Baruj Schapira, hoy de 75 años, irradia juventud, mucha “polenta” diríamos en criollo. Llegamos a él gracias a Ruben Friedmann, columnista de deportes en Semanario Hebreo, quien siempre está interiorizado en el mundo del deporte tanto en Israel como en Uruguay. Y cuando se trata de unir a ambos, mejor aún.
Esta entrevista es sobre la trayectoria de Baruj y su continuo aporte al atletismo en Israel, especialmente en la zona del Neguev en el sur del país. Pero también por todo lo que lleva siempre consigo de Uruguay, su primera patria, tal cual lo llama.
En el marco del 65° aniversario del Instituto Wingate de preparació física, Baruj recibió hace unos meses de manos del entonces Presidente de Israel Reuven Rivlin y el Ministro de Deportes Hili Troper un galardón especial por su trayectoria de vida y su aporte a la sociedad, tanto por su labor en educación física como por el rol clave que jugó como entrenador de atletismo en el sur del país. Desde Beer Sheba, donde vive, se ha convertido en el principal entrenador de todo el sur, fundador de “Atletei HaNeguev” (Los Atletas del Neguev), del que salieron numerosos jóvenes campeones. En realidad, han sido múltiples los reconocimientos recibidos por su labor. El más reciente, hace pocos días.
En realidad, en Uruguay empezó con el fútbol y recuerda orgulloso que jugó en Peñarol y que lo hizo también junto a Pablo Forlán. Cuando lo entrevistan de medios israelíes siempre destaca que Uruguay, un país de sólo 3 millones y medio de habitantes, ganó 2 Mundiales y 15 Copas Americas. Pero finalmente decidió que era mejor en atletismo. Y hace poco, el Estado de Israel reconoció sus logros formalmente.
Este es un resumen del diálogo mantenido.
P: Baruj, un gustazo estar en contacto contigo. Y sinceramente, sé tu edad, pero siento que estoy hablando con un jovencito.
R: Es que yo trabajo con gente muy joven y es como si yo mismo tuviera treinta años.
P: Vayamos primero a una combinación que te caracteriza, según me has dicho, y que es además muy propia de los judíos uruguayos: un gran amor por Uruguay, donde naciste, y al mismo tiempo un gran amor por Israel, por el cual quisiste radicarte en el país y luchar por él. ¿Qué significa para ti Israel?
R: Israel fue prometido al pueblo judío. Es el único lugar en el mundo en el cual el pueblo judío puede realmente vivir de forma independiente , aún con todas las limitaciones que hay, regionales, políticas, religiosas, militares. Se ha construido un país fantástico, pero claro que también tiene muchos problemas, que en parte son por nosotros mismos. Yo estoy muy orgulloso de ser parte de eso, de tener aquí 3 hijos y 7 nietos. Para mí es un orgullo haber educado a chicos que se convirtieron en hombres hoy con sus respectivas familias. Uno de ellos tiene 3 hijos, el otro 4 y el menor, de 38, aún no es padre. Y para mí, una de las cosas más importantes es que además de la buena relación entre padre e hijos, somos amigos, como si fuéramos de la misma edad.
P: Y se precisa dos partes para que eso sea posible…
R: Así es. Yo soy muy joven en mi conducta y vivo permanentemente con gente joven. Me es mucho más fácil estar con jóvenes que con gente de mi edad. La verdad es que somos amigos en el fútbol, en la hinchada de Uruguay, los recuerdos de Peñarol, vemos todos los partidos a cualquier hora de la noche con la bandera uruguaya encima nuestro. Y sigo saltando con cada gol. También de la Celeste. Y no me pierdo nada ni Peñarol ni Nacional tampoco, la Libertadores.
P: ¿Y cómo combinás esos amores?
R: Cuando miro hacia atrás, pienso en los últimos ya más de 50 años que he vivido-la mayor parte de mi vida ya que salí de Uruguay a los 20- creo que tengo motivos para estar orgulloso por lo que hice, por la familia que formé y lo que aporté al país. Y siempre llevando conmigo también a Uruguay. Uruguay para mí es mi primera patria, la primera, en donde yo nací, donde me crié, fui a la escuela , donde nunca sentí un trato diferente entre la gente. Adoro a Uruguay, lo amo, tengo conmigo la bandera uruguaya y cuando siento el himno me emociono. Es como si tuviera dos patrias hoy en día en el mundo: Israel y Uruguay.
