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No. 153
Behar
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Horario de velas en Montevideo, Viernes 20/05 17;29
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EL CONCEPTO DE LIBERTAD
Por Tali Loewenthal
Hubo un tiempo en que la fe del pueblo Judío en el único D-os de Israel fue desafiada regularmente. Durante las Cruzadas, por ejemplo, muchos miles de judíos fueron forzados a elegir entre la cruz y la espada: negar su Judaísmo y abrazar la fe dominante o morir. Incontables judíos dieron sus vidas por Kidush Hashem, "en santificación del nombre de D-os". Se convirtieron en mártires de su fe y héroes para toda la eternidad.
Gracias a D-os, hoy no sucede frecuentemente que tengamos que hacer esa elección. El difunto Daniel Pearl, que D-os vengue su sangre, fue una notable excepción. Tragicamente, actualmente aun tenemos demasiados mártires; judíos asesinados por terroristas suicidas por la única razón de que son judíos. Pero ellos no tuvieron la oportunidad de elegir. No eligieron ser mártires. Les fue impuesto sobre ellos.
Los mandamientos de santificar el nombre de D-os y nunca desecrarlo se encuentran en la parashá de esta semana (Levítico 22:32). Generalmente, hoy, el concepto de Kidush Hashem, santificar el nombre de D-os, se observa no muriendo como judíos sino viviendo como judíos. ¿Cómo hace un judío para darle a D-os un buen nombre? Cuando el o ella se comporta como un buen judío lo hace. Cuando otras personas ven a un judío comportarse honesta y rectamente, eso le da a los judíos y al Judaísmo una buena reputación. Y al final todo vuelve a la Torá, la palabra de D-os. D-os Mismo tiene crédito por el comportamiento noble de Su pueblo.
Algunos escenarios clásicos serían devolver dinero si le dieron cambio incorrecto a su favor o llamarle la atención a un cliente que le pagó de mas. A pesar de que es correcto hacer estas cosas, el hecho es que otros se hubieran quedado callados. Cuando un judío actúa con honor, trae honor a su fe y a su D-os.
Tristemente, esto también funciona a la inversa. Personas judías acusadas de oprimir a sus inquilinos, no les da a los judíos, ni al D-os de Israel, un buen nombre, especialmente cuando pueden haber bases para la acusación.
Se dice que Albert Einstein dijo una vez: "Si se confirma que mis teorías son correctas, los alemanes me reclamarán como alemán, los franceses dirán que soy de ellos y los americanos me llamaran suyo. Si mis teorías son incorrectas, todos dirán que soy judío."
Cuan orgullosos estamos cuando uno de los nuestros hace algo especialmente notable, como ganar un Premio Nóbel o desempeñar una acción humanitaria valiente. A la inversa, cuan avergonzados estamos si hay un escándalo moral o financiero que involucra a uno de los nuestros.
Una vez le protesté al director general de una estación de radio de nuestra comunidad porque sentía que estaba dando demasiada exposición a los judíos y al Judaísmo en relación a nuestro número, y desafortunadamente, la publicidad no era siempre halagadora. Primero lo negó. Pero cuando le presente las pruebas estadísticas, su respuesta simple y honesta fue "los judíos son noticia".
Justo o no, el hecho es que los judíos son examinados mucho mas cuidadosamente que otros. Le guste o no, cada judío representa a su fe, a su pueblo y a su D-os. Al fin de cuentas, como actuamos traerá fama o infamia sobre todos nosotros. Que seamos todos embajadores exitosos.
D-OS PROMETE, D-OS CUMPLE
[D-os le instruyó a Moisés para que le dijera al pueblo judío] “En el séptimo año, la tierra debe tener un descanso completo ... Yo ordenaré Mi bendición para ustedes en el sexto año.” (Vaikrá 25:4)
A pesar de que dejar la tierra sin cultivar por un año mejora realmente su fertilidad, este no puede ser el propósito del año sabático. Si fuera así, D-os hubiera prometido aumentar la cosecha en el año siguiente al año de descanso, no en el anterior. Al prometer aumentar la producción en el sexto año - ¡que es naturalmente el menos productivo! - D-os nos muestra que es específica y exclusivamente Su bendición la que es la causa del aumento del producto.
La lección para nosotros es la siguiente: Como judíos, se requiere de nosotros que pasemos un tiempo todos los días rezando y estudiando Torá; debemos dar caridad, apoyar la educación judía, y abstenernos de trabajar en Shabat y las festividades judías. ¿Cómo podemos esperar vivir vidas financieramente sanas cuando nuestros vecinos no judíos, que no están “incapacitados” por ninguna de estas obligaciones y restricciones, luchan para ganarse el sustento?
El año sabático nos enseña que cuando hacemos lo que D-os quiere, Él nos bendecirá, no sólo en el plano espiritual, sino también en plano material.
Likutei Sijot, vol. 2, págs. 548-549.
Levítico (Vaikrá) 25:1 – 26:2
La novena sección del libro de Levítico abre con Moisés escuchando la voz de D-os al pie del monte (Behar en Hebreo), ordenándole transmitir al pueblo judío las leyes de los años sabáticos y de Jubileo.
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EL PODER DE UN TZADIK
Mientras Reb Shneur Zalman de Liadi, primer Rebe de Jabad, estaba de visita en cierta ciudad, un incendio estalló en la casa de uno de los lugareños, y él pidió ser llevado allí. Cuando llegó se paró sobre su bastón por breves momentos y el fuego se extinguió de inmediato.
