En comunidad

El rabino mexicano de Yavne, feliz con su experiencia uruguaya

Con el Rav Moshe Nissan

Moshe y Tamar Nissan llegaron hace corto tiempo a Montevideo para trabajar en Yavne y están felices con su experiencia. Hasta tienen un uruguayito en la familia, “made in Yavne”, como nos dice el Rab Moshe.

De cara a las Altas Fiestas, conversamos con él.

P: Moshe, si bien ya hemos publicado hace unos meses una entrevista contigo y con el Rav Oved Avrech, fue una entrevista conjunta, y me alegra tener la oportunidad de realizar esta por separado, para que te conozcan más a fondo también los lectores que no son parte de la comunidad Yavne. ¿Por dónde empezar? ¿Quién es el rav Moshe Nissan? Lo que yo sé es que eres mexicano y que estás casado con Tamar….Cuéntame por favor un poco más.

 

R: Aunque naci en la CD de Mexico, los últimos 10 años viví en Israel después de hacer aliá y pasar por lo que pasa casi cualquier joven inmigrante:  Merkaz klita, Ulpan, Ejército. Mi familia había hecho aliá  en el 1990. Después de haber regresado a Mexico, con toda la familia, mi hermano y yo acordamos que regresaríamos algún día. Todas las fechas llegan. Ambos regresamos, y no puedo creer que increíblemente hoy hace un año dejé Israel para emprender la aventura increíble que nos trajo a Montevideo a una Shlijut de dos a tres años (aunque mi esposa siga pensando que será por mas!).

 

P: Yo creo que Tamar sabe lo que es bueno…¿no?

R: La verdad es que esta aventura en Montevideo nos ha transformado no solo como individuos y familia sino en nuestro compromiso con am Israel y la vida misma. Vivir comprometido con la Torá  toma una luz increíblemente distinta cuando la compartes, no es suficiente tenerla para uno solito, es una experiencia que merece ser compartida con todo judío.

 

P: ¿Cómo fue tu camino en Israel? 

R: Al terminar mi Maestría en el Technion no me satisfacía la idea de seguir la monotonía laboral, asi que recuestioné las razones por las cuales había decidido vivir en Israel. Claro que la decisión de estudiar Torá había sido una de las motivaciones para hacer aliá, así que dediqué unos anos en la Yeshiva “ZIV” en Shaarei Hesed en Jerusalem, donde tuve la fortuna de encontrarme con un grupo de judíos peculiares.

 

P: ¿A qué te refieres?

R: Diría que no era fácil encontrar gente así en cualquier sector de la sociedad polarizada de Israel. Se trataba de académicos que habían decidido vivir una vida de profundo compromiso con la Tora y por otro lado no abandonar su lado profesional. Así que fui afortunado.

 

P: Se juntan entonces varias vertientes en tu vida.¿Cómo te presentarías entonces?

R: Soy  un Mexicano que decidió ser Israelí, un académico que decidió dedicarse al máximo estudio al que un Humano puede acceder, la Tora, y en el camino encontró a una compañera con energías similares como para subirse al barco y emprender una aventura al otro lado del mundo. Y no se puede encontrar mejor aventura que la que hemos encontrado. Con suerte en el camino terminemos encontrando la esencia de nuestro verdadero ser, y  así escribir una historia fuera de serie, una historia digna de ser contada.

 

El hogar, las raíces

P: Y tú búsqueda del camino a seguir en la vida tiene seguramente raíces en tu hogar…

