Grandes Expectativas - Ahogándose en Egipto - Arrogancia Oculta - La Educación Judía
No. 187
Shemot
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Horario de velas en Montevideo, Viernes 13/1 19.43 hs.
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GRANDES EXPECTATIVAS
Por Yossy Goldman
Nunca sabemos porque pasan las cosas ¿Siempre merecemos lo que la vida nos presenta sea bueno o malo? Permítanme compartir un mensaje de la parashá de esta semana que puede echar un poco de luz sobre los misterios de la vida y nuestros más altos destinos.
Esta es la parashá que describe el comienzo de la esclavitud del Pueblo Judío en Egipto. Moshé experimenta su primera revelación oficial divina en la zarza ardiente. Allí se le encarga la formidable misión de enfrentar al faraón y demandar “dejar salir a Mi pueblo”. Moshé está lleno de preguntas y repetidamente busca reaseguros de D-os.
En un intercambio en la zarza, Moshé pregunta “¿Quién soy yo para presentarme ante Faraón y sacar a los hijos de Israel de Egipto?” Rashí interpreta la primera parte de la pregunta como Moshé dudando de sus propia capacidad para convertirse repentinamente un actor en la corte del rey. En forma típicamente humilde, Moshé no se ve a sí mismo digno de desafiar al poderoso monarca de Egipto. La segunda parte del versículo es explicada por Rashí como cuestionando el merecimiento del Pueblo Judío. ¿Que han hecho realmente para merecer una redención milagrosa?
A lo que el Todopoderoso le contesta, primero, que no tenga miedo ni dudas, “pues Yo estaré contigo”. Y segundo, “esto será tu señal que Yo te he enviado: cuando saques al pueblo de Egipto, servirán a D-os en este monte” (Shemot 3:12).
Ahora, es muy lindo saber que esta montaña es, de hecho, el Monte Sinaí y que el encuentro de la zarza ardiente ocurrió en ese mismo monte. Pero ¿dónde está la respuesta de D-os a Moshé de la segunda pregunta? Le preguntó “¿quién soy?” y D-os le respondió directamente y dijo que no se preocupe “Yo estaré contigo”. Pero a la pregunta de por cual mérito Israel merecía la redención no vemos ninguna respuesta. Que ellos “servirán a D-os en este monte” no parece para nada relevante a la discusión.
Aquí es donde comprendemos algo fascinante dentro de los intrigantes e infinitos caminos de D-os. D-os estaba diciendo que no era necesariamente por lo que habían hecho en el pasado que estaba dispuesto a redimir al Pueblo Judío, sino por lo que El anticipaba de ellos en el futuro. En ese mismo monte ellos recibirán la Torá; se convertirán en sus mensajeros elegidos para ser una luz entre las naciones; serán los abanderados del estándar moral para todo el mundo. No importa lo que hicieron o no en el pasado. D-os tenía grandes planes para esta nación y todo comenzaría con el éxodo inminente.
Que poderoso mensaje para todos nosotros. A veces, las bondades que D-os hace con nosotros no son por lo que fuimos sino por lo que nos permitirán convertirnos. No es por lo que hicimos sino por lo que haremos.
Conozco un hombre que a mediana edad tuvo un ataque al corazón casi mortal. Afortunadamente, su vida fue salvada por la pronta intervención de paramédicos y cirujanos. Cuando lo visité en el hospital estaba abrumado por una idea: su deuda a D-os, el Curador de toda carne. “Rabí”, dijo, “estaba moribundo. ¿Qué hice para merecer este regalo de vida?”
Así que compartí con él el Rashí mencionado antes y le dije que puede no ser algo que haya hecho en el pasado sino algo que haría en el futuro. Quizás D-os le dio un nuevo período de vida por alguna razón. No solo para disfrutar más años con su familia sino para hacer algo significativo para D-os, para Su pueblo y para el mundo. La confianza de D-os probó ser justificada. El hombre pasó a profundizar sus compromisos espirituales personales y también hizo una contribución significativa a la vida comunal judía.
Así que, si alguno de nosotros es beneficiario de una bendición especial de Arriba, en vez de palmearnos en la espalda y concluir que debemos de haber hecho algo admirable para ser así recompensados, preguntémonos qué debe de esperar D-os que hagamos con esta bendición en el futuro. ¿Cómo podemos usar esto para reforzar Su trabajo en la tierra? Bendiciones especiales llevan consigo responsabilidades especiales.
Que cada uno de nosotros desarrolle todo el potencial que D-os ve en nosotros y lo usemos para nuestro propio desarrollo moral y de alguna manera mejorar el mundo a nuestro alrededor.
AHOGÁNDOSE EN EGIPTO
"El Faraón ordenó a todo su pueblo: 'Deben arrojar al Nilo todo varón que nazca, pero deben dejar a toda niña vivir.'" (Shemot 1:22)
Al ordenarle a su pueblo que dejen “a toda niña vivir”, el Faraón pretendió que las niñas judías fueran criadas como egipcias. Por lo tanto decretó que los varones sean matados físicamente y que las niñas sean matadas espiritualmente. El decreto de arrojar a los varones al Nilo también alude a sumergir a los judíos en la cultura egipcia, dado que los egipcios adoraban al Nilo como fuente de su sustento y cultura.
