Encabeza el grupo Rabanéi Tzóhar
“Rabanéi Tzóhar” es un grupo de más de 600 rabinos ortodoxos de diferentes partes de Israel, que junto con numerosos voluntarios y voluntarias, apoyan a judíos no religiosos que piden su guía en distintas instancias de la vida, al llegar a momentos en los que sienten que la tradición y la práctica de las mitzvot es esencial: bar mitzvot, bodas, funerales y también en la organización de rezos para el público secular en las fiestas judías.
Al frente del grupo está el Rabino David Stav, quien combina a la perfección su línea ortodoxa con una mente liberal y opuesta a todo tipo de coerción. Tiempo atrás conversamos con él sobre la existencia de Rabanéi Tzóhar para prestar servicio a los numerosos judíos no religiosos de Israel quienes por ley deben contraer matrimonio a través del Rabinato central, pero en la práctica se sienten lejanos del mismo. Este lunes, un día después de los tristes sucesos de Iom Kipur en el centro de Tel Aviv, volvimos a llamarlo. Y nos hizo bien escucharlo.
En forma resumida, lo que ocurrió en la Plaza Dizengoff de Tel Aviv, fue que se organizó una oración pública con separación entre hombres y mujeres, aunque la municipalidad y la Suprema Corte lo habían prohibido, la Policía no intervino para impedirlo porque consideró que lo que se había puesto para separar no era realmente una “mejitzá” (como biombo separatorio) y finalmente llegaron algunas personas opuestas al evento y mediante insultos y un comportamiento violento, intentaron echar de allí a quienes oraban.
Por un lado, la condena que merecen quienes trataron de echar violentamente a judíos mientras oraban, es a nuestro criterio muy clara. Por otro, la
intención de la organización Rosh Iehudí que organizó el evento de la plegaria pública, no era inocente ni limpia. Su director Israel Zeíra ha declarado repetidamente en forma pública que hay que “entablar amistad con laicos para corregirlos, arreglarlos, convertirlos en religiosos”.
Este es el análisis del Rav David Stav.
P: Rav Stav, gracias por atenderme nuevamente. ¿Cómo se siente usted, como rabino ortodoxo, con lo que está pasando hoy en Israel? Y esto, antes de entrar en el tema de los tristes eventos de Iom Kipur en Tel Aviv.
R: Lo que está ocurriendo hoy es sumamente triste ya que mucha gente siente que tiene que elegir de qué lado está entre su vínculo con su judaísmo y su vínculo con la democracia. Si eligen, a veces lo hacen bien y a veces no. Hoy, la tensión entre lo judío y lo democrático, entre judío e israelí, es muy alta, y eso no le hace bien al Judaísmo.
P: En una de las muchas entrevistas con distintas figuras públicas a raíz de lo ocurrido en Iom Kipur, oí que alguien –la verdad es que no capté bien quién era- decía que cuando se ataca la dimensión democrática del Estado, no hay que sorprenderse si hay quienes atacan la parte judía. ¿Qué le parece?
R: Sí, entiendo lo que dijo esa persona, pero yo lo veo en forma más profunda. Hay acá algo muy de fondo sobre lo que parecería que la gente tiene que tomar una decisión, que tiene que decidir si está a favor de la democracia o del Judaísmo. Y no se entiende que la pregunta no debe en absoluto ser planteada en estos términos. Tenemos que estar a favor de la democracia y también a favor del Judaísmo. Y si se plantea el tema como elección entre uno y otro, muchos optarán por la democracia y muchos otros por el Judaísmo. Y ninguna de las dos opciones o respuestas es buena porque ambas nos conducen a una guerra. Así es cuando se elige un lado, de qué lado colocarse. Y yo estoy seguro que la enorme mayoría de la gente entiende que eso no es bueno. La mayoría considera que se puede llegar a un equilibrio entre Judaísmo y Democracia . Pero cuando los extremistas se imponen, pasa lo que está pasando.
P: Le quiero plantear una pregunta que no me gusta ni me alegra pero que creo que es ineludible. ¿Qué responsabilidad atribuye usted al Primer Ministro Netanyahu? Le pregunto porque después de lo ocurrido, dijo que “izquierdistas” habían atacado a los fieles judíos que oraban. Volvemos a la frase que dijo años atrás “la izquierda se olvidó qué significa ser judíos”.
