Recientemente se llevó a cabo la ceremonia de entrega de los premios Bartolomé Hidalgo y Karina Macadar tiene su estatuilla en la categoría libro álbum ilustrado, por su libro “Alboroto Animal”. Decir que está feliz, es quedarse corto.
Karina Macadar nació en Montevideo en 1982 y ya ha cumplido los 40. Es Licenciada en Comunicación Publicitaria y tiene un Diploma en Dirección de Marketing. También estudió Profesorado de Inglés y actualmente se desempeña como jefa de Marketing de SEMM, emergencia médica. Trabajó durante algunos años como maestra preescolar, y otros tantos en el mundo del marketing y la comunicación. Pero para nosotros es más que nada, escritora de libros para niños.
“Ahora miro hacia atrás y pienso que el interés de trabajar con niños quizás haya comenzado durante la adolescencia, ya que disfrutaba mucho de ser madrijá (líder) de los más pequeños en mis años en el movimiento juvenil Jazit”, nos dice. “Más adelante, en mis años de maestra preescolar, descubrí la magia que tienen los cuentos para los niños, y así me fui convirtiendo en una apasionada de la literatura infantil”.
A esta edad, es muy temprano para hacer resúmenes, pero Karina puede sí poner en orden lo logrado hasta ahora.
“A mis 35 años, luego de haber plantado un árbol y de tener los dos hijos más maravillosos del mundo, logré cumplir un sueño: publicar mi primer libro “Repite, Lorenzo repite”, con Editorial Recrea (Chile).
En 2017 pude cumplir otro sueño al publicar en Uruguay “Elefanman al rescate”, con Editorial Santillana y en 2018 “La Vaca astronauta”, también con Editorial Santillana.
En 2019 se publicaron dos nuevos títulos: “El ciempiés con olor a pata”, con Editorial Santillana, y “La pijamada en el bosque”, con La Brujita de Papel, en Argentina. Luego en 2021 fueron publicados: “Campeonato en el bosque”, con la Brujita de Papel, y “¿Quién le saca el hipo a Gertrudis?”, con Editorial Santillana. Y en 2022 el sueño se alborotó… Publiqué “Alboroto Animal” también con Editorial Santillana, con el que logré el reconocimiento del premio Bartolomé Hidalgo”. Cabe destacar que las ilustraciones son de Nat Cardozo.
Y esto es pues, el motivo de esta entrevista.
P: Karina, ante todo, felicitaciones por haber recibido el premio Bartolomé Hidalgo. Imagino tu emoción. Recordanos por favor de qué se trata el libro tuyo que fue galardonado.
R:La emoción fue inmensa. Para mi fue un gran reconocimiento a lo que amo hacer, y a su vez un mensaje muy potente para todos los niños, y en especial a mis hijos, de que con perseverancia, constancia y pasión los sueños se pueden lograr.
“Alboroto Animal” es un libro que habla sobre las emociones de los niños, y también de los adultos. A través del humor, y de diferentes animales que aparecen dentro de Felipe, el protagonista de esta historia, busqué representar situaciones cotidianas de los niños y niñas, para que puedan sentirse identificados. Por poner un ejemplo, a Felipe no le gusta lavarse los dientes, y cuando llega el momento de hacerlo, aparece el cocodrilo Paco, que le castañetean los dientes del miedo a la pasta dental. Cuando tiene ganas de comer, el león Antonio ruge feroz hasta que su mamá llega con la porción de pascualina, y entonces su boca se cierra como con un pegamento. Así van apareciendo en Felipe los distintos animales, que si se presentan todos juntos… se arma un tremendo alboroto.
Muchas mamás y papás nos enfrentamos a diario con este tipo de luchas por lograr que nuestros hijos sigan las rutinas diarias: bañarse, irse a dormir temprano, etc. ¡Al menos a mí me pasa muy seguido! Por eso el libro busca la complicidad y empatía con estas mamás y los papás, y también pone de manifiesto la mirada del adulto, que intenta ayudar al niño a regularse, pero que puede verse en algunos momentos desbordado.
En mi caso, me siento muy reflejada en la mamá de Felipe que abraza, contiene, adora los mimos y que repite una y mil veces: “a lavarse los dientes, a bañarse y a dormir”; pero que también, sin desearlo, puede convertirse algunas veces en loba.
P: ¿En qué cambia tu quehacer, tu dedicación a la literatura infantil, un reconocimiento de este tipo, de alcance nacional?
R: No creo que cambie mi quehacer porque para mí escribir es una parte muy importante de mi vida, casi como una necesidad vital, así como comer o dormir, y eso es independiente al reconocimiento. Pero lo que sí te puedo decir es que este reconocimiento es un mimo al alma; un impulso y una dosis de energía para seguir adelante y para hacerme el tiempo (que no abunda) para seguir creando. El poder llegar a distintos lugares del país es muy lindo y reconfortante. “Alboroto Animal” ha estado presente en distintas escuelas y, gracias a la tecnología, me permitió tener un contacto más directo con los lectores. Este año he tenido el privilegio de intercambiar mensajes y charlas con niños de distintas partes del país, y fue sumamente enriquecedor.
P: Creo que un elemento muy emotivo en todo esto es que dedicaste el premio a nuestra querida Gaby Fleiss, lamentablemente fallecida, aunque siempre muy presente. Ustedes eran amigas y compartían esta pasión.
