. Por suerte, fue tarde, no había nadie caminando por los pasillos. Es en la zona donde estaban las antiguas salas de operaciones, ahí cayeron 2 cohetes, que pusieron a la gente en muchísima atención, te puedes imaginar… Por suerte, por esas cosas que no sabes a qué atribuirlas, milagrosamente, no había nadie. Ahí, no hubo cosas que lamentar.
P: Hubo una época, recuerdo, que seguías trabajando también en el Barzilai, aunque ya estabas en Beit Hadar. ¿Ahora también?
R: No, no puedo. Llamé a preguntar si me necesitan voy corriendo, no hay problema. Vos fíjate que yo dirijo en el hospital a todos los que se encargan de los pacientes ventilados crónicos, tengo 3 unidades con 110 pacientes ventilados crónicos que no los puedo mover a ningún lado. Así que no puedo irme de allí con facilidad.
P: Es una gran responsabilidad.
R: Es un Hospital de Rehabilitación, esa es la definición. Aparte de la gente que está internada, viene ahí también gente que pasó operaciones de cadera, cambios de rodilla, para hacerles toda la rehabilitación de fisioterapia hasta que se van a su casa. Pacientes que tuvieron accidentes vasculares encefálicos y precisan rehabilitación para que se vayan a su casa. Aparte tenemos otros servicios, la parte de ventilados crónicos que son pacientes que están dependiendo del ventilador, que no pueden respirar por sus propios medios. Y también otra unidad que se ocupa de pacientes con demencia o Alzheimer, a los que no los pueden tener en la casa porque sus familiares no tienen la disponibilidad para tener una persona que los cuide al lado, tenemos un servicio completo para ese tipo de pacientes.
P. Ustedes, en Beit Hadar, no son un hospital que va a recibir heridos de guerra, pero claramente ahí también se siente la situación de guerra; inclusive me imagino por el hecho que hay una alarma y, como bien me dijiste recién, hay pacientes que no pueden movilizar siquiera.
R: No, no los podemos movilizar. Si bien nosotros no somos un hospital de primera línea de emergencia, cuando todo esto empezó, lo que hicimos es liberar a todos los pacientes que se pueden ir a sus casas, para dejar camas libres para que los hospitales puedan liberar a los pacientes que están en mediana condición, para poder brindarles un ala de apoyo. Tenemos al al lado el hospital Assuta Ashdod y el hospital Barzilai.
La cantidad de pacientes que recibió el Barzilai ese sábado negro espantoso y al otro día fue imponente.
P: ¿Qué pasa cuando suena una alarma? ¿Qué hacen?
R: No todo el hospital está protegido sino que tenemos espacios protegidos en dos de los tres pisos. Por eso ahora no tenemos gente en el tercer piso. Bajamos a la gente al segundo y al primer piso.
P: Recuerdo una vez me habías dicho que en el Barzilai, suena una alarma, no se va a interrumpir una operación, se sigue operando. ¿Pero acá que hacen?
R: Acá es otra cosa. Llevás corriendo a la gente a los espacios protegidos o junto a las escaleras.
¿Y la paz? ¿Y la convivencia?
P: Recuerdo que en la primera entrevista que te hice me contaste de tu hijo, cuando había vuelto de un operativo en Gaza contra el terrorismo , te decía que salía un terrorista con un bebé en un brazo y un arma en la otra mano. ¿Cómo es el efecto acumulativo de todos estos años? Me parece imposible que no haga mella la concepción de una persona desde el punto de vista humano, político. ¿Cómo es el doctor Pablo Boksemboim que trabaja en Ashdod y trabajó en Ashkelon, en comparación consigo mismo años atrás? Seguramente cuando llegaste a Israel pensaste que se lograría la paz.
R: Más herido, más angustiado, con menos confianza de que esto se pueda llegar a solucionar algún día… y los años van pasando, todas las cosas que uno pasa se te van asentando y te quedan los recuerdos… ¿qué querés que te diga? Yo creo que es un poco un proceso que nos pasa a todos. Yo todavía siempre tengo la ilusión de que la gente que vive en Gaza, no todos, son Hamás. Y sigo teniendo la ilusión y la esperanza y la comprensión de que sí tiene que haber gente con la que se puede llegar a acuerdos y vivir en paz. Hay mucha gente ahí que lo que busca es trabajar, pero están prisioneros de este grupo fundamentalista que son una manga de asesinos que los están usando como escudo y muy satisfechos de eso no han de estar. Pero también hay un problema de educación.
P: Hoy yo ya no pienso que es sólo Hamas.
R: Cuando vos educas a los niños, desde que son chiquitos, a que el judío, el israelí, no es un ser humano…es terrible. No sé si vos oíste una cosa que se comentó en la emisora Galei Tzahal de un chico de 15 años que lo agarraron, y le preguntaron cuando lo investigaron ¿por qué hace eso? ¿cómo podés hacer cosas así a seres humanos? Y el chiquilín contestó, que él frente a los ojos no veía seres humanos, que él sabe que los judíos no son seres humanos sino criaturasw con cuernos, que tenemos otra forma, un cuerpo parecido al de un chancho, pero el diablo que tenemos adentro nos enseñó a esconder todo eso y a optar por ponernos un disfraz de ser humano.
P. ¿Así lo dijo él?
R: Es un problema que si a un niño desde chiquito le metes en la cabeza todas esas cosas… hay un problema de educación muy grande, un problema que es cultural, religioso, ¿entendés?
