En comunidad

Entrevista al Doctor Sergio Breitfeld

¿Qué es el hambre emocional?

En primer lugar, tendríamos que aclarar que no hablamos de hambre emocional, sino más bien del comer emocional. Los seres humanos tenemos básicamente tres tipos de ingesta: una ingesta real u homeostática, una hedónica y otra emocional. La ingesta real está disparada por una disminución de determinado tipo de nutrientes tales como el azúcar o las grasas, la ingesta hedónica por el placer o simplemente, por disponibilidad y la ingesta emocional,surgeen relación a nuestras emociones, como ser: estrés, enojo, tristeza, etc. 

Entonces ¿Por qué comemos lo que comemos? Generalmente,comemos en base a lo que tenemos a nuestro alrededor. Comemos de más, por la familia y los amigos, por lo colorido del envoltorio, por lo atractivo del nombre o el rótulo que le ponen, por cómo se ve, por cómo huele, comemos por distracción, porque estamos apurados o simplemente porque está disponible. Comemos porque nuestros amigos comen, porque algo es gratis o está de oferta, porque está al alcance de la mano, porque sabe bien, pero nunca por hambre real.

¿Qué nos pasó a los uruguayos con la pandemia respecto a la comida y a la bebida? ¿Vos lo observaste en la clínica?

Si bien a lmomento, en Uruguay aún no disponemos de datos estadísticos acerca del impacto en la población en lo que respecta a la evolución del peso corporal en el último año y medio de pandemia, desde la práctica clínica observamos que la mayoría de las personas relataban estados emocionales negativos, tales como: ansiedad, estrés, insomnio, apatía, depresión, entre otros. Cabe señalar que, estos estados emocionales no sólo se ven en pacientes con sobrepeso u obesidad, pero en éstos, al tener un vínculo problemático con la comida,pudieron actuar como disparadores para la ganancia de peso.

Está claro que, como mencionábamos anteriormente, aquellos pacientes comedores emocionales, realmente durante la pandemia la pasaron muy mal. Sí contamos, con datos de una población muy similar a la nuestra, como lo es la Argentina, pero que contó con una cuarentena prolongada. Una encuesta realizada por la Sociedad Argentina de Nutrición mostró que cerca del 60% de la población encuestada había ganado peso y de ésta, casi un 80% había ganado entre 1 y 3 kilos en los primeros 50 días de la pandemia.

Con respecto al consumo de alcohol, esta misma encuesta demostró que la ganancia de peso en aquellas personas que habían aumentado el consumo de alcohol, era el doble en relación a aquellos que no habían aumentado su ingesta.

¿Cuál es el secreto del peso ideal? ¿Cómo se llega a eso?

Para comenzar, quiero dejar en claro que yo no hablo de un peso ideal, sino más bien, de un peso probable. Hablo de un peso que la persona pueda mantener y sostener a lo largo del tiempo. Para cada paciente, hay un rango de peso probable o estimado, pero un proceso de adelgazamiento no esuna carrera contra los kilos, sino,un proceso de cambio y transformación, que como consecuencia de esos cambios, provoca en la persona un descenso de peso. En otras palabras, no se trata de adelgazar para cambiar sino a la inversa, es decir, es preciso cambiar para adelgazar.Se trata de desaprender esos viejos hábitos que el paciente trae muy arraigados para aprender otros más saludables y adaptativos. En este sentido, el paciente se va apropiando de diversas estrategias y habilidades que va aprendiendo y entrenando durante el proceso. 

¿Cómo se llega? No hay magia, se llega con esfuerzo, dedicación, pero por sobre todas las cosas, con mucha paciencia. Suelo decirles a mis pacientes que, si a una persona le llevó años alcanzar ese sobrepeso, resulta impensable revertir esto en cuestión de semanas o pocos meses. ¿Por qué? Porque más allá de que se pueda lograr llegar al peso deseado en un período relativamente corto de tiempo, los procesos de cambio son lentos y aquí la constancia es clave, es la llave para poder lograr un peso deseado y sostenible en el tiempo.

Yo soy una paciente y te digo, que ya recorrí cinco clínicas, hice 85 dietas y bajo de peso, y reboto. ¿Qué me contestarías primero?

Mi sugerencia es que dejes de hacer dieta. Las dietas son un experimento de deprivación que comienzan un día, generalmente los lunes y terminan otro. 

La mayor parte de las personas portadoras de esta enfermedad llamada obesidad son dietantes crónicos y de hecho, muchas veces llegan a nosotros luego de haber intentado distintas dietas. Lo cierto es que, es posible lograr un descenso con cualquier dieta, es decir, podes bajar de peso, pero,si no aprendes a hacer distinto, lo que es seguro, es que lo vas a volver a recuperar. 

