Por Janet Rudman
Breve Bio de VIvian Birn
Luego de varios años de experiencia en el mundo corporativo y otros tantos viviendo en distintos países (nací y viví en Uruguay hasta el 2007 y luego en Alemania, Estados Unidos y Colombia), encontré mi vocación en la Consultoría en Menopausia y Nutrición.
Me formé durante varios años desde el punto de vista científico, pedagógico y empresarial hasta que decidí abrir mi propia empresa en la que, como nutricionista, consultora en menopausia y amante de la buena comida, ofrezco las herramientas necesarias para aliviar los síntomas de la fluctuación hormonal y vivir la etapa alrededor de la menopausia de forma activa y feliz.
Hoy me considero una ciudadana del mundo, me encanta leer, cocinar, comer rico, viajar, conversar y organizar reuniones tanto a nivel particular como empresarial.
Mi alimentación es flexitariana, hago deporte tres veces por semana, estoy haciendo un curso de mindfulness y me siento feliz y realizada por haber encontrado mi misión en este mundo.
Me pareció muy interesante escucharte sobre la alimentación en la Menopausia en el Instagram de Sara Lopata. No es un tema en Uruguay del que se hable demasiado y menos en materia de alimentación. ¿Cómo surge tu interés en el tema y qué elementos les proporcionas a las mujeres que asesoras?
Mi interés surge a partir de algunos temas de salud que me afectaron a los 40 y pico, cuando yo no tenía ni idea que ya estaba en medio de la transición hacia la menopausia, y que pude revertir gracias a cambios en mi alimentación y otras rutinas, como ejercicio y un mejor manejo del estrés.
Cuando me di cuenta de todo lo que se puede lograr haciendo algunos cambios en estas áreas, sentí la necesidad de transmitir este mensaje a otras mujeres y ayudarlas a disfrutar de esta etapa maravillosa. Además, me da mucha rabia que nos hagan creer que las únicas opciones que tenemos frente a los calores, problemas de sueño y muchos etc., es tomar hormonas o “aguantando” lo que venga.
La menopausia nos puede afectar de muchas maneras, de hecho, hoy se manejan más de 35 posibles cambios. No me gusta usar la palabra “síntomas”, ya que esto implicaría que estamos hablando de una enfermedad, lo cual no es cierto.
Tanto mis asesorías como los cursos y charlas que ofrezco se basan en estos tres pilares: alimentación, ejercicio y reducción del estrés. Pero por encima de todo esto, lo que me resulta fundamental es poder transmitir la información, ya que el hecho de saber qué nos está pasando, cómo por ejemplo los calores se relacionan, al menos en parte con el nivel de estrés y que no sólo la leche contiene calcio, sino también por ejemplo el brócoli, son herramientas de empoderamiento y en muchos casos llevan a una mejora sustancial de cómo percibimos la menopausia y los cambios que conlleva.
Sentí mucha moderación en tus palabras y eso me sedujo. Cuando leo sobre nuevas tendencias en alimentación, generalmente se hace en tono imperativo. Sin embargo, no es tu forma. ¿Cómo ves la radicalización que expresan los fundamentalistas de la alimentación?
A los 10 años fui por primera vez a un “dietista”. A los 30 ya había subido y bajado no sé cuántos kilos, sin haber podido evitar, cuando me permitía abrir un frasco de dulce de leche, no soltarlo hasta ver el fondo. Durante muchos años sufrí por considerar que mi valor como persona estaba ligado a lo que decía la balanza. En una etapa muy difícil de mi vida fui una comedora compulsiva.
Hoy no uso la palabra “dieta” y un frasco de dulce de leche puede durar meses en la heladera. Hace años vengo leyendo todo lo que cae en mis manos sobre la diferencia entre el hambre físico y el emocional. De hecho, hace poco participé de un seminario sobre el enfoque sistémico en la consulta nutricional que, a mi modo de ver, es la base para lograr objetivos sostenibles en este ámbito.
Nuestro cuerpo necesita de todos los grupos de alimentos. Obviamente hay limitaciones médicas que hay que tener en cuenta (no le vamos a indicar cualquier pan de la panadería a una persona con enfermedad celíaca, por ejemplo). Pero incluso con respecto al gran tema pan, hay diferencias abismales entre algunos panes de paquete que compramos en el supermercado y un buen pan de masa madre. ¡Leamos la lista de ingredientes! Un buen pan tiene tres ingredientes: harina, agua y sal.
