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Vidas Uruguayas en Israel: Ariel Stuczynski

Ariel Stuczynski (27) llegó de Montevideo a Israel hace7 años. Estudió Administración de Empresas y Comunicación en la Universidad de Tel Aviv. Actualmente vive en la ciudad de Guivataim con su novia-Mica- y trabaja como asesor del vicepresidente del KKL. En Uruguay hizo la escuela en el Yavne y el liceo en la Escuela Integral.Además. iba al movimiento juvenil Betar.

 

 

En memoria del abuelo Marcel (z”l) recién fallecido

 

P: P: Ariel, los tiempos de organización, edición y publicación de esta entrevista se dieron de modo que se publicó en la edición impresa de Semanario Hebreo la misma semana en la que falleció tu abuelo Marcel.  Y aquí lo estamos publicando pocos días después. Quisiera por lo tanto comenzar dándote mi pésame, tal cual lo hice personalmente con tu papá. Y creo que sería oportuno, en memoria de tu abuelo, que me cuentes un poco de él. Sé que era sobreviviente de la Shoá....¿Qué te gustaría que se sepa y se recuerde de él?

El abuelo Marcel (z”l) en familia, con su esposa Frida, su hijo, nuera y los nietos.

 

R: Mi abuelo era una persona muy honrada, que siempre tuvo sus valores muy claros y marcados, y vivió su vida acorde a ellos. Se interesaba genuinamente por las personas y se hacía querer por todo el que lo conociera. A cada lugar que iba de vez en cuando, ya tenía su grupo de amigos con quien charlar y era querido por la gente.

Lamentablemente, le tocó sufrir mucho en la vida. Como dijiste, de niño escapó del Holocausto, y ya de mayor tuvo que vivir la pérdida de su hija Carina y su nieto Micky. A pesar de todo lo que sufrió, nunca perdió su esencia y nunca dejó de ser quien era. Su sufrimiento propio nunca lo hizo dejar de preocuparse por las demás, y de ser ni más ni menos que un buen tipo, que tan simple suena pero tan complejo es.

Me llevo mucho de él, porque era una persona con la que te podías sentar a charlar horas y siempre tenía una historia interesante. Me llevo sus valores, su bondad y su humor a pesar de todo, y así es como me gustaría que se lo recordara.

 

P: Linda descripción Ariel. Que descanse en paz, y que la familia no sepa más de dolor.

R: Amén.

 

De Uruguay a Israel

P: ¿Cómo ha sido tu proceso de aliá?

R: Apenas volví de shnat estaba prácticamente decidido a hacer aliá. Al al par de meses de volver empecé el proceso y al año, con 20 años recién cumplidos, llegué a Israel a hacer el ulpán, en el kibutz Maagan Mijael.

P: Conociendo a tus padres Nadin Hakas y Gerardo Stuczynski y su fuerte vínculo con Israel, no sorprende en absoluto que estés acá. ¿Qué incidencia ha tenido la educación que recibiste en tu hogar en tu decisión?

R: Por supuesto que la educación que recibí en mi casa, en el colegio y en la tnuá hicieron que tenga una conexión muy fuerte con Israel y que siempre haya sido una opción a futuro, como creo que es el caso de mucha otra gente. Después, de ahí a decidirlo y hacerlo, creo que hay muchos factores personales e incluso casualidades de por medio. Conozco gente ideológicamente muy sionista, que ama Israel, pero que por distintas razones se queda en su país. También conozco gente que no recibió educación judía ni sionista, y capaz ni sabe quién es Herzl, pero por el más básico sentido de pertenencia decide vivir acá.

Ariel, su hermano Daniel y sus padres Nadin Hakas y Gerardo Stuczynski

 

P: Interesante tu ejemplo. Me imagino que habías estado en Israel antes de radicarte . Aún así te pregunto cómo compararías entre el Israel que soñabas o esperabas y el que es hoy tu casa?

