En la foto de portada vemos a Tamara Tenembaum actuando como Rabina suplente en el casamiento de su hermana, cuántos directores famosos aparecían como extras o aparecían en una escena en sus películas.
¿Qué se puede decir del “El fin de amor” la nueva serie de Amazon Prime que no se haya dicho? Leí el ensayo bestseller en el que se basó la serie:”El fin de amor, querer y coger en el siglo XXI”, y cuentos en “Nadie vive tan cerca de nadie” y textos de autoficción en “Nuestras maldiciones se cumplieron”. Tamara junto con Erika Halvorsen hicieron un guión basado en el “El fin del amor”. Está basada en pedacitos de su historia personal y tiene buenos agregados de ficción. Es el género de la autoficción que está tan de moda. No es una escritura documentada de la realidad, es tomar elementos y de ahí construir una historia.
Lali Espósito, la famosa estrella, aceptó trabajar en esta serie como actriz y productora, porque le importan los contenidos que interpreta. Ella encarna con frescura y encanto a Tamara Tenenbaum, una chica con las amigas que tenía previo a ser famosa, abriéndose camino en la radio y en el mundo universitario. Sus columnas son citadas en conversaciones entre jóvenes como referente feminista pero no sabe cómo pedir un aumento a su jefe ni puede pagar un alquiler en la ciudad de Buenos Aires cuando abandona a su novio. Ver a Lali en la piel de Tamara es un placer. Se nota el vínculo entre guionistas y actriz, así como el placer de trabajar en un proyecto en el que fluye con naturalidad.
Esta serie podría ser una más en las plataformas, pero no lo es. Los diálogos son brillantes y tan reales como la vida misma. Los problemas familiares, quién le paga qué a quien. Una frase del abuelo: “¿Por qué esta vestida como una shleper?”
La luz se corta en Shabat en el apartamento de los abuelos porque tenían una instalación eléctrica para los sábados poder utilizar algunas luces. Google se va a volver loco con las búsquedas que va a haber sobre estos temas. Mucho judaísmo dice presente..
Tiene a mi juicio, tres grandes temas, la búsqueda de la felicidad en una mujer joven, que no la encuentra en una pareja estable, el judaísmo que abandonó a los doce años que dice presente desde el primer capítulo. El tercer tema es la sexualidad no binaria de los millenials y ahí vemos a sus amigas lesbianas, a una trans, al psicólogo que de noche se transforma.
Para alguien mayor de cincuenta, llama la atención la sexualidad entre mujeres, entre mujer y trans, en las relaciones sexoafectivas como se las llama ahora, en medio de muchos audios y mensajes de whatsapp. El novio de Tamara lo muestran como el mejor novio del mundo, eso muestra la necesidad de ruptura de la protagonista. Irse para construir una vida fuera de la pareja heterosexual y monógama. Esta serie cuestiona y desafía estos conceptos y los muestra como pasados de moda.
El elenco es impecable: además de Lali están Vera Spinetta como Juana, Julieta Giménez Zapiola como Laura, Mariana Genesio Peña como Ofelia Weitzman. Andrés Gil es Federico, el novio al que Tamara abandona, Brenda Kreizerman es Sarita, la amiga ortodoxa que se casa en el Templo de Paso.. La dirección está en manos de estos genios: Leticia Dolera, Daniel Barone, Constanza Novick
Otros personajes para destacar, Alejandro Tantanian es Tanta, drag queen y psicoanalista, Lorena Vega es Mora, dueña de un boliche, Mike Amigorena es Rodo Pizzicato, un veterano periodista de radio, que quedó petrificado en el tiempo y no tiene idea dónde está parado y Verónica Llinás encarna a Ruth, la mamá doctora de Tamara, una heroína silenciosa, resiliente que salió adelante trabajando, cuando se quedó viuda a los 30 años, con tres hijas chicas, el 18 de julio de 1994, cuando su marido había ido a la AMIA para hacer los trámites para enterrar a su padre.
Hay cosas/ que para hacerlas/ poemas/ solo hay que contarlas./ Mi papá se murió/ el día/ que fue a la AMIA/ a hacer el trámite/ para enterrar a su papá/ (mi abuelo)/ en el cementerio/ de La Tablada./ Listo.
Este poema es de Tamara.
Ruth es quien le abrió a Tamara las puertas para ingresar a un colegio laico y salir del corset de la ortodoxia. Hay una escena que viene la visitadora social y esconden los televisores para que les prorroguen la beca para las hermanas del colegio privado y Tamara se esconde porque no le gusta mentir. Este texto está plasmado en “Los buenos padres” un cuento del libro “Nadie vive tan cerca de nadie”.
El judaísmo es el marco de fondo de la serie con conversaciones muy judías, desde escuchar Hava Naguila ava hasta el seder de Pésaj. Va a haber muchas búsquedas en google sobre las leyes de la pureza en el matrimonio judío y sobre la mikve.
Otro de los puntos altos de la serie es el lenguaje, está hablado en el lenguaje local, y filmado en lugares como el Once, el barrio dónde la protagonista nació y creció.
La protagonista sufre la precariedad laboral típica de Argentina, el multiempleo, una práctica que les costará entender en el Hemisferio Norte. Un profesor universitario en el Norte puede vivir de su sueldo.
Tamara Tenembaum tiene una relación amorosa con Buenos Aires, ama su ciudad y en esta serie se nota. Recuerdo una entrevista que le hizo a Vivian Gornick sobre su libro “Apegos feroces”. Ambas tienen en común el amor por sus ciudades natales, que son feministas y judías sin quererlo.
Me gusta mucho la serie, para pensar en qué significa hoy ser mujer, tocando temas como la libertad y la sexualidad. La pregunta que me queda es cómo el judaísmo está presente en la serie y en muchos de los textos que leí de Tamara Tenembaum. ¿Será que no se abandona el judaísmo con solo irse de la práctica religiosa?