Egipto es el prototipo de todos los exilios. En todos los exilios, la cultura dominante nos urge a que eduquemos a nuestros hijos a su forma, prometiendo que ese es el camino para lograr el éxito material y social. Tal como en Egipto, el resistir la seducción de dichas promesas y asegurando que nuestros hijos se eduquen para apreciar los valores de la Torá es lo que garantizará su felicidad material, social y espiritual, como también su libertad de las cadenas del exilio.
Torá Or 49a ff; Or HaTorá, Shemot, pág. 11. Sefer HaMamaarim 5737, pág. 118. Likutei Sijot, vol. 3, págs. 843-848, vol.16, págs. 34-37, vol. 26, págs. 301-305.
Éxodo (Shemot) 1:1 – 6:1
La primera sección del libro de Éxodo comienza listando los nombres (Shemot en Hebreo) de los hijos de Jacob, y luego relata el aumento de sus descendientes hasta convertirse en una nación y su esclavitud en Egipto. A medida que las condiciones de la esclavitud empeoraron, los judíos clamaron a D-os. Entonces D-os encarga a Moisés con la misión de liberar al pueblo judío de la esclavitud para que reciba la Torá. D-os les informa que el propósito de su redención es que puedan asumir su rol como líderes morales de la humanidad, dirigiendo al mundo hacia su objetivo Divino: servir como el verdadero hogar de D-os.
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SIN DUDAS
Por Yerachmiel Tilles
Hace muchos años, viajaba en un autobús en Tel Aviv y entablé una conversación con el hombre que se sentó a mi lado. Parecía tener sesenta años, estaba prolijamente afeitado y llevaba una kipá que indicaba que era un judío observante. Le conté que yo había estudiado filosofía. Él sonrió, me preguntó si había oído hablar de un famoso filósofo secular judío, existencialista, ya que tenía una historia interesante para contarme. (Era tan interesante que bajé del autobús cinco paradas después de la que pensaba.)
- "Cuando era un joven, en Alemania, asistí a una de las conferencias del profesor Buber acerca de 'Cuentos de los Maestros Jasídicos'. El hombre era un orador inteligente, un cuentista cautivador que me mantuvo literalmente fascinado durante toda su charla que duró varias horas."
"Pero después de la conferencia, cuando con muchísimo entusiasmo me puse de pie para aplaudir, la persona que estaba sentada a mi lado, me golpeó en el hombro y dijo: 'No se sienta tan exaltado. No estoy seguro de que el profesor preste atención a los preceptos básicos de la Torá'."
Yo estaba espantado por lo que me decía. ¡La conferencia era acerca de temas jasídicos y de Rebes!
- "No se preocupe", agregó serenamente, "no es Lashón Hará (hablar mal de otro iehudí) él está orgulloso de ello. Vaya y pregúntele."
Me aproximé al podio donde el profesor estaba rodeado por sus admiradores y le pregunté: - "¿Es verdad que usted no observa los preceptos?"
Él me miró con ojos inteligentes y dijo con un tono de misericordia: - "Mi estimado joven, hay muchos niveles de conocimiento religioso y observancia. Existe el Judaísmo de Moisés que depende de la Palabra Escrita y las Mitzvot y existe el de Abraham; una pura conexión intelectual que es sin dudas la verdad. Y ése es mi nivel."
Yo lo miraba en un shock y dije: - "¡Pero esto es contrario a todo lo que usted ha hablado acerca de los maestros jasídicos!. ¡Y si me pregunta, es sin dudas nada más que puro egoismo!"
- "Usted es aún muy joven", me contestó, "cuando sea mayor, entenderá."
- "Bien", mi vecino de asiento continuó, volviendo sus ojos a los míos. "Unos años después vino la guerra. Pasé por los campos de concentración. Vi asesinar a mis padres, a mis tres hermanos y cuatro hermanas. Estuve allí durante cuatro años que fueron como cien de infierno. Pero entonces, un día finalizó. Usted tiene que bajar pronto probablemente, por lo que le haré corta la historia".
"Unos años después de que la guerra me mudé a América con mis parientes y viví en Los Ángeles cuando vi un anuncio en un periódico judío que decía que el famoso profesor iba a hablar en un salón de conferencias. Compré una entrada y fui. Allí estaba el mismo hombre, un poco mayor, con las mismas historias y las mismas conclusiones filosóficas. Esperé hasta que terminó, caminé a él y le dije:
- "Profesor ¿me recuerda?"
Él agitó su cabeza, "no".
Yo continué, - "Bien, hace aproximadamente quince años en Berlín le pregunté por qué usted no cree en la Torá y usted contestó que yo entendería cuándo me hiciera mayor. Bien, quiero que sepa, profesor, que he crecido muchísimos años desde entonces y puedo decirle que, sin duda, ¡¡usted está completamente equivocado!! No existe algo así como Judaísmo sin preceptos."
