P: Queridos Efrat y Max, esta vez encaro la entrevista de Rosh Hashaná con doble mirada, y quisiera que ustedes mismos decidan cómo responder, a qué quieren o consideran apropiado que contesten ambos, o a qué uno sí y otro no. No quiero poner en casilleros qué contesta el rabino y qué su esposa. Ustedes ya lo verán. Pues ante de todo, ineludiblemente…¿cómo se van preparando para la llegada de Rosh Hashaná?
Efrat: Hay una preparación espiritual, a nivel de consciencia, y una preparación a nivel de logística, eventos, clases, rezos y comidas. El gran desafío está en conciliar los dos tipos de preparación. Tratamos de organizar las actividades, cumplir con la agenda, sin olvidarnos del propósito y real significado de estos días. Hacemos lo posible para generar un aire de Rosh Hashaná en nuestra casa semanas antes del jag (la fiesta). Oímos el shofar todos los días, escuchamos música con textos de los rezos y preparamos cartisei brajá (tarjetas de felicitacioes de cara a la fiesta) con los niños para sus amigos deseando un buen año. Trabajamos juntos en la organización de las actividades comunitarias relacionadas a estos días, tambien en los preparativos de las comidas y reuniones en nuestra casa. Con todo el trabajo que implica, es siempre un placer, cuando nos recordamos lo significativo que es.
P: ¿Qué tendrá de especial Rosh Hashana en la Kehilá?
Max: Aunque ya no hay limitaciones para las actividades presenciales, seguiremos haciendo algunos rezos también al aire libre como en los dos ultimos años. En el Parque Villa Biarritz, habrá una instancia de reflexión, alguna canción tradicional y toque del shofar. Además de los rezos tradicionales habrán momentos de meditación, canciones e introspección, sin liturgia, para los que quieran conectarse de otra manera. En Yom Kipur, además de los rezos en el Hotel Dazzler, haremos el Izcor, cierre de neilá con el Hatikva y toque del Shofar también en el parque.
P: ¿Cómo se divide la responsabilidad a nivel comunitario y familiar?
Efrat: Es siempre un gran desafío generar este equilibrio. En nuestra agenda no hay un tiempo separado para lo comunitario y otro para lo familiar. El trabajo del rabino y de la rabanit es un trabajo constante. Los niños entienden que somos todos “shlijim”, enviados especiales, estamos todos involucrados en nuestra misión. Aún así, tratamos de darles tiempo a cada uno por separado y de de que cuando estamos en nuestros momentos de familia, que estemos ahí al cien por ciento.
P: Voy a ser prejuiciosa si supongo que vos Max no ayudás a preparar la comida del jag…pero seguro que Efrat es activa en la comunidad, aunque con niños en casa, nada es sencillo. En la práctica ¿a qué están abocados ustedes dos en los últimos tiempos de cara al jag?
Max: Los dos nos involucramos tanto en las tareas familiares como en las comunitarias. Ambos damos clases, preparamos contenido para las actividades y rezos, respondemos a consultas, y nos ocupamos también de la logística. En la hora de definir quién hace qué, consideramos las afinidades y fortalezas de cada uno, y lo que sea más práctico. Aunque me encanta cocinar, lo puedo hacer para hasta diez personas, para más que esto hay que tener mucha agilidad y práctica, por eso para Shabat y fiestas sin dudas se encarga Efrat. En los últimos sedarim de Pesaj que organizamos en el Dazzler para más de 200 personas, y Shabatonim para familias en hoteles en Punta del Este, Efrat estuvo a cargo de las comidas mientras yo me enfoqué en el contenido.
P: ¿Qué es lo que más les gusta de estas fiestas? Tanto en lo comunitario como en lo familiar.
Max: Para mi el momento más especial relacionado a Rosh Hashaná e Yom Kipur es cuando hago la bendición a mis hijos minutos antes de empezar el jag, se genera una conexión muy profunda y nos emocionamos mucho.
P: Eso realmente es siempre algo muy especial.
Max: Así es. Disfruto muchísimo de la preparación, los últimos detalles, de horas antes de cada jag ver la mesa lista para recibir a nuestros amigos. Disfruto de la energía que se siente en el shil (sinagoga) en los momentos más solemnes como el shofar, y la plegaria Kol Nidrei, la unión, la pureza, estamos todos deseando lo mejor y pidiendo por nuestros familiares y amigos. Siempre me emociono mucho en cada jag en el momento que pedimos por la paz de Israel y por los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel, que también sentimos como nuestros.
P: Yo me acuerdo que me emocionó mucho cuando en Iom Kipur fui al rezo de la Kehilá y tú pediste bendiciones por Israel y también por Uruguay. Fue muy fuerte para mí, lo planteaste hermosamente.
Max: Así es, de todo corazón.
P: ¿Y qué es lo más difícil de estos días especiales?
Max: El peso de la responsabilidad, la preocupación de que salga todo como esperas que salga, los discursos, que sean significativos y que la gente lo disfrute del tiempo que estarán ahí. Los tiempos, en Yom Kipur hay que estar atento al reloj, todo cronometrado para que seamos puntuales con el toque del Shofar que finaliza el ayuno. Extraño poder sentarme en el shil y disfrutar de la tefilá sin este tipo de preocupación.
P: Claro…como un feligrés más, no como rabino que está al frente de todo.
Max: Así es.
P: ¿Cómo ven a vuestra comunidad, qué logros dirían que han alcanzado en el año que termina? ¿Qué destacarían de los hechos en este año que ya casi se nos va?
Efrat: Este fue un año muy especial para la Kehilá, empezamos varios proyectos enfocados a diferentes públicos, realizamos diversas actividades importantes para todos los gustos. En los últimos dos meses tuvimos un retiro espiritual de Yoga y Kabalah, un festival de Rikudim, y un Shabaton tradicional en Punta del Este, tres fines de semana muy distintos, para personas con diferentes intereses, pero todos relacionados con la tradición judía. Esto muestra hacia donde queremos ir como Kehilá. Nos alegró mucho ver como la gente se involucró con la campaña de recaudación para la construcción de la sede en Punta Carretas. Las obras ya están bien avanzadas, la inauguraremos después del verano. Estamos muy ilusionados con todo lo que se viene.
P:¿Y qué planes hay para el próximo? Claro que lo de la nueva sede es clave.
Max: Exacto.Ya estamos enfocados en lo que será la nueva sede. Desde el rabinato tenemos claro cuál es nuestro público y qué es lo que esperan. Vamos a hacer cambios importantes en el formato de los servicios religiosos, que sean más significativos e inclusivos, respetando los límites de la ley judía. Además de los rezos tradicionales, habrá espacios de meditación, reflexiones y música, para los que quieran tener su momento de espiritualidad y conexión, en su comunidad, pero de otra manera que no sea la litúrgica. Trajimos a una pareja excepcional de shlijim, David y Atara, para ayudarnos principalmente con actividades para parejas jóvenes. Son muchos los proyectos pero prefiero que los conozcan cuando los vean en ejecución.
P: Les deseo muchísimo éxito en todo esto, que suena muy prometedor.
Max y Efrat: Muchas gracias Ana. Te deseamos a ti y a todos los lectores del Semanario Hebreo que tengan un año lleno de alegrías, que sea frutífero, de crecimiento, de cambios positivos, y que sea dulce. ¡Shaná Tová!
