Raij fue Presidente de la comunidad y es hoy Presidente de la Asamblea de Representantes
David Raij es sin duda una de las figuras de la colectividad judía uruguaya más identificadas con la NCI, en cuyo marco se halla desde hace ya décadas, desempeñando distintos papeles que aportaron considerablemente a la comunidad toda. Al cumplir la comunidad 85 años, es más que oportuno conversar con él.
P: David-Peke como te conoce todo el mundo- la NCI está cumpliendo 85 años y además de felicitarte por la parte que te toca, que es mucha, quisiera preguntarte ante todo qué significa para ti esta fecha.
R: Es una gran alegría y una responsabilidad. Es un privilegio ser parte de un colectivo que llega a los 85 años y puede festejarlos con una comunidad vibrante, siempre joven y significativa para las 900 familias que la integran. Somos la comunidad que somos gracias a la visión y el esfuerzo de los fundadores que eligieron construir una comunidad pluralista cuando el mundo nos amenzaba por ser judíos, y llegamos a la primera mitad del siglo XXI gracias al compromiso e inspiración de varias generaciones.
P: La verdad, sin despreciar a nadie-y hay mucha gente valiosa en la comunidad- para mí, los primeros que me vienen a la mente al pensar en la NCI son vos y Ianai. Has sido parte de la directiva durante casi dos décadas, tanto como Presidente como en otros cargos, y ahora estás al frente de la Asamblea de Representantes. Esto último-antes de volver a tu vida de la mano de la institución- ¿es un cargo relacionado a los festejos por el 85° aniversario?
R: Lo que pasa es que tenemos menos años que la NCI y nuestra generación nos adoptó como mentores gracias al trabajo de un gran equipo que lideramos con Daniel “Coco” Fraenkel durante la primera década del siglo. Respondiendo a tu pregunta, el festejo de los 85 años es de todos. Desde la Asamblea de Representantes festejamos desde nuestro rol de órgano que permite el diálogo directo entre el colectivo de socios y las autoridades electas. Esta vez me ha tocado el honor de presidirla por 3 años, y de esta forma puedo apoyar al grupo que toma el liderazgo en esta época tan singular, con Ianai Silberstein como mentor.
P: Y yendo hacia atrás, creo no exagerar con eso de que para mí sos uno de los símbolos de la NCI. Y antes, fuiste también madrij (guía, líder) en la tnuá, en el movimiento juvenil, que antes también se llamaba NCI y en los últimos años se conoce como Jazit Hanoar. Sobre eso hablaremos aparte. Pero en cuanto a esa presencia continua en la Presidencia, con cargos comunitarios de responsabilidad ¿dirías que los desafíos han ido cambiando?
R: Los desafíos de la hora van cambiando, pero a la vez el desafío de vivir una vida judía significativa y comprometida con la realidad de la sociedad en la que vivimos es un desafío milenario. En momentos de dictadura, el desafío era vivir la libertad que tuvimos en el marco de la tnuá. En momentos de apertura democrática el desafío fue acompañar esa consolidación democrática desde la comunidad y aprovechar el momento para renovar el mensaje plural. En momentos de crisis económica el desafío era sostener a los más golpeados y a la vez construir futuro para tiempos mejores. En años de crecimiento y bonanza el desafío es seguir inspirando y dar un marco para desarrollar los valores judíos, alentando la conversación judía sobre los dilemas de nuestro tiempo. En momentos de plaga el desafío es seguir estando presentes y acompañar a la mayor cantidad posible de socios. Y para los años post-coronavirus, el desafío es recuperar el contacto personal y a la vez incorporar los aprendizajes y transformaciones positivas que trajo el alejamiento físico temporario. Parafraseando a Kohelet: hay un tiempo para cada desafío.
Historia mirando al futuro
P: Realmente lo has resumido muy bien. Peke, una comunidad puede prolongarse en el tiempo por inercia o puede empujar hacia adelante. ¿Qué te parece que ha caracterizado el desarrollo de la NCI?
R: Toda comunidad es un organismo vivo. Me permito jugar con la analogía del momento. Un organismo nace, vive, se transforma y pierde relevancia. La inercia hace que las comunidades pierdan relevancia y fuerza vital. En la década del 90 la NCI tomó el lema “Comunidad tradicionalmente renovadora” y significó asumir que tradicionalmente ha ido generando variantes de su propia identidad y propósito. Esos cambios, evoluciones hacia adelante, son la esencia del judaísmo rabínico. A la ley judía, (la halajá que comparte su raíz con el verbo lalejet, caminar) la van transformando los rabinos para seguir el camino, adaptando la práctica a las exigencias de la hora. Si no nos transformamos y nos proyectamos hacia adelante, dejamos de ser relevantes para la gente. Hoy somos testigos de ello en varias instituciones que fueron líderes y pioneras en el mundo judío.
P: Y aquí entran también las diferencias entre distintas corrientes de judaísmo. ¿Cómo definirías la propuesta judaica de la NCI?
R: En la NCI se vive el judaísmo en forma integral y con pluralidad. Desde la sinagoga Masortí, vivimos el judaísmo en el marco de la halajá y acompañamos a las familias en los momentos más significativos de la vida. Como cada día es único, los invitamos a acercarse todos los días! Desde la vida comunitaria, la NCI invita a promover el valor de Kol Israel Arevim Ze la Ze, donde reconocemos nuestra responsabilidad como garantes de nuestros hermanos, sin dejar de ser solidarios con la sociedad en la que vivimos, siendo parte del CCIU, comprometiéndonos con la acción de la Fundación Tzedaká y Ajim Rajmonim y participando activamente en la Confraternidad Judeo Cristiana y más.