Yo quiero ser libre de elegir lo que como y esto es lo que transmito a mis clientas. Si me dicen que “no” a algo, es eso lo que más voy a querer; en cualquier ámbito de la vida. Enfoquémonos en los nutrientes que nos aporta nuestra alimentación,en lugar de pensar en calorías y prohibiciones.
¿Cómo se hace para aplicar los conocimientos sobre alimentación e introducirlos en la mesa familiar?
Cocinar con los niños, por ejemplo, ayuda muchísimo en este proceso de cambio, dejarlos “ser parte” de este proceso es una excelente forma de integrarlos y lograr que estén felices con los cambios porque están siendo parte activa de ellos.
No obligarlos a probar lo que no quieren ni a comer más de lo que quieren. En la etapa infantil se habla del “coqueteo” con los alimentos: Se refiere de no forzarlos a meterse en la boca algo que no conocen, es un tema de respeto por la intimidad del niño.
Se recomienda que los padres decidan qué alimentos van a poner sobre la mesa y de estos alimentos, los niños eligen qué y cuánto quieren comer.
Otros aspectos muy importantes a la hora de la comida familiar son por ejemplo comer en la mesa y sin pantallas, la comunicación entre los miembros de la familia a la hora de la comida, el hecho de que practiquemos lo que decimos, entre otros tantos.
¿Vos hablabas de lo nefasto que son los edulcorantes y comentaste un concepto que me pareció brillante, “la percepción de lo dulce”, ¿qué me podés comentar sobre eso?
Uno de los mayores problemas del consumo de edulcorantes artificiales es justamente que nonos permite cambiar el “umbral o percepción de lo dulce”. El sentido del gusto se puede entrenar, por ejemplo, reduciendo muy lentamente el azúcar que le agregamos al café o té. Luego de un tiempo es muy posible que no necesitemos agregarle ningún tipo de endulzante. Puedo dar fede que funciona y no implica sufrir. Los edulcorantes artificiales de por sí tienen un mayor poder endulzante, por lo que no ayudan a reducir esta percepción.
Además, según varios estudios científicos, el consumo de edulcorantes se vincula con la reducción de la variedad de bacterias en la flora intestinal, el aumento del riesgo de hígado graso, diabetes, etc. La importancia de una flora intestinal sana y variada está siendo un tema de estudio muy importante y se vincula a muchísimos aspectos de nuestra salud. Por otra parte, están altamente procesados y hoy sabemos que es mejor que nuestros alimentos no estén demasiado procesados.
Yo recomiendo el uso de frutas para endulzar tortas, galletitas, etc.: Banana bien madura, dátiles, puré de manzanas … hay muchas opciones. También se puede usar miel o concentrado de dátiles.
¿Cuál es la diferencia que vos encontrás en la alimentación dónde vivís ahora comparado con Uruguay?
Lo primero que me llama la atención cuando estoy en Uruguay, es que veo gaseosas y edulcorantes en casi todas las casas a las que voy.
En Alemania se toma mucho jugo de manzana rebajado con agua. Es algo muy típico, que gusta mucho a los niños, por ejemplo. Los edulcorantes se ven muy poco.
Otra diferencia es el tema con la sal en los restaurantes. Si bien sabemos que la sal es perjudicial para muchas personas, no me parece que necesariamente tenga que llevar a que no se le ponga nada de sal a la comida (salvo en casos de expresa indicación médica) ni se pueda tener un salero en la mesa. En todo caso, esto podría ir de la mano con un mayor uso de hierbas porque de algún modo hay que darle sabor a la comida.
Asimismo, hay otras diferencias por ejemplo en cuanto al consumo de verduras y frutas, frutos secos y semillas en Uruguay y también un menor consumo de carnes procesadas que en Alemania.
¿Qué diferencias encontrás hoy en Uruguay respecto a alimentación de hace 40 años?
Cada vez que voy veo más lugares que venden alimentos más sanos y naturales para cocinar en casa, así como también excelentes restaurantes que han abierto en los últimos años con más opciones vegetarianas, mayor uso de hierbas para darle sabor a las comidas, pan casero, a menudo de masa madre, una variedad mucho mayor de verduras, etc. Adoro descubrir todos esos lugares.
