Este 27 de enero se cumplió, por el calendario gregoriano, un año del repentino y tan prematuro fallecimiento de Mauricio Levitin, a la edad de 44 años. Mauricio (z"l) era un gran empresario de la construcción, pero probablemente será recordado en gran medida por el papel clave que jugó en la campaña de recaudación de fondos para el país en la primera ola de Coronavirus.
CIPEMU, la Comunidad Israelita de Punta del Este y Maldonado,llevó a cabo este jueves, exactamente en la fecha del primer aniversario, un homenaje en su memoria. Publicaremos por separado una nota al respecto.
Pero ahora, aquí, compartimos algunos conceptos de lo que ya habíamos publicado ante la dura noticia de la muerte de Mauricio, que fue víctima de un ataque cardíaco fulminante que no dio tiempo de salvarlo.
Así escribimos hace un año:
No lo conocimos nunca personalmente, pero estuvimos algunas veces en contacto con él telefónicamente en el mes de abril del 2020, a raíz de la impresionante movida solidaria que lanzó junto con otros empresarios, bajo el título "Nos cuidamos entre todos", para recaudar fondos para el país, necesarios para lidiar con la pandemia del Coronavirus. Y consideramos de justicia, en este momento en que su familia está seguramente sumida en la más profunda tristeza, honrar su memoria recordando el papel que jugó en aquella ocasión.
“Cuando vi lo que estaba pasando con el Coronavirus, pensé que esta es una oportunidad para ayudar al país a combatirlo”, nos dijo Levitin en aquella entrevista telefónica. Él, Director Ejecutivo de Peninsula Investments Group y Director de Altius Group, pidió destacar la importancia de la solidaridad. “Tengo una buena situación, una buena familia, y siento que tengo la responsabilidad de hacer algo de alto impacto para la sociedad. Esto es lo que nos movió a todos, y empezamos enseguida a ver qué podíamos hacer”.
El primer paso en su momento fue organizar una conferencia por video con el Subsecretario de Salud Pública José Luis Satdjian y el Jefe de Infectología del Hospital Maciel. “Precisábamos entender cómo estaba preparado el país para lidiar con esta amenaza y qué ayudaría precisaría”, explicó Levitin. “Rápidamente vimos que hay que trabajar en varios frentes, en el tema de los respiradores, equipos de diagnóstico, ropa y otros elementos de protección para los equipos médicos. Y así comenzó esta campaña, cada uno aportando con su punto fuerte, con el objetivo de salvar vidas y cuidar a los que nos cuidan”. Y todo, auditado con CPA Ferrere para garantizar transparencia, como principio y por el hecho que se maneja aquí mucho dinero donado por empresas y particulares.
Fueron finalmente cerca de 20 empresarios de distintos rubros los que aportaron de su bolsillo pero también de su tiempo para lograr lo que probablemente se recuerde como una de las mayores campañas recaudatorias en la historia nacional.
Mauricio Levitin (z”l), que también era un importante donante a instituciones de la colectividad judía uruguaya, aprovechó aquella conversación que mantuvimos para hacer una crítica constructiva que de hecho era un llamado general.
“Considero que las empresas siempre tienen responsabilidad social, aportan y donan, pero el problema es que parece que a algunos les da vergüenza publicarlo y piden que el aporte sea anónimo”, nos dijo. “Donan, pero que no se sepa, como si fuera una vergüenza que te va bien.Y creo que este es un problema de nuestra generación. Los empresarios de Uruguay, cuando hacen una obra de bien, no la muestran, la esconden, en vez de estar orgullosos. En otros países, el éxito es admirado. En Uruguay hay que cambiar el encare. Claro que no se puede generalizar, pero el problema existe. Ojalá que la nueva generación cambie y se parezca más a países en los que el éxito se ve coronado por aplausos y orgullos y no es mal visto”.
Vayan a la familia Levitin, a su esposa Olga Szafra y sus hijos, nuestras condolencias. Y que no sepan más de dolor.