Ser consciente de los orígenes de la colectividad en cuyo seno uno vive, no es mera información general. Es parte de las raíces, de la esencia misma de una comunidad. En Uruguay se abre ahora una nueva página al respecto. Shai Abend lo promovió y nos lo cuenta.
P: Shai, se acabe de lanzar el Centro de Documentación Comunitario de la colectividad judía uruguaya. Ante todo enhorabuena y felicitaciones porque entiendo que en gran medida fue una quijotada tuya. ¿En qué consiste?
R: El CDDC es un espacio -físico y digital- que busca rescatar, preservar y promover la historia y la memoria de la colectividad judía en Uruguay. Es un esfuerzo intercomunitario para reunir todo tipo de materiales que permitan a personas interesadas, hoy y en el futuro, acceder a conocer la fascinante experiencia judía en nuestro país.
P: ¿Es otra forma de llamar a un archivo o realmente no corresponde exactamente ese término?
R: Digamos que es un “archivo vivo”, que busca que esos materiales del pasado dialoguen con la actualidad, permitiendo descubrir, comparar, interpelar, emocionar…Está concebido como un espacio abierto a toda persona interesada en la historia y la cultura judía en Uruguay.
En detalle
P: ¿Qué tiene exactamente?
R: Hay, realmente, de todo: libros, diarios, revistas, publicaciones académicas y periodísticas, libros de rezo, manuscritos, guías telefónicas, registros estadísticos, pasaportes, certificados, fotos, cartas, postales, afiches, recetas, objetos, piezas de arte, discos, casetes, material fílmico, slides y documentos de todo tipo, en múltiples idiomas. A nivel institucional, cuenta con libros de actas –originales o copias-, correo enviado y recibido, listados de socios, carnets de membresía, boletines, reportes y registros de actividades de una gran diversidad de instituciones judías existentes y desparecidas.
P: ¿Cuáles son sus perlas más destacadas?
R: ¡Qué pregunta difícil! Todo es valioso. A mí, en lo personal, me fascinan las fotos de eventos comunitarios o de visitantes ilustres que nos visitaron en el pasado: premios Nobel como Einstein o Elie Wiesel, primeros ministros de Israel -Ben Gurión, Golda Meir, Beguin, Rabin, Peres-, escritores y artistas de fama mundial, combatientes de las resistencias armadas en los guetos durante la Shoá.
Los recortes de prensa son otro tesoro. O las grabaciones de audiciones radiales en español e idish -de tu papá, por ejemplo- Hay muchísimo material inédito que nunca ha sido difundido. Hay una carta de la B´nai B´rith de Cochabamba a la B´nai B´rith Oriental, consultando si aquí había judíos alemanes, porque había un tal Fritz Winter que podría ejercer de rabino.
P: Impresionante….Y justamente hace pocos días Rufo publicó un emotivo poema recordando que su padre fue testigo de la Noche de los Cristales Rotos…
R: Así es. Hay afiches de la Federación Juvenil Sionista convocando a manifestarse contra el Mandato Británico.
Está el video del extendido saludo entre el Papa Juan Pablo II y el sobreviviente Chil Rajchman. Hay documentos vinculados con el misterioso Profesor Shoshani. Hay reportes de incidentes antisemitas en nuestro país. Y hay, también, objetos de gran valor, por haber pertenecido a instituciones o a personajes de nuestra colectividad.
P: ¿Cuál es el objeto más antiguo?
R: Hay fotos y documentos de mediados del siglo XVIII. También libros de rezo impresos en Europa en esos años. A nivel digital, hay colecciones más antiguas todavía.
P: ¿Y el más original?
R: Mobiliario de sinagogas que ya no existen. Y el enorme vitraux de la casona de la B´nai B´rith, cuyo rescate fue posible gracias a la generosidad de un anónimo donante.
Y mucho más…
P: ¿Dónde están alojadas las colecciones? ¿Cómo se accede?
R: El CDDC forma parte de un proyecto más amplio de Museo Judío del Uruguay. La Comunidad Sefaradí nos ha abierto las puertas del edificio del Templo Beth Israel en la Ciudad Vieja para albergar allí las colecciones y futuras exhibiciones sobre la vida judía en Uruguay. Mantenemos allí una estrecha colaboración con el Centro Cultural Sefaradí. Mientras se acondiciona el espacio físico, estamos trabajando sobre el acceso digital.
P: ¿En qué consistió el lanzamiento de la semana pasada?
R: El lanzamiento tenía como objetivo compartir con las instituciones el trabajo que se ha venido realizando, invitándolas a participar activamente, para que éste sea un proyecto realmente inclusivo y plural. Contamos con la presencia estelar del Dr. Efraim Zadoff, del Archivo Central para la Historia del Pueblo Judío en Jerusalem, gran socio y asesor de este proyecto, cuyo apoyo ha permitido digitalizar valiosos documentos y ser parte de la Red de Centros de Documentación de comunidades judías latinoamericanas.
P: ¿Cómo fue el proceso de desarrollo de este centro? ¿Hay relación entre el Centro de Documentación y los recorridos que venís haciendo desde “Bereshit: La Experiencia Judía”?
R: ¡Sí! Es el origen de todo. Los tours, que empezaron como proyecto del Depto. de Juventud de la Kehilá, requirieron mucha investigación y el acercamiento a referentes sobre la historia y la cultura judía en Uruguay. Cada paseo nos enriquecía con anécdotas de las propias personas participantes, quienes nos iban ofreciendo sus fotos y documentos familiares o de instituciones en las que activaron. En paralelo, nos tocó ir a desarmar sinagogas e instituciones que cerraban o mudaban sus edificios. También recibimos varias donaciones de materiales de personas fallecidas. Había que ir a todos esos lugares, ver lo que hay, conseguir cajas, empacar, transportar, descargar… Es un trabajo a pulmón, 100% honorario, que precisa apoyo y recursos para poder crecer y profesionalizarse.