¿Por qué se habla tan poco de la Menopausia? El otro día en un podcast, una mujer hablaba de la Plenopausia, porque decía que el nombre ya indica que vamos a menos. ¿Qué tenes para decir de esta etapa de vida de las mujeres?
La menopausia y todo lo que la rodea sigue siendo un tema tabú, como si el hecho de no hablar de algo que nos atañe al 50% de la población mundial, fuera a hacer que no exista.
¿Con qué asociamos a la menopausia? Calores, mal humor, aumento de peso, problemas de sueño y un largo etcétera. Si, es cierto que los vaivenes hormonales que nos afectan durante varios años durante esta etapa de transición, afectan en mayor o menor medida todo nuestro cuerpo y también nuestras emociones. Pero, ¿qué pasa con la adolescencia, los embarazos y puerperios, los cambios hormonales asociados a cada ciclo menstrual? Durante aproximadamente 40 años, las turbulencias hormonales son parte de nuestras vidas. ¿No habrá algo de “marketing negativo” en todo esto de la menopausia? Una sociedad que nos muestra cuerpos perfectos, cutis perfectos, que parece que nos quisiera decir que a partir de la menopausia somos “viejas e inútiles”. ¿Por qué? ¿Sólo porque ya no podemos tener más hijos?
En países, en los que el hacerse mayor se asocia con una mayor sabiduría y por tanto un lugar destacado en la sociedad, como por ejemplo Japón, las molestias asociadas con la menopausia, representan un problema bastante menor.
Con esto no quiero decir que las molestias no sean reales y que, en algunos casos, afecten en gran medida la calidad de vida. Pero ¿alguien nos habló sobre los aspectos positivos de la menopausia?
Cuando yo cumplí 50, mi hija confeccionó un cartel que decía “Los 50 son los nuevos 30” y yo entiendo que es una etapa de la vida muy disfrutable, hay menos compromisos con la familia y nos podemos dedicar más a hacer lo que nos gusta. ¿Vos qué opinas?
Una de mis hijas, desde que cumplí 45 en cada cumple me decía: “Mami, estás por cumplir 50!”. Te podrás imaginar que cuando realmente llegaron los 50, ya les había perdido el miedo hacía rato.
Yo considero que es una etapa super disfrutable y de hecho en parte también debido a los cambios hormonales. Los estrógenos durante muchos años nos permiten relegar nuestros propios intereses para ocuparnos de los demás y generar un entorno armónico. La disminución de estrógenos relacionada con esta etapa nos ayuda a colocarnos a nosotras mismas más arriba en nuestra lista de prioridades, es decir de hacer más de lo que nos gusta sin sentirnos mal por eso. Nuestro cuerpo nos apoya en esta tarea.
Contame de tus asesorías, ¿cómo hacen las mujeres uruguayas para comunicarse contigo?
Mi pasión es acompañar a quienes están transitando la etapa de la menopausia en su camino hacia una mejor calidad de vida, brindándole a su cuerpo y mente los nutrientes que necesitan y reconociendo esta etapa como una fase de transición natural, un "punto de inflexión", en el que tenemos la posibilidad de decidir hacia dónde queremos que vaya nuestro "barco".
Me pueden contactar a través de mi página web www.vivianbirn.com, donde las invito a hacer una cita inicial gratis (online) y así poder conversar mejor sobre los temas a resolver y decidir cuál de los Planes Individuales que ofrezco se adapta a las preferencias, gustos y ritmo de vida de cada una.
También pueden ingresar a mi grupo de WhatsApp en español llamado “MenoAventura”, en el que se dan muy lindas charlas de apoyo mutuo sobre temas relacionados con la menopausia y, obviamente contesto las preguntas que surjan.
En mi cuenta de Instagram pueden encontrar consejos para mejorar la calidad de vida, información, recetas, charlas, etc. y pronto se vienen clases de cocina online y consultorías grupales (en grupos reducidos).
Entre diciembre y enero voy a estar un tiempo en Uruguay y seguro habrá actividades presenciales.
Excleente. Espero que muchas uruguayas aprendan contigo.