Fuente: www.presidencia.gub.uy
Con la presencia del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, se presentó en el Museo de Artes Decorativas, ubicado en el Palacio Taranco, una nueva edición de “El diario de Ana Frank”. Participaron el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, la subsecretaria de Educación y Cultura, Ana Ribeiro, y el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Talvi.
Pie de foto:Miguel Brechner, Luis Lacalle Pou y Álvaro Delgado
En la ceremonia también participaron el embajador de Israel, Yoed Magen, y Miguel Brechner, secretario de la “Comisión honoraria para la conmemoración de los 75 años de la liberación de los campos de exterminio nazis y la memoria de las víctimas del Holocausto”. La reedición de este libro clásico de la literatura forma parte de las actividades que rememoran este suceso histórico. Durante el año se realizarán actividades y homenajes en todo el país, con énfasis en la educación.
En el acto, la subsecretaria de Educación y Cultura, la historiadora Ana Ribeiro, recordó parte de la biografía de esta adolescente judía en tiempos del Holocausto, entre los años 1942 y 1944, en su escondite en Amsterdam, Holanda.
En relación con la trascendencia de El diario de Ana Frank, la jerarca contó al auditorio que el escritor italiano de origen judío sefaradí y sobreviviente del Holocausto Primo Levi expresó la extrañeza de que “una pequeña niña se haya transformado en el símbolo de lo más importante de todos nosotros. Y se la recuerda, se la nombra y se la conoce mucho más que a esa cantidad de millones de personas absolutamente ignotas que padecieron lo mismo o más que ella, y, sin embargo, ella es el símbolo. Menos mal, porque si hubiéramos podido escucharnos a todos como la escuchamos a ella, no hubiéramos sobrevivido a tanto dolor”.
Ribeiro añadió que, gracias a este documento histórico, que definió como “dispositivo magnífico de memoria”, la vida cotidiana fue recogida en todos sus detalles, como no sucedió con los otros millones de personas que atravesaron ese sufrimiento.
El diario es la reconstrucción de los dos años de encierro de Ana Frank, los sonidos que describió representan “el reto de la vida cotidiana y el pesar del encierro”, explica Ribeiro algunos de los testimonios de esta adolescente en su espacio cerrado y secreto. La subsecretaria resume: “El diario de Ana es una desidealización de muchísimas cosas, de ella misma, de las relaciones familiares, pero es un retrato completo de una vida en la plenitud y en el inicio a la vez”.
Esta historia ha sido y seguirá siendo recordada por algo que Ana vio con claridad en referencia a su diario, que “el papel es más paciente que los seres humanos”. Explicó que vaciló mucho acerca de cuál era el valor de su diario. Al comienzo expresó: “Nunca será publicado, serán memorias banales que esconderé con vergüenza”, luego razonó: “Creo que escribo bastante bien y construyo muy bien las cosas, si tengo tiempo de estudiar, quizá pueda ser una buena periodista y una buena novelista”.
Fue el padre de Ana Frank, sobreviviente del Holocausto, quien al recibir este escrito pensó: “Estoy frente a una cosa de valor incalculable y tiene que ayudar a la memoria de lo peor que nos ha pasado y construir la memoria del mundo”. Dos años más tarde se publicó por primera vez.