El Servicio General de Seguridad lo confirmó este domingo.
Se lo suponía desde un comienzo y nadie en Israel se sorprendió al oirlo. Es oficial: el asesinato de Ori Anzbacher, la jovencita israelí de 19 años cuyo cuerpo sin vida fue hallado el jueves en el bosque Ein Yael de Jerusalem, fue un atentado terrorista.
El responsable, Arafat Arfaíe, de 29 años, de Hebron, fue detenido el viernes por la noche junto a una mezquita en Ramallah donde se ocultaba. No opuso resistencia y por ende tampoco hubo ningún disparo durante su arresto. El sábado de noche reconstruyó el crimen y confirmó: violó y mató a Ori a cuchilladas por ser judía e israelí.