Agradeciendo a los equipos médicos por su gran esfuerzo
Cuando Machi (Marcelo Babat), Diego Kan y Andrés Tugentman, tres jóvenes uruguayos miembros de la colectividad judía, abrieron el Rumba bar el 15 de mayo del año pasado, seguramente no pensaban que en algún momento se haría viral no sólo por la buena onda, el ambiente y su buena comida, sino por su participación protagónica relacionada a una epidemia mundial que llegó también a Uruguay. Hoy parecería que ni hay que explicar a nadie de qué estamos hablando, porque todos saben ya de la singular iniciativa de estos tres uruguayos que concibieron una forma linda-y al parecer deliciosa-de agradecer al personal médico que lidia hoy con un duro esfuerzo extra por el Coronavirus.
Desde su local en Héctor Miranda 2427 en Punta Carretas, salió una de las iniciativas que mayor repercusión tuvo en las últimas semanas en la opinión pública. Y lo más lindo es que su gesto desencadenó generosas reacciones de otros compatriotas, que a nivel empresarial o particular, enseguida quisieron colaborar también. Ese es el poder mágico del saber dar.
Pedimos a Machi que nos cuente toda la historia y nos haga un resumen de todo lo logrado y lo que aún están por hacer. Junto con Diego y Andrés, pusieron manos a la obra para plasmar todo en un texto ordenado, que estimamos se escribió mientras las ollas hervían y el horno estaba lleno.
Les agradecemos el tiempo que han dedicado a esto y más que nada, lo que están haciendo . Ellos llamaron a esta campaña “Comida para héroes”. Nosotros nos permitimos agregarle un subtítulo: Héroes cocinan para héroes. ¡Gracias!
Comida para héroes surge a partir de la preocupación de un grupo de amigos integrantes de Rumba bar por la propagación de la pandemia COVID-19. Estando cada uno en aislamiento social voluntario nos fuimos comunicando entre nosotros pensando como podíamos ayudar, conociendo las experiencias que llegan de otros países y que se empiezan a replicar acá. Entendimos que el sistema de salud es clave y la situación que viven es crítica; largas horas de trabajo, poco descanso, poco tiempo para prepararse una buena comida, mucho estrés y sobretodo, riesgo, casi asegurado, de ser contagiados por el coronavirus.
Entonces nos hicimos la siguiente pregunta; ¿Es necesario esperar a que la situación sea crítica para demostrar nuestra gratitud? La respuesta es clara y tajante; no.
Comida para Héroes es simplemente un homenaje al tesón, la dedicación, el profesionalismo y el valor de los integrantes del área de la salud; de toda el área de la salud, desde los médicos, enfermeras, internistas, auxiliares de limpieza, seguridad, personal tercerizado, todos son vitales para que el sistema funcione.
El primer día, de forma bastante artesanal, armamos una página de Instagram @comidaparaheroesuy y salimos de Rumba Bar con 30 viandas con tallarines caseros con salsa boloñesa, croquetas y papas hacia el Hospital Maciel a las 22hs. Fuimos con tapabocas y guantes para cuidar tanto nuestra integridad física como la de las personas que íbamos a homenajear. Quien nos recibió hizo salir al resto del equipo. No hubo apretones de manos, besos o abrazos como normalmente lo habría, sino sonrisas, cálidas miradas y tímidos “muchas gracias”. “No! ¡Gracias a ustedes por lo que hacen!”.
El video de nuestra llegada al Hospital Maciel fue subido a las redes, y en menos de una hora algunas figuras públicas de nuestro país empezaron a compartirlas en Twitter.
¡Comenzó la locura! 7mil reproducciones en dos horas. Nos empiezan a llegar llamados de Radio Universal, Canal 10, Canal 4, y hasta entonces no paró de sonar el teléfono.
Al otro día, nuestra humilde página de seguidores que tenía unas 100 personas pasó a 800. Luego del noticiero del medio día, donde hablamos sobre el proyecto en vivo, pasó a 1200.
Comenzaron a contactarse restaurantes y bares dispuestos a ayudarnos. Gabbs, Naru, Galletas Paulina y Fabric fueron los primeros.
A la noche del segundo día teníamos tanta comida que en lugar de visitar un punto de la ciudad visitamos 5. Fuimos al Hospital Pereira Rosell, Hospital Pasteur, Hospital de Clínicas, Policlínica Suatt y Policlínica SEMM.
Salimos en canal 10 en vivo repartiendo la comida en nuestro primer destino, Hospital Pereira Rosell. Nos llovieron mensajes de gente queriendo colaborar con lo que sea. Llegamos a los destinos del segundo día y ya nos estaban esperando. Conocían la propuesta porque nos habían visto ese mismo día en la mañana por la tele o escuchado de nosotros por la radio. Fue una batalla de agradecimientos entre el personal de la salud y nosotros. Ellos nos expresaron su preocupación por la situación general, pero se los ve preparados. La contención más importante que supimos interpretar fue la psicológica. Este gesto lo entendieron tal cual queríamos transmitirlo; no es solo alimentar el cuerpo, sino el alma. Nos compartieron que gestos como este los impulsan a luchar con más fuerza.
Hoy, al tercer día del comienzo de la campaña, se suman Pita y Oliva, Magnum, Burger Time y Pausa.
Es tal la magnitud que está tomando que estamos recibiendo ofrecimiento de proveedores que generosamente nos quieren brindar insumos, también del público general queriendo dar donaciones de todo tipo como puede ser transporte, horas de trabajo, diseño de paquetes, grabación de video, etc. Estamos trabajando en esto. Pensando y planificando cómo canalizar todo el apoyo que nos está llegando para poder (sin poner en riesgo a la gente y cumpliendo con las medidas establecidas por el gobierno) llegar así a llevar alimentación a más personas y centros. Queremos seguir dando las gracias y si podemos también ayudando a quienes lo necesiten.
Todavía estamos tratando de procesar lo que vivimos en escasas 48hs. Es increíble ver que ante la adversidad nos unen más cosas de las que nos separan en el día a día. Ana Frank tiene una frase que dice “Los muertos reciben más flores que los vivos porque la culpa pesa más que la gratitud”. Queremos demostrar que si bien a veces puede ser así; en esta oportunidad la gratitud será más fuerte.
La pandemia del COVID-19 recién comienza en nuestro país, pero nuestra labor también. Estamos convencidos que a esta pandemia le ganamos todos juntos.
