Vidas Uruguayas en Israel
A modo de presentación
Edad: 62 años
Estudios: Escuela República de Nicaragua en la zona de la Curva de Maroñas y luego al Liceo N° 8 en 8 de Octubre y Garibaldi. Los dos años de prepatorios los cursé en el Dámaso A. Larrañaga.
Tnuá: A los 15 años me integré al Hanoar Hazioni en donde además de conocer a mis mejores amigos recibí una educación sionista que influyó en la decisión de mi alia.
¿A quién tenés en Uruguay?
Algo de familia y muchos amigos.
Familia: Estoy casado con Mijal, nacida en Israel . Tenemos dos hijas de 22 y 20 años, y vivimos en Jerusalén.
Bernardo Kastanas, José Mazar, Naón Kelijman, Marcos Jonisas y Simón Macada
P: ¿Por qué te radicaste en Israel?
R: La aliá fue una consecuencia natural de vivir en una casa muy sionista y participar de una tnua sionista. Era natural para mí el deseo de vivir en Israel.
P: ¿Qué hacías en Uruguay?
R: Estudié Medicina y empecé el postgrado de Psiquiatría.
P: ¿Qué has hecho y qué hacés en Israel?
R: En Israel culminé el postgrado y desarrollé mi carrera como psiquiatra. Hoy en día soy el director de una clínica psiquiátrica del Ministerio de Salud en la cual trabajan unos treinta profesionales entre psiquiatras, psicólogos, asistentes sociales, terapeutas ocupacionales y personal administrativo. Y además trabajo en una clínica privada en horas de la tarde.
P: ¿Te gusta lo que hacés?
R: Me gusta mucho mi profesión, hay que estar constantemente actualizado en diversos temas como nuevos tratamientos o medicaciones y además está el tema del contacto con el paciente. Cada persona es un mundo y el profesional de salud mental debe entender ese mundo para lograr aliviar el sufrimiento del paciente.
P: Te parece que en este tema hay particularidades israelíes?
R: Claro que sí. Si bien la patología psiquiátrica general es común en todo el mundo, hay temas definidos que se ven en mayores porcentajes según el país del que hablemos. En Israel, existen varios temas que sobresalen debido tanto al trasfondo histórico del país como a la situación bélica en que vivimos. Me refiero por un lado a patologías relacionadas al Holocausto, tanto en los sobrevivientes directos como en las generaciones siguientes en donde vemos los efectos transgeneracionales del problema, sobre todo Estados Depresivos y Trastornos de la Ansiedad.
El otro gran tema es el Trastorno Post Traumático. Si bien esta patología es mundial y aparece en ciertos porcentajes luego de accidentes de tránsito, violaciones y otras situaciones de amenaza a la vida humana, en Israel hay otra causa más. Lo encontramos en soldados que sufrieron traumas físicos o vivencias extremas durante las guerras, pérdida de compañeros, etc. Y también en víctimas de atentados terroristas, es decir civiles que personalmente o que personas cercanas a ellos tuvieron una experiencia traumática luego de un atentado.
P: Un mundo entero sin duda…
R : Así es.
El vínculo con Uruguay
P: ¿Te mantenés en contacto con Uruguay?
R: La relación con Uruguay continúa, no importa la distancia ni el tiempo que ha pasado desde la partida. Como dice el dicho, se puede sacar al uruguayo de Uruguay pero no se puede sacar a Uruguay de adentro del uruguayo. Además del contacto con amigos uruguayos, estoy en un grupo en el Facebook llamado Raíces Uruguayas en Israel. Ahí me pongo al día respecto a lo que pasa en el paisito, pero sobre todo puedo compartir la idiosincrasia uruguaya.
P: ¿Qué es lo que más recordás de Uruguay, lo que más tenés presente?
R: Yo creo que de Uruguay uno trae la Sencillez, con mayúscula, como modo especial de vivir.
P: ¿Qué le desearías a Uruguay?
R: Tengo la sensación, por lo que leo en la prensa y converso con amigos, que el uruguayo viviendo en el país-y quizás el sudamericano en general- ha perdido la esperanza de mejorar la situación del país. Es como una falta de confianza en que el futuro va a ser mejor. Israel, a pesar de ser un país en constante estado de guerra, no ha perdido la confianza en un futuro mejor. Así que también a Uruguay le deseo vivir con esa esperanza, en que todo vaya mejor.
