Entrevistas

El resumen de dos jóvenes científicos uruguayos tras su viaje a Israel

Fueron galardonados con el premio "Luz y Verdad" de B´nai B´rith

El “antes y después” del Dr. Matías Castells y el Dr. Andrés Lizasoain

Dr.Andrés Lizasoain: “Fue una experiencia sumamente gratificante en todo sentido y viví momentos que no voy a olvidar nunca en mi vida”.

Dr. Matías Castells: “Israel es para los investigadores lo que Disney para los niños. Es uno de esos países que cualquier investigador sueña conocer, conocer a sus investigadores, las instalaciones, cómo se trabaja, y afortunadamente fue lo que hicimos nosotros en este viaje”.

 

Junto al Profesor Oren Kobiler en su laboratorio de la Facultad de Medicina en la Universidad de Tel Aviv

 

Hace unos meses, dos destacados jóvenes científicos, el Dr. Andrés Lizasoain y el Dr. Matías Castells, que desarrollan sus investigaciones y trabajos en el CENUR Litoral Norte de la UDELAR,  recibieron el tradicional premio “Luz y Verdad” de B´nai B´rith . El punto central del mismo fue, como siempre, la realización de un viaje especial a Israel, para el cual el Director del Centro Mundial de la institución en Jerusalem, Alan Schneider, organizó una ambiciosa agenda con puntos de especial interés para ellos.

Tuvimos el gusto de compartir varias horas con ambos en una cena en nuestra casa. Y ahora, aunque con cierta demora, recabamos su evaluación del viaje, combinación de sentimientos y aprendizajes.

A la distancia pero con sensación de cercanía, les enviamos las mismas preguntas a ambos.Esta es la entrevista.

Con Dr. Eitan Israeli, director del Barry Skolnick Biosafety Level 3 de la Universidad Hebrea de Jerusalem

 

P: Hace ya unos meses que volvieron a Uruguay de vuestro viaje a Israel, la linda tradición de B´nai B´rith con el premio que ambos recibieron como destacados jóvenes científicos. ¿Cómo se ve lo vivido con la perspectiva del tiempo, aunque corto, que quizás ya hizo posible que decanten las experiencias que tuvieron?

 

Matías Castells: En primer lugar, destaco el tema de la perspectiva del tiempo, que creo que en este tipo de experiencias hace que uno vaya dimensionando cada vez más la magnitud de lo vivido, y en este sentido, a medida que pasa el tiempo y me tomo un rato para pensar en todo lo relacionado al viaje, hace que éste sea cada vez más importante para mí. En términos generales, la experiencia fue maravillosa, de mucho aprendizaje científico pero también geográfico, histórico, cultural y religioso, y me llevo eso, lo completa que fue la experiencia de este viaje increíble.

Andrés Lizasoain: Queda un recuerdo muy grato de la experiencia. Pasó poco tiempo desde nuestro retorno a Uruguay, pero a nivel personal la vida ha sido un poco agitada. A los 15 días de regresar de Israel nació Matilde, mi segunda hija. Por lo tanto, la mayor parte del tiempo de los últimos meses se la he dedicado a mi familia.

P: Hermoso motivo para alterar la agenda. ¡Felicidades!

Andrés: Muchas gracias Ana. Volviendo a tu pregunta, la experiencia de conocer Israel, ha sido algo increíble. Fueron 15 intensos días, conociendo muchas personas, escuchando muchas historias, 15 días de mucha ciencia, de investigación muy variada, buscando interiorizarnos y contactarnos con la ciencia del más alto nivel del país. Cargar la mochila para después ver cómo trabajar con eso. La agenda siempre es apretada, y ausentarse 15 días del trabajo de docencia, investigación y extensión que realizamos en UdelaR, más el hecho de ser papá a los pocos días de eso, retrasa un poco el cronograma que uno se traza en la mente para ordenarse. Creo que el momento en que se podrá potenciar todo lo vivido en el viaje a Israel es cuando uno tenga que generar nuevos proyectos, buscar una nueva financiación, comenzar una nueva línea de investigación… y ahí será el momento de revivir el viaje, de leer las notas tomadas, escribir mails, y explorar las ideas que podemos ejecutar en conjunto. Por ahora, estoy intentando ponerme al día con todo lo planificado para este semestre, que por suerte, es bastante.

 

 

P: La agenda en estos viajes siempre se arma con alto nivel, de acuerdo a la especialidad de cada uno. ¿Qué les dejó la parte profesional de la visita? Sería bueno recordar adónde fueron, qué conocieron.