R: Creo que por decirlo delicadamente, esas palabras del Primer Ministro no aportaron a calmar los ánimos. Es indudable que todo el que participó en esas acciones de molestar a los que estaban rezando, merece toda condena. Es absolutamente irrelevante en esta discusión definir si son izquierdistas o no. No es nada relevante para la derecha ni para la izquierda en Israel y es lamentable que el Primer Ministro haya dicho eso.
Los sucesos de Iom Kipur y la tensión en temas religiosos
P: Vayamos específicamente a lo que ocurrió este Iom Kipur. Empecemos por la organización que tuvo la iniciativa de esta plegaria en la plaza Dizengoff. Circulan distintos análisis sobre su naturaleza y hay muchas críticas sobre su proceder. ¿Puedo preguntarle qué opinión le merece a usted esa organización, llamada “Rosh Iehudí”?
R: Independientemente de si esa organización actúa bien o no, no había justificación ninguna para molestar el rezo que habían organizado. Le diré más: hubo molestias también en minianím (A.J: minián, grupo de 10 hombres, el mínimo para rezar juntos- minianím, en plural) de nuestra organización, de Rabanéi Tzóhar, en el espacio público.Y eso sucedió también cuando no había separación.
P: ¿Dónde ocurrió eso?
R: En Kikár Habíma en Tel Aviv. Nosotros tuvimos rezos ahí y en Kikár Hatarím. En este último nadie molestó, pero en Habíma sí. Y por eso yo sostengo que las molestias al rezo en Dizengoff no tienen nada que ver conla identidad del grupo que la organizó ni con la separación entre hombres y mujeres sino al hecho que esa gente, los que fueron a molestar, no soportan ver a judíos religiosos.
P: Está clarísimo que en el campo “liberal”, también hay elementos extremistas que de liberales no tienen nada.
R: Sin duda, así es. Creo que el campo liberal perdió muchos puntos en la sociedad israelí en las últimas jornadas por lo que sucedió. Hay allí muchos no liberales.
P: No tengo ninguna intención de acercarme siquiera a justificar esos hechos condenables ni de ningún extremista, sea cual sea el lado del que vienen. Pero sí quiero preguntar si usted puede entender-no justiciar y no concordar- el pensamiento que quizás estaba de fondo en esa protesta, la sensación que estaban actuando, tal cual dijeron, contra un intento de imposición religiosa. Lo estoy planteando en forma un poco simplista, lo sé, pero recuerdo lo que usted me dijo la vez pasada que hablamos, que en cada localidad se tienen que decidir las cosas sin imposiciones, según la composición de la población.
R: Hay que dejar algo en claro. Tel Aviv es una ciudad secular, pero eso no significa que los seculares no quieren vivir algo de tradición. Los seculares quieren tener en Iom Kipur un marco de plegaria ortodoxa al que puedan sumarse. En todos los sitios en los que hubo plegarias en el espacio público, la mayoría absoluta de los participantes eran seculares. Hay muchos seculares en Tel Aviv que manifiestan en Kaplan todo sábado de noche pero en Iom Kipur quieren rezar.
P: Entiendo perfectamente lo que dice y me consta que es así. Y me pregunto por qué, justamente partiendo de esa situación, también hay fenómenos extremos. ¿Siente que parte de lo que está pasando deriva de la fuerza política que tienen los partidos ultraortodoxos y el partido “El Sionismo Religioso” que siguen líneas muy polémicas que dividen a la sociedad?
R: Sí, así es. Pero quiero decir que hay en Israel una tensión general, hay mucha hostilidad hacia lo que ocurre en el público religioso y haredi (ultraortodoxo). Pero eso lo quiero desconectar de lo que pasó en Iom Kipur. Eso fue otra cosa. Eso fue producto de la llegada de algunas decenas de matones que actuaron en forma inaceptable. No tiene nada que ver con la protesta contra la reforma judicial. Creo que los líderes de la protesta se equivocaron al no condenar lo que esos individuos hicieron. Pero claro que el ambiente general es tal que el público secular tiene un gran temor ante los religiosos,la religión y una eventual imposición de elementos religiosos. Pero como ya dije, este no fue el tema a mi criterio en los eventos de Iom Kipur.