P: ¿Y cómo vivís el deporte uruguayo?
R: Del deporte uruguayo estoy mucho más orgulloso que del deporte israelí, no solamente por el fútbol. Yo sigo todo lo que pasa en el deporte uruguayo, sea en remo, natación, atletismo y basquetbol, y no hay nada que comparar. Un país de 3 millones y un poco, compitiendo con países gigantescos , y con su mayor tesoro, el fútbol….eso me falta en Israel. Aunque tengo recompensa por lo que yo hago en el atletismo y últimamente hay en Israel un poco de superación en gimnasia y en otras cosas, de todos modos no es lo mismo. Hoy, a los 75 años, puedo decir claramente que soy un uruguayo que adora, quiere y extraña Uruguay. Quisiera volver a visitar, no lo he podido hacer por muchas razones personales. No sé si diría alguna vez volver a vivir, ya no me queda tiempo tanto para probar.
P: Bueno, hasta los 120 hay mucho, pero con una vida hecha en Israel, ya es otra cosa.
R: Es cierto. Te cuento que me divorcié, luego tuve problemas económicos, tuve a mi mamá muy enferma , que falleció luego de muchos años de sufrir…y por todo esto cada vez se fue postergando mi ansiado viaje a Uruguay. Ahora, físicamente me resulta un poco duro el viaje, aunque quisiera mucho poder ir. Pero aclaro que por supuesto también quiero mucho a Israel. Podría definirme como orgulloso uruguayo que extraña la vieja patria, permanentemente la vive y vive en Israel como buen sionista.
Una vida de desafíos
P: ¿Cuáles son los logros que alcanzaste que más destacarías?
R: Diría que en el aspecto deportivo llegué a la primera línea de los honores nacionales, no solamente en atletismo. Y también el ser parte de la construcción de un país judío de acuerdo al sueño sionista. No que todo sea perfecto, hay problemas sin dudas, también dentro de la sociedad, pero hay muchos logros.
P: Antes de grabar me contaste de los puestos que ocuparon tus hijos en el ejército, con mucho orgullo. Y de afuera, uno puede pensar que eso es militarista, por qué destacar eso. Pero el hecho es que también ahora, al cumplir Israel 74 años, tiene aún la necesidad de defenderse y proteger su existencia.
R: La verdad que yo soy lo contrario de militarista. Estuve en cinco guerras y en cada guerra estamos seguros de que la única forma de seguir viviendo aquí es por intermedio de vida compartida, al menos con los árabes ciudadanos de Israel. Pero al mismo tiempo nunca podemos dejar de pensar que en cualquier momento, lamentablemente, podemos ser atacados. Podemos pensar en eso también a raíz de lo que está pasando en Ucrania, que vuelve a enseñar que no hay que estar nunca dependiendo de nadie, absolutamente de nadie. No es militarismo, es instinto de supervivencia.
P ¿Qué te parece que has aportado a Israel? Fuiste el fundador de la Federación de Atletas del Neguev.
R: Pienso que aporté como todos los uruguayos que fueron deportistas en Uruguay. Yo puse mi garra charrúa en todo. Lo que hice toda mi vida fue ser luchador, sin términos medios, desde un principio hasta el final. Convertí a todos los equipos a los cuales entrené, la mayoría del sur del país, en atletismo, en lo mejor de lo mejor. Entre cuarenta o cincuenta equipos que hay en Israel de atletismo, permanentemente estoy entre los tres cuatro mejores del país y muchísimas veces competimos en los títulos nacionales juveniles. . Y de adultos, estoy entre los tres mejores equipos de Israel. Si yo tuviera el dinero que tiene un equipo como Maccabi Tel Aviv o Maccabi Haifa, sería mejor que todos hoy en día. Y con todo esto tengo cada año algo como treinta campeones nacionales de adultos y juveniles, mientras que Maccabi Tel Aviv, el gran imperio, tiene 35. Los demás no pasan 20 y estoy siempre entre los dos, tres mejores.