Andrés: Conocimos muchas ciudades buscando visitar distintos centros de investigación. Cuando le planteamos a los miembros de B´nai B´rith los lugares que queríamos visitar creo que se sorprendieron un poco, porque poder cumplir con la agenda requería recorrer todo Israel, lo cual implicaba una logística importante que debía sostenerse durante toda nuestra estadía. Pero también se sorprendieron porque era la primera vez que debían organizar visitas a más de 10 instituciones distintas para una agenda del premio Luz y Verdad. Creo que eso fue consecuencia de que era la primera vez que el premio era otorgado a dos personas al mismo tiempo, pero también sin duda se debió a que con Matías fuimos los premiados más jóvenes, y las energías y entusiasmo de la juventud nos llevó a trotar más que a caminar, a saltearnos almuerzos con tal de poder concertar una nueva reunión con un investigador que en principio no habíamos planificado (eso sucede cuando uno llega a una Universidad y comienza a hablar con la gente, por ejemplo), o a dormir poquito en Tel Aviv para levantarse temprano y evitar el tráfico para llegar a Haifa antes de las 8 AM.

 

P: Linda descripción. Buenos malabarismos para alcanzar todo.

Andrés: Así es. Te diré que a nivel profesional nos nutrimos de un montón de información y experiencias que los investigadores de Israel nos transmitieron. Por ejemplo, fue muy interesante conocer cómo cada centro, hospital, o Universidad se adaptó para combatir la pandemia de SARS-CoV-2, así como escuchar sobre el BioBank que posee el Rambam Institute (sería genial tener en Uruguay algo así). Un mensaje que nos quedó muy grabado de parte de los investigadores que conocimos en Israel, es que es importante vivir la experiencia de salir del país de uno y hacer investigación en centros del primer mundo. La mayoría de los jefes de grupo que conocimos habían estado en Europa o en los Estados Unidos. Creo que el viaje a Israel en lo personal, también se convirtió en una motivación nueva para realizar un post doctorado fuera de Uruguay, idea que por mi lado había comenzado a abandonar teniendo en cuenta que ya tengo 35 años y en la actualidad con una familia no es tan fácil tomar la decisión de irse del país. Veremos…

 

Matías : Mencionás Ana el alto nivel de la agenda y yo te diría más que alto nivel, considero que fue de altísimo nivel. Fue una agenda súper completa en cuanto a los investigadores con los que nos reunimos (que fueron de renombre) así como también en los tópicos, los cuales no fueron todos estrictamente en lo que hacemos nosotros actualmente y eso nos permitió también explorar otras cosas y de alguna manera abrir un poco más la mente a lo novedoso. Y por supuesto, nos dejó contactos más que interesantes para lo que se nos viene en nuestro camino científico.

Con el Dr. Itay Bar Or del Centro Médico Sheba

 

P: Una agenda como la que tuvieron ¿es algo que simplemente resulta interesante en el momento o que también aporta algo a la continuación de vuestro camino científico?

Matías: Ambas. Es decir,  aporta en el momento por lo que se vive, por los contactos realizados, por el conocimiento aprendido, en términos generales por la experiencia completa. También aporta, sin dudas, a la continuación del camino, y un poco esto último es nuestra tarea o responsabilidad de ahora en adelante. Tener presente lo vivido, y tratar de usarlo en el camino que estamos recorriendo.

Andrés: El camino científico a veces no depende solo de lo que uno quiera trazar. Hay limitaciones de todo tipo, también gratas sorpresas (¡como lo fue el premio de B´nai B´rith recibido!), y algunas decepciones de vez en cuando. La clave es aprender de todo lo que pase en ese camino.  El verdadero aporte de la agenda que tuvimos a nuestro desarrollo como científicos va a depender en gran medida de nosotros mismos, y de aquellos que nos acompañen, porque la actividad científica es, por sobre todas las cosas, una actividad en la que se necesita la sinergia de muchas personas.

 

 P: Concretamente ¿se puede resumir en unos puntos qué es lo que sacaron en limpio del viaje desde el punto de vista científico?

Matías: Creo que lo principal es que en Uruguay no estamos tan lejos, y aunque parezca una contradicción, a la vez sí lo estamos. Creo que hay capacidades instaladas en nuestro país, la diferencia se centra en la inversión que se realiza en I+D (investigación y desarrollo) en ambos países. Algo que llamaba mucho la atención a los investigadores en Israel era el plazo de los proyectos en Uruguay (usualmente 2-3 años), y eso lleva a que los montos sean menores (el monto anual entiendo que quizás –aunque menor en Uruguay– no variaba tanto, pero al ser por menos tiempo sí el monto total). También la posibilidad de salir de la zona de confort (temas de estudio e incluso país dónde realizar la investigación) y volver al lugar de origen con más experiencia, algo que la mayoría de los investigadores que visitamos habían realizado y recomendaban realizar. Y por supuesto, haber vivido en primera persona la importancia de la ciencia para Israel, así como el contacto con investigadores de primer nivel y poder conocer sus laboratorios.