P: Sin olvidar ni por un momento que este tipo de incidentes les pasaron también a ustedes, o sea que el problema no era la organización sino el acto de la oración en sí, le pregunto si acaso considera que el caso concreto de “Rosh Iehudí” específicamente influyó, por la naturaleza de esa organización. Y si considera que el hecho que había una decisión de la Suprema Corte prohibiendo las oraciones en el espacio público con separación, con todo el mar de fondo que hay en relación a la reforma judicial, puede haber influido en quienes fueron a molestar y atacar.
R: Por supuesto que sí. Es indudable que de fondo está el tema del desacato a la orden judicial. Pero hay que recalcar que en un Estado de Derecho ordenado, en una sociedad ordenada, no puede ser que cada uno se convierta en policía de la Suprema Corte. Para eso hay Policía y para eso está la municipalidad-en el caso de Tel Aviv- y hay que recordar que todos los días hay todo tipo de infracciones y violaciones de la ley pero no vemos esas actitudes. La Suprema Corte es muy importante y es necesario respetarla pero no puede ser pretexto para que cada uno haga lo que quiere y llegue inclusive a actuar violentamente. Entonces, si me pregunta si entiendo qué piensa la gente, qué está pasando, le digo que por supuesto que entiendo. Es algo mucho más amplio que la violación de esa decisión de la Suprema Corte. Hay aquí temor a que elementos religiosos se impongan en la realidad israelí, temor a una radicalización religiosa y a la imposición religiosa en el espacio público, por ejemplo en Tel Aviv. Pero no se puede traducir temores en acciones violentas.
¿Quiénes organizaron la plegaria en la Plaza Dizengoff?
P: Creo que sería oportuno explicar un poco qué es esa organización “Rosh Iehudí”.
R: La verdad es que no me resulta muy cómodo hablar de otra organización, pero sí puedo decir que mi concepción y la de ellos están lejos una de la otra como Oriente de Occidente. No los apoyo ni apoyo sus posiciones en muchos temas. Desde un punto de vista ideológico dentro del público conocido com “datí leumí” (A.J: la traducción literal sería religiosos nacionales, más que nada se refiere a religiosos que no son haredim, ultraortodoxos), ellos y nosotros discrepamos. Digamos que no somos amigos.
P: ¿Por qué?
R: En términos generales diré que ellos pertenecen más a la corriente que hoy se conoce como “Jardalí” (A.J: es una palabra que combina jaredí o haredí, o sea ultraortodoxo , con el ya mencionado concepto de datí leumí) o sea que tienen una línea más extremista. Son menos tolerantes, son una organización que tiene como objetivo convertir a judíos laicos en religiosos. Y no tienen vergüenza de decirlo abiertamente. Ahora después del tumulto que hubo, bajan el volumen. Pero a mí no me gusta que se haga teatro.Estoy absolutamente en contra de organizaciones que se dedican a convertir a judíos en religiosos.
P: El proselitismo no es una característica judía.
R: Pero eso es lo que ellos son. Mi discusión principal con ellos es sobre la concepción de qué es judaísmo. Pero estas discusiones internas, aunque son muy importantes, no son lo central ahora aquí. Para mí, este Iom Kipur, los judíos seculares que alteraron el orden tal cual lo hicieron, no actuaron así por la identidad de este grupo. No les importaba si era una oración de Rabanéi Tzóhar o de Rosh Iehudí.
No a la legislación religiosa
P: Mencionamos sólo al pasar el tema de la reforma judicial, ya que está claro que la tensión no se debe sólo a ella. Está también el tema de la fuerza que tienen partidos religiosos, que representan al 13% de la población solamente, pero que dado que son imprescindibles en la coalición, empujan una política y ciertos proyectos de ley que molestan a gran parte de la sociedad. Volvemos al temor de mucha gente. ¿Cómo se siente usted con esto?
R: Ante todo, no entro siquiera en la pregunta si tienen mayoría o no tienen. Creo que promover legislación en temas religiosos es un fracaso. No tendrá éxito y conducirá a más odio y alejamiento del judaísmo. Creo que lo que está pasando ahora es uno de los resultados del comportamiento de los líderes políticos religiosos que actúan con miopía, mirando a corto plazo, y no entienden que con lo que hacen están causando un terrible daño al judaísmo. La legislación que se empezó a promover, aunque creo que la mayor parte se detuvo, es dañina. Viene el vivo de turno, trata de promoverla, causa tanto daño y despierta tanto odio que la sepultan por unas semanas hasta que viene otro vivo y la vuelve a empujar. No es algo bueno para nada.