R: Debo de decir, que le debo en gran parte la manera en la que vivo hoy,  a papá y mamá. Ellos fueron un detonante en una búsqueda de identidad y verdad que permeaban mi ser desde pequeño. Mi papá era muy sionista y me adoctrinó sin darse cuenta en que  un Yehudi debe vivir en Israel. Así que de alguna manera estuve programado desde pequeño a hacer aliá. Mis padres, aunque no eran practicantes les interesaba que de alguna manera yo lo fuera, así que hacían esfuerzos, sobretodo mi mamá, para que nunca perdiéramos Jaguim y de vez en cuando kabalat shabat. Pero mi búsqueda se intensificó obviamente al llegar a la edad adulta, cuando te empiezas a cuestionar qué tipo de pareja quieres, cómo se debería ver tu familia, aspiraciones profesionales, de vida. Es ahí donde me di cuenta que hacía falta responder preguntas esenciales para poder fijar un rumbo de vida, propósito, algo más que simplemente pasarla bien y hacer como si me llenaba una vida simple de hacer lo que todos hacen, ir a la universidad, negocio, al gimnasio y hablar de temas “cool”.  Empecé a estudiar Tora dos veces por semana y ahí conocí a mi maestro el Rab. Aryeh Coffman que sin duda me inyectó el deseo de entender cada vez más lo que tenía que decir la Torá sobre cómo vivir una vida con sentido. Cuatro años después al terminar mi primer título estaba arriba de un avión rumbo a Israel. Tenía muchos objetivos en mente principalmente mejorar mi  hebreo, estudiar en la academia en Hebreo, servir en Tzahal , estudiar Tora y casarme con una esposa judía que siga mi mismo camino. También tenía otros objetivos más escondidos como dejar de vivir una imagen de Israel desde una experiencia ajena a la mía. No me bastaba con los cuentos que me contaba mi papa de su experiencia en el  ejército o mi mamá en el kibutz. Para mí era como romper un ídolo que habían creado, era un camino a la libertad intelectual y existencial, una necesidad del ser.

La experiencia comunitaria

P: ¿Se  puede comparar experiencias comunitarias? O sea, estando en Yavne ¿comparas alguna vez con lo que viviste en México?

R: No, México y Uruguay son dos polos opuestos totalmente. Para poder definir las comunidades judías de estos países se necesita también entender la idiosincrasia del lugar, que queramos o no, impactan también a nuestras comunidades judías en todo lugar donde se encuentren. Por ejemplo la sociedad uruguaya es, en gran medida, liberal y laica, una pequeña Europa en Latinoamérica, a diferencia de la sociedad Mexicana que más bien es una sociedad bastante “Religiosa” donde predominan las distinciones sociales y los contrastes socioeconómicos, elemento que le ha brindado a la Comunidad Judía mexicana una especie de protección contra la asimilación, aunque no del todo.

La comunidad Judía Mexicana está formada en gran parte por judíos provenientes de países Árabes, principalmente Sirios y un grupo reducido de Sefaradim de los Balcanes (Turquíaa, Grecia, Bulgaria) que son una especie de híbrido sofisticado entre Mizrajim y Ashkenazim en mentalidad y práctica halájica. Y claro existe también una comunidad Ashkenazi, no practicante principalmente, aunque siempre hubo personalidades askenazíes que mantuvieron un sector practicante en México. 

También existe un Colegio Yavne que logra guardar los valores que el movimiento Mizraji mundial ha luchado por mantener, una vida ortodoxa comprometida con los retos cotidianos de la actualidad, y claro que un ferviente amor por la tierra de Israel. 

P: ¿Cómo ves tú a Yavne que ahora es, por unos años, tu hogar?

R: Quisiera precisamente remarcar que son muy afortunados los Judíos Uruguayos en tener un espacio como Yavne, que balancea la supervivencia judía en la diáspora y el orgullo de ser judío, con un mundo que persigue también el avance tecnológico, científico y la prosperidad. Tal  vez no lo sepan pero hay pocos lugares en el mundo donde uno podrá encontrar una comunidad tan heterogénea, tan colorida y tan entregada por sus ideales, dejando a un lado el color de la camiseta y recordando ante todo en am Israel somos hermanos. Es un lugar donde se baila y se alaba a Hashem, un lugar donde a pesar de las diferencias todo judío  tiene un asiento al que puede llegar y derramar su emoción y devoción por el amor mutuo que sigue manteniendo viva la llama aún en los rincones más lejanos del planeta.