P: Un espanto.
R: Es un espanto, pero…. cuando escuchas esas cosas, entonces te alejás un poco más de pensar que en algún momento se puede llegar con esa gente a una paz. Y bueno, después empezar a ver la historia y empezás a entender los por qué. Porque cuando uno mira para atrás y más para atrás y para atrás, la Franja de Gaza antes de la Guerra de los Seis Días en el año 67 estaba bajo los mandos de Egipto. Y cuando se negoció la paz entre Israel y Egipto, lo primero que Egipto dijo fue que no quieren la franja de Gaza. Y recordemos que fue Israel siempre quien suinistró a Gaza agua, nafta, gasoil, medicamentos, ayuda, todo el tiempo. Por eso Gaza vive. Egipto nunca les dio nada y tiene una frontera completa en el sur con Egipto, y son un país árabe hermano, pero Egipto la tiene cerrada. No quieren saber de nada con ellos . Nosotros de hecho los mantenemos pero nos tiran a nosotros.
Y ahora cuando Estados Unidos le dijo a Egipto que palestinos puedan pasar a su territorio, el presdiente A Sissi dijo “de ninguna manera, que se vayan a vivir al Neguev”.Es increíble, ¿entendés? Como si fuera una parte integral nuestra.
El mensaje al mundo
P: Días atrás tuvimos el tema del hospital en Gaza sobre cuyo estacionamiento cayó un cohete de la Yihad Islámica que estaba en camino a Israel y falló. Medios del mundo todo se hicieron eco de la acuación mentirosa de Hamas diciendo que había sido un ataque israelí. Y cuando se presentaron prueba de ello, no vi tantas condenas… ¿Qué quisieras decir al mundo sobre lo que significa cuando informan de esa forma sobre Israel? A mi modo ver … es una forma de apoyar al terrorismo implícitamente.
R: De hecho, es lo que hacen, justifican con hipocresía y con mentiras los actos vandálicos, espantosos, endemoniados, lo que hace esta gente. Eso es todo. Vamos a decir la verdad el antisemitismo no es una cosa que empezó ahora, hace muchos años que existe, cientos de años que existe, y hay un odio que se tranquiliza de tanto en tanto, pero las semillita está adentro. Cuando aparece algo así, está la oportunidad y ahí empiezan una cantidad de cosas. A mí, con el asunto del hospital en Gaza, lo que me dejó muy pero muy enojado. es en la parte publicitaria. ¿Cómo es posible que lo utilizan, que por una falla de ellos cayó un cohete ahí en la playa de estacionamiento? Al hospital no le pasó nada fue en la playa de estacionamiento del hospital donde cayó el cohete… ¿ cómo la prensa mundial informó tal cual lo hizo, y sabiendo que al hospital Barzilai directo le tiraron dos cohetes, no dijeron nada? Ni lo mencionaron . Y estaba documentado.
Y no es la primera vez, en todos los conflictos buscan bombardear al hospital en forma directa, lo que Israel nunca lo hizo. Sabemos que en el hospital de la ciudad de Gaza, el Shifa, todos lo saben, en los subsuelos, están los cuarteles de los terroristas. Israel nunca tocó el hospital, aún sabiendo que están ahí. Se sabía que ahí abajo lo tenían detenido a Guilad Shalit y no fueron a dar vuelta el hospital para sacarlo. Porque la guerra también debe de tener sus normas.
P: Israel sostiene que libra la guerra de acuerdo al Derecho Internacional. ¿Cómo lo ves vos desde adentro?
R: Desde adentro digo que sí, que todo el tiempo se está planteando de cuidar los derechos de la población civil. Si antes de bombardear vos le avisas a la gente con horas de anticipación váyanse de acá, porque vamos a bombardear, váyanse al sur, es algo que nadie hace, sólo Israel. Yo no veo que en la guerra que hay entre Rusia y Ucrania alguien esté avisando y que indiquen a a población retirarse porque van a bombardear. Y nosotros sí lo hacemos. También hace unos días, cuando tiraron de aviones volantes en los que se mostraba cuáles son los caminos seguros para desplazarse hacia el sur.
No recuerdo que Estados Unidos haya hecho eso en Afganistán ni en Irak, no sé puede ser que con la edad la memoria me esté fallando un poco. No creo.
Y a modo de resumen
P. Pablo, ¿hay algo más que tú quieras decir?
R: Quisiera que esto se termine, lo más rápido posible, de la mejor forma posible…
P: ¿Cómo ves el futuro?
R: Israel desde el punto de vista de autodefensa y del derecho a la autodefensa, no tiene más remedio que seguir para adelante… Una cosa así van a tener que hacer con todos los del Hamás, con o sin la ayuda de Estados Unidos… pero lo van a tener que hacer porque esta gente no se la puede dejar, no se la puede dejar viva, no es siquiera que lo agarraste y lo ponés en prisión. Hay que matarlos al Hamás - tres de sus líderes estuvieron aquí no sé cuántos años y salieron después de la liberación de Shalit, y ahora es un líder fundamental de ellos, son gente que no tiene arreglo Hamás es un demonio que hay que matar, no hay vuelta de hoja que darle Desgraciadamente, no es una cosa que me gusta decir, me cuesta mucho decirlo. Pero es la verdad.