P:¿Está contra la legislación religiosa porque considera que esos temas deben venir de abajo, de la sociedad misma?
R: Porque considero que no es correcto dedicarse al tema de legislación sobre una base religiosa. No debe existir.Puede haber algunos casos muy excepcionales, pero la línea general, de guía, debe ser no promulgar leyes sobre temas religiosos
P: ¿Lo dice porque si se lo hace es inevitable entrar en algún elemento de imposición?
R: Exacto. En legislación religiosa siempre hay un elemento de imposición que conducirá a odio y hará más daño que beneficio. Siempre hay una tentación, un mal instinto de algún diputado que en algún momento tiene una iniciativa que por supuesto no tiene sentido ninguno , y que muy rápidamente queda claro que era una tontería. Pero el daño ya es difícil de corregir y la gente ya dice “otra vez los religiosos quieren decidir esto y lo otro”.Es nocivo.
P: Yo siempre pensé que el comportamiento de algunos partidos y políticos ultraortodoxos, que despiertan tantas críticas en la sociedad, se expresa equivocadamente en que crean rechazo hacia la religión. Si a mí, que no soy religiosa, me molesta que se cree ese sentimiento ,me imagino que a usted, que es una persona observante, le debe doler mucho.
R: Así es, exacto. Y a menudo pasa por tonterías, por cosas de las que está claro que no se gana nada sino que sólo se pierde pero cuando se dieron cuenta, ya es difícil corregirlo.
¿Y ahora qué?
P: Para terminar quisiera preguntarle cómo seguimos adelante, cómo se salva las diferencias entre las distintas partes del pueblo. Es que como ya dijimos antes, lo que ocurrió en Iom Kipur deriva del ambiente caldeado de los últimos meses.
R: Quisiera decir dos cosas. Primero, que lo que ocurrió esta año en Iom Kipur, fue muy triste, pero también hay algo que alegra , que debemos decirlo: fue protagonizado por una pequeña minoría. A pesar de todos los problemas y el lógico eco que tuvo, que sin duda arruinó el ambiente, fue producto de un grupúsculo al que en días normales ni se les habría prestado atención. Lo que convirtió esto realmente en un problema, en mi opinión, es que los líderes políticos no se presuraron a condenar lo que hicieron. Tendrían que haberlo condenado los líderes políticos de todos los ángulos y posturas, señalando que lo que ocurrió fue vergonzoso e inaceptable. Y de ahí podíamos pasar a otro tema. Y como no lo hicieron, nos vimos enfrascados en el debate sobre todo eso, su significado y demás. Pero en realidad, fueron como unos matones revoltosos que tiran piedras en el barrio haredi Mea Shearim. Así hay que verlos. Yo no creo que esa gente representa una corriente en el país. Son unos matones vándalos.
Dicho esto, debo manifestar mi decepción de Beni Gantz y Yair Lapid….
P: Líderes de la oposición.
R: Así es. No entendieron desde el primer momento que no se puede bajo ningún concepto, inclusive si fue desacatada una decisión de la Suprema Corte, justificar la violencia , no condenar el hecho que hubo allí quienes tiraron al piso libros de oración o golpearon a judíos en medio de la plegaria. Eso es indiscutible. Ante todo deberían haber condenado. Y después debían ver qué hay que hacer. Pero en lugar de que esos matones estén fuera del marco de la sociedad, parecía que se les daba legitimidad. Yo espero que se despierten y lo entienden.
P: Algo ya dijeron al respecto. ¿Qué hay que hacer a nivel nacional para salir de esta crisis?
R: El diálogo, en efecto, tiene que ser a nivel nacional. El liderazgo debe sentarse ante todo en Tel Aviv y de ahí debe salir hacia afuera, tratar los caminos para salir de la crisis en la que nos hallamos hoy. Cómo se crea un diálogo respetuoso sobre cómo debe y puede ser el judaísmo en el eStado de Israel. Y cuál es el espacio público en el país. No podemos dejar el tema de lado. Es hacia allí adonde debemos dirigirnos. Y realmente espero que logremos hacerlo.
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P: Entiendo que usted cree que no es tarde.
R: Para nada. Claro que no. El hecho que hayan sido algunos vándalos sueltos, da esperanza.
P: Es muy alentador hablar con usted Rav Stav. Muchas gracias y Shaná Tová.
R: Shaná Tová y Jag Sameaj.