Friedrich Perschak.
Habitual columnista del Semanariohebreojai con cuentos e historias, a sus 51 años cada vez está más comprometido con la literatura.
¿Cuándo te diste cuenta que leer y escribir le daba significado a tu vida?
Después de que falleció mi padre, tuve un acercamiento al judaísmo. Fue cuando conocí al Rabino Kripper, a Edith Blaustein y a María Esther Burgueño, quien me presentó a Roberto Appratto. Entre los cuatro hicieron la magia.
Creo que ellos me enseñaron la importancia de la literatura como forma de descubrir el mundo.
Escribir es una forma artística de expresarse. De darse cuenta de lo que te pasa y buscar soluciones. Algo parecido al psicoanálisis.
¿Cuáles fueron los primeros libros de los que recordas?
Los primeros libros en los cuales me di cuenta que había otra forma de escribir, fueron los de Paul Auster : “A salto de matas” y “El Palacio de la luna”. También recuerdo como un nuevo disfrute la lectura del “Guardián en el centeno” y los cuentos de Felisberto Hernández .
¿Sos hombre papel o kindle?
Me gustaría decir que soy del papel, más que nada por un sentimiento romántico hacia los libros, pero confieso que el Kindle es el mejor invento del mundo, lo uso y si leo en papel lo extraño.
¿Cómo es tu relación con las librerías? ¿Cuáles son tus favoritas?
Entrar a una librería siempre es uno de los paseos preferidos. Si no voy a buscar un libro en especial, dejo que los libros me llamen y cuando llego a casa ya comienzo a leerlo.
Ahora con la compra on line se pierde esa seducción que ejercen los libros. Se compra y listo.
¿En qué ciudad del mundo te gustan más?
Es obligatorio decir que me gustan las de Buenos Aires, Madrid y NuevaYork. No creo ser muy original en esto.
¿Cuándo empezaste a escribir y qué es para vos?
Empecé a escribir junto a Roberto Appratto hace más de 20 años. En ese momento todo era motivo de escritura, hasta que sentí que necesitaba leer, y la lectura fue casi una pulsión que María Esther Burgueño trató de controlar sin éxito.
Creo que sin leer buena literatura no se puede escribir.
Contanos sobre la Maestría que estás haciendo
El año pasado comencé en la Universidad de Valencia una Maestría en Escritura Creativa. Nunca había tenido un marco curricular. En los talleres de escritura que he participado te dan oficio, pero falta lo teórico. Ahora encontrarme con autores, con técnicas, vanguardias, disciplinas y métodos de encarar la escritura me están ayudando a ordenar y orientar lo que escribo desde otra perspectiva más amplia.
Compartir clases con otros autores de todo el mundo junto a los profesores que son escritores reconocidos creo que me ayudará a mejorar mi futuro en la literatura.
¿Cómo surge la necesidad de trasmitir tus conocimientos?
En estos casi dos años de la maestría, estamos trabajando con las técnicas de escritura de la Escuela de Nueva York y el método de Gothab Writer´s Workshop; como me parecen tan interesantes y muy novedosos para mí, pensé que estaría bueno compartir todo lo que estoy aprendiendo.
¿Qué pueden esperar los asistentes a tu taller de escritura?
Dos horas donde se va a hablar de literatura, se va a sentir la literatura, van a vivirla, para poder escribir. Todos vamos a aprender con los escritos de los participantes, voy a corregir y al darles mi opinión tratar de mejorar sus textos.
Algo seguro, es que nos vamos a divertir y disfrutar de los buenos libros.
¿Qué libros tenes en la mesita de luz?
“Yoga” de Emmanuel Carrere y “Conocer a una mujer” de Amos Oz. Aun no comencé a leer “La prueba” de Agota Kristof, es una recomendación de Nuria Barrios, profesora de la Maestría.
¿Cuál fue el último libro que leíste, queres recomendar y por qué?
“Desgracia” una novela de J. M. Coetzee. Trata de un profesor universitario que seduce a una estudiante y es expulsado de su cátedra; va a visitar a su hija que tiene una granja rural donde sufre una violación. Relación padre e hija se hace imposible y el profesor vuelve a Ciudad del Cabo a tratar de componer su vida.
Me pareció muy interesante la forma en que el autor hilvana la historia y el tono que utiliza al escribirla.
