Agradecemos a Silvia Baro el contacto para entrevistar a Facundo
Este jueves por la noche arribó a Israel Facundo Arana, a quien sus admiradores israelíes recuerdan más que nada por su rol estelar en “Muñeca Brava” y “Chiquititas”. Esta vez, se presenta con su espectáculo “En el Aire” por el cual recibió el premio Estella del Mar al mejor unipersonal y 3 Premios Carlos por mejor unipersonal, mejor actor protagónico y mejor libro.
En una co-producción argentino-israelí dirigida por Manuel González Gil que evidentemente entusiasma profundamente al propio Arana, se presenta este viernes y el domingo en el Mishkat Omanuyot Habamá en Raanana.
Facundo irradia pasión por lo que hace y agradecimiento por lo que tiene y ha hecho en su vida.
Comenta que “el hecho que la gente te salude por la calle es la confirmación de que todas las cosas han salido bien, de que te fue bien, de que te salió todo bien y por eso te quieren saludar”.
Y sin duda, en Israel se topará con distintas situaciones así ya que se lo recuerda bien de la pantalla chica. Las telenovelas, especialmente las argentinas-y luego de otros lares en América Latina, así como hoy en gran medida las turcas- marcaron el comienzo de una época en israel en los años 90. Hasta ahora uno se topa con jóvenes que aprendieron español de la tele. Facundo Arana tiene sin duda un lugar clave en ese mundo.
Hace poco, de cara a su visita, mantuvimos por zoom una entrevista con Facundo, que puedes ver aquí completa.
Ya al comenzar sus presentaciones en Israel. Publicamos un resumen de esa entrevista, por escrito.
P: Facundo, esta no es tu primera visita a Israel. Estuviste también en pleno éxito de Muñeca Brava.
R: Así es. Fuimos a Israel con “Viva 2000”, y ahí pude ver de primera mano lo que estaba pasando en el mundo respecto a la telenovela, que fue impresionante.
P: Recordemos que Viva es el canal que lanzó las diversas telenovelas, fundado por el empresario argentino israelí Yair Dori. Así que aquel, fue el primer viaje a Israel.
R: Así es. En el 2000, si, poco tiempo después de terminar de grabar la novela fuimos allá y yo no lo podía creer. Además fueron cuatro días que estuve allá en Israel, y fueron cuatro días que no me los olvido más, era tal la excitación que tenía que yo no podía dormir. Todo esto lo había armado Yair Dori, había llevado a todas las figuras de las novelas de ese entonces, a todos los más importantes, los había llevado a Israel, donde hizo un festival enorme, una fiesta inmensa en un teatro maravilloso, y donde nos hizo sentir las personas más importantes de la Tierra, a todos.
P: Para la juventud estoy segura, más que nada para las jovencitas, aunque no solo, era una locura total, tenerlos a todos acá era como tocar el cielo con las manos, y le dio una legitimidad a todo el género de las telenovelas.
R: Sí, sí, fue muy impresionante, imagínate vivirlo. Fue una fiesta, me acuerdo me acuerdo que yo podía darme cuenta de que era algo que no iba a poder olvidar nunca en mi vida, estaba realmente muy feliz. Y además muy feliz porque me contaban que “Muñeca brava” allí se pasaba en castellano, tal cual lo hacíamos nosotros, y que la subtitulaban. Entonces fue buenísimo, porque empecé a empecé a notar, y me contaban, que mucha gente aprendía español con las telenovelas. Es muy insólito, muy raro, muy loco. Yo sé decir ken, lo, nada más.
P:Bueno, se empieza por algo, ahora en el próximo aprendés algunas más.
R: Sí, sí, pero es realmente muy lindo cómo se puede comunicar, porque te das cuenta que una telenovela es una historia de amor, y en este caso era una comedia, y te das cuenta de que no importa en qué lugar del mundo se vea esa historia de amor, el amor es amor, acá y allá. Y la forma de contar era muy linda, y se percibía exactamente lo mismo que nosotros queríamos contar desde acá en Israel, que geográficamente queda del otro lado del mundo, pero el mundo nunca es grande cuando se habla de amor.
P: Yo me acuerdo que en determinado momento el Instituto Cervantes, que está abocado a la difusión de la cultura española en el mundo, publicó un folleto en el que estabas vos, estaba Gustavo Bermúdez, para enseñar español, todo a través de cosas de las telenovelas. Por eso digo que dio mucha legitimidad al género. El Instituto Cervantes usando eso para enseñar, era increíble.
R: La telenovela es un medio, puede ser una telenovela, un cómico cualquier cosa, pero ahí tenés, nos pasó, nos ocurrió, yo lo vi y lo viví. Son cosas que son muy fuertes y que no me las voy a olvidar nunca. No es que estás todo el tiempo viviendo cosas de ese nivel de intensidad y de enormidad. Viajar a Israel, que además nos recibieron con una calidez tal que no me lo olvidé nunca más. Yo volví a Israel en 2014, y vuelvo ahora, y no me lo olvide, es como si hubiera estado durante años allí. Tengo amigos que conocí en ese tiempo, han venido en algún momento a Argentina, nos hemos juntado y todo, pero nos vemos solamente cuando ellos vienen a Argentina yo voy a Israel, y somos muy amigos, pero muy amigos.
En Israel nos trataron como si como si fuéramos las personas más importantes de la tierra. Cada vez que volví allá me hicieron sentir así. Son enormes anfitriones, grandes amigos. Así lo siento y así lo vivo. Todo funcionó a la perfección, nos divertimos mucho, la gente se divirtió mucho, y yo tengo recuerdos maravillosos, maravillosos.
