Mundo Judío

Mi Sinaí

Tenemos el honor de compartir con nuestros lectores MiSinaí No. 85 Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros.

No. 85
Beshalaj
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Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 29/01  19.36
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LOS HUESOS DE IOSEF

Por Yossy Goldman

Ellos dicen adáptate o muere. ¿Pero debemos deshacernos de lo viejo para adoptar lo nuevo? ¿La elección está limitada a lo moderno o anticuado, o podemos ser tradicionalistas contemporáneos? ¿Pueden coexistir el pasado y el presente?

Al comienzo de la Parashá de esta semana leemos que Moshé mismo estaba ocupado con una misión especial mientras los judíos abandonaban Egipto. Moshé tomó con él los huesos de Iosef. Más de cien años antes del gran Éxodo, Iosef hizo jurar a los Hijos de Israel que lo llevarían con ellos cuando eventualmente abandonaran Egipto. Como virrey de Egipto Iosef no podía esperar ser sepultado en Israel cuando muriera como lo fue su padre Iaacov. Los egipcios no tolerarían que su líder político fuera sepultado en una tierra extranjera. Pero él hizo que sus hermanos se comprometieran solemnemente a que cuando llegara el momento y todos los israelitas partieran llevaran sus restos con ellos.

Y fue así que mientras todos los demás estaban ocupados empacando, cargando sus burros y preparándose para el Gran Viaje por el Desierto, Moshé estaba ocupado con esta misión, cumplir la sagrada promesa hecha a Iosef generaciones antes.

Pero Iosef no fue el único re-sepultado en la tierra santa. Sus hermanos también recibieron el mismo honor y último homenaje. Sin embargo es sólo a Iosef a quien menciona explícitamente la Torá. ¿Por qué?

La respuesta es que Iosef fue único. Mientras que sus hermanos eran simples pastores que atendían a sus rebaños, Iosef se encargaba de los asuntos de estado de la más poderosa superpotencia de la época. Ser un judío practicante mientras se pasea plácidamente por las praderas no es complicado. Solo en los campos, comulgando con la naturaleza, y lejos del ajetreo y el bullicio de la vida en la ciudad, uno puede ser más fácilmente un hombre de fe. Pero manejar una gigantesca infraestructura gubernamental como el hombre de estado más elevado en la tierra y aun permanecer fiel a las tradiciones de uno, no es sólo una novedad, es inspiración absoluta.

Empujado como fue desde la vida simple de un joven pastor hasta el centro de la capital de la nación para equilibrar los roles de virrey y judío, Iosef representa la tradición en medio de la transición. Es posible, enseñó al mundo, ser un tradicionalista contemporáneo. Uno puede cabalgar exitosamente en ambos mundos.

Ahora que estaban por abandonar Egipto, los judíos estaban enfrentando un nuevo orden mundial. Atrás quedaban la esclavitud y la opresión, y en su lugar estaba la libertad. Durante ese tiempo de transición, sólo Iosef podía ser su modelo de conducta. Necesitarían su ejemplo para mostrarles el camino hacia esa tierra desconocida, la nueva frontera.

Es por eso que la Torá sólo menciona a Iosef como aquel cuyos restos salieron con el pueblo. Necesitaban tomar a Iosef con ellos de forma que, al igual que él, hicieran su propia transición exitosamente.

Desde que dejamos Egipto, hemos estado deambulando. Y cada traslado ha traído con él sus propios desafíos. Desde Polonia a América o de Lituania a Sudáfrica, toda transición vino con choques culturales para nuestra psiquis espiritual. Cómo ganarse la vida y seguir cuidando el Shabat como lo hacía en el shtetl cuando el dueño de la fábrica dice "Cohen, si usted no viene el sábado, ¡no se moleste en venir tampoco el lunes!" Era una prueba de fe que no era para nada fácil. Muchos sucumbieron. Pero muchos otros se mantuvieron firmes y sobrevivieron, y hasta florecieron. Fue la prueba de la transición, y aquellos que tomaron como modelo a Iosef pudieron hacer la transición mientras permanecían comprometidos con la tradición.

La democracia y la cultura de los derechos humanos han hecho que parte de la vida judía fuera de alguna forma más fácil, pero aun abundan los desafíos. En todas nuestras transiciones de hoy, debemos continuar aprendiendo de Iosef.

ABRANZANDO LOS DESAFÍOS ESPIRITUALES

"El Faraón se acercó." (Shemot 14:10)

El Midrash ofrece otra interpretación: Al perseguirlos el Faraón llevó a los judíos más cerca de D-os, como lo evidencia su clamor hacia Él cuando vieron al ejército egipcio aproximarse. Es así que frecuentemente es la oposición la que despierta nuestras más profundas reservas de energía.