Algunos soldados que estaban acampados allí cerca, habían estado tratando de extinguir el incendio y cuando reportaron al oficial lo que el tzadik había hecho, ordenó que lo trajeran a las barracas.
Tras pedirle que se sentara, el oficial le preguntó si acaso él era hijo o nieto del Baal Shem Tov.
- “No soy su nieto en el sentido físico,” replicó Reb Shneur Zalman, ”pero si soy su nieto en el sentido espiritual: el discípulo de su discípulo.”
- “En ese caso”, continuó el oficial, “ya no me asombra lo que usted ha hecho hoy. Déjeme relatarle la historia acerca de mi padre y el Baal Shem Tov.”
- “Mi padre era un general y una vez, mientras estaba acampado con sus tropas en la ciudad de Mezhibuzh, casi pierde la cordura a causa de la preocupación por no recibir carta de su esposa por varios meses. Viendo su ansiedad tan extrema, sus camaradas le aconsejaron lo siguiente: ‘En esta misma ciudad', ellos le dijeron, ‘vive un hombre conocido como “el Baal Shem Tov” del que se dice que realiza actos milagrosos y revela maravillas desconocidas… ¿Porqué no vas a verlo?’”
“Mi padre envió entonces un mensajero al hombre santo pidiéndole que lo recibiera para una entrevista. Esta solicitud fue denegada. Mi padre trató una segunda vez, pero nuevamente el Baal Shem Tov se rehusó. Entonces mi padre le envió un tercer mensaje donde le decía que si él se rehusaba a verlo, emitiría una orden forzando a todos los judíos de Mezhibuzh a alojar a sus tropas en sus casas. Dado que esto ocurría justo en el tiempo en que casi empezaba vuestra Festividad de Pascua, significaba que los soldados traerían su pan leudado dentro de las casas de los judíos y eso convertiría en un caos los preparativos de vuestra festividad. Bajo la influencia de la amenaza contra sus hermanos judíos, el Baal Shem Tov aceptó que mi padre le hiciera una visita.”
“Cuando él llegó a la casa del rabí junto a su asistente de campo, ellos entraron a una primera habitación desde donde podían ver a través de la puerta abierta la habitación en la cual el hombre santo estaba sentado estudiando. Leía un libro, que según fue dicho a mi padre era el Zohar. Mi padre caminó hacia el espejo que había en la sala de espera, con la idea de arreglarse el cabello antes de entrar, pero quedo estupefacto al ver en el espejo un camino empedrado, el cual conducía a la ciudad donde vivía su esposa. El llamó a su asistente para hallarse con que también este era testigo de esa asombrosa visión y al estar juntos ambos ante el espejo, vieron que el camino los conducía a la ciudad misma y dentro de la ciudad pudieron ver la casa del general. Cuando la puerta se abrió ante sus ojos vieron a la esposa sentada a la mesa escribiendo una carta a su marido. Mirando más detenidamente vieron la carta misma, en la cual ella le explicaba que no le había escrito pues hacia poco que había dado a luz a un robusto niño; ambos estaban bien.”
“Mi padre se conmovió por la experiencia y agradeció al Baal Shem Tov desde el fondo de su alma. Tras algún tiempo recibió la carta que él ya había visto cuando ella la escribía y entonces registro todo el episodio en su diario personal.”
“Yo, quien está parado ante usted,” concluyó el oficial, “soy aquel niño y aquí puede usted mismo leer el episodio en el diario de mi padre.”
LA TZEDAKÁ I
Dar no es solamente una cuestión de amabilidad. El mundo gira sobre su propio eje, las galaxias y las estrellas continúan moviéndose gracias a que damos. A decir verdad, nada de lo que poseemos es realmente nuestro, sino que D-os nos lo da para que se lo podamos dar a los demás.
Dar es una mitzvá y una responsabilidad. Y como tal, tiene su propio conjunto de normas:
La Obligación:
Vas caminando por la calle y alguien te pide comida. La mitzvá dice: tienes que darle algo. Si te pide dinero, te está permitido averiguar si esa persona es de fiar. ¿Tienes el bolsillo vacío? Demuéstrale empatía, dile algunas palabras de aliento. De ningún modo puedes mostrar indiferencia y seguir caminando.
La práctica judía estándar es dar para caridad por lo menos 10% de los ingresos netos. Hay muchos volúmenes escritos respecto a lo que se considera "ingresos netos" y respecto a en qué momento pueden deducirse del diez por ciento los gastos en enseñanza y demás gastos de mitzvá. Consulta a tu rabino respecto a tus inquietudes específicas.
Dado que dar es una mitzvá, esto no solo ayuda a los demás, sino que también sirve para que tú mismo te eleves. Y es por eso que tenemos una pushka (alcancía de caridad) en un lugar prominente de la casa o de la oficina. Solamente, deja caer unas cuantas monedas en la pushka cada tanto, por lo menos una vez al día.
El que Recibe:
Dales tzedaká (caridad) a las personas necesitadas, a las escuelas de Torá, a las instituciones judías o a las causas humanitarias. El familiar que se encuentra en un aprieto económico tiene precedencia sobre aquel que no es familiar tuyo. Del mismo modo, las organizaciones de caridad locales tienen precedencia sobre las de otros lugares. Y los fondos de caridad de Israel tienen precedencia sobre los fondos de caridad (no locales) de la diáspora.
El Resultado Final:
No hay ninguna otra mitzvá que evoque una reacción divina tan poderosa como la tzedaká. Y la verdad es que esto tiene sentido: tú ayudas a los demás y D-os te ayuda a ti. Nuestros sabios enseñaron que la tzedaká trae expiación y protege contra los duros decretos celestiales.
MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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