P: Y ahora vamos a hablar también del nuevo viaje, por supuesto, porque se acumulan vivencias. ¿Qué te dejaron esos viajes anteriores, a vos como persona y como artista?
R: Me dejaron amigos, y cuando de un lugar vos te llevas a amistad, calidez, abrazos innumerables, cantidad de gente con la que te viste a los ojos y un instante alcanzó, y dejaste todo lo mejor de vos…. La verdad es que me dejó un montón de cosas. Me dejó innumerables recuerdos, innumerables abrazos, contados excepcionales amigos que son para siempre, y no es poca cosa para haber ido dos veces durante poquitos días. No lo puedo explicar. He ido a otros lugares del mundo durante mucho más tiempo a hacer cosas muy relevantes para mí, y no me ha pasado que me quedara todo tan grabado como cuando fui a Israel.
P: Qué lindo, qué suerte que es cierta esa expresión “No hay dos sin tres”…
R: Sí, sí. Estoy muy feliz. Además fueron tres viajes completamente distintos, porque en uno fui a presentarme para el “Viva 2000” y recuerdo como algo muy impresionante todo lo que se vivió allí, muy impresionante. Luego volví 14 años después con la música, con mis discos editados a tocar, y era un montón poder ir a tocar y que me recibieran, además en la recepción estaba la sala llena y de golpe, cuando salí al escenario, cada una de las personas que estaba allá levantaron un cartel con la bandera de Israel que decía “Facundo, Israel te ama”.
P: Muy fuerte.
R: Ver eso, cuando vos vas desde el otro lado del mundo, encontrarte con semejante manifestación de cariño… No hay razón para que uno levante una armadura y diga “no, que no me conmueva tanto”, a mí me gusta vivir la vida con mi corazón en la mano y mi alma a pleno. Entonces, cuando vi eso, me tuve que tomar tiempo, porque no pasaba desapercibido en mi vida. Yo ya sabía que el recuerdo que estaba escribiendo en ese momento era algo que era para siempre, era un recuerdo imborrable que me iba a sacar una sonrisa cada vez. Y ahora, la tercera vez, vuelvo con una obra de teatro.
P: Contame entonces por favor de este nuevo espectáculo, “En el Aire”
R: Es mi unipersonal, que estoy haciendo hace 10 años. Es una belleza. Es una obra maravillosa que escribió Manuel González Gil y que salí a presentar por todo mi país, ya recorrí toda Argentina con la obra y me apasiona. Hice temporada en Mar del Plata, en Buenos Aires, en Córdoba, y sencillamente me apasiona. Es una de esas historias que yo catálogo como las historias más lindas del mundo.
P: Sin arruinar la sorpresa, contá un poquito qué se va a ver en ese espectáculo.
R: Sin spoilear les digo: hay muchos personajes, ninguno de esos soy yo. Lo que van a ver es puro teatro, lo que van a ver es cómo con la luz, la música y el oscuro pueden aparecer personajes que cuentan una historia que debe ser contada, merece la pena ser contada y no hay que dejar pasar. “En el aire” es la historia más maravillosa y preciosa que yo haya encontrado para contar, y creo que va a gustarles mucho. Es un antes y un después en la gente que ve teatro, porque es puro teatro, no nos corrimos del más puro teatro. Es una hora y 20, más o menos, de una aventura que cuando arranca ya no te suelta. A tres minutos de estar sentado en la butaca, de que empezó el espectáculo, ya estás dentro de una historia que no querés que termine y además necesitas ver cómo va a terminar.
P: Cuando uno sale del teatro o vive la presentación, ¿emocionado, divertido, o con qué sensación o todo se mezcla?
R: ¿Te pasó que durante tu vida lloraste más fuerte que nunca y te reíste más fuerte que nunca hasta que te dolió la panza, y abrazaste con todo el amor del mundo? Bueno, durante la hora y media que hay de obra te van a pasar todas esas cosas. Vas a reflexionar, te vas a conmover, te vas a reír a carcajadas y te vas a parar a aplaudir. No lo podés evitar, la historia es tan buena que cuando termina yo veo cómo el público se para a aplaudir, porque sencillamente es una historia maravillosa. Es así de sencillo: la historia es maravillosa y la gente agradece mucho que haya una obra como esta dando vueltas en el mundo.
P: Facundo, el público israelí es especialmente entusiasta, claro que hay muchos israelíes latinoamericanos en todo lo que vos has presentado hasta ahora. ¡Es un público al que le gusta mucho mostrar la calidez, abrazar, mostrar entusiasmo?
R: Sí, pero te voy a decir una cosa: noté que eso te lo tenés que ganar, no te lo regalan. Si te lo ganás, lo tenés, si no, no. Acá en Sudamérica, en Chile, hay un espectáculo, un festival que se hace todos los años. El público de Chile es considerado la bestia, el monstruo, porque están ahí y si vos te ganas la ovación vas a llevarte la mejor ovación de tu vida, pero no te la regalan. Eso me pareció en Israel, son extraordinarios anfitriones, son extraordinaria gente y te van a brindar el apoyo incondicional el primer día. Te lo tenés que ganar, te lo ofrecen con toda su alma.
P: Muchas gracias por todo Facundo. Y te deseo que también en este, tu tercer viaje a Israel, toques muchos corazones.
R: Muchas gracias.