Cuando nos enfrentamos con un desafío, debemos verlo como una oportunidad para el crecimiento espiritual en vez de intentar evitarlo. El confort y la complacencia pueden hacer que perdamos de vista nuestras prioridades, debilitando nuestro sentido de urgencia en nuestra misión Divina. Las adversidades físicas o espirituales nos pueden sacudir de esta indiferencia, socavando nuestra seguridad y dándonos la oportunidad de avanzar en nuestra relación con D-os cuando nos abrirnos paso a través del obstáculo.

Torá Or ad loc.; Séfer HaMaamarim 5721, págs. 257-8; Sijot Kódesh 5721, págs. 62-3, 5726, págs. 209-210.

 

Éxodo (Shemot) 13:17 – 17:16

La cuarta sección del libro de Éxodo comienza con el momento después de que el Faraón “expulsa” (Beshalaj en Hebreo) a los judíos de Egipto. Los judíos viajan hacia el Monte Sinaí para recibir la Torá, pero son perseguidos por el Faraón y el ejército egipcio. D-os parte el Mar de Juncos, permitiendo a los judíos pasar a salvo y luego ahoga a los egipcios en él. Los judíos continúan hacia el Monte Sinaí, con D-os proveyéndoles milagrosamente de comida (maná) que caía del cielo y agua que manaba de una roca. Cuando están por llegar a su destino, los judíos son atacados por la nación de Amalek.

SABIOS DE ISRAEL

RABÍ MORDEJAI IAFE (LEBUSH) (1530 – 1612)

Nació en Praga en el año 5290. Estudió en las Ieshivot de Polonia con los famosos Sabios Rabí Shlomo Luria (Rashal) y Rabí Moshe Iserles (Rama).

Cuando regresó a Praga fundó una Ieshivá que atrajo a muchos discípulos. En aquellos tiempos se intensificaron las acusaciones y persecuciones contra los judíos, lo que obligó a Rabí Mordejai a abandonar el país y emigrar a Italia donde vivió cerca de 10 años y pudo perfeccionarse en la ciencia de la Cabalá, así como en astronomía y matemáticas.

En el año 5332, fue nombrado gran Rabino de Oronda; luego se trasladó a Lublin donde ejerció el puesto de gran Rabino de la Ieshivá de esa población. Fue designado uno de los representantes rabínicos en el comité de las cuatro ciudades (que reunía 2 veces a los grandes rabinos y presidentes de las cuatro comunidades con el fin de discutir y solucionar cuestiones religiosas).

En el año 5352 Rabí Mordejai fue nombrado gran Rabino de Praga. Redactó su obra Lebush dividida en 10 tomos con decisiones de Halajá después de explicar las diferencias de opiniones entre Posekim.

A pesar de que el Lebush fue muy bien acogido en todo el mundo, ya se había generalizado la aceptación definitiva del Shuljan Aruj y las demás obras de Halajá fueron relegadas a segundo plano.

Rabí Mordejai dedicó toda su vida al servicio del público tanto en asuntos puramente religiosos como sociales. Falleció el 3 de Adar 2, del año 5372.

¿LO SABÍAS?

EL SHEMÁ

Vivimos en un espejismo cósmico. Estamos rodeados de miles de creaciones, todas aparentemente autosuficientes e independientes, pero como judíos sabemos que en realidad hay una sola entidad real. Un solo D-os que es la esencia de todo. Un solo D-os que se manifiesta en una infinita cantidad de creaciones.

Lograr hacer propio este concepto es un gran desafío, pero es clave para desarrollar una mejor relación con nuestro Creador. Para lograr esto, cada mañana y cada noche recitamos el Shema, tres párrafos bíblicos (Deuteronomio 6:4–9, 11:13–21; Números 15:37–41) que comienzan con la frase más famosa y relevante del judaísmo, "Oye, oh Israel. D-os es nuestro Señor, D-os es Uno”. El Shema continúa con varios aspectos básicos del judaísmo como el amor a D-os, el estudio de la Torá, el principio de recompensa y castigo y el éxodo de Egipto.

Meditar sobre estas palabras nos ayuda a ver más allá del espejismo y nos ayuda a vivir acorde nuestras expectativas espirituales.

El Shema es parte de las plegarias matutinas. No obstante, debemos decir Shema incluso si no recitamos las plegarias.

Cuándo

"Al acostarte y al levantarte" (Devarim 6:7)

Por la mañana: Durante el primer cuarto del día –desde el momento en el que hay suficiente luz diurna como para reconocer a un conocido a una corta distancia.

Por la noche: Desde la salida de las estrellas hasta el alba. Es preferente, hacerlo antes de la medianoche.

Cómo

Puedes decir el Shema en tu idioma de origen si no sabes hebreo.

Asegúrate de que el entorno sea limpio y modesto, pronuncia cada palabra cuidadosa y articuladamente. No interrumpas la plegaria.

Cubre tus ojos con la mano derecha mientras dices la primera oración –para bloquear cualquier estímulo externo. Recita el primer verso en voz alta por la misma razón.

Lo ideal es decir el Shema de la mañana con el talit y los tefilin, ya que estos mandamientos son mencionados en la lectura del Shema.

.MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
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