P: Estamos hablando siempre de atletismo en el sur de Israel ¿verdad?
R: Así es. Fueron cambiando de nombre. Al principio era Hapoel Beersheba . En el año 2000 me di cuenta de que como tengo deportistas de toda la zona, del Neguev, cambiamos el nombre a Atletei HaNeguev. Y somos una asociación sin fines de lucro. Tratamos de conseguir gente que aporta y ayuda y hacemos proyectos educativos. Además somos el único equipo de atletismo en Israel que también es equipo paralímpico.
P: Ese ya es otro desafío.
R: Así es. Tengo dos chicos para la Olimpiada París en lanzamiento de disco y lanzamiento de jabalina. En total tengo como 25 chicos para Special Olympics, que son chicos que nacieron con limitaciones cerebrales o tienen parálisis infantil y no pueden caminar o correr. Tengo varios chicos ciegos. Uno es el mejor en Israel, en corrida de 200 metros paralímpicos y también va al campeonato mundial... al Campeonato de Europa.
P: Ya veo que tu trabajo es más una misión que otra cosa…¿algún otro proyecto especial?
R: Somos el único equipo en Israel que abrió las puertas a un proyecto que se llama Pelé. Es con equipos de 15 chicos cada uno, la tercera parte de ellos de la comunidad de origen etíope que llegaron a Israel en los últimos 15 años. Y el resto son israelíes nacidos aquí, o de origen ruso…de cualquier lado. Y cuando educamos y entrenamos a esos equipos, recibimos un presupuesto por ello y eso da más trabajo e ingresos al equipo.
P: Entiendo que el Estado lo da para apoyar a esa gente.
R: Sí, pero cuando puedo hacer proyectos especiales, consigo más dinero para el equipo, no sólo lo de la municipalidad y el Estado. Por todos los proyectos especiales que hago en Beer Sheba, tengo una relación muy cercana con el Intendente Rubi Danilovich. Pero lo más importante es que con esto, aumento el involucramiento social en la zona. Y no solamente ocupándonos de campeones, sino de gente inválida, gente que necesita ayuda, gente a la que tú podés ayudar a concretar sueños. Y el Ministro de Deportes Hili Troper subsidió el tema y logró que se puedan anotar los interesados con pagos mucho más bajos que lo común, lo cual ha hecho posible que tengamos ahora casi 30 entrenadores.
Joven deportista
P: Estamos hablando de tu trabajo como entrenador, pero recordemos que tú mismo fuiste de más joven deportista y atleta.
R: Te cuento que me entrenaba en judo, en defensa propia y también iba a jugar al fútbol en Peñarol. Jugué en los juveniles hasta los 17 años. Jugaba con el padre de Diego Forlán, Pablo. Allí conocí personalmente al gran golero Ladislao Mazurkiewicz . Además iba a la pista de atletismo también tres veces por semana, hacía el lanzamiento de jabalina y competía en un tipo de decatlón juvenil con ocho pruebas distintas. En Israel, apenas me liberé del ejército fui a hacer un curso de Entrenadores de Atletismo. Mi entrenador era Amitzur Shapira el que murió…
P: En Munich, el entrenador de atletismo,uno de los 12 israelíes asesinados en las Olimpíadas de 1972 por terroristas palestinos.
R: Exacto.Y luego, mi verdadero maestro en los primeros 10 años de mi vida como entrenador, fue Kovalski, entrenador olímpico de Polonia, que había conseguido 18 medallas olímpicas para Polonia, y luego quiso venir a Israel. Era judío. Me parece que gracias a él llegué a lo que llegué.
P: Y ese “llegué a lo que llegué”, significa que sos una fábrica de campeones prácticamente.
R: La verdad que sí, tuve varios campeones todos los años.
P: Así que vamos a tener que buscar una oportunidad para otra entrevista. Gracias mil por tu tiempo Baruj.
R: A ti.