Tenemos el honor de compartir con nuestros lectores MiSinaí No. 90 Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros.
No. 90
Ki Tisa Pará
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¿QUÉ ES EL PECADO?
Por Yanki Tauber
Como casi todo, depende de a quien le pregunte.
El Midrash (Yalkut Shimoni sobre el Salmo 25) describe una especie de “panel de discusión” en la que esta pregunta se hace a cuatro autoridades, la Sabiduría, la Profecía, la Torá y D-os, y cada una da una definición distinta de pecado.
De acuerdo a la Sabiduría el pecado es un acto perjudicial. De acuerdo a la Profecía es la muerte. La Torá lo ve como una necedad. Y D-os lo ve como una oportunidad.
La visión filosófica del pecado es que es una mala idea, como caminar descalzo en la nieve o comer comidas con grasas. Si usted hace cosas malas, le sucederán cosas malas.
¿Significa esto que Alguien está sentado allí arriba, tabulando pecados y repartiendo castigos? Bueno, sí, aunque no es tan simple como si fuera un D-os vengativo que se cobra de Sus pequeñas criaturas terrenales por osar desafiar Sus instrucciones. ¿Acaso tener los pies congelados es el castigo de D-os por caminar descalzo en la nieve? ¿Una enfermedad al corazón es la venganza de D-os por glucosa alta en la dieta? En última instancia sí, si acepta que todo lo que sucede, sucede porque D-os quiere que suceda. Pero lo que significa realmente es que D-os estableció ciertas “leyes de la naturaleza” que describen los patrones de Sus acciones sobre nuestra existencia. Hay leyes físicas de la naturaleza, aquellas que los científicos miden y hacen hipótesis. Hay también leyes espirituales de la naturaleza, que dictan qué acciones espiritualmente benéficas traen beneficios espirituales, y que acciones espiritualmente dañinas causan daño espiritual. Y dado que nuestra existencia física se deriva y es un reflejo de la realidad espiritual, el comportamiento espiritual y moral afecta en última instancia su vida física también.
El Rey Salomón (quien es la fuente de la perspectiva de la “Sabiduría” en el Midrash citado) establece en el libro de Proverbios: “El mal persigue a la iniquidad”.
La Profecía da un paso más. El pecado no es sólo una acción dañina, es la acción más dañina de todas. La Profecía (que representa el apogeo del esfuerzo humano por comunicarse con D-os) define la “vida” como conexión con D-os. El pecado, el apartamiento del hombre de D-os, es una interrupción de esta conexión. Por lo tanto, el pecado es muerte.
La Torá está de acuerdo que el pecado es una acto dañino. También está de acuerdo con que es una interrupción del flujo de vida del Creador a la creación. De hecho, la Torá es la fuente tanto de la perspectiva de la Sabiduría como de la Profecía sobre el pecado. Pero la Torá también va más allá de ellos reconociendo que el alma del hombre nunca haría voluntaria y conscientemente una cosa tán estúpida.
El pecado, dice la Torá, es un acto de necedad. El alma pierde su cabeza, y en un momento de irracionalidad y confusión cognitiva hace algo que es contrario a su verdadero deseo. Por lo tanto el pecado se puede trascender cuando el alma reconoce y acepta la tontería de sus transgresiones y reafirma su verdadera voluntad. Entonces el verdadero ser del alma sale a la luz, revelando que el pecado fue de hecho cometido solo por la parte más externa y maleable del alma, mientras que su parte interna nunca estuvo implicada.
¿Y qué dice D-os? D-os, por supuesto, inventó las leyes de la naturaleza (tanto físicas como espirituales) y la Sabiduría que reconoce como operan. D-os es la fuente de la vida, y es El quien decretó que debe fluir al alma humana vía un canal construido (o perturbado) por las acciones del hombre. Y D-os nos dio la Torá y sus fórmulas para la salud espiritual, el autodescubrimiento y la trascendencia. Por lo que D-os es la fuente de las primeras tres perspectivas del pecado.
Pero hay una cuarta perspectiva que es sola de D-os: el pecado como la oportunidad de “regresar” (teshuvá).
La Teshuvá es un proceso que, en última instancia, nos posibilita no solo trascender nuestras fallas sino también redimirlas: viajar literalmente atrás en el tiempo y redefinir la naturaleza esencial de un acto pasado, transformarlo de mal a bien.
Para lograr esto, primero tenemos que experimentar el acto de transgresión como una cosa negativa. Debemos agonizar por la total devastación que ha hecho en nuestra alma. Debemos reconocer, rechazar y renunciar a su necedad. Sólo entonces podemos volver atrás y cambiar lo que hicimos.
Entonces ¿el pecado es una acción mala y dañina? ¿Es la cara misma de la muerte? ¿Es mera estupidez, que debe ser ignorada por un alma inherentemente sabia y pristina? ¿Es una potente oportunidad para conquistar y crecer? Resulta que es todas las cuatro. Pero solo puede ser la cuarta si es también las primeras tres.
LAS ALTURAS DEL ARREPENTIMIENTO
"Ellos sacrificaron [para el becerro]" (Shemot 32:6)
¿Cómo pudo el pueblo que fue testigo de los milagros de D-os y experimentó Su revelación en el Monte Sinaí, cometer una transgresión tan obvia apenas tan poco después? Es verdad que sólo un pequeño porcentaje del pueblo adoró al becerro, pero incluso esto es difícil de imaginar.