P: ¿Es muy distinta la forma de ser del judío uruguayo de lo que conocías en México?

R: Pienso que el judío uruguayo es caracterizado por la sociedad uruguaya que es súper laica y liberal. Siempre está el reto de no desaparecer entre las masas, y la gran necesidad  que existan lugares donde se inyecte identidad y propósitos judíos. En esto no puede haber divisiones. Creo que aquí todos debemos estar comprometidos con fomentar un “Jewish Pride”, orgullo de nuestra identidad, y no estoy hablando de construir una identidad Judía basada en el Holocausto o en afinidades políticas. Hay que tener claro por qué es importante ser judío, aquí ahora.  Mi imagen del judío uruguayo antes de venir fue formada por amigos que tuve en el Technion y en las distintas etapas de la vida de tnuá de ulpan, y la verdad siempre fue muy positiva. Me encanta que sean tan intelectuales y a diferencia de los mexicanos se toman la política en serio. La verdad que me siento muy afortunado de tener ahora tantos amigos uruguayos. Es más, HJashem hsta nos mandó un urugayo a casa nuestro querido hijo Eliyahu Yosef, nacido en Montevideo. 

 

P:  Eso sí que será pues quedar siempre con un trocito de Uruguay con ustedes.

R: Así es.

P: ¿Cómo te sientes en Yavne?

R: Increíble muy agradecido con la vida de estar viviendo este lugar, nos está transformando. Quisiera que más gente se diera la oportunidad de venir aquí y pasarla bien con nosotros, hay cosas de Yavne que me llevaría a Israel, a Mexico, a Argentina, hay tanto que tiene que dar, tanta gente afuera que está buscando lo que nosotros aquí vivimos diariamente y no saben que se llama Yavne.

La inserción personal

P: Los niños son a menudo la mejor indicación de cómo van las cosas, con su naturalidad, su espontaneidad. ¿Cómo ves a los tuyos en Uruguay?

R: Nuestro primogénito Ovadia Binyamin, nació en Yerushalaim, llegó aquí de dos años y ya habla con acento charrúa. La  pasa increíble, está lleno de amigos y es la luz que nos mantiene motivados, y certeros que estamos en buen lugar. El el segundo, será siempre “made in Yavne”. Nació aquí en la segunda velita de Januca y no me dice mucho pero creo que también la pasa bien. 

 

Altas Fiestas sin precedentes

P: ¿Cómo ves el desafío de celebrar los Iamim Noraim, las fiestas de Tishrei, en tiempos de pandemia?

R: Parece más que un reto, una hermosa oportunidad de demostrarle a Hashem cómo nos importa no solo cumplir con todas las tfilot, sino de no dejar a nadie de los nuestros atrás. Así  que te puedo decir que más que un reto es una puesta en escena donde se ve la entrega de la directiva y el compromiso de todos los miembros para que salga bien. Los que arman la función son los mismos miembros. ¡El equipo  somos todos!

P: ¿Algún mensaje especial que te gustaría transmitir de cara a Rosh Hashana?

R: Todas las fechas llegan, ahora más que nunca debemos renovar nuestro compromiso con las cosas importantes de verdad, creo que este Rosh ha Shana después de la pandemia nos recuerda que lo verdaderamente valioso siempre estuvo ahí, solo estaba esperando a que le diéramos su valor. Ahora más que nunca, abracemos a los amigos, demos tiempo a la familia e invirtamos nuestra existencia en hacer muchos actos de amor, mitzvot que nos construyan una identidad de nosotros mismos que nos haga sobrevivir, así como lo hicieron nuestros antepasados.

Que seamos todos inscriptos en el libro de la vida, del propósito, de la unión y el compromiso, y tengamos una Shana tova uMetuka. ¡Amén!

P: Que así sea Moshe. Shaná  Tová para ti y los tuyos,y toda tu comunidad.

R: Muchas gracias Ana.

Ana Jerozolimski
(17 Septiembre 2020 , 17:04)

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