NCI, también movimiento juvenil
P: Mencioné a la tnuá…y yo te recordaré siempre como un gran madrij. Para quienes no conocen los términos en hebreo, un gran guía, líder. Creo que de todos los movimientos juveniles, se emerge con herramientas para manejarse en el mundo. ¿Qué te dejó a ti la actividad y el activismo en la NCI de niño y jovencito?
R: Todos tenemos nuestros grandes madrijim (líderes) y nuestros grandes janijim (educandos). Yo aprendí mucho de ti. Esa es la esencia del liderazgo: educar con el ejemplo y aprender de la experiencia educativa.
P: Hermosa idea. Gracias.
R: La Agrupación Juvenil de la NCI–Jazit Hanoar me dejó amigos que son hermanos de la vida. A esta altura tanto madrijim (líderes), javerim (miembros, amigos) y janijim (educandos) son hermanos de la vida porque con ellos tengo hasta 6 años de diferencia. Me dejó la certeza de que todo es posible si lo soñamos y nos lo proponemos. Y me regaló una comunidad para toda la vida, donde aprendí a trabajar por ella de aquellos inmigrantes que predicaron con el ejemplo.
Disfrutando de la vida comunitaria
P: Cuando empezaste, de niño, a ir a la NCI-estoy dando por sentado algo concreto-¿podrías imaginar cómo se desarrollaría la historia comunitaria?
R: La verdad que empecé a tomar conciencia de nuestro rol en la vida comunitaria cuando mis hijos llegaron a edad escolar y comencé a ocuparme en temas específicos de la Escuela Integral. Diez años como directivo, algunos de ellos como Secretario General, me permitieron disfrutar y entender la importancia del trabajo comunitario en mi vida judía.
P: ¿Qué es lo que más te gusta de la actividad comunitaria?
R: Lo que más me gusta es sentir que vivo una vida judía. Cada día, en el trabajo, en casa, disfruto de vivir en el espíritu de los valores, prácticas y enseñanzas del judaísmo. Pero en la comunidad, cobra un sentido de misión y es más completo. Disfruto de la diversidad de la gente, donde cada uno tiene su luz. Y quienes tienen muy oculta esa luz, nos dan la posibilidad de ayudarlos a encontrarla.
Comunidad y familia
P: Imagino que a Helen, tu esposa, la conociste en la tnuá ¿verdad?
R: Fuimos madrijim en el mismo nivel de edad, pero nuestro común amigo Harold era su comadrij.
P. Harold Wiener, una de las personas más hermosas que conozco.
R: Con Helen construimos una vida en común desde la adolescencia, hace 47 años. Y compartimos completamente la vida en comunidad: estudiamos juntos y lideramos juntos. Al punto que mis amigos ya reconocen cuando hablo inspirado por Helen.
P: Qué linda noción…
R: Tenemos hijos de los cuales estamos muy orgullosos, y crecen en el espíritu y valores de la tradición. En esta etapa, lo que más disfrutamos es aprender, soñar e imaginar con el pequeño Shaked de 4 años (que va a viajar al espacio), y no perdemos oportunidad de mimar a la sonriente y dulce Tamar de 7 meses.
P: Divino..yo tengo uno por ahora y me tiene loca, así que te entiendo.
R: No hay palabras.
A modo de resumen…emociones y desafíos
P: ¿Algún pendiente especial que quisieras que la NCI cumpla, que aún no lo haya hecho?
R: Siempre hay pendientes, pero la esencia de la NCI es que a pesar de sus 85 años siempre mira hacia adelante. Nos detenemos, agradecemos y festejamos lo logrado y luego soñamos lo que está por venir. Quisiera que la NCI cumpla 120 años, tan vigente para ese momento como lo es hoy para este en que muchas comunidades se inspiran en sus logros.
P: Eso seguro será sólo cuestion de tiempo. ¿Podrías resumir en dos palabras lo que simboliza este aniversario de la NCI?
R: Este 85 aniversario es un escalón más en la vida de una comunidad madura, sólida y relevante para nuestro tiempo. Es una forma más de estar presente hoy y aquí. El año 85 se representa con las letras Peh y Hei que forman la palabra Po, que en hebreo es aquí. La NCI en sus 85 años está aquí para ti.
P. ¿Cómo van a ser los festejos?
R: Los festejos son sorpresa! Y entiendo que los organizadores están preparándolos para la segunda mitad del año de festejos, cuando podamos tener cierta presencia personal en el edificio. Pero, como la fecha del aniversario es el próximo 7 de Junio, celebramos el inicio del año de los festejos con una Asamblea Extraordinaria de Socios, en la cual la Comisión Directiva nombrará 4 Socios de Honor y compartiremos el momento a través de la plataforma digital. El inicio de los festejos no se suspende por pandemia.
P: ¿Algo más que quieras agregar?
R: Quiero aprovechar para agradecer a la Comisión Directiva que asumió el desafío este marzo, en plena pandemia y con tanta incertidumbre en el país, y que ya está trabajando con tantos logros y entusiasmo. Les deseo mucho éxito y satisfacciones en esta aventura de construir comunidad.
¡Muchas gracias Ana por la oportunidad de compartir este momento !
P: Muchas gracias a vos Peke. Y a través tuyo, felicitaciones a la NCI de todo corazón. Por muchos años más, con logros y cohesión comunitaria, también en la pluralidad.
R: Muchas gracias.