El tratamiento de la obesidad tiene muchos ejes y uno de ellos es el dietario. La obesidad es una enfermedad crónica y como toda enfermedad crónica, no se cura, pero sí se controla.Hablemos claro, la obesidad es una enfermedad. Esta enfermedad se manifiesta por un aumento del porcentaje de grasa corporal de la persona, que se traduce en un aumento del peso corporal. O sea, el peso es lo más visible, es lo que el paciente ve y lo que los demás ven. Vendría a ser como la punta de un iceberg, el tema no es lo que se ve, sino más bien, lo que no se ve, lo que está por debajo de lo más notorio, de esos kilos de más.

¿Ahora, porqué el rebote? Cuando la persona llega a un peso máximo, el cuerpo setea el peso en ese punto de referencia. O sea, cuando la persona logra bajar, el cuerpo tiende constantemente a llevar nuevamente el peso a ese punto de seteo o peso máximo. Este mecanismo se conoce como adipostato y se comporta como el termostato de un calefón. Uno setea la temperatura a la que quiere que esté el agua y cuando ésta se enfría, el calefón la lleva automáticamente a la temperatura que estaba seteada. Por lo tanto, frente a este mecanismo, lo importante a comprender es la importancia de estar controlado, incluso, una vez que se ha alcanzado ese peso saludable, para poder así mantenerlo y sostenerloen el tiempo.

 ¿En qué se diferencian los grupos de adelgazamiento a la terapia grupal?

La terapia de grupo es un tipo de terapia psicológica que se lleva a cabo con un grupo de personas. Los grupos de adelgazamiento son espacios de alojamiento, contención, para el paciente que viene con una carga emocional muy importante.

En estos grupos se facilita la expresión de emociones y sentimientos, pensamientos relacionados con la problemática y el descubrimiento de que no están solos en esto, sino que, comparten un lenguaje común con sus pares.En este espacio, los pacientes se empiezan a animar a contar sus experiencias, lo que realmente les sucede con la comida, dado que se encuentran entre pares, que comparten el mismo problema.

Llevo muchos años trabajando en la coordinación de grupos… el grupo es un dispositivo maravilloso. Suelo decirles a mis pacientes que trabajar en grupo supone algo así como salir del exilio, es decir, implica que el paciente deje de verse en soledad para poder verse reflejado en los otros y la vez ser reflejo para sus pares. Es así que, trabajando en grupo se tienden puentes, se hacen visibles los puntos de encuentro, se arma una especie de red que contiene y sostiene a todos y cada uno en base a un propósito común, el descenso de peso. En grupo se trabaja fuertemente sobre la autoestima y sobre la búsqueda de estrategias para generar un nuevo y más beneficioso vínculo con la comida.

Se enseñan distintos recursos para resolver los conflictos que el paciente trae y se genera también una red solidaria y un sentido de pertenencia con el grupo. 

 ¿Cuál es el funcionamiento de los grupos? ¿Cómo cambió la virtualidad tu trabajo? ¿Se genera la misma conexión emocional de los pacientes por Zoom que de manera presencial?

El comienzo de la pandemia y el paso a la virtualidad fue un gran desafío para nuestro equipo, pero gracias a la entrega y dedicación de cada integrante, pudimos rápidamente adaptar nuestra propuesta al formato virtual y de esa forma, seguir brindándole a nuestros pacientes una propuesta de calidad. Así es que, juntos abrimos de par en par nuestras ventanitas de Zoom y logramos traspasar la pantalla. Y así acompañamos durante todo el año pasado a nuestros pacientes con charlas, clases de gimnasia, sesiones de yoga y hasta, clases de cocina en vivo. 

Logramos generar encuentros sumamente productivos, en los cuales salieron y siguen saliendo cosas muy lindas en cada uno de ellos. Juntos, hemos sido testigos de muy buenos procesos y resultados. Esta modalidad vino para quedarse y hoy en día, es una gran herramienta para muchas personas que por distintas razones no pueden acceder a los grupos presenciales.

Hoy en día, nos mantenemos trabajando en ambas modalidades.Los pacientes eligen primero de acuerdo a su conveniencia si participarán en formato presencial o virtual. Antes de comenzar se les envía una carpeta con el material que van a necesitar para la primer etapa del tratamiento, que contiene las indicaciones y el plan alimentario a seguir durante el proceso de adelgazamiento. Durante la reunión, vamos abordando diferentes aspectos relacionados con esta enfermedad y vamos trabajando a su vez sobre las dificultades que trae cada paciente.Los grupos son coordinados por los distintos integrantes del equipo, comenzando por mí, las Licenciadas en Nutrición y nuestra Psicóloga.