Los sabios del Talmud nos enseñan que en realidad, los judíos en ese momento eran incapaces de pecar. Para permitir que el pueblo se eleve a las alturas del logro espiritual sólo alcanzable a través del arrepentimiento, D-os “forzó” todo el incidente sobre ellos.
A la luz de esto, podemos ver nuestras transgresiones pasadas como oportunidades a través de las cuales podemos escalar alturas espirituales que no podríamos alcanzar de otra forma.
Likutei Sijot, vol. 16, págs. 412-413.
PARASHÁ EN 30"
Éxodo (Shemot) 30:11 – 34:35
La novena sección del libro de Éxodo comienza con las instrucciones finales de D-os relativas al Tabernáculo. D-os le dice a Moisés que levante (Tisá en Hebreo) un censo de los hombres judíos adultos, recolectando una moneda de plata de medio shékel de cada uno. D-os luego procede a enseñarle a Moisés cómo construir la Pileta usada por los sacerdotes para lavar sus manos y pies, cómo hacer y usar el aceite de unción y el incienso, y a quién debería designar para supervisar la construcción del Tabernáculo. Todo esto es seguido por el relato del incidente del Becerro de Oro y sus repercusiones.
SABIOS DE ISRAEL
RABÍ IAACOV EMDEN (EL "IAAVETZ") (1697-1776)
Por Nissan Mindel
Rabí Iaacov Emden nació en la ciudad de Altona, adyacente a Hamburgo -Alemania-, en el año 1697. Rabí Iaacov se hizo acreedor al apodo de "Emden", en recuerdo a la ciudad en la que él ocupó el cargo Rabínico. También es conocido con el acróstico de "Iaavetz", iniciales de las palabras Rabí Iaacov ben Tzvi.
Hasta la edad de 17 años, Rabí Iaacov permaneció en el hogar paterno, absorbiendo del "Jajám Tzví", con suma devoción, los conocimientos de la Torá. En el año 1714 Rabí Iaacov arribó a la Ieshivá de Brod y estuvo los siguientes 4 años dedicándose por entero al estudio de la Torá. Sólo posteriormente inició cierta actividad comercial, con piedras preciosas, negándose a obtener su sustento por medio del Rabinato.
En el año 1728 Rabí Iaacov llegó a la ciudad de Emden. Allí fue que los dirigentes de la comunidad lo eligieron como su Rabino. Rabí Iaacov ocupó el cargo de Rabino en la ciudad de Emden durante cuatro años, mas su nombre quedó ligado a esta localidad para la posteridad.
Fue en Altona donde Rabí Iaacov vivió sus últimos cuarenta años, e imprimió muchas de sus obras que solía repartir gratuitamente a quien lo requiriera.
En adición a sus extraordinarios conocimientos del Talmud y los Poskím -Legisladores Judíos- Rabí Iaacov era un profundo conocedor de la Cábala. Rabí Iaacov editó su renombrado Sidur, que hasta el día de hoy se conoce bajo el nombre de "Sidur Iaavetz" o, según su nombre original, "Sidur Beit Jaacov".
Rabí Iaacov Emden falleció el primer día del mes de Iyar de 1776, a los 78 años.
MATZÁ
Matzá es más que comida, es la forma en la que revivimos el Éxodo. Es también la única mitzvá que tenemos hoy en día que comemos y digerimos. De acuerdo a la kabalá, la matzá que comes en la primer noche de Pesaj fortalece la fe del alma, y la matzá que se come en la segunda noche la cura. Así que asegúrate de...
Obtener la Real
Porque no todas las matzot son iguales. Hay...
Matzá Para Todo el Año
Parece como matzá, sabe como matzá y tiene los mismos ingredientes que la matzá, pero no fue hecha para Pesaj, y nadie asegura que no se haya vuelto jametz, es decir, prohibida para Pesaj. Es no kosher para Pesaj bajo cualquier circunstancia.
Matzá “Enriquecida”
Es matzá hecha con jugo de fruta, huevos y algunos otros ingredientes extra. No debería ser usada para el seder. Si está certificada para Pesaj, se puede usar durante el resto de Pesaj por aquellos que están enfermos o aquellos que (por razones de salud) simplemente no pueden comer matzá común.
Matzá Shmurá
Es matzá hecha con harina que fue resguardada de cualquier humedad desde el momento de la cosecha (o al menos la molienda) hasta que llega a tu boca, todo en aras de la mitzvá. Casi la mejor matzá, excepto por un detalle...
Matzá Shmurá Hecha a Mano
Para el Seder, necesitas matzá que fue hecha especialmente para la mitzvá de comer matzá en el Seder, y aun no hemos inventado máquinas que puedan tener eso en mente. La mejor matzá es hecha a mano en una panadería donde todos gritan “¡En aras de la mitzvá de matzá!” antes de amasar, arrollar u hornear la masa.
Detalles
- El único momento que tienes que comer matzá es en las dos noches del seder (en Israel, sólo la primer noche)
- La matzá es comida prohibida en el día anterior a Pesaj. Muchos tienen la costumbre de abstenerse un mes entero antes de Pesaj.
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