Con Alan Schneider, Director del Centro Mundial de B´naiB´rith en Jerusalem, en la visita al Laboratorio Barry Skolnick  Biosafety Level 3 de la Universidad Hebrea de Jerusalem

 

Andrés:  Conocimos un montón de líneas de investigación, interesantísimas, diversas, algunas bien consolidadas y otras incipientes. Las conocimos de la mano de sus principales protagonistas, la mayoría investigadores principales de los laboratorios y grupos que visitamos. Una cosa es descargar un artículo científico de internet y estudiarlo, entenderlo… y otra cosa es conversar en el laboratorio de quien realizó esa investigación que luego fue publicada, rodeado de sus estudiantes, sus experimentos, su equipamiento, escuchar sus ideas y proyectos a futuro, y a su vez, poder contarles a que nos dedicamos en Uruguay y cuáles son nuestras proyecciones. Además, con algunos investigadores de Israel evidenciamos posibles colaboraciones científicas-académicas, que luego tendremos que ir dándole forma.

 

P: Después de haber conocido la situación en Israel de primera mano ¿dirían que está justificado el nombre de Israel en términos de investigación científica y tecnológica?

Andrés: Alcanza con conocer lo que Israel invierte en ciencia y tecnología para poder responder esta pregunta. Si a eso le sumamos todo lo que pudimos conocer en los 15 días que duró nuestra estadía en Israel, te diría que sí, por supuesto.

Matías: Sin lugar a dudas. Yo lo dije cuando recibimos el premio, que Israel es para los investigadores lo que Disney para los niños. Es uno de esos países que cualquier investigador sueña conocer, conocer a sus investigadores, las instalaciones, cómo se trabaja, y afortunadamente fue lo que hicimos nosotros en este viaje.

 

En la Universidad de Bar Ilan. El Profesor Ehud Weiss, el Director del Centro Mundial de B´nai Brith en Jerusalem Allen Schneider, el Dr. Matías Castells y el Dr. Andrés Lizasoain

 

 

Más allá de la ciencia

De paseo por el puerto de Iafo en Tel Aviv

 

P: Hablamos de la parte científica y profesional, pero como sabemos, en el viaje hubo mucho más .¿Con qué impresión se fueron de Israel?

Andrés: Me volví a Uruguay pensando en que quería volver a Israel… pensando mucho acerca de todo lo que no pude conocer, o lo que aun no entiendo del todo. Fueron 15 días de agenda, recorrimos muchas ciudades. La impresión es que es un lugar único por donde se lo mire, con muchos desafíos, con imperfecciones, y por donde seguirá pasando gran parte de la historia que se estudiará en los próximos 2.000 años.

 

Matías: Sinceramente una impresión bastante distinta a lo que me imaginaba. Me quedo con lo importante de conocer los lugares más allá de la información que se puede ver o leer, estar en el lugar siempre te da una idea mucho más acertada de cómo se vive y cómo es la realidad. La verdad que me encantó conocer Israel, las distintas ciudades, cada una con su encanto particular. Conocer el desierto, el Mar Muerto, las ciudades históricas pertenecientes a distintas civilizaciones, creo que es un punto geográfico donde podemos ver prácticamente toda la historia de la humanidad, lo cual sin dudas es maravilloso. Y no puedo dejar de mencionar la impresión de ver cómo conviven distintas culturas y religiones en un mismo lugar.

En Jerusalem, con Luis Marcovich, que los acompañó a diversos lugares y les explicó a fondo sobre los sitios que recorrían

 

 P: ¿Qué es lo que más les impactó?

Matías: En primer lugar confirmar la importancia de la ciencia para Israel, aunque esto ya lo esperábamos debido a los números relacionados a I+D. Creo que para destacar está sin dudas la preparación para lo que pueda ocurrir, en cada instalación que visitábamos, se notaba claramente que tanto las propias instalaciones como las personas, estaban preparadas para los posibles acontecimientos que pudieran ocurrir. Eso me llamó mucho la atención, como dice el dicho “más vale prevenir que curar”.

 Andrés: Algunas cuestiones de urbanismo, la confluencia de culturas y religiones, el memorial a las víctimas del Holocausto en Yad Vashem, y el nivel de investigaciones que se realizan principalmente desde el Instituto Technion o el Weizmann.

