Tenemos el honor de compartir con nuestros lectores MiSinaí No. 89 Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros.
No. 89
Tetzavé
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Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 26/02 19.07
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LA TAREA DEL LÍDER
Por Tali Loewenthal
Para el pueblo judío el pasado, presente y futuro están inseparablemente unidos. La Torá describe los detalles del servicio en el Templo que, a pesar de que fue destruido dos mil años atrás, permanece como una realidad interna en la consciencia judía. El Templo estuvo en el pasado, pero también estará en el futuro. Por lo tanto nos enseña sobre el presente.
Parte del servicio del Templo era el hecho de que cada día el Sumo Sacerdote entraba al Santuario del Templo, donde ardían las luces de la Menorá de oro. La Torá describe las vestimentas especiales que vestía. De esto podemos aprender algo sobre la naturaleza del liderazgo judío.
El Sumo Sacerdote era el representante espiritual de todo el pueblo judío. En su nombre entraba al Templo, donde la presencia de D-os estaba revelada. Los rabinos nos dicen que sus vestimentas expresaban su vínculo con todos los demás judíos.
En cada hombro llevaba una piedra de ónix en un engarce de oro. En las piedras estaban grabados los nombres de las Doce Tribus, seis en cada piedra. Una cadena de oro, que pasaba por cada una de las piedras de ónix en el hombro, sostenía el “Pectoral del Juicio” vestido sobre el pecho del Sumo Sacerdote. En el Pectoral habían doce piedras preciosas distintas. Cada joya tenía grabado el nombre de una de las Doce Tribus.
Esto significa que el Sumo Sacerdote llevaba con él los nombres de las Tribus, la totalidad del pueblo judío. Cuando entraba al Templo esto actuaba como un recuerdo ante D-os, expresando el pedido de que D-os recuerde a Su pueblo y los mire con favor.
¿Este recuerdo era solo en nombre de los judíos justos que expresaban las más nobles tradiciones de su pueblo? No. Los sabios explican que las vestimentas del Sumo Sacerdote lo conectaban con todos. Por lo tanto otra vestimenta que tenía era una sotana de color turquesa. En su dobladillo habían “granadas” hechas de lana de colores, entre las cuales habían campanillas hechas de oro. Cuando caminaba, se podían escuchar las campanillas, quizás algo similar a la forma en que escuchamos las campanas en la corona del rollo de la Torá hoy en día.
El Talmud nos dice que las “granadas” son un símbolo de aquella gente que se imagina a sí misma como completamente alejada del Judaísmo. Puede pensar así, pero los sabios establecen que “incluso el más vacío de entre ustedes está lleno de buenas acciones como una granada está llena de semillas”. Cuando el Sumo Sacerdote entraba en el Santuario Sagrado llevaba con él también a esos judíos, junto con los otros, invocando la bendición de D-os para ellos y despertando en todos ellos su sentido de estar conectados con D-os.
A lo largo de las generaciones está ha sido la función de los líderes judíos: pedirle a D-os una bendición para el pueblo judío, y recordarnos a todos nosotros que tenemos un gran poder espiritual.
Este fue el rol de Mordejai, durante la época agitada conmemorada en Purim, Muchos judíos en el vasto imperio Persa estaban profundamente asimilados. Sin embargo, Mordejai fue capaz de despertarlos para que enfrenten la amenaza presentada por Haman y ponerse de pie por ser judíos. Ellos tenían la oportunidad de escapar convirtiéndose a la religión de Haman, inclinándose y adorándolo a él. Mordejai, preocupándose por cada judío, fue capaz de inspirarlos a todos. Les hizo reconocer que, no importa cuán alejados se puedan a veces sentir, la verdadera realidad interna de cada persona es la porción de D-os que lleva dentro. Este reconocimiento desencadenó la respuesta Divina descrita en el Rollo de Esther y el giro milagroso con el que el pueblo judío fue salvado.
RECOMPENSAS
[D-os le dijo a Moisés, “El pueblo judío] sabrá que Yo soy D-os, su D-os, que los saqué de Egipto para morar entre ellos.” (Shemot 29:46)
Hay personas que se quejan diciendo “El camino de la Torá nos pone en desventaja. Tenemos que observar el Shabat y las festividades, pero tenemos que competir en los negocios con personas que no lo hacen. Antes de ir a trabajar en la mañana tenemos que rezar y estudiar Torá. En el medio de la jornada de trabajo, tenemos que parar y rezar de nuevo. Cuando finalmente volvemos a casa por la noche, aún tenemos una plegaria más que recitar. En el trabajo tenemos que ser cuidadosos de apartarnos de la deshonestidad o prácticas de negocios ilegales. Hay muchas situaciones en las que ni siquiera tenemos permitido competir con el negocio de otro. ¿Cómo podemos sobrevivir bajo estas circunstancias?”
D-os responde: “Yo los saqué de Egipto. Hasta entonces ni un solo esclavo había logrado escapar de Egipto. Pero aún así, saqué a varios millones de ustedes, y les otorgué gran riqueza. Así que ya ven, no estoy atado por las restricciones de la naturaleza. Si cumplen Mis directivas, los recompensaré en forma sobrenatural y aseguraré que tengan abundancia en todo lo que necesiten.”
