Compartimos una entrevista de años atrás con Matilde Rodríguez Larreta, viuda de Gutiérrez Ruiz.
El texto que reproducimos hoy aquí, es la entrevista que le realizamos a Matilde hace ya varios años, al cumplirse el cuadragésimo aniversario del golpe de Estado en Uruguay, para un número especial de “Semanario Hebreo” dedicado a la fecha. Pasó evidentemente mucho tiempo. Pero es un testimonio histórico, que nos parece vale la pena hoy volver a leer, ante un nuevo 20 de mayo, día recordatorio de los desaparecidos y víctimas de la dictadura militar uruguaya. Su esposo Héctor Gutiérrez Ruiz y Zelmar Michellini fueron asesinados en Buenos Aires en 1976. Este sábado, con el lema del "Nunca más", fueron recordados por el Partido Nacional.
Sea este recordatorio de una entrevista que para nosotros es histórica por los relatos que Matilde compartió, un homenaje a todas las víctimas de aquel horror.
Matilde Rodríguez Larreta, conocida figura del Partido Nacional, irrumpió trágicamente a la conciencia nacional cuando su esposo Héctor Gutiérrez Ruiz, entonces Presidente de la Cámara de Diputados del Parlamento uruguayo, fue asesinado junto al Senador Zelmar Michelini en Buenos Aires. El auto impuesto exilio de la familia en la orilla vecina, difícil de por sí por el alejamiento de Uruguay, era al menos la forma de salvar la vida cuando en el propio país la dictadura militar constituía una amenaza.
El golpe de estado en Argentina, cambió radicalmente la situación, y la conocida colaboración entre los regímenes militares del Cono Sur en el marco del “Plan Cóndor” se manifestó cruentamente .Gutiérrez Ruiz y Michelini fueron víctimas mortales de dicha alianza.
Matilde maniobra desde entonces entre el dolor personal y el nacional, la forma de usar su condición de símbolo por el asesinato para alcanzar una causa que considera justa y lo que fue durante mucho tiempo su propio protagonismo político en el marco del Partido Nacional.
Los símbolos, claro, no se terminaron con el crimen cometido por los militares en Buenos Aires, sino que aparecieron también ya en democracia. “En 1990 fuí elegida diputada y no puedo olvidar la tarde en que se instalaba el gobierno”, nos contó. “Estaba tratando de llegar a la sede de la presidencia para el saludo protocolar y un soldado me dejó pasar y me hizo la venia. Fue una imagen muy fuerte.”
Cuando se cumplieron 40 años del golpe, pedimos su opinión.
P: Matilde, Uruguay conmemora este jueves 27 de junio 40 años del golpe de Estado y el comienzo de la dictadura militar…Me imagino que para usted esto es, ante todo, un recuerdo personal muy fuerte porque fue el comienzo de un período muy oscuro en el que luego, en 1976, fue asesinado su esposo, el Presidente de la Cámara de Representantes, Héctor Gutiérrez Ruiz, en Buenos Aires, junto al Senador Zelmar Michellini…
R: Si, como todos los uruguayos sabía que comenzaba un período muy negro, desconocido para nuestra generación, con el agravante del hecho de que mi marido tuvo que exilarse "de la noche a la mañana" literalmente hablando. Y todo lo que supuso la ida a fin de año de toda la familia a Buenos Aires.
P: ¿Cuánto hacía que no lo veía o no hablaba con él?
R: Vivíamos todos juntos en el exilio en Buenos Aires. Fue hasta el año 76 una estadía amable, sin mayores problemas.
P: ¿Temía por él cuando se fue a Buenos Aires?
R: Teníamos el temor lógico de quien se siente perseguido por las autoridades de su propio país. Pero las cosas cambiaron desde el golpe de estado argentino en marzo del 76.
