A la edad de 85 años, falleció este domingo el gran dirigente comunitario Nelson Canias (z”l), quien fuera en varios períodos Presidente de la Comunidad Sefaradí y de FESELA, la Federación Sefaradí Latinoamericana. Educador de gran preparación judaica y fuerte sentimiento judío, dedicó su vida al mundo sefaradí uruguayo.
Fue cofundador del Ajcisu, preparaba a niñas que cumplían su Bat Mitzvá, daba clases de Kabala , creó el servicio juvenil de los Iamim Noraim en la sinagoga de la calle Buenos Aires y abarcó variadas facetas del trabajo en pro de la Comunidad Sefaradí. La presidió en tres períodos: de 1972 a 1974, de 1978 a 1982 y de 1984 a 1986.


El hogar que formó con Catalina, su compañera de toda la vida y madre de sus dos hijos Samy y Miriam, transmitió el orgullo de la condición judía, el amor por la cultura sefaradí y por Israel. A tal punto, que cuando sus hijos eran pequeños, los Canias decidieron radicarse en Israel, pero poco después la familia volvió a Uruguay.

Años atrás entrevistamos a su hijo Samy, cuando era el Secretario General del Comité Central Israelita del Uruguay, institución que tiempo después pasó a presidir. A la pregunta sobre qué significa para él ser sefaradí, respondió: “Sefaradi es la casa; son mis abuelos, mis padres, kabalot shabat y Iamim Noraim en la sinagoga de la calle Buenos Aires, siempre sentado entre mi padre y mi abuelo. Sefaradí es escuchar ladino, es conocer bien las canciones de Yehoram Gaon...Disfrutar las comidas típicas ...Para mí, ser sefaradí es sentir un gran orgullo , un fuerte sentimiento de pertenencia”. Y eso, claro está, pasó directamente de sus padres .

A raíz de su fallecimiento, como era de esperar, decenas de mensajes fueron enviados a sus hijos, expresando un gran reconocimiento por el aporte de Nelson Canias a la comunidad. “Líder nato”, “ejemplo de verdadero líder comunitario”, “sabía mucho y enseñó mucho”, “pilar de la comunidad sefaradí”, son sólo algunas de las expresiones que honran su memoria.
Hace años, tuvimos el gusto de reencontrarnos con Nelson durante una visita que realizamos al Hogar Israelita de Burgues, donde él residía desde hacía ya un tiempo. Allí recibía asiduas visitas de su familia, su gran orgullo, especialmente sus nietos Guili y Ianai.
Lo recordábamos de mucho tiempo antes, activo en su comunidad. Aunque físicamente no tenía las mismas fuerzas de sus años mozos, no había perdido su sonrisa.
Ahora, descansa en paz.
Este lunes se le da sepultura en el Cementerio Israelita de La Paz.