P: ¿Cómo se presentará la historia de las distintas comunidades?
R: Tanto en la versión física como digital, pensamos en una línea de tiempo interactiva que muestre hitos en la historia de la colectividad, con la posibilidad de adentrarnos en los hechos de un modo vivencial, como si estuviésemos allí. A nivel virtual, hay mayores posibilidades de organizar el contenido.
P: ¿Qué te parece que sorprenderá a los visitantes?
R: Es tan variado lo que hay, que permite que cada uno/a se conecte e identifique con algo. Hay materiales que te transportan a momentos históricos del Uruguay o del mundo. Hay otros que recrean la vida de nuestros antepasados en Europa. Podés encontrarte con fotos o documentos de tu propia familia, como te pasó a ti, Ana, con el registro de llegada del barco de tus ancestros. En ese sentido, es una especie de viaje emocional en el tiempo, donde podés descubrir tu propia historia. Ese momento de conexión personal con una pieza histórica es mágico. A mí me produce una enorme satisfacción cada vez que se genera en alguien ese “momento wow”, una sonrisa o una lágrima de emoción.
P: Muy emocionante sin duda. Entiendo que tu propia casa se convirtió durante un tiempo en un depósito…
R: Mi casa, la de mis padres… sin el apoyo familiar, nada hubiera sido posible.
Una comunidad singular
P: ¿Qué se aprende sobre la colectividad judía uruguaya en este centro?
R : Que es sumamente diversa y heterogénea, que ha hecho importantes aportes al país, que guarda muchas similitudes con otras corrientes inmigratorias que llegaron al Uruguay y con otras colectividades judías de la región, pero que tiene, a la vez, muchas particularidades que la hacen única.
P: ¿Qué lugar ocupa el interior de la república en esta historia?
R: Hay valiosos materiales que reflejan una rica y diversa vida judía en el interior: desde las colonias agrícolas -19 de Abril, Tres Árboles, Wilson- hasta comunidades constituidas -Paysandú, Maldonado-. Las actas de la Sociedad Israelita de Paysandú están digitalizadas. Hay un gran trabajo de investigación de Carlos Fariello Gamarra sobre “Los judíos del Durazno”. Y dos ejemplos de pequeñas colectividades que están haciendo un valiosísimo trabajo de rescate de sus memorias: Rocha -proceso liderado por Elena Katz- y Artigas.
Agradecimientos
P: Shai, imagino que hay gente a la que agradecer….
R: Muchísima. A quienes creyeron y apoyaron el proyecto desde sus inicios, a quienes aconsejaron, a quienes aportaron sus anécdotas, experiencias y materiales. A quienes aportaron dinero para rescatar colecciones.
A quienes investigaron previamente y compartieron sus trabajos –a las dos mayores referentes del registro de historia oral, Rosa Perla Raicher Z”L y Teresa Porzecanski, pero también a David Telias, Silvia Facal, Roberto Cyjon, Rafael Porzecanski, Esther Mostovich, José David, Vladimir Kornecki, David Malowany, Julio Moskovicz, Isac Gliksberg –con sus postales publicadas en la edición impresa de Semanario Hebreo.
A nivel de archivo fotográfico, cabe destacar el aporte de Beatriz Edelman y Daniel Laizerovich, creadores del Banco de Imágenes de la comunidad y de los archivólogos Tamara Terdiman y Diego González.
Hay algunas personas referentes, ya fallecidas, que me han compartido sus memorias, en vida o póstumamente: Manuel Tenenbaum, Iche Margulies, Miguel Feldman, Moisés Orzuj, Jaime Warzaguer, Egon Friedler y Roberto Wajner. Intentaremos mantener vivo su legado.
Me gustaría agradecer públicamente a tres precursores del CDDC: Abel Bronstein, Alejandro Wajner y Joel Liurner, quienes han nutrido al proyecto de contenido y visión.
A nivel institucional, encontré gran receptividad y puertas abiertas. Un agradecimiento especial al Comité Central Israelita –en la figura de su directora Gabriela Fridmanas-, a Nativ (Agencia Judía) y a las comunidades. Mención especial a la Kehilá, la mayor fuente documental del “ishuv” y a la Comunidad Sefaradí –bajo las presidencias de David Acher Z”L, Luis Najson y Ricardo Dalva-, socio fundamental de las iniciativas.
A nivel internacional, además del imprescindible apoyo del Archivo Central para la Historia del Pueblo Judío en Jerusalem –en las figuras de su director, Dr. Yochai Ben-Ghedalia y del Dr. Efraim Zadoff-, estamos recibiendo el asesoramiento de otros centros y museos de referencia.
Y quiero agradecerte especialmente, Ana, por tu constante apoyo. Y hacer una mención especial a tu papá, que, con su inmenso trabajo periodístico, nos permite hoy, hacer este viaje en el tiempo y conocer a la colectividad de ayer.
P: Muchas gracias Shai . Estoy segura que a papá le emocionaría mucho este Centro de Documentación Comunitaria.
R: Estoy seguro. Para terminar, dejo el mail de contacto para todas aquellas personas e instituciones que quieran colaborar con el proyecto:
cddc@museojudio.uy
P: Excelente. Muchas gracias.
R: A vos.