P: ¿Se logra separar el duelo personal de la situación difícil que vivía el país todo por la dictadura? Quizás no haya que intentar siquiera separar las dos cosas…pero debe ser difícil llevar un símbolo a cuestas para siempre…
R: Eso es todo un tema. El dolor de la familia amputada no se parece a nada. Pero sí, tuve que asumir casi permanentemente ese rol de símbolo y que fuera útil para las instancias de denuncia que sobrevinieron.
P: ¿Cómo fue su vida en la dictadura, antes y después del asesinato?
R: Antes del asesinato, como dije, convivíamos en Buenos Aires, yo visitaba Uruguay frecuentemente, traía los niños de vacaciones, mi padre estaba viejito y falleció en ese período. Después del asesinato, cuando vinimos a enterrarlo, ya nos quedamos mis hijos y yo en Montevideo. Ahí nos integramos a la vida de todos los uruguayos en aquel país tan gris y con tantas limitaciones.
P: ¿Temió alguna vez por su propia vida? El asesinato habrá hecho que todos se sientan más expuestos todavía seguramente..
R: Solamente durante el secuestro, sí pensé que me llevarían a mi también, pero desistieron ante mi resistencia. De vuelta en mi país, no tuve nunca ningún tipo de problema.
P: Le preguntaba antes sobre el duelo nacional y el particular..y me pregunto si le parece que todo Uruguay recuerda de la misma forma..¿Puede haber una memoria uniforme?
R: No , soy consciente que aún hoy, gente que se cree muy comprometida ni recuerda los hechos , o sus recuerdos son muy equívocos.
P: ¿Recuerda cómo se sintió cuando fue a votar en las primeras elecciones democráticas al terminar la dictadura?
R: Absolutamente., lo viví con mi familia como una fiesta democrática, así como en los episodios anteriores del proceso de democratización como el Plebiscito del 80 y las elecciones internas del 82.
Cinco años más tarde, en el 90, fuí elegida diputada y no puedo olvidar la tarde en que se instalaba el gobierno, estaba tratando de llegar a la sede de la presidencia para el saludo protocolar y un soldado me dejó pasar y me hizo la venia. Fué una imagen muy fuerte..
P: ¿Sintió que realmente se terminaba o temía que algo fallara a último momento?
R: No, ya nada podía ir para atrás. La dictadura estaba en retirada.
P: ¿Cree que Uruguay se repuso totalmente de esos años trágicos?
R: Quedan secuelas pero se hace un proceso de recuperación a medida que el tiempo pasa.
P: Matilde, usted siempre ha sido identificada con la lucha por los derechos humanos y es miembro de la comisión encargada del tema, en el Partido Nacional.¿No le parece que suele identificarse toda reivindicación relacionada a los derechos humanos con la izquierda y que se olvida a otros por el camino?
R: Ya no, pero por mucho tiempo se creyó que los sufrimientos provocados por la dictadura eran monopolio de la izquierda.
P. Aunque el tema hoy son los 40 años del golpe de Estado en Uruguay, dado que esta entrevista saldrá publicada en “Semanario Hebreo”, no puedo dejar de destacar su cercanía a la colectividad judía del Uruguay, su posicionamiento público en respeto de las víctimas del Holocausto y en condena a quienes niegan que la Shoá ocurrió..¿Ve un hilo conductor entre estas posturas y su condición de defensora de los derechos humanos en Uruguay? O sea..¿ambas cosas van de la mano?
R: Si absolutamente. Además de mis convicciones que se han demostrado en distintas acciones, pertenezco a una familia criolla muy identificada en la lucha contra el nazismo. Yo nací en 1941, en plena guerra y crecí en ese ambiente. Además, sería moda de la época pero de hecho me llamo Matilde Esther, mi madre se llamaba Sarah y otras tías Martha y Dorah.
P: Qué interesante esto que me cuenta ..Y algo me dice que no será tanto por una moda de la época…Muchas gracias por todo esto Matilde.
R: A ti Ana por el interés.