R: Estuve dos veces en Israel antes de hacer aliá: en el viaje de cuarto y en shnat, el programa de un año en Israel que combina estudios, paseos, voluntariado, distintas experiencias. Es difícil de comparar porque simplemente no ves las mismas facetas del país. Siendo un adolescente de turista en un programa vivís en una burbuja, no hablas el idioma, no te integras en la sociedad y no tenés responsabilidades. Por eso, en cierto sentido sentía que no conocía el Israel ¨de verdad¨ y no sabía tanto qué esperar.

 

P: Y entonces…¿cómo dirías que viviste al comienzo del proceso de integración y cómo vivís ahora el Israel real de la vida diaria?

R: Por suerte, el proceso de integración me resultó relativamente fácil, porque al minuto de llegar ya tuve un marco, el ulpan, en el que éramos todos jóvenes recién llegados y estábamos exactamente en la misma situación. Eso ya me dio un grupo, amigos y apoyo para después. Muchos de esos amigos conservo todavía. Lo mismo en la mejiná: como era para olim, estábamos todos en la misma. La verdadera inmersión en la sociedad israelí fue el ejército, que más allá del cliché (porque sé que lo dicen todos) fue el primer marco que tuve que no sea para olim, o sea no sólo para inmigrantes. Ahí te encontrás con diferencias culturales, formas de relacionarse o de actuar que para uno es natural que sea de cierto modo y para los israelíes es natural y lógico que sea de otro. Con el tiempo uno aprende y se adapta.

P: Desde aquí mismo, estando en Israel…¿cómo explicarías el vínculo especial del pueblo judío con la tierra de Israel? Judíos muy distintos convierten esto en su hogar…religiosos, laicos, de todo…¿Cuál es el imán?

R: Creo que la relación entre los judíos e Israel pasa por dos grandes ejes, el histórico/nacionalista y el religioso, que a su vez se retroalimentan. Cada uno, según sus creencias, se ve identificado con Israel desde uno u otro lado.  Y  yo creo que en la mayoría es una combinación de los dos. Muchos judíos no religiosos encuentran en el sionismo y en Israel su identidad judía.

P: ¿Cómo ha sido tu camino desde que llegaste a Israel? Yo sé que trabajaste en Kan, la radio pública israelí en el departamento español, y que ahora estás en el Keren Kayemet Leisrael. Contame por favor de ambos trabajos.

R: Hice ulpán en el kibutz Maagan Michael, después hice mejiná en la Universidad Hebrea de Jerusalén, que es una especie de curso de ingreso a las universidades para quienes no hicieron el bachillerato en Israel, y además te prepara para después estudiar en hebreo. Cuando terminé la mejiná me enrolé al ejército, donde fui soldado de combate en Najal. Cuando salí de ejército empecé a estudiar directo, menos de un mes después de liberarme. Mientras estudiaba, trabajé al principio como mozo y después conseguí un trabajo de estudiante como productor de la transmisión en español de radio KAN. Es un programa diario de noticias de Israel, como cualquier programa de la radio israelí, pero enteramente en español. Como productor me encargaba de seleccionar el contenido del informativo, traducirlo del hebreo y redactarlo en español para la transmisión, conseguía entrevistados y manejaba redes sociales.

Cuando terminé de estudiar empecé a trabajar como gerente web de una página de cursos online, y hace unos meses empecé a trabajar en KKL, donde  como dije soy asesor del vicepresidente y trabajo principalmente con el Departamento de Relaciones Internacionales y Desarrollo de Recursos.

Con su novia Mica, en su graduación en la Universidad de Tel Aviv

 

P: Hubo épocas en las que se decía que Israel quiere la aliá, como fenómeno social y aporte al país, pero no siempre quiere tanto a los olim, a los inmigrantes. Claro está que esos conceptos siempre son generalizadores y simplistas. Pero estoy seguro que lo conocías. ¿Cómo ha sido tu vivencia de inserción en la sociedad israelí? Y me refiero a lo que va más allá de encontrar trabajo.