R: Éramos muy amigas y compartimos juntas el placer y disfrute por la literatura infantil. Ella publicaba también con la Editorial Santillana y compartíamos ese mundo literario al que ambas nos hacía muy feliz. Me gustaba ir a la biblioteca de Gaby a ojear libros, compartir opiniones, o perdernos entre letras e ilustraciones. Sin lugar a dudas Gaby sigue muy presente en mi vida, y en la de mi familia también. Por eso al recibir este premio se lo dediqué a dos personas que no están más acá físicamente, pero las siento muy cerca mío: a Gaby, y a mi abuela Renée.
A ambas las recuerdo con muchísimo cariño, y sentí que al recibir el premio ellas estaban ahí, conmigo, recibiendo ese reconocimiento.
P: ¿Cómo es tu vivencia de escribir? ¿Tenés un método ordenado o simplemente va saliendo la historia de tu cabeza? O de tu corazón…
R: ¡Ay ojalá tuviera un método ordenado! Por lo general la historia está entreverada en mi cabeza durante algunos días, y trato cuanto antes de llevarla al papel. No tengo un momento exacto para crear. Las ideas me surgen de distintos lados: de lo que pasa a mi alrededor, de curiosear por la calle, de un sueño, una ducha, una charla, y por supuesto del corazón. La emoción es una gran fuente de inspiración, así como las situaciones que atraviesan mis hijos en su cotidianeidad. De alguna forma a través de mis libros, busco también acompañar su crecimiento.
Hay veces que las ideas se cuelan tarde en la noche y me provocan insomnio, y otras son más respetuosas de mi sueño y aparecen de mañana. Llegan. Y así como llegan, si no las plasmo rápidamente se van… O me olvido de partes importantes. Por eso a veces me resulta muy gracioso encontrarme por la calle hablando sola, mandándome audios a mí misma, tratando de poner en palabras lo que estoy imaginando. Después me escucho y transcribo…
P: ¿Probás con tus hijos si un libro es bueno? Recuerdo que Gaby contaba que le leía a Uriel los libros, antes de que tengan por cierto ni un dibujo…
R: ¡Sin dudas! Son mis conejillos de indias; mis hijos y mi esposo. Y tomo muy en cuenta sus opiniones. Recuerdo que el título “Alboroto Animal” salió de una lluvia de ideas familiar, después de leerles el cuento, en una tarde lluviosa de verano en nuestras vacaciones de Punta del Diablo.
P: ¿Cuán importante es para vos tener una devolución de los niños?
R: Es muy importante, porque los niños son muy sinceros; son los verdaderos críticos. Para ellos escribo y si la historia no logra atraparlos, sé que no la volverán a elegir. Pero también es importante que el libro dialogue con el adulto. Por eso creo que hay otros temas importantes a tener en cuenta cuando un libro llega a las manos de un pequeño, pero a su vez gran lector:
1. Las ilustraciones
A lo largo de todos mis libros he logrado trabajar con grandes ilustradores. En el caso “Alboroto Animal” Nat Cardozo aportó magia a la historia. El libro atrapa desde su tapa. Por eso el Premio Bartolomé Hidalgo es un reconocimiento al trabajo en equipo junto con Viviana Echeverría, mi editora de Santillana a quien adoro, y Nat Cardozo.
2. El rol del adulto que lee
Cuando los niños aún no leen solos la lectura queda bajo la responsabilidad del adulto, y de la emoción y ganas que le ponga al leer. Considero fundamental el estar realmente presentes cuando leemos, sin otras interrupciones como puede ser el celular, y disfrutar del momento de conexión que se genera en ese ratito tan especial. Por eso considero importante que de alguna forma el libro conquiste al niño, pero también al adulto.
P: ¿Hay un secreto para un buen libro infantil?
R: No creo en las recetas mágicas. Creo que el mayor secreto es el amor que se le pone al libro, y el pensarlo desde la mirada del niño, sin subestimarlo. Como ya dije, las ilustraciones son una pieza fundamental.
Después dependerá de cada lector y lo que se pretenda del libro. Hay historias que buscan divertir, emocionar, identificarse con lo que le está pasando al niño, proponer temas para conversar, invitar a viajar o a soñar… y un millón de otras ventanas que se pueden abrir con un libro infantil.
P: ¿Qué hay de tu propia niñez, del hogar en el que creciste, en tus libros infantiles?
R: Nunca me había puesto a pensar en esto… Creo que en mis libros infantiles aparecen rasgos de mi infancia y de mi familia. En el libro “Elefanman al rescate”, por ejemplo, Rolando quiere ser un superhéroe y convertirse en Elefanman; cree que no tiene ningún poder, y sin embargo tiene el más importante: el poder de ayudar a los demás. En este sentido, mis padres siempre se preocuparon por enseñarnos valores como la solidaridad, la ayuda al otro y la empatía. Teníamos largas charlas familiares… Y estos valores se ven plasmados a través de mis distintos libros.
A su vez creo que todos mis libros, o casi todos, son atravesados por el afecto: como un abrazo de trompa, el mimo de una mamá, el apoyo de la familia y amigos para cumplir un sueño. En este sentido, al leerlos, me traslado a mi infancia y a los abrazos con mi abuela, el beso esquimal que nos daba mi mamá, el apoyo para que seamos felices estudiando lo que quisiéramos.
Tuve el privilegio de crecer en un hermoso hogar, creativo, divertido y afectuoso, y estoy convencida que eso dejó también una huella en lo que escribo.
P: ¿Algo que quieras agregar?
R: ¡Muchas gracias por la entrevista!
P: A vos Karina. Te deseo que sigas cosechando éxitos.
R: Muchas gracias.