¿Se puede considerar que ciertos productos son adictivos?¿Se puede considerar a la obesidad como una enfermedad adictiva?

Los alimentos reales (proteínas, frutas, vegetales, legumbres, cereales) nunca pueden generar adicción. Por el contrario, esto sí ocurre con distintos productos o preparaciones que combinan azúcar, grasa, sal y leudantes que se denominan carbograsas. Tenemos las carbograsas saladas (galletas, pizza, etc.) y las dulces (bizcochería, helados, etc.). Por otro lado, no podemos hablar de la obesidad como una enfermedad adictiva, sino más bien, de la obesidad como enfermedad crónica que puede tener un cierto componente adictivo, presente en algunos pacientes. Esto tiene algunos aspectos que son característicos. Para comenzar, la impulsividad, que se podría definir como un impulso irracional a comer algo sabiendo que esto va a acarrear efectos secundarios, pero, sin embargo, no logra colocar el freno, ni medir sus consecuencias. Lo patológico de este comportamiento no viene dado tanto por lo que se come, sino por, el cómo se come.

Otro aspecto que es característico, es el pensamiento recurrente. Es ese deseo irrefrenable por querer comer algo a partir de un incesante flujo de pensamientos relacionados con el alimento. Ahora, entendamos que todos estos comportamientos se dan frecuentemente en un contexto particular (determinado lugar y horario del día), haciendo que la persona en ese contexto presente esa forma de comer sin ningún esfuerzo consciente.

Por lo tanto, no hablamos de obesidad como enfermedad adictiva. Sí  hablamos de determinado tipo de comportamientos relacionados con la alimentación que se dan en forma casi automática en un contexto o entorno determinado afectando con el correr del tiempo el bienestar físico, mental y emocional de la persona.

¿Es un mito que las mujeres con la menopausia engordan?

La mayoría de las mujeres atraviesan un período de transición a la menopausia que puede llegar a durar de 3 a 5 años. En este período,son características las irregularidades menstruales en menos (hipomenorrea) o en más (hipermenorrea) con alargamiento o acortamiento de los ciclos menstruales.

La menopausia es una etapa crítica en la mujer en lo que respecta al desarrollo de sobrepeso u obesidad. En esta etapa, hay desregulación de las hormonasrelacionadas al hambre y la saciedad, que sumado al sedentarismo puede llevar al aumento de peso. Básicamente, hay una disminución del gasto energético de la persona, por lo que resulta clave en esta etapa, la práctica de algún deporte o simplemente realizar algún tipo de ejercicio físico.

Quisiera dejar en claro que, frente a un aumento de peso en esta etapa, lo último que aconsejo es que se pongan a dieta buscando frenéticamente un resultado en esa búsqueda de un peso ideal que no se logrará. Por el contrario, sugiero, consultar con un profesional de la salud para que pueda acompañar a la persona en  esta etapa de su vida, de una forma seria y saludable.

¿Cuál es la diferencia entre el peso por estética deseado y el peso para estar sanos?

En este punto, me voy a referir a las personas que con diagnóstico de sobrepeso u obesidad, se les indica un tratamiento con el fin de corregir conductas alimentarias y llegar a un peso saludable ¿Por qué hago mención a esto? Porque hoy en día, en todo el mundo, hay millones de personas a dieta sin tener la necesidad de hacerlo, dada la influencia de la cultura en la que estamos insertos que promueve un ideal de belleza irreal e inalcanzable.

Toda persona que inicia un plan de adelgazamiento recibe un estimado del peso al que tiene que llegar. Ese peso no es un peso ideal, sino, un peso saludable que la persona pueda alcanzar y sea capaz de mantener a lo largo del tiempo. En este sentido, hay tablas en las que nos basamos para realizar elcálculo correspondiente.

A nivel personal ¿cómo es la vivencia de cambiar la vida a tus pacientes, al mejorar sus vínculos, su autoestima y su vida?

Sin lugar a dudas, acompañar a mis pacientes en este camino y poder ser a la vez testigo de sus procesos de cambio, es lo que más me gratifica de mi práctica profesional. En general, se tratade personas que por su enfermedad han perdido mucho, han perdido vínculos, autoestima, calidad de vida y proyectos, entre otros. Me enorgullece ver sus procesos de cambio. A menudo escucho decir algo así como: “y pensar que yo llegué pensando en bajar unos kilitos…”  y me reconforta lo que escucho, porque lo cierto es que, no sólo bajan de peso, recuperan mucho más que un cuerpo… recuperan espacios y aspectos que les habían sido vedados, en otras palabras, comienzan a  recuperar su vida.

 

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(Texto y fotos: Lily Dayton, cristiana israelí residente en Haifa)

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