R: Supongo que no hay una manera clara de medirlo, y es según la experiencia de cada uno, pero yo no lo sentí así en ningún momento. En casi todo el mundo se tiende a discriminar a los inmigrantes, mientras que en Israel les parece buenísimo que seas de otro país y hasta a veces se toman como misión personal ayudarte. Me pasó muchísimas veces que me ofrezcan ayuda sin pedirla, que me ofrezcan regalarme cosas incluso que me inviten a cenar a Shabat desconocidos. La verdad que nunca fui, pero te invitan realmente queriendo que vengas. Una vez, cuando estaba en el ejército, había salido de la base y de camino a casa pasé por el super. En el super me llamaron por teléfono y empecé a hablar en español. Una señora me vio con el uniforme, la mochila y el arma comprando comida en el super y hablando en español, y entendió que era un ¨soldado solitario¨.

P: Lo que se llama en hebreo “jaiál bodéd” , un término que se aplica a los soldados que no tienen a sus familia en el país.

R: Así es. Pues esa señora me ofreció invitarme a Shabat, me ofreció regalarme muebles, me ofreció ayuda de todo tipo. La verdad que no precisaba nada, entonces le dije que muchísimas gracias pero que no era necesario. Me pasó su teléfono e insistió que cualquier cosa que necesite, la llame. Tuve muchas situaciones similares.

Creo que puede haber muchísimas dificultades en la aliá, pero no sentirse bienvenido no es una de ellas.

P: Qué linda descripción Ariel.  ¿Tenés amigos israelíes o tus contactos son todos entre latinos?

R: Tengo amigos israelíes que me fui haciendo en las diferentes etapas de la vida, pero la verdad que los más cercanos son latinos, que mayormente conocí al poco tiempo de llegar. Hay una comunidad muy grande acá. Todos llegamos a Israel hace algunosaños, sin tener a nadie. También el idioma acerca. Entonces  se da muy naturalmente que haya grupos de amigos latinos.

Con algunos de sus amigos latinoamericanos

 

P: En KAN trabajaste con una querida colega de muchos años de experiencia, Roxana Levinson, que está al frente del departamento. ¿Podrías trazar un perfil de los oyentes de Kan en español? Te pregunto porque estimo que quien domina bien hebreo no escucha la radio en español. Pero quizás me equivoque.

R: En mi experiencia, sobre todo manejando las redes sociales, que es donde se da la interacción con el público, los oyentes se dividen en tres. Primero, están los olim (inmigrantes) hispanohablantes en Israel, ya sea que no dominen bien el hebreo o que simplemente les guste escuchar radio en su idioma. Después, están las comunidades judías en la diáspora que se interesan por estar actualizados de lo que pasa en Israel. Por último, hay muchos cristianos, sobre todo evangélicos, que aman Israel y se interesan por lo que pasa, especialmente en tiempos de crisis o conflicto. Para este tipo de público es increíble descubrir un programa de noticias israelí que se transmite desde Israel, pero en su idioma.

P: ¿Hay algo de la vida en Israel que dirías que te llama la atención?

R: Lo dinámico que es todo. El país está en constante cambio y desarrollo. Por cualquier lado que camines ves grúas, obras, reformas. Todo el tiempo abren cosas nuevas, desde lugares para comer hasta empresas multinacionales. Comparas muchas cosas con un par de años atrás y es impresionante como todo está en constante movimiento.

P: ¿Cómo es el vínculo que mantenés con Uruguay?

R: Más que nada a través de familia y amigos, e intento viajar una vez al año, que hasta ahora pude hacerlo todos los años menos en el 2020. Me mantengo al tanto más o menos de lo que pasa, sobre todo a través de las redes sociales.

P: ¿Qué exportarías de Israel a Uruguay?

R :La energía y la ambición del israelí para ir hacia adelante, tanto a nivel individual como colectivo. Hay una ¨mentalidad ganadora¨ a la hora de hacer las cosas que hace que cada semana surja otra start up que conquista el mercado, en prácticamente cualquier área.

P: ¿Qué importarías de Uruguay a Israel?

R: La tranquilidad, la paciencia, la pausa. Pero sobre todo el mate.

P: Ariel, te agradezco mucho por esta preciosa entrevista y te deseo mucha suerte en todas las etapas que vayas cumpliendo en tu vida en Israel.

R: Muchas gracias Ana.

Ana Jerozolimski
(31 Agosto 2021 , 11:13)

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(Texto y fotos: Lily Dayton, cristiana israelí residente en Haifa)

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