En el Centro Médico Rambam de Haifa con la Dra. Shlomit Yehudaí Reshef, Directora del Centro de investigación clínica, la uruguaya-israelí Yvette Mordetzki de la División de Investigación y la Dra. Ronit Almog, Directora de Epidemiología y del Bio Bank.

 

A modo de resumen

P: ¿Hay un antes y un después de un viaje así?

Matías: No tengo ninguna duda de esto, porque ya lo hubo, ya fue un antes y un después, y creo que como dije anteriormente, con el tiempo será aún mayor la dimensión de lo vivido.

Andrés: Por supuesto, fue una experiencia sumamente gratificante en todo sentido y viví momentos que no voy a olvidar nunca en mi vida. No solo por la posibilidad de conocer excelentes científicos que están en lugares claves de Israel como el Instituto Weizmann, el Technion, el Sheba Medical Center, la Universidad de Tel Aviv, el Instituto Rambam, entre otros, sino también por haber vivido algunas experiencias únicas como por ejemplo realizar una visita al World Holocaust Remembrance Center Yad Vashem, con el Prof. Gideon Greif como guía, haber conocido sitios importantísimos en la historia de la humanidad por todo Jerusalén, haber flotado en el Mar Muerto, o haber recorrido completamente las ruinas de la Cesárea. Además, este viaje me llevó a entender un poco más el conflicto árabe-israelí, y a ser más crítico aún con quienes dificultan la paz en la región.

 La foto, en la Sala de Nombres, al finalizar la visita.

 

 P: Ese es sin duda un gran tema que desde lejos suele no entenderse bien. Lo principal ¿aporta el viaje que realizaron a la investigación científica en Uruguay?

Andrés: El aporte que hago a nivel personal a la investigación científica en Uruguay es muy pequeño. Solo toma una dimensión importante cuando se visualiza a nivel del grupo de investigación en el cual me encuentro inserto, o a nivel del colectivo de investigadores que Uruguay tiene trabajando en temas de virología. Sin embargo, sé que tendré por delante oportunidades para consolidarme como científico, así como para formar recursos humanos en mis líneas de investigación y generar conocimiento con ciencia de calidad, tal como hoy lo hacen quienes son mis referentes en el país. En ese sentido, el viaje a Israel ha sido un impulso para alcanzar esas metas, en torno a las cuales trabajo diariamente. Creo que los aportes que este viaje hace en términos de enriquecer la investigación científica en Uruguay son modestos, pero se trata de un puntapié inicial, con un impacto que será significativo en la medida que el esfuerzo, la asociación con actores clave, y la existencia de apoyos sostenidos en el tiempo, se nucleen en torno a ideas de cooperación Israel-Uruguay, para lo cual uno está dispuesto a colaborar.

 

Matías: Esperemos que sí, es nuestra responsabilidad que así sea. Es el mayor reto que tenemos nosotros ahora, poder hacer que el viaje nos aporte no solamente a nosotros sino intentar volcar esa experiencia a la investigación en Uruguay.

 

 P: Que así sea. ¿Algo que quieran agregar?

 

Matias: Volver a agradecer a B´nai B´rith Uruguay por otorgarnos el premio y en especial a Eduardo Kohn de B´nai B´rith Latinoamérica. También a Carlos Batthyány, Cecilia Fernández y Ricardo Ehrlich, quienes nos eligieron para ser los beneficiarios de este tan prestigioso premio. Un agradecimiento muy especial a Alan Schneider por su cálida recepción en Israel, por todas esas horas de viaje con mucho aprendizaje para nosotros y por su gran disposición para hacer que nuestra estadía haya sido perfecta. Y por último, a mi familia, que me han apoyado siempre en este camino y que también lo hicieron para que pudiera viajar y aprovechar al máximo esa experiencia. 

 

Andrés: También yo quiero agradecer una vez más a B´nai B´rith, a cada uno de sus miembros en Uruguay, así como a Alan Schneider, del B´nai

B´rith World Center en Jerusalén. También a todos los uruguayos que nos recibieron en Israel con una hospitalidad inmensa, incluyéndote por supuesto a ti Ana.

 

P: Fue un verdadero placer. Y ahora, les deseo mucho éxito en la continuación del camino.

 

Matías y Andrés:  Muchas gracias.

Mirando la semifinal del mundial sub 20 entre Uruguay e Israel con comunidad de uruguayos viviendo en Jerusalem (Jabotinsky bar)

 

Ana Jerozolimski
(21 Septiembre 2023 , 19:04)

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