Likutei Sijot, vol. 2, pág. 325.
Éxodo (Shemot) 25:1 – 27:19
Como la Torá relatará más adelante, cuando los judíos se convencieron de que Moisés no iba a bajar del Monte Sinaí, cometieron el pecado de hacer un becerro de oro. Algunos del pueblo adoraron este becerro como un ídolo; y como resultado D-os retiró Su presencia de todo el pueblo. Para restablecer Su presencia, D-os les ordenó que construyan una “casa” portátil, consistiendo de una tienda como santuario (el “Tabernáculo”), un patio alrededor y varios elementos puestos en lugares específicos dentro del santuario y su recinto. La séptima sección del libro de Éxodo comienza con la orden de D-os al pueblo judío de contribuir (Terumá en Hebreo) para la construcción de este Tabernáculo.
SABIOS DE ISRAEL
RABÍ DAVID HALEVÍ (EL TAZ) (1586-1667)
Por Nissan Mindel
Rabí David HaLeví nació en Vladimir, en la provincia de Wolin, en el año 1586. Provenía de una familia de afamados Rabinos.
La fama de Rabí David HaLeví se extendió plena de alabanzas sobre los centros judaicos de la época, hasta que fue invitado a ocupar el cargo rabínico en la ciudad de Ostrog, de por sí ya colmada de eminencias rabínicas. Tenía 55 años.
Allí fundó su propia Ieshivá y se dedicó a la enseñanza pública de la Torá, mas también encontró diariamente tiempo libre para abocarse a su actividad literaria.
Puede decirse sin exagerar que sólo merced a la influencia y activa asistencia de los líderes comunitarios le fue dado a Rabí David -por naturaleza introvertido y humilde- confeccionar su magnífica obra un comentario a las secciones Oraj Jaím y Ioré Deá del Shulján Aruj, exégesis que hoy también conocemos con su nombre abreviado, Taz. Su libro mereció fama mundial de inmediato y le aseguró una posición de honda estima entre los grandes de su época.
Coincidentemente aparecía al mismo tiempo en Vilna una obra similar, sobre la Sección Ioré Deá del Shulján Aruj, producto de la pluma de Rabí Shabtai Cohén. Este comentario es conocido también por su título, Siftei Cohén –"Labios del Cohén"- o simplemente por la abreviatura Shaj. Los autores de ambos comentarios se tornaron buenos amigos, aun a pesar de que en sus escritos sustentaban de tanto en tanto posiciones y opiniones antagónicas en su modo de estudiar las palabras del maestro común, Rabí Iosef Caro.
Posteriormente fue invitado a ocupar el sitial de la jefatura rabínica de Lwow, donde prosiguió sus benéficas actividades.
Rabí David HaLeví -el Taz- falleció a la edad de 81 años, en 1667.
PURIM
Purim, celebrado el 14 de Adar, es el día más divertido y lleno de acción del año judío. 2400 años atrás, Hamán, el primer ministro persa, ordenó el genocidio de los judíos. Su plan fue frustrado por Esther y Mordejai, ¡y nosotros celebramos!
Así es cómo:
1. Escuchar el Milagro
Vaya a su sinagoga y escuche toda la Meguilá. La Meguilá, también conocida como el Libro de Esther, es el rollo que cuenta la historia de Purim. Escuche la lectura pública dos veces: una vez durante la noche de Purim y otra durante el día. Ponga atención, es vital escuchar cada palabra. Cuando se menciona el nombre de Hamán durante la lectura, los niños hacen sonar matracas y los adultos golpean el piso para erradicar su nombre malvado.
2. Compartir Comida
Purim es acerca de amistad y comunidad. Envíe un paquete conteniendo al menos dos tipos diferentes de comidas listas para comer o bebidas a al menos un conocido judío durante las horas del día de Purim.
3. Dar al Necesitado
Purim es acerca de ser compasivo. Dele comida o dinero a al menos dos personas necesitadas durante las horas del día de Purim. En caso que no pueda encontrar gente necesitada, su sinagoga probablemente recolecte dinero para este propósito. Por lo menos ponga dos monedas en una alcancía de tzedaká. La tzedaká es una mitzvá todo el año, pero en Purim le damos a todo aquel que pida.
4. Festejar y Regocijarse
Purim es acerca de compartir nuestra alegría. Durante las horas del día de Purim, reúnase con amigos y familia para una comida con vino. Cante, ria, diviértase con los demás. Tradicionalmente los banquetes de Purim duran hasta la noche.
5. Agradecer a D-os
Agregue V’Al Hanisim, un corta sección de agradecimiento por el milagro de Purim, a las plegarias diarias y a la Bendición Después de las Comidas.
En Purim tradicionalmente los niños se disfrazan, en alusión al milagro de Purim que estuvo disfrazado detrás de eventos naturales. Haga que sus hijos se disfracen con personajes buenos y alegres como Mordejai y Esther.
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