Me miró y dijo: - "¡Usted haga su Judaísmo y yo haré el mío!"
Le contesté: - "Usted haga su Judaísmo... ¡Y yo haré el de D-os!"
ARROGANCIA OCULTA
Por Yossy Gordon
Uno de los seguidores de Rabí DovBer de Lubavitch (el "Miteler Rebe", 1773-1827), era conocido por estudiar y orar con gran devoción, y por mostrar modales amables y gentiles hacia los otros. Sin embargo tenía un grave defecto de carácter. Admiraba grandemente sus propias virtudes. Temeroso de estar convirtiéndose en arrogante, el jasid decidió dirigirse a su Rebe por consejo. Tras escuchar al jasid describir su predicamento, Rabí DovBer permaneció en silencio por un momento, y luego respondió:
"Cuando D-os creó al mundo, creó el bien y el mal. Luego que esos dos elementos comenzaron a existir, vinieron ante D-os y preguntaron por sus respectivas misiones. 'Extiende la luz del bien y la bondad por el mundo' ordenó D-os al Buen Lado. 'Esto se logra haciendo que la gente tome conciencia de su Creador.'
Luego D-os ordenó al Lado Malo que combatiera al bien, dando de esa forma a la gente la opción y la oportunidad de vencer la adversidad. El Lado Malo preguntó '¿Podré hacer mi trabajo? ¿La gente me escuchará?' Cuando el Creador respondió en forma afirmativa, El Lado malo pidió que se le dijera su nombre. 'Serás llamado Serpiente', dijo el Creador.
Al oír esto la Serpiente se preocupó. Temía ahora que su solo nombre asustara a la gente y arruinara su misión. 'No temas', le aseguró D-os, 'tendrás éxito'.
“Y realmente la Serpiente tuvo éxito al llevar a Eva a pecar, convenciéndola que comiera del fruto prohibido en el Jardín del Edén y que compartiera su pecado con Adán. Tras comer del mismo fruto, D-os expulsó a la pareja del Edén, y así comenzó toda una vida de desafíos.”
"Sin embargo, cuando Adán y Eva se dieron cuenta de su pecado, se arrepintieron completamente y lograron expiar su error. Viendo la santidad que ahora permeaba sus vidas, la Serpiente vino ante el Creador nuevamente. 'Destrúyeme', imploró. '¡Ahora nunca podré tener éxito!'
"'No temas', respondió el Creador. 'Cambiaré tu nombre por el de Ángel de la Muerte. Nadie te reconocerá'.
"El Lado Malo, disfrazado como el Ángel de la Muerte hizo su siniestro trabajo por generaciones, hasta que nuestros antepasados Abraham y Sara comenzaron a difundir el conocimiento de D-os a su alrededor. Desesperado el Ángel de la Muerte se quejó nuevamente que su trabajo era muy difícil, por no decir imposible. 'No temas,' dijo el Creador 'Cambiaré nuevamente tu nombre. Desde ahora serás conocido como Satán. Nadie te reconocerá'.
"Así el Satán comenzó su carrera. Su trabajo iba bien hasta que hizo su aparición Moisés. Cuando comenzó a enseñar la Torá, el Satán ya estaba listo para arrojar la toalla. Se presentó ante el Creador pidiendo un final misericordioso, ahora se sentía verdaderamente inútil. Nuevamente su nombre fue cambiado. Esta vez se lo llamó 'Arrogancia'.
"Ahora la Arrogancia comenzó su carrera. Esta vez su disfraz era tan bueno que hasta penetró a las casas de estudio de Torá. Cuanto más estudia un verdadero sabio, más se da cuenta de cuán poco sabe realmente. Sin embargo, bajo la influencia de la Arrogancia, la gente estudia y no es humilde con sus conocimientos. En cambio asumen aires de superioridad y miran hacia abajo con desdén a los iletrados. Por supuesto endulzan estos sentimientos clamando que defienden la dignidad de sus conocimientos, no la de ellos mismos.
"Esto continuó hasta que el Rabí Israel Baal Shem Tov llegó al mundo. Reveló la verdadera unidad de D-os, ante el que todos son iguales, no importa su nivel de erudición.
"Nuevamente el Lado Malo se presentó ante el Creador, disfrazado de Arrogancia, pidiendo un final misericordioso. Nuevamente su nombre fue cambiado. Esta vez, en lugar de ser simple Arrogancia, sería conocido como 'Temor a la Arrogancia'. Al ser menos osado que la simple Arrogancia, el Temor a la Arrogancia puede hacer su trabajo en paz.
"'Ahora escúchame”, concluyó el Miteler Rebe. “Debes saber que el Temor a la Arrogancia es Arrogancia, quién es el Satán, quien es el Ángel de la Muerte, ¡quien es la Serpiente misma! ¡Rápido, échala de tu casa porque tu